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Medidas sanitarias y donaciones en todo el país

Covid-19, la agroindustria en pie de lucha

Las empresas agroindustriales están acostumbradas a cumplir protocolos y a supervisiones, por lo que la adecuación a las medidas preventivas, en el marco de la lucha contra el Covid-19, ha sido ejemplar. Donaciones y acciones de diversa índole, en favor de los más necesitados, hoy son también objetivos primordiales.

26 de Junio 2020 Gabriel Gargurevich Pazos
Covid-19, la agroindustria en pie de lucha

El Estado de emergencia en Perú a causa del Covid-19 fue decretado el domingo 15 de marzo, seguido de una cuarentena que empezó al día siguiente. En la mayoría de empresas agroexportadoras a nivel nacional, ya había culminado la campaña de uva de mesa. Y Agrícola Chapi –con operaciones en Ica, Casma y Olmos–, no fue la excepción. “Además, estábamos planeando el inicio de los espárragos; y recién habíamos empezado con la palta. La cantidad de personal que teníamos en movimiento era poca, por suerte. Hemos ido tomando medidas sanitarias de manera paulatina, adaptándonos a las necesidades y a los cambios legislativos que se han ido dando”, señala Úrsula Baertl, gerente de Asuntos Corporativos de Agrícola Chapi.

Una de las primeras medidas que tomaron fue identificar a los trabajadores que tuviesen mayor riesgo de contraer el virus, para enviarlos a sus casas, a find de que se pusieran a buen recaudo, sin dejar de recibir su sueldo. “Al inicio, temían perder sus puestos de trabajo y sus ingresos. Ese fue, quizás, su mayor temor”, precisa.

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Entrega de mascarillas, mejoramiento de las estructuras para el lavado de manos, definición de puntos de desinfección…, fueron otras medidas que se tomaron en paralelo. “Tuvimos que conseguir más unidades de transporte para poder trasladar a las personas con el distanciamiento debido. Este, hasta ahora, ha sido uno de los mayores retos: conseguir buses”, cuenta Úrsula. Además, contrataron infectólogos para definir la adecuación en planta y la toma de pruebas al personal. “También trabajamos con enfermeros que hacen seguimiento a las personas que están en sus casas; y los ejecutivos de la empresa tienen reuniones constantes con el grueso de los trabajadores”. En Olmos el panorama ha sido más complicado, debido al alto número de contagios que hay en la zona. “Hemos instalado un campamento para el personal dentro del mismo fundo, para evitar mayores movilizaciones”.

EN LAS CIUDADES. Diferentes empresas han ayudado en la tarea de desinfección de las calles en diferentes ciudades.

En Chapi cuentan con una oficina de desarrollo sostenible que se fortaleció antes de la pandemia con el trabajo con los colegios de Ica, implementando huertos orgánicos en los mismos. Además, se unió a las distintas acciones de solidaridad para apoyar a las familias más vulnerables en más de 10 regiones del país, dirigidas por la AGAP, donando US$20,000 al Fondo de Emergencias CONFIEP, para la compra de ventiladores mecánicos, monitores de funciones vitales, y otros suministros para los hospitales públicos. “También hemos entregado canastas al gobierno regional de Ica, hemos donado tubos de oxígeno para los hospitales de Ica, todo esto con el Comité Sur”, precisa.

ECOSAC: EN PROCESO DE REINVENCIÓN

Para Juan Francisco Cevallos, jefe de desarrollo sostenible y comunicaciones de Ecosac, el compromiso que la alta dirección de la empresa ha suscrito con sus empleados, ha tenido un efecto de ‘cascada’ que los ha motivado fuertemente. “Nuestros colaboradores vienen participando activamente en el cumplimiento de los protocolos. Nuestro índice de contagios actualmente está controlado. Durante las primeras cuatro semanas, el proceso de revisión de medidas era diario. Nos ha ayudado mucho conocer experiencias de otras empresas agrícolas y plantas de otras partes del mundo. El ausentismo por motivo de la pandemia ha sido bajo y controlado”, explica.

Cevallos señala que en varias oportunidades visitaron los distintos caseríos donde suelen reclutar a su personal agrícola, para sostener reuniones de coordinación con autoridades comunales, incluidas las rondas campesinas. “Este proceso de interacción ha afinado algunas de las medidas que veníamos tomando”, añade.

