Equipo Redagrícola

Próxima a empezar en marzo la campaña de mandarinas, los productores consideran que será un buen año en términos productivos. Sin embargo, en los fundos del valle de Ica existe preocupación por un problema de colapso de corteza o piel, que podría afectar los rendimientos en la campaña. Según Horacio Berrios, asesor en campos de cítricos, al menos un 30% de fruta en la zona estaría comprometida con esta fisiopatia.

“Este no es un problema sanitario, es más bien un problema de fisiopatía, un desorden fisiológico en la piel de la fruta, causado por una variación en la humedad relativa y el clima, durante cierta etapa del desarrollo de los frutos. Esta es una fisiopatía muy compleja y aún se está en etapa de búsqueda de soluciones”, comenta.

En todo caso, señala que es necesario un manejo integrado para hacer frente a este desorden fisiológico en la piel de la fruta. “No es que hemos cambiado las técnicas de producción. Todo tiene que ver con variaciones en el clima. Antes si encontrabas un colapso de corteza en Ica era una curiosidad. Hoy día, hay campos que mandan fruta al empaque y reciben un porcentaje alto de descarte por colapso de piel. En términos globales, al menos un 30% de la fruta se está viendo afectada”, apunta.

Por lo pronto, este tipo de problema está aún en análisis y se están buscando alternativas de solución. Berrios comenta que primero se estudió el origen que se encontraría en el clima y, seguidamente, se vienen probando las estrategias más eficaces para hacerle frente.

“Lo que puedo adelantar es que esto no depende exclusivamente del manejo químico o de fungicidas de síntesis. Te ayuda hasta cierto punto nada más. Lo siguiente es trabajar en la calidad de la piel para que sea más resistente. Se está experimentando con manejos nutricionales tanto por sistema de riego como a nivel foliar en etapas muy específicas del cultivo. Además, se está utilizando microorganismos, con formulaciones de fungicidas biológicos”, comenta.

Adicionalmente, refiere el experto, se ha probado con productos antitranspirantes. “Hay una publicación de California que explicaba la reducción en la incidencia del desorden del colapso de corteza con el uso de antitranspirantes. El año pasado, los hemos probado, pero ha sido un poco tarde. Ha reducido la incidencia del problema y la severidad, pero sin que esa reducción llegue a ser satisfactoria. Este año vamos a poder probar desde más temprano para ver si es una solución efectiva”, indica.

El daño se observa como una mancha irregular en la piel que puede originar pudrición. “Si bien es un tema eminentemente cosmético, se trata de un desorden progresivo -término que utilizan en planta de empaque-, es decir que hay el riesgo de empacar esa fruta y que provoque una pudrición en tránsito, debido a que se trata de tejidos afectados”, destaca.

EL PROBLEMA DEL MANCHADO EN LA PIEL

En tanto, Horacio Berrios comenta que la principal problemática en los cítricos tardíos, sobre todo en Tango y W. Murcot, es el manchado de la piel de la fruta, instalada en valles con un alto grado de humedad, como Huaral, Cañete o chincha.

“En el caso de la mancha de piel, estamos mucho más avanzados y cercanos a dar con el manejo apropiado. Una campaña más quizás y ya se encuentra la fórmula. Ya estamos haciendo algunos afinamientos y podremos presentar una solución completa”, refiere.