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Desarrollado por Innovak Global

Balox®, un escudo fisiológico a nivel de raíces contra el estrés salino

Fortalece las defensas internas de los cultivos agrícolas desde la raíz, mejora su capacidad para rechazar sodio y cloruros, y favorece la absorción de nutrientes como potasio y calcio; que son esenciales para el crecimiento de las plantas. Esos son algunos de los efectos de Balox®, un bioestimulante innovador que aumenta el rendimiento y calidad de las cosechas en condiciones de salinidad.

01 de Julio 2025 Equipo Redagrícola
Balox®, un escudo fisiológico a nivel de raíces contra el estrés salino

El arándano es extremadamente sensible, especialmente al sodio y cloruro, y requiere suelos muy ácidos y con bajo contenido salino. Lugar: Región de Cantabria, España.

La salinidad de los suelos no es un problema cualquiera. Desde hace años que se está convirtiendo en una grave limitante para la producción agrícola global debido a su constante aumento. Y es que de los 1.500 millones de hectáreas de tierras cultivadas que hay en el planeta aproximadamente, se ha estimado que entre el 20% y 30% de ellas están afectadas por altos niveles de salinidad.

Y se espera que esta superficie afectada vaya en aumento y supere el 50% en los próximos 25 años. Manejos inadecuados del riego, una sobre fertilización y la intrusión de sales; sobre todo en zonas costera, son algunas de las causas de esa expansión. Sin embargo, no son los únicos factores, porque el cambio climático también está ejerciendo un papel clave, al incrementar la evaporación y reducir la disponibilidad de agua en diversas zonas.

Esta situación, agravada por el uso de agua de riego de baja calidad y la falta de sistemas de drenaje adecuados, ha hecho que las sales, que antes se encontraban en las capas profundas del suelo, hoy estén presentes en las capas más superficiales.

Es un problema muy importante. De eso, no hay dudas, a tal punto de que los expertos hoy en día hablan de ‘cultivos que conviven con las sales’; sin embargo, esta convivencia se da a costa de una reducción en el crecimiento, desarrollo y rendimiento potencial de diferentes especies. Javier Zuzunaga es doctor en recursos y tecnologías agrícolas por la Universidad Politécnica de Valencia, de España, con especialización en estrés abiótico con énfasis en estrés salino. Actualmente, se desempeña en Innovak Global como líder de proyecto europeo. El experto explica:

– Hay algunos cultivos que conviven mejor y otros peor. Existen variedades con niveles de tolerancia a la salinidad que van desde muy bajos hasta moderados o altos. Sin embargo, la mayoría de los cultivos son bastante susceptibles a la salinidad del suelo, presentando un umbral general de tolerancia no mayor a 2 dS/m, y alrededor de 1 dS/m para el agua de riego. Entre estos cultivos sensibles se encuentran el arándano, fresa, lechuga, aguacate, papa, cítricos y cebolla, entre otros.

Por otro lado, hay cultivos considerados moderadamente tolerantes, como la uva de mesa, tomate, cebolla y arroz, que pueden soportar niveles de salinidad en el suelo entre 2 y 3 dS/m, y aproximadamente 1.5 dS/m en el agua de riego. De acuerdo al especialista de Innovak Global:

– Algunos otros cultivos pueden tolerar relativamente niveles más altos de salinidad, como el melón y el espárrago, que resisten hasta 3 dS/m en el suelo y 2 dS/m en el agua de riego, mientras que la sandía puede tolerar hasta 4 dS/m en el suelo y 3 dS/m en el agua de riego. Sin embargo, no siempre es así, por lo que es importante destacar que estos valores son aproximados y pueden diferir según la variedad y las prácticas de manejo agronómico.

Dr. Javier Zuzunaga, líder de proyecto europeo de Innovak Global. Fotografía tomada en la región Nueva Aquitania, Francia

Por encima de estos umbrales, el rendimiento puede disminuir entre un 15% y un 80%, dependiendo del aumento de la conductividad eléctrica del agua de riego y del suelo.

Ejemplos hay, y en diferentes especies hortofrutícolas.

-La uva de mesa tolera cierto grado de salinidad, pero si se supera su límite, el rendimiento y la calidad de los racimos se ven afectados. El arándano es extremadamente sensible, especialmente al sodio y cloruros, y requiere suelos muy ácidos y con bajo contenido salino. El aguacate también es muy vulnerable a estos iones, particularmente en suelos con mal drenaje, lo que puede causar necrosis foliar y caída prematura. La patata, aunque es algo más resistente, sigue siendo sensible a la salinidad, que afecta al número de tubérculos y al tamaño de estos, grafica el Dr. Zuzunaga.