DESINFECCIÓN. Un trabajador realiza la desinfección en un bus que traslada a trabajadores de Ecosac.

La cuarentena ha afectado absolutamente todo. Los horarios de trabajo, por ejemplo, se han visto reducidos y han tenido que conformar equipos, según el lugar de procedencia. “Hemos atravesado un proceso interno de reinvención a fin adaptarnos a la situación actual”.

Además del gobierno nacional, los mercados destino también tienen exigencias en cuanto a las medidas. “Nos hemos asegurado de que los mercados conozcan la inocuidad con las que venimos trabajando. Hemos desarrollado infografías y vídeos que hemos hecho llegar a nuestros clientes”, sostiene Cevallos.

DISTANCIAMIENTO SOCIAL. En el interior de los autobuses, los trabajadores respetan el distanciamiento social.

Desde Ecosac no solo han apoyado a los más necesitados desde el inicio de la cuarentena, sino que de alguna forma han propiciado a que otras empresas también lo hagan. “En Piura, desde la época del último fenómeno El Niño, se conformó un colectivo con la unión de varios sectores, como  universidades, ONG’s, colegios profesionales, sector privado, etc. Representando al sector privado está Guillermo León, socio y asesor de nuestra compañía. En él y en mi persona, ha recaído la responsabilidad de gestionar la donación de alimentos. Solo como Ecosac hemos donado a la fecha, cerca de 20 toneladas de alimentos”, explica. No es lo único que han hecho las empresas de la región. Asimismo, han dado apoyo en la desinfección de espacios públicos y se han generado mensajes radiales para difundir a aquellas personas que viven en los caseríos.

EL PACKING NO PUEDE PARAR

“Gracias a Dios no hemos tenido casos positivos. Nuestros colaboradores han entendido y están apoyando constantemente en sumar nuevas medidas preventivas. Incluso ha sucedido que la misma gente se ha acercado a nuestro equipo médico, indicando que ha estado en contacto directo con un caso positivo, lo que nos llevó a implementar inmediatamente el protocolo correspondiente”, refiere Pablo Lezaeta, gerente de Packing en Sunfruits Export, empresa que opera en Ica.

Prácticamente, en Sunfruits, todos los días implementan nuevas medidas sanitarias para mantener alejado el Covid-19 de la empresa, sumando nueva información. Todos los martes, tienen una reunión donde discuten temas de actualidad relacionados a la pandemia, a nivel comunal, regional, nacional y mundial. “Por supuesto, también hablamos de las medidas que el gobierno central dicta; es ahí donde hemos tenido algunas dificultades, pues los cambios en una norma y otra suceden seguido, y hemos tenido que adaptarnos a ello”, cuenta Lezaeta.

La planta de Sunfruits brinda servicios de empaque y frío a veinte empresas, y no las han dejado de atender en tiempos de pandemia. “Sin embargo, debimos de tomar la decisión de no contratar más fruta, con el fin de asegurar el servicio a nuestras empresas habituales, lo que nos ha significado estar con una capacidad de proceso al 80%”, acota. “Sabemos de empresas que han cerrado sus plantas por esta coyuntura, pero eso nunca estuvo en nuestro horizonte; somos un engranaje clave para nuestros clientes y agricultores para poder mantener la cadena de abastecimiento, tanto a nivel nacional como internacional”, añade.

Hoy, en el packing trabajan 350 personas, un 25% menos que en una campaña normal a esta altura del año, debido al distanciamiento social que deben respetar. “A medida que avance la campaña de cítricos y paltas, tendremos que contratar un número adicional importante de personas, manteniendo siempre el rango de entre 20% a 25% menos”, precisa el gerente de planta. La empresa ha hecho donación de fruta, concretamente, unas 50 toneladas de paltas y mandarinas a los poblados vecinos, a la policía, orfanatos y casas de ancianos.

IMPORTANTE. El lavado de manos es una de las principales medidas que debe hacer toda persona. Ello también la cumplen los trabajadores agrícolas, como también la toma de temperatura al ingresar a los campos y plantas de proceso.

