Beneficios del extracto líquido de humus de lombriz para activar el suelo
Lo que comenzó como un estudio de título de una estudiante de agronomía, culminó en el desarrollo de un bioestimulante único en el mercado nacional. Este concentrado reúne los principales componentes del humus de lombriz, para aplicarlos a través del fertirriego, potenciando la fertilización y, como consecuencia, la calidad y cantidad de la producción frutícola.
El extracto líquido de humus de lombriz es un bioestimulante que lleva más de una década abriéndose camino en el mercado agrícola nacional. Se ha comprobado que es un producto eficiente en la entrega de materia orgánica al suelo y nutrientes a las plantas a través del sistema de riego, con beneficios como la adecuada distribución de nutrientes en el terreno y la estimulación del desarrollo radicular y aéreo de los cultivos. Como consecuencia, estos aumentan su producción y se obtiene una mayor calidad de la fruta.
La idea de emplear este extracto en Chile nació hace más de 15 años en la Sociedad Comercial Asesora S.A. (CASA), cuyo predio se ubica en la comuna de Paine. Es una empresa dedicada principalmente a la crianza y venta de ganado vacuno que, con el tiempo, aumentó la cantidad de animales que maneja –su número puede llegar a más de mil en algunos momentos del año- y, por lo tanto, aumentó el volumen de guano que estos producen. Como una solución ante esta alza, comenzó a venderlo, pero a lo largo de los años empezaron a aparecer restricciones sanitarias para su aplicación en los cultivos y su comercialización se vio restringida.
Cuando empezó a exportar carne a Japón, su dueño, Javier Fernández, desarrolló una lombricultura para obtener humus de lombriz, un producto sin olor ni patógenos y que posee un alto contenido de materia orgánica. El humus es el estado último de estabilización de la materia orgánica -homogéneo, alto en carbono y libre de patógenos-, lo que permite tener una materia prima de alta calidad, renovable y estable en el tiempo. El problema, sin embargo, era que por aquellos años (inicios de la década del 2000) su valor podía ser diez veces más caro que el del guano de vacuno. Como consecuencia, pocos lo compraban.
En esa época, su hija Marcela Fernández estaba culminando sus estudios de agronomía en la Pontificia Universidad Católica y como estudio de título planteó la idea de transformar el humus de lombriz en una solución líquida para optimizar su aplicación a través del riego. De esta forma, evitaría a los agricultores el lento proceso de llevar el humus sólido en camiones, descargarlo con palas y acarrearlo a los potreros para distribuirlo y después regar encima para incorporarlo. “La aplicación en el campo de materia orgánica sólida es cara, complicada y requiere mucha mano de obra”, afirma Marcela, que hoy es la gerente de operaciones de Humus CASA, el producto que finalmente se desarrolló a partir de esta iniciativa.
Durante su tesis buscó extraer los ácidos húmicos y fúlvicos del humus de lombriz, para saber qué resultados se obtenían de su aplicación y si era una alternativa competitiva a lo que había en ese momento. “Hace 15 años, el mercado de mejoradores de suelo, ácidos húmicos y materias orgánicas líquidas era bastante desconocido en Chile. No se sabía bien para qué servían, cómo había que aplicarlos y cómo funcionaban”, recuerda esta ingeniera agrónoma. Por eso, también analizó los ácidos fúlvicos y húmicos de leonardita y de algas, dos productos importados que se encontraban disponibles en Chile en ese momento, para hacer las comparaciones en sus propiedades químicas y en la aplicación en el campo bajo invernadero, en igualdad de condiciones.
