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Gonzalo Begazo / CEO y cofundador de Chazki

Del envío de paquetes al envío de alimentos

¿Por qué cuando se compraba algo por Internet te decían que el producto llegaría a tu casa en máximo una semana? Ahora, gracias a Chazki, ese tiempo de espera se ha acortado al máximo, pudiendo recibir el bien comprado en solo una hora. Desde ropa, aparatos electrónicos, documentos… Un grupo de 700 transportistas hacen todo lo posible para que el pedido llegue lo más rápido a Lima, pero también están presentes en Buenos Aires, Ciudad de México y próximamente en Santiago. La novedad es que actualmente están trabajando con los agricultores de las zonas periurbanas de Lima para distribuir sus productos a los restaurantes más exclusivos de la capital.

14 de Noviembre 2018 Equipo Redagrícola
Del envío de paquetes  al envío de  alimentos

Todo empezó en el comedor de la casa de su socio, Luis Miguel Frisancho, hace cuatro años. En Silicon Valley​​, las compañías tecnológicas empiezan en un garaje, pero en Lima no, porque actualmente muchos emprendedores viven en un departamento, como Frisancho. Así que, como cuenta Gonzalo Begazo, trabajaron en un comedor durante seis meses, bajo el lema “innova o morirás”. “Luego, nos mudamos al segundo piso de una casa en San Borja, donde utilizábamos dos cuartos; y después a la casa que mis padres habían dejado, donde yo también había vivido. Pero seguimos creciendo y tuvimos que volvernos a mudar”, recuerda Gonzalo. Así fueron los inicios de Chazki, empresa donde Begazo es el CEO. Actualmente, la compañía ocupa un edificio en Surquillo.

En el 2015 se funda oficialmente Chazki, hoy reconocida como el ‘market place’ de logística urbana en el Perú. Se trata de un emprendimiento que utiliza la tecnología para simplificar el envío de paquetes en beneficio de todos los usuarios.

–¿Pronosticaron el crecimiento vertiginoso que experimentó la empresa?

–Pronosticamos un crecimiento desde el inicio; confiábamos en el modelo de negocio, basado en una compañía de tecnología. Chazki es una compañía de tecnología que trabaja temas de logística; no es necesariamente una compañía de logística que cuenta con tecnología. Siempre creímos en un crecimiento exponencial, porque la ‘startup’ que empezamos rompe con los esquemas tradicionales que se tenía de la logística rápida. Una de las cosas que se me grabaron luego de trabajar por seis años en Google, en California, tiene que ver con preguntarse cómo mejorar un proceso no al 10%, como tradicionalmente piensa un gerente, sino cómo mejorar el proceso diez veces más. Particularmente, lo que identificamos hace cuatro años, en el mundo de las entregas, fue que cuando alguien compraba algo ‘on line’ debía esperar entre cinco y seis días para recibir ese bien comprado. Entonces nos preguntamos, ¿cómo hacemos para que ese mismo bien se entregue en una hora? Hoy, en Chazki, tenemos clientes que en una hora están entregando compras que fueron realizadas ‘on line’.

–¿Cómo lo han conseguido?

–Hemos tenido que implementar una serie de tecnologías que nos permitan encontrar rutas eficientes en la ciudad, así como administrar una flota de choferes para poder hacer las entregas lo más rápido posible, encontrando fácilmente las direcciones. Lima es una ciudad complicada porque no tiene un código postal; tienes el distrito y punto y eso lo hace complicado. Por ejemplo, en San Juan de Lurigancho hay casi 4 millones de habitantes, ¡es otra ciudad en sí misma! Entonces encuentras el famoso “Manzana H, Lote 21”, ¡ni con Google Maps llegas! Vimos que había una posibilidad de utilizar inteligencia artificial para poder encontrar esas direcciones adecuadamente.

 

Así funciona Chazki

“Como Chazki, nos integramos a los inventarios, a los sistemas de administración de nuestros clientes, quienes nos comunican esas ventas en tiempo real; y nosotros, en tiempo real, salimos a repartir. Se trata de sistemas informáticos, no de una central. Así, por ejemplo, el sistema de Platanitos, ‘conversa’ con nuestro sistema, y nosotros generamos el servicio de entrega. Les hemos implementado este sistema a nuestros clientes. Un ejemplo de lo más interesante que estamos haciendo ahorita: entregar el producto en una hora, desde el momento de la compra. Por lo general, son bienes de mediano tamaño; lo más grande que llevamos es una tele de cuarenta pulgadas. No llevamos muebles, colchones o lavadoras; llevamos ropa, artículos deportivos, celulares, documentos, artículos electrónicos… De lunes a lunes, trabajan para Chazki más de 700 choferes afiliados, en el marco de un programa parecido al que presenta Uber. Esto se da a nivel latinoamericano, pues operamos en Lima, pero ahora también en Buenos Aires, Ciudad de México y estamos empezando en Santiago. Luego de cuatro años, podemos decir que ya somos una micromultinacional. Contamos 220 empresas-clientes. Pero, en realidad, cualquiera podría solicitar nuestros servicios. Solo basta ingresar, el punto de origen, el destino, y qué es lo que demandan transportar”.