AGAP: US$ 400,000 DE DONACIÓN

“Apenas se decretó la cuarentena, nosotros como AGAP, elaboramos un manual de acciones preventivas para los 10 primeros días, y cada empresa lo adaptó a su realidad. Luego, cada semana, se hicieron actualizaciones. Lo que diferencia a la agroindustria de otros sectores, es que nosotros estamos acostumbrados a la obtención de certificaciones, a las auditorias internacionales… Así que no nos fue tan difícil adaptarnos y crear un protocolo propio, desde el lado privado. Así pudimos controlar desde el inicio el impacto en nuestro sector. Tanto es así que nuestro protocolo ha servido de ejemplo para otros sectores y para otros protocolos que han venido saliendo del sector público, posteriormente”, asegura Gabriel Amaro, director ejecutivo de AGAP.

La industria agrícola ha reducido el trabajo del personal, en algunos casos, hasta en un 50%, adaptando los procesos para no perder la productividad normal, dentro del calendario de actividades de cosecha que tenían previsto. “Los trabajadores se han adaptado rápido porque están acostumbrados a seguir protocolos”, afirma. El transporte es uno de los principales problemas, como también la adaptación a los trámites digitales, “que debemos coordinarlo también con los mercados destino”, añade.

Desde que se declaró el Estado de Emergencia y aislamiento social obligatorio, las empresas agroexportadoras agremiadas a la Agap, vienen realizando distintas acciones de solidaridad para apoyar a las familias más vulnerables en más de diez regiones del país. La entrega de alimentos y hasta la donación de combustible para que las cisternas puedan llegar a abastecer a las poblaciones, son algunos ejemplos. Además, se entregaron tanques y botellas de agua y módulos de lavado de manos.

Las agroexportadoras también han apoyado con el transporte de personal médico y con la entrega de artículos de protección como mascarillas, mandiles, lentes y botas de plástico; y han donado alrededor de US$ 400,000 dólares al Fondo de Emergencias CONFIEP para entregar equipos al sistema de salud pública, como ventiladores mecánicos, monitores de funciones vitales, y otros suministros.

COMITÉ SUR: NUEVAS TAREAS

El Comité Sur se formó con cinco empresas agroexportadoras de la zona de Villacurí, hacia el norte de Ica, para paliar los problemas de calidad de agua y los pozos ilegales. “Somos un poco los cruzados del agua de Villacurí, en aras de proteger los intereses de las empresas que actuamos dentro de la legalidad. Uno de los proyectos que hemos logrado este año ha sido recuperar gran parte del agua que se hubiera ido al mar e inyectarla al subsuelo, en beneficio del acuífero de Villacurí”, sostiene Alejandro Fuentes León, vocero del Comité Sur, y gerente general de Agrícola Don Ricardo. “Luego se han ido sumando más empresas al comité (actualmente, son once). Y hoy, debido a la pandemia, los miembros del comité hemos decidido temporalmente dirigir nuestras acciones a apoyar a las diferentes instituciones del Estado”.

AL INGRESO. Túnel de desinfección en la entrada de Sunfruits, en Ica.

La primera gestión del Comité Sur, en el marco de la lucha contra el Coronavirus, fue crear un Subcomité de Sanidad, donde las empresas de manera conjunta, elaboraron un manual de prácticas preventivas. “Por ejemplo, instalar termo-cámaras para medir la temperatura a los trabajadores cuando hacen su ingreso a la empresa, desinfección frecuente de las unidades móviles, distanciamiento, entre muchas otras. Así, cada empresa tomó lo que mejor le funcionaba, según su realidad”, explica Fuentes León.  

Luego, se creó un Subcomité de Comunicación, liderado por el mismo Fuentes León, y que tiene como principal tarea informar y capacitar sobre las medidas preventivas a los trabajadores de las empresas del comité, así como a sus familiares.

El Comité Sur viene apoyando activamente a los gobiernos locales y al Gobierno Regional de Ica, donando equipos de protección personal, instalando lavaderos de manos, entregando canastas con insumos básicos, fumigando las avenidas de mayor tránsito, etc. “El Gobierno Regional ha lanzado una iniciativa que tiene que ver con implementar un albergue para pacientes infectados, que no necesiten un tratamiento UCI, sino respiración asistida; hemos donado módulos individuales que constan de una cama, un balón de oxígeno y todo el equipo relacionado a la asistencia respiratoria”, precisa Brenda Salas, coordinadora del Comité Sur, que está conformado por:  

Agrícola Andrea, Agrícola Challapampa, Agrícola Chapi, Sociedad Agrícola 3P, Agrícola Don Ricardo, Agrícola Huarmey, Campos Del Sur, Grupo SAFCO, PROAGRO, Grupo Athos.

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