El extracto líquido de humus se probó en dosis diferenciadas, con y sin fertilizantes. “Este tipo de productos es un complemento a la fertilización, no está para sustituirla. Se necesita seguir aplicando nitrógeno, fósforo y potasio, aunque probablemente en menor cantidad. Como resultado de las pruebas, se vio que la aplicación de los ácidos húmicos y fúlvicos de humus de lombriz es un potenciador en el desarrollo de raíces, crecimiento vegetativo, absorción de nutrientes y retención de humedad, entre otros aspectos. Y como el humus de lombriz es un componente conocido por los microorganismos del suelo, el tiempo de reacción de Humus CASA es más rápido que el de aquellos productos de origen mineral. Si bien funciona sin fertilizantes, al emplearlos se produce una diferencia mucho mayor gracias a que se activa el suelo y se produce una mejor captación de nutrientes”, explica Marcela Fernández.
Los buenos resultados de la tesis motivaron al padre de Marcela a fabricar las máquinas necesarias para elaborar este producto de manera industrial. El año 2003 comenzaron pruebas más amplias en palto, frutilla, viñas y ciruelos, entre otros cultivos. Todavía había que mejorar el proceso y comprender cuáles eran las dosis adecuadas en condiciones de cultivo reales. Fueron dos años de trabajo para lograr el producto final, Humus CASA, que está patentado. “Esto no es humus líquido, lixiviado ni té de humus, sino un extracto de ácidos fúlvicos y húmicos que después se estabiliza para conservar sus propiedades en el tiempo”, afirma Fernández.
De esta forma, Sociedad Comercial Asesora S.A. lograba obtener un producto sustentable que permitía cerrar un ciclo, al iniciarse a partir de la engorda de ganado y culminar en el riego tecnifico para todo tipo de cultivos, ya que incluso se ha empleado para canchas de golf.
DESARROLLO DE LOMBRICES Y EXTRACCIÓN DE COMPUESTOS
El proceso de elaboración comienza con la recolección del guano. Este se mezcla con residuos vegetales como paja de trigo, para posibilitar un sustrato aireado que permita un mejor desarrollo de las lombrices; de lo contrario, el guano se compacta mucho y se calienta. El guano se estabiliza para que no pierda sus cualidades y, una vez compostado, se colocan las lombrices. Cuando ya se ha producido el humus, este se cosecha, se extraen las lombrices de la cuna y se prepara una nueva mezcla. En promedio, este proceso demora seis meses. La empresa cuenta con cuatro cunas de cemento de 120 m3 cada una.
Té de Compost v/s Humus CASA
El extracto líquido de humus de lombriz reemplaza, en definitiva, el uso de otros productos basados en materia orgánica como guano, té de compost, compost, ácidos húmicos de leonardita y algas, entre otros biofertilizantes. Sin embargo, explica José Luis Casar, tiene algunas diferencias. “Por el material de origen, no podemos llegar a las concentraciones que tienen los otros productos. A pesar de ello, los resultados que se obtienen son iguales o mejores, ya que los extractos de humus de lombriz son más activos frente a las plantas que los de leonardita”, comenta.
Si bien en un comienzo hubo una tendencia a comparar el humus líquido con el té de compost, dada su aplicación por fertirriego, se trata de productos distintos. La gran diferencia es que a través del té de compost se insertan microorganismos en el suelo para activarlo, mientras que el extracto líquido de humus de lombriz entrega materia orgánica que principalmente activa los microorganismos ya presentes en el terreno. Por ello, si el té de compost se deja de aplicar, la población de microorganismos disminuye, en tanto que con Humus CASA esta permanece por más tiempo.
También se diferencian en su uso. “El té de compost es una buena herramienta, pero es complejo de implementar en los campos, porque se necesita un reactor, hay que prepararlo e inyectarlo con cierta rapidez. En tanto, nuestro producto viene envasado, se guarda (dura hasta dos temporadas) y se usa sin complicaciones cuando se necesita”, explica Casar.
