Equipo Redagrícola

Tras casi tres años de intensas restricciones a la movilidad de su población, China relajará varias de estas medidas, lo que puede considerarse un retorno a cierta normalidad. Pese a que las cifras recientes de covid han generado alarma en algunas ciudades de la gran economía asiática, la Comisión Nacional de Salud anunció nuevas medias que permiten recuperar la libre movilización por el país, incluyendo la reapertura de fronteras, las que han estado prácticamente cerradas durante casi tres años.

Se trata de una buena noticia para la industria de la fruta, como cerezas y uvas del cono sur, las que en este momento están en el peak de sus embarques globales, con China como uno de sus mercados más relevantes.

Ver artículo: «Los precios de la cereza en China han bajado 10%, pero los volúmenes se han triplicado»

Las personas que lleguen a China con resultados negativos en las pruebas de ácido nucleico podrán “entrar en la sociedad”, lo que supone un cambio drástico respecto a la práctica actual, según la cual todos los que entran en los aeropuertos -visitantes extranjeros y ciudadanos chinos por igual- son sometidos a pruebas por trabajadores vestidos con materiales peligrosos y conducidos a autobuses con destino a hoteles de cuarentena, donde permanecen varios días aislados. Las tarjetas sanitarias digitales de China no restringirán los movimientos de los pasajeros que den negativo en las pruebas.

Se espera que el tráfico aéreo aumente en ambas direcciones. Las restricciones sobre el número de vuelos permitidos en los aeropuertos chinos se suavizarán, según las políticas.

Mientras tanto, los viajes al extranjero para los ciudadanos chinos, que en su mayoría no han salido de su país desde 2020, se “reanudarán de manera ordenada”, según las políticas. Tras conocerse la noticia, las búsquedas de billetes de avión internacionales se dispararon en China, con Tailandia, Japón y Corea del Sur como destinos más populares, según informaron medios de comunicación chinos afiliados al Estado.

Las nuevas políticas pretenden facilitar la reanudación de los viajes de negocios, estudios y reuniones familiares. Sin embargo, no se sabe si China volverá a abrirse al turismo.

La medida llega después de que el 7 de diciembre se suavizaran progresivamente las restricciones nacionales, eliminando las pruebas obligatorias que provocaban esperas de horas al aire libre en medio del frío, los cierres patronales que impedían a la gente entrar físicamente en sus casas y el uso de campos de cuarentena masiva incluso para los casos leves.