Cuide el suelo desde el cielo (y cobre dinero por ello)
Una compañía inglesa usa imágenes satelitales para verificar que los campos realicen acciones sustentables y por las que puedan cobrar en efectivo a través del mercado de bonos de carbono. Con presencia en Europa y Estados Unidos, ahora Hummingbird Technologies busca entrar a los campos de América Latina. La firma formará parte de la cuarta serie de Bioestimulantes y Biocontrol que Redagrícola presentará este jueves 21 de julio.

El mercado de carbono para el sector agrícola tiene un enorme cuello de botella: cómo verificar que los agricultores estén tomando realmente las medidas que reducen el carbono en el aire y lo mantienen en el suelo en forma de materia orgánica. Cada vez son más las agencias y organizaciones internacionales que pagan a la actividad agrícola, a través de bonos de carbono, para que lleven a cabo acciones agronómicas que pueden reducir su huella ambiental e impacto sobre la salud del suelo. Es una idea que ha inspirado a agricultores de Europa y Estados Unidos. Sin embargo, las herramientas disponibles para comprobar que realmente esas tareas se llevan a cabo son caras y de baja rigurosidad.
“Pueden hacer certificaciones manuales, lo que en general implica entrevistar a los agricultores o ir a visitarlos a sus campos; hacer auditorías presenciales de sus maquinarias o tratar de monitorear de alguna manera el trabajo que se lleva a cabo por sus empleados. O pueden preguntarles directamente y confiar en su palabra”, dice el británico Matthew Guinness. “Todo tiene un costo o una falta de rigor que hace inviable todo el negocio de carbono en la agricultura a grandes escalas”.
Como vicepresidente de sostenibilidad de la firma Hummingbird Tech, Guiness propone una solución distinta: usar imágenes satelitales de los campos y tratarlas con ciencia de datos e sistemas de inteligencia artificial para hacer esa verificación. “Se puede verificar desde el tamaño y los bordes de un campo, su tipo de cultivo, así como las prácticas laborales y de cobertura de cultivos que son relevantes para el secuestro de carbono”, dice Guinness, quien participará de la 4ta Serie de Bioestimulantes y Biocontrol que Redagrícola realizará este jueves 21 de julio, con foco en el manejo del suelo vivo.
Esta es una de las pantallas que permite la plataforma de Hummingbird Technologies y que da información precisa de lo que sucede en el campo desde las imágenes que son captadas desde una red satelital. Imagen: Hummingbird Technologies
Eso es lo que realiza Hummingbird tech, una compañía creada hace seis años y que se ha especializado en el uso de imágenes satelitales de libre disposición para bajar el costo y hacer escalable el mercado del carbono agrícola, a través del sistema MVR. “Usamos herramientas de verificación basadas en esas imágenes satelitales a través de complejos sistemas de datos”, dice. “Es realmente crucial bajar el costo de la verificación efectiva de la actividad agrícola y de esa manera hacerla escalable a ciento de millones de hectáreas”.
VELOZ CRECIMIENTO
Para ello, la firma utiliza las imágenes que entregan datos satelitales como Sentinel, Landsat y otros proveedores, para construir modelos matemáticos que permitan hacer una comprobación de lo que está sucediendo en los cultivos. Los profesionales de la firma están visitando regularmente distintos campos para verificar en terreno la precisión de sus modelos. No obstante, el monitoreo de cada campo se hace de manera remota sin necesidad de instalar ningún instrumento de medición en ellos. Esta información es utilizada por las organizaciones financieras, de gobierno o multilaterales que pagan por la realización actividades que secuestran carbono. “En el fondo, lo que hacemos es facilitar el proceso por el que los agricultores reciben dinero por prácticas sustentables y regenerativas en sus campos”, dice Guinness.
Este es un mercado de veloz crecimiento. Si bien no hay cifras agregadas que permitan estimar el dinero que mueve el secuestro de carbono en la agricultura mundial, son cada vez más las instituciones que se están sumando a esta tendencia. “Sabemos que hay programas que tienen cientos de miles de hectáreas y que están creando decenas de millones de dólares de valor”, dice. “Al mismo tiempo, es un mercado muy poco penetrado: la inmensa mayoría de las tierras agrícolas no están en ningún programa de carbono hoy en día”.
LA RECOMPENSA DE SECUESTRAR CARBONO
Las acciones que permiten el secuestro del carbono, que es como se conoce a la acción de mantener el elemento en el suelo y no en el aire, son aquellas que se integran al concepto de agricultura regenerativa y que minimizan la alteración del suelo. Ejemplos son la disminución de las labores humanas en el campo, mantención de las raíces vivas, cobertura de los campos en la temporada de no crecimiento, rotación de cultivos y la reducción en el uso de insumos de origen químico. Muchas de esas acciones son captadas por la plataforma de imágenes satelitales y el análisis de datos de Hummingbird.

“Está científicamente demostrado que el carbono del suelo aumentará si se aplican estas acciones agronómicas de forma óptima, lo que podría llevar a secuestrar cerca de una tonelada de carbono por hectárea al año. Se puede obtener dinero de esto al vender esas acciones como un crédito de carbono, lo que puede llevar a crear una importante cantidad de valor”
Matthew Guinness, VP de sustentabilidad de Hummingbird Technologies
“La cantidad de carbono que se secuestra gracias a estas prácticas depende, por supuesto, de factores medioambientales, como el clima, el suelo y la geografía”, dice Guinness. “Pero está científicamente demostrado que el carbono del suelo aumentará si se aplican de forma óptima, lo que podría llevar a secuestrar cerca de una tonelada de carbono por año, aproximadamente. Se puede obtener dinero de esto al vender esas acciones como un crédito de carbono, lo que puede llevar a crear una importante cantidad de valor”.
AMÉRICA LATINA A LA VISTA
Si bien el potencial de esta tecnología es global, por ahora la compañía basada en Londres se ha enfocado en Norteamérica y Europa Occidental, incluyendo Reino Unido. Sus modelos por ahora están enfocados a cultivos extensivos, como trigo, soya, maíz y otros cereales.
No obstante, la firma tiene como prioridad de expansión a América Latina, mercado al que esperan entrar en el que viene. “Hemos trabajado mucho en América Latina, mercado que es una prioridad para llevar nuestras tecnologías en 2023”, dice.
La compañía ha sido financiada por medio de inversionistas de riesgo y está pronto a cerrar una nueva ronda. Capital que se destinará en parte a la expansión global de la compañía y que tiene a la región entre sus prioridades. “América Latina es muy relevante en términos de área cultivada a nivel global, es muy relevante en cultivos extensivos; si queremos alcanzar escala global, no podemos quedar fuera de la región”, dice. “Estamos deseosos de empezar a conversar con quienes están involucrados en el mercado de carbonos en América Latina y que buscan hacer la agricultura más sustentable”.