Posteriormente, al humus se le extraen los ácidos húmicos y fúlvicos, enzimas, aminoácidos, compuestos con actividad reguladora del crecimiento vegetal y otros elementos que en conjunto dan al humus de lombriz sus características benéficas. Para ello, una vez cosechado el humus, se le agrega agua y se le colocan algunos reactivos que llevan la mezcla a un pH y a una condición que permitirá separar la materia orgánica extractable del sólido (humina y tierra). Pasa por una máquina de ultrasonido que permite realizar esta división rápida. Una vez disociado lo soluble de lo no soluble, el primero de ellos inicia un proceso de centrifugado y filtrado con sistemas de mallas y anillas para llegar al producto a envasar. “Debemos asegurarnos de que lo que llega al campo no tenga ningún sólido para no tapar los sistemas de riego”, afirma Marcela Fernández.
El resultado es un producto con un contenido mínimo garantizado de 8,4% de humus de lombriz, aproximadamente, además de pequeñas cantidades de nitrógeno, potasio, fósforo, aminoácidos y algunos microorganismos, entre otros elementos. Este bioestimulante –que también tiene una línea orgánica- se comercializa en baldes de 20 litros y, a nivel general, se recomienda aplicar 120 litros por hectárea en toda la temporada de riego, aunque este rango depende del estado del cultivo y de las condiciones del terreno.
“Cuando los suelos son más limitantes y mayor es el cambio que hay que hacer, las dosis van subiendo. Por ejemplo, en un suelo pesado el producto tiende a flocular la arcilla, el suelo se esponja y el agua, en vez de escurrir, comienza infiltrar. En el otro extremo, en un suelo muy arenoso y con una retención de agua muy baja, aumenta la retención de humedad y se logra que los bulbos se ensanchen y retengan más agua”, explica José Luis Casar, encargado de investigación y desarrollo del producto. “El suelo no puede cambiar la textura, pero sí su estructura, que es lo que va a permitir el desarrollo de las raíces y la absorción de los nutrientes. Eso es lo que busca la materia orgánica”, agrega la gerente de operaciones de Humus CASA.
Las proporciones también se relacionan con el tipo de cultivo. En general, los berries precisan una dosis más alta, debido a que tienen mayor densidad de plantación. Por otra parte, en uva para vino las dosis son más bajas porque no se quiere mucho vigor.
Su aplicación se recomienda para primavera-verano y no requiere de una preparación especial de la tierra. Al ser un fuerte estimulante del crecimiento de raíces, lo mejor es usarlo cuando estas llegan a sus peaks de crecimiento, con una frecuencia que varía entre 15 y 30 días. La idea es realizar una aplicación más intensa al comienzo y la mantención con dosis más bajas posteriormente.
¿Resultados? Alzas en las reservas de arginina, en la cantidad de frutos por planta en un rango de 10% a 20% en algunos casos, aumento de calibres y disminución en el uso de agua y de fertilizantes (mejora de eficiencia en 23% de N, 4% de P y 40% de K, según investigaciones), con el consecuente ahorro de costos por estos ítems. Algunas experiencias realizadas por la empresa han mostrado incrementos de 18% en la producción en paltos, 37% en frutillas y 36% en uva vinífera, aumentando en este último caso el peso de los racimos, mostrando buena calidad de la fruta y logrando plantas en mejores condiciones que antes de la aplicación. Asimismo, de acuerdo a trabajos realizados por Marcela Fernández, el uso del extracto líquido de humus en paltos estimula el desarrollo de raíces, incrementa la producción de frutos por hectárea, mejora su calidad, el contenido de aceite y la retención de frutos en la planta y puede acelerar la maduración, a la vez que reduce los defectos internos de las paltas, entre otros beneficios. “Cuando se logra un equilibrio en la planta, mejora la calidad de la fruta en cuanto a firmeza y resistencia ante condiciones adversas”, afirma Fernández.
Humus CASA se mantiene como el único extracto líquido de humus de lombriz del mercado nacional, con una venta por temporada de 300.000 litros en promedio y una cartera de clientes que llega a los 200 agricultores entre las regiones de Coquimbo y El Maule.