Brasil busca superar escasez de fertilizantes incentivando minería de potasio y fósforo
El país importa el 85% de estos insumos clave, pese a tener importantes reservas domésticas que no han sido explotadas.
Tereza Cristina Dias, ministra de agricultura de Brasil.
Equipo Redagrícola
Brasil no quiere depender más de fertilizantes importados. En un momento en que sus precios alcanzan niveles históricos en el mercado global, el gigante sudamericano busca aumentar las fuentes de abastecimiento domésticas para su gran agricultura. Así lo anunció la ministra de agricultura de Brasil, Tereza Cristina Dias, quien dijo a mediados de esta semana que el país pronto lanzará un plan nacional de fertilizantes para estimular las inversiones en minas de potasio y fósforo.
En una entrevista con CNN, Dias dijo que Brasil necesita tener una mayor producción de fertilizantes por un “asunto de seguridad nacional”.
La jefa de la cartera dijo que el gobierno espera tener el plan, que estaba en revisión por parte de los ministerios de Economía y Agricultura, listo para el 17 de marzo. Su objetivo es minimizar los cuellos de botella en términos de legislación, impuestos y especialmente en temas ambientales, para el desarrollo nacional del sector.
Dias indicó que el plan será importante para agilizar la aprobación de las licencias ambientales, porque en algunos casos “lleva de cinco a diez años y los inversionistas terminan desistiendo de explorar ese potencial”.
El mes pasado, el jefe de la firma comercial y de cultivo de granos Amaggi, Blairo Maggi, dijo que el grupo está en conversaciones con el inversionista canadiense Stan Bharti para ayudar a desarrollar la mina de potasa más grande de América Latina, en un intento por alejar a los agricultores brasileños de las costosas importaciones de fertilizantes.
Brasil tiene reservas de fertilizantes que deberían durar hasta octubre, cuando se intensifica la cosecha de la mayor cosecha de granos del país, dijo Dias.
El país importa alrededor del 85% de su consumo de fertilizantes, incluida la potasa, que enfrenta un cuello de botella mayor debido al conflicto en Ucrania y las sanciones occidentales a Bielorrusia, un importante productor. En el caso de la potasa, las compras al exterior del país representan el 96% del consumo.