UNA EMPRESA CHINA COMO FUENTE DE INSPIRACIÓN

–¿Similar a la que podría tener Uber o Taxi Beat?

–Correcto. Pero nosotros nos inspiramos, hace cuatro años, no necesariamente en esas empresas de taxis, sino en una compañía china, que ya mostraba este tipo de trazabilidad, los mapas, y dónde podíamos ver dónde estaba el chofer. También nos inspiramos en Uber, pero en ese momento no había llegado al Perú, sino que estaba dando servicios en EE UU.

–¿La compañía china que mencionas entregaba paquetes?

–No, lo que ofrecía era la ubicación de la persona que te iba a dar un servicio. Por ejemplo, contratabas a un plomero y podías saber qué tan lejos de tu casa estaba y cuánto tardaría en llegar. En sociedades como la china le dan muchísima importancia a la organización del tiempo. En el Perú también, con la diferencia de que acá tienes a una señora que te ayuda en la casa y a administrar este tipo de situaciones.

Begazo cuenta que cuando llegó a Lima, luego de trabajar en EE UU, se reunió con muchos representantes de las páginas de ‘e-commerce’, encontrando que uno de los principales problemas de este negocio radicaba en que no tenían cómo saber en qué parte de la ciudad se encontraba el bien adquirido en Internet por uno de sus clientes.

–¿Con quiénes te reuniste en Perú?

–Con los de Linio, en particular. En ese momento, hace cuatro años, era el principal ‘e-commerce’ aquí. Ahora puedes comprar a través de las páginas de Saga Falabella, de Platanitos, de Ripley, de Linio…, empresas a las que nosotros les damos servicios de distribución. Ellos son nuestros clientes y nosotros no solo nos encargarnos de que el producto que compró una persona a través de la web de nuestros clientes le llegue lo más rápido posible, sino que esta persona tenga también herramientas de trazabilidad, para saber por dónde está su paquete, y así poder administrar mejor sus tiempos. Estas herramientas también le permiten saber quién es la persona que está llevando su paquete, le muestran una foto, y su número celular; pueden llamar y decir que le dejen el paquete a alguien en la casa porque el que hizo el pedido no podrá estar presente, por ejemplo. Eso es lo que nosotros hacemos.

ALIMENTOS EN MOVIMIENTO

El foco principal de Chazki son las empresas, y los beneficios diferenciales que Gonzalo destaca, son los siguientes: inmediatez y herramientas tecnológicas que le permitan al usuario tener tranquilidad, así como una trazabilidad para saber dónde está su paquete. La posibilidad de llegar a los lugares más recónditos de la ciudad, es otro beneficio, sin duda. Pero hay algo que no se ha mencionado, y tiene que ver con lo que el CEO llama ‘herramientas de inteligencia de negocio’. Acota: “Esto beneficia directamente a nuestros clientes, a las empresas; se trata de la data, de la información que vamos encontrando en el día a día; encontramos ‘minitendencias’ que luego pueden servir para tomar mejores decisiones en los negocios de nuestros clientes; les damos servicios de data científica y estadística, inteligencia de negocios…”.

–¿Cómo empiezan a trabajar con alimentos?

–El Servicio Express, donde tu pedido llega en una hora, cuesta un poco más. Pero también ofrecemos un servicio que llamamos Punche; lo desarrollamos para pymes, junto a  los ‘gamarreros’. Ellos decían: “Me encanta Chazki porque puedo ver en la página web, desde mi celular, cómo se mueve mi mercadería.. Pero yo no necesito que llegue en una hora; no tengo tanta caja como para pagarte un poco más”. Entonces,nos preguntamos qué pasaría si brindamos la misma experiencia, pero en lugar de una hora te lo entrego al día siguiente. A los comerciantes de Gamarra les gustó la idea, y empezamos a trabajar con ellos de esa manera, llevando prendas confeccionadas, pantalones, camisas… Empezamos a mover el servicio Punche por las redes sociales…