Asimismo, el experto sostiene que, aunque la agroindustria ha evolucionado y se han logrado avances en mejoramiento genético, el uso de agua de mala calidad pone a prueba esa plasticidad genética, y muchas veces los cultivos no logran desarrollar una tolerancia adecuada.

Se ha perdido cierta rusticidad en algunos cultivos, lo que ha reducido su capacidad para tolerar condiciones difíciles, según afirma el experto. Actualmente, muchas variedades son más sensibles que sus antecesoras. Una de las razones, además de la intensificación del cambio climático y el uso de agua de riego de mala calidad, es que, en los procesos de mejoramiento genético, al priorizar características como el rendimiento o la calidad comercial, pueden perderse genes asociados a la adaptabilidad y resistencia a factores ambientales. Asimismo, muchas de las variedades actuales han sido desarrolladas para sistemas de producción altamente controlados, con condiciones óptimas de riego y nutrición, lo que limita su desempeño en entornos más exigentes o variables.

Potenciando su uso en el mundo

Para una empresa como Innovak Global, que ha desarrollado la Tecnología Pfenergy con efecto biológico comprobado y con un sólido respaldo científico, basada en compuestos fenólicos, que son potentes antioxidantes; la mayor forma de potenciar un bioestimulante revolucionario como Balox® es darlo a conocer mediante demostraciones y acompañamiento técnico, donde el propio bioestimulante muestre los resultados en campo en diferentes países. Para nuestra compañía, que cuenta con presencia en más de 28 países, esta es una tarea constante y fundamental, lo cual forma parte de nuestro modelo de negocio.

En este sentido “Nuestros colegas y colaboradores también están evaluando de forma permanente los efectos de los bioestimulantes en diferentes zonas de producción a lo largo y ancho del planeta y se están obteniendo resultados significativos y sólidos. Eso hace que se demuestre la sostenibilidad y calidad del producto, al ser aplicado año a año y en diferentes cultivos. Además, así, generamos confianza entre los productores, que tienen delante diferentes resultados que impactan favorablemente desde la raíz al rendimiento”, explica el Dr. Zuzunaga, sobre un bioestimulante que está creciendo su uso en España, Francia, México, Perú, Chile, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, entre otros.

– ¿Cómo ha afectado el clima a este tipo de estrés?

– Las plantas han desarrollado diversos mecanismos de defensa contra el estrés, como la activación de enzimas antioxidantes que eliminan especies reactivas de oxígeno, las cuales en exceso dañan células, proteínas y ADN. Sin embargo, el cambio climático ha limitado la eficacia de estos sistemas, afectando el crecimiento, desarrollo y supervivencia de las plantas.

El estrés salino es multifactorial, y desencadena tres tipos de estrés en las plantas: un estrés osmótico, donde la alta concentración de sales en el medio impide que la planta absorba agua, provocando deshidratación celular. “Esto afecta el crecimiento de las raíces y el transporte de nutrientes hacia la parte aérea, generando una condición similar a la sequía, aunque haya humedad en el suelo”, precisa el experto de Innovak Global. Otro es el estrés iónico, donde las raíces quedan expuestas a niveles tóxicos de ciertos iones como sodio y cloruros, lo que disminuye la capacidad de la planta para crecer y absorber nutrientes esenciales como calcio, potasio y magnesio. Y el tercero es el estrés oxidativo, que es un desequilibrio entre la producción de especies reactivas de oxígeno y la capacidad de la planta para eliminarlas o neutralizarlas.

– Si no se controla, puede afectar la integridad celular, reducir la eficiencia de la fotosíntesis y deteriorar la función radicular, lo que a su vez limitaría el crecimiento y desarrollo de la planta, y en casos extremos podría provocar marchitez o la muerte de las plantas, sostiene el Dr. Zuzunaga.

– ¿Y esto se ha ido acrecentando en el último tiempo?

– Sí, esto se debe en parte al cambio climático, pero también al uso de agua de riego de mala calidad. No es lo mismo cultivar en un “suelo salino” utilizando agua de buena calidad, lo que permite facilitar el lavado de sales, que hacerlo en un “suelo no salino” con agua de mala calidad, ya que en este último caso las sales se acumulan progresivamente y terminan afectando al cultivo, como también ocurre en los sustratos.

Además, al analizar el agua de riego, los especialistas han visto que hoy no se riega con la misma calidad de agua que hace cinco años, por ejemplo. A esto se suma un problema creciente: en algunas zonas, el mar ha comenzado a infiltrarse en áreas agrícolas, provocando intrusión salina en lugares donde antes no existía. “Hemos dejado de prestar atención a la calidad del agua de riego, y como consecuencia, somos nosotros mismos quienes estamos salinizando nuestros propios suelos”, advierte el especialista.

