Tras los continuos esfuerzos del sector bananero por ajustarse a las demandas del consumidor europeo y garantizar el cumplimiento de los rigurosos estándares de calidad, la Asociación de Bananeros de Colombia (Augura) y Asbama, la  asociación que agrupa a productores y comercializadores de Banano en los departamentos del Magdalena, el Cesar y La Guajira hacen un llamado a la responsabilidad compartida entre todos  los miembros de la cadena productiva del banano,  donde se reconozca  un precio digno por la fruta  colombiana. 

“Una de las grandes limitantes que se ha evidenciado en el mercado es pasar por alto el incremento de la inflación, los aumentos en los insumos agrícolas, así como problemáticas de seguridad, entre otros desafíos que enfrenta el sector, por ello, hacemos un llamado a todos los actores de la cadena a reconocer la necesidad de un equilibrio y compromiso entre todas las partes no solo del lado de los trabajadores y productores”, dice  el presidente de Augura, Emerson Aguirre Medina.

Por su parte, José Francisco Zúñiga Cotes, presidente de Asbama destaca que los pequeños y grandes  productores de banano en Colombia no pueden asumir solos los requerimientos exigidos por las certificaciones que demandan  os mercados internacionales; requerimientos que implican grandes esfuerzos económicos  que  no se  ven reflejados en el precio que fijan los retailers (cadenas minoristas) por la fruta. 

“Más que una sugerencia la responsabilidad compartida entre productores, comercializadores y consumidores es una necesidad para garantizar la supervivencia del sector bananero y la seguridad alimenticia a nivel global”, agrega el directivo.

Los representantes de los bananeros destacan que, el mercado internacional, especialmente el europeo, debe reconocer que la industria bananera es una actividad 100% formal, motor del desarrollo económico y social de las regiones productoras en Colombia; comprometida con el diálogo social y la asociatividad laboral.

De igual forma, resaltan que es una actividad que ofrece el mayor nivel de salario dentro del sector agropecuario en Colombia; un cumplimento al 100% de las certificaciones internacionales de calidad y un acompañamiento irrestricto a los pequeños productores bananeros que forman parte fundamental para el futuro del campo colombiano.