El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) aprobaron el uso de un arroz modificado genéticamente como cultivo convencional. El grano fue desarrollado por un equipo científico de cinco países y muestra resistencia al ataque del tizón bacteriano. Además, fue evaluado en pruebas de campo abierto en Palmira.

El tizón bacteriano (Xanthomonas oryzae pv. oryzae) es una plaga que afecta las semillas y los campos de producción. Los síntomas más comunes son líneas verde-pálidas o verde grisáceo en los márgenes de las hojas, que se unen y toman un color amarillo con bordes ondulados. Esta plaga está presente en diversos países, como Honduras, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Colombia y Venezuela.

“El hecho de que el ICA y la USDA reconozcan que este arroz es igual en su regulación a un convencional ayuda a que otros países tomen decisiones en ese mismo sentido, y a su vez impulsa a que los investigadores en el campo de la edición genética en Colombia y la región vean que las posibilidades de un producto son más reales, y que no se tienen que enfrentar a una regulación tan estricta como la de los transgénicos”, anotó Paul Chavarriaga, líder de la Plataforma de Transformación Genética de la Alianza Bioversity-Ciat.

El arroz fue desarrollado a través del método molecular CRISPR, técnica que permite editar los genes de un organismo vivo para conferir nuevas características. Por tal motivo, es de esperarse que otros países acepten estas nuevas tecnologías de mejoramiento para la agricultura con un análisis basado en el producto final y no en su proceso de obtención.

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