–Y lo empiezan a solicitarlo empresarios relacionados a la industria alimentaria

–De repente, empiezan a entrar a través de nuestra web gente de la zona de Lurín, pequeños productores que debían mandar sus productos a algún restaurante de Lima. Ellos, normalmente, utilizaban una camionetita que distribuía sus productos a los diferentes restaurantes. Pero empiezan a suceder imprevistos, emergencias y esa camionetita ya no podía regresar a Lurín, por una java de cebollas, por ejemplo. Entonces, se empezaron a preguntar si Chazki llegaba a Lurín; y sí llegábamos. ¿Y a Pachacamac? También. ¿Y a los restaurantes? Afirmativo. Así, el servicio empieza a ser requerido tanto por los productores como por los dueños de los restaurantes en Lima. Por ejemplo, a un restaurante le hace falta un zapallito italiano para su menú de todas las noches y recurren a nosotros para que vayamos a Lurín a traerlo de determinada granja; y nosotros somos expertos en llegar a direcciones complicadas…

–¿Estos bienes no requieren de una cadena de frío?

–No necesariamente. Pero sí necesitan ser transportados rápidamente, ¡y nosotros somos los reyes de los envíos rápidos! Entonces empezamos a decirle a la gente: “¿Cuánto te cuesta tener una camioneta para llevar tus tres javitas o veinte javitas a los diez restaurantes que son tus clientes en Lima? Nosotros lo podemos hacer por la mitad de precio”.

–¿Y en el caso de los restaurantes?

–También solicitan nuestros servicios a través de la web. Tanto los restaurantes como los productores tienen la necesidad de que algo se transporte rápidamente. A veces el restaurante requiere que le traigan un zapallito de Lurín; y en otras ocasiones el productor es el que pide le lleven su zapallito al restaurante.

–¿Qué encontraron en el desarrollo de este servicio?

–Que era una necesidad urgente. Hoy son los zapallitos, pero mañana los tomates; y empezamos a notar que surgían clientes habituales, que empezaban a demandar nuestros servicios todos los días a la misma hora. Entonces nos dimos cuenta de que este rubro de clientes se hacía cada vez más importante. Hemos empezado a dar este servicio a cadenas de supermercados, profesionalizándolo cada vez más. Los clientes empiezan a pedir que transportemos volúmenes más importantes y nosotros les decimos que tenemos la posibilidad de seguir distribuyendo sus productos para que ellos puedan dedicarse al ‘core business’ de sus negocios, porque un productor quiere ser agricultor, no un distribuidor, y queda contento cuando se libra de estos aspectos engorrosos de su negocio; conozco casos de productores que pasan de tres a seis horas diarias en una station wagon destartalada, llena de productos a más no poder, paseándose por Lima, distribuyendo a los restaurantes. Pero ahora la combinación de un buen precio y tecnología les permite dedicar esas horas a lo que realmente les interesa en su negocio.

–¿Cuántos restaurantes son clientes de ustedes?

–Ya estamos arriba de los veinte, más o menos, son de la zona más exclusiva de Lima. En relación a los clientes-productores, la cifra es similar. Por ejemplo, contamos con un cliente-productor que ofrece multiproductos desde la zona de Lurín, y que reparte a muchos restaurantes. Ese es uno de nuestros clientes más grandes; tenemos otros que son más pequeños; es una oferta variada, independientemente del tamaño de la empresa que tengas…

–¿Hay un producto que destaque?

–No, la verdad es que son muchos los productos que transportamos… Pero te cuento otra cosa que está pasando: estamos llevando muestras para la gente que exporta. Vamos al campo y recogemos una muestra de tomates, por ejemplo, y la llevamos a los laboratorios para que la analicen y se certifique que tu tomate no está contaminado. Antes, los productores tenían que viajar de Lurín hasta Chorrillos para dejar estas muestras en los laboratorios.

–¿Chazki llega a los sectores de la agricultura periurbana en el norte también?

–A Huaral no llegamos, pero si a Puente Piedra… Pero nos hemos dado cuenta de otra cosa: los productores que envían sus productos a restaurantes, están haciendo páginas webs y están ofreciendo directamente sus productos al consumidor final. Tienen un producto ‘premium’ que puede ser consumido  en un restaurante ‘premium’, pero quizá no tienen las cantidades para venderle a un supermercado; por ello es que hacen sus páginas web para que el vecino de San Isidro o Chacarilla, por ejemplo, puedan acceder a ella y ver sus productos. Es decir, ahora ya no solo llevamos sus productos a los restaurantes, sino a casas de particulares. Además, muchas señoras, amas de casa, por ejemplo, se dan una vuelta por Lurín y conversan con los productores directamente. Son ellas las que empiezan a correr la voz de los ajíes, tomates y hierbas que hay ahí, y nosotros nos asociamos con los productores. Lo que estamos haciendo en Chazki es ‘elevar el campo’, dándole una nueva vitrina que es la del ‘e-commerce’; eliminando, además, al intermediario, y ampliando los mercados del productor.

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