Y eso no es algo puntual, sino que hoy se está viendo en diferentes zonas de producción. Por ejemplo, en Montpellier, Francia, este fenómeno ya afecta a viñedos y también a arrozales. Una situación similar se vive en Valencia, España. Como el mar está muy cerca de la ‘huerta valenciana’ y a los campos de hortalizas y de frutales como los cítricos, está provocando la salinización de los suelos. “Incluso lo he visto en otras zonas agrícolas a lo largo del territorio de español”, remarca el experto.

En América Latina, un ejemplo de lo anterior es México y Perú, donde la agricultura de exportación se ha desarrollado y expandido en zonas de la costa que ya presentan problemas de salinidad en el suelo y en el agua de riego.

-En el norte de Perú, hace diez años cuando visitaba los campos de uva de mesa, observaba suelos con niveles de salinidad superiores a 5 dS/m en algunas zonas. He observado cómo portainjertos como Salt Creek también se han visto afectados debido al alto nivel de salinidad en los suelos y al uso de agua de riego de mala calidad. Cabe destacar que ningún portainjerto es completamente inmune; si la salinidad en el suelo o en el agua se mantiene alta o aumenta, incluso los portainjertos resistentes pueden verse perjudicados con el tiempo. Por eso, es fundamental implementar tecnologías innovadoras y prácticas de manejo sostenible del suelo y del agua para mitigar los efectos de la salinidad y asegurar la productividad agrícola, explica el Dr. Zuzunaga.

Balox®, un bioestimulante que contiene ingredientes activos que influyen en el metabolismo de la planta. Fotografía en tomada en Alicante, España

BALOX®, UNA HERRAMIENTA ÚNICA Y EFICAZ

Con el objetivo de mitigar los efectos del estrés salino en las plantas, Innovak Global ha formulado y desarrollado Balox®, un bioestimulante que contiene ingredientes activos que influyen en el metabolismo de la planta, provocando un incremento en la biosíntesis de ciclitoles específicos que actúan como solutos compatibles para regular los potenciales osmóticos dentro de las células de la raíz y de la planta, que confieren tolerancia al estrés salino.

Se trata de un bioestimulante comercial a base de polifenoles que se aplica a través del sistema de riego tecnificado y también al pie de la planta o en drench.

Desde 2019 se han hecho evaluaciones en Europa, a nivel fisiológico y metabólico sobre las respuestas de Balox® sobre una serie de cultivos. El experto ha evaluado parámetros biométricos o de crecimiento. Además, de diferentes marcadores bioquímicos de estrés para establecer cómo el bioestimulante puede afectar favorablemente las respuestas de las plantas a la salinidad.

Las mediciones realizadas incluyeron los niveles de pigmentos fotosintéticos (clorofila a, clorofila b y carotenoides), contenidos de iones (Na+, K+, Ca2+ y Cl) en raíces y hojas, y concentraciones foliares de osmolitos comunes de plantas (prolina, glicina betaína y azúcares solubles totales).

Además, el grado de estrés oxidativo inducido por niveles de salinidad se estimó cuantificando biomarcadores confiables de estrés oxidativo (malondialdehído y peróxido de hidrógeno). Asimismo, la activación de los sistemas antioxidantes se estudió midiendo los niveles foliares de compuestos antioxidantes no enzimáticos representativos (compuestos fenólicos totales y flavonoides totales) y las actividades específicas de las principales enzimas antioxidantes, como superóxido dismutasa, catalasa y glutatión reductasa. Cada uno de los resultados se han publicado en diferentes revistas científicas de alto impacto.

La principal ventaja de Balox® es que aumenta el rendimiento productivo en condiciones salinas. “Razón por lo cual mencionamos que es un escudo fisiológico a nivel de raíces”, precisa el experto sobre un bioestimulante que no es un desalinizador, cuyo efecto principal no va al suelo, sino que Balox® protege directamente la zona de la raíz, regulando la entrada de iones (principalmente sodio y cloruros) desde las raíces hasta la parte aérea, favoreciendo el ingreso de calcio y potasio, contribuyendo a mejorar la tolerancia a la salinidad de las plantas.

En este sentido, de acuerdo al Dr. Zuzunaga, los mecanismos de acción del bioestimulante Balox® frente al estrés salino, a nivel de estrés iónico parecen estar mediado en parte por el control del transporte de iones, inhibiendo parcialmente la absorción de iones tóxicos como Na+ y Cl y mejorando la acumulación de K+ y Ca2+ en raíces y hojas, que ayudan a contrarrestarlos.

– A nivel de estrés osmótico, mediante la osmorregulación y acumulación de osmolitos como azúcares solubles y glicina betaína. Asimismo, a nivel de estrés oxidativo, parecen estar mediado por la regulación de la fotosíntesis, el aumento de carotenoides, disminución de malondialdehído y peróxido de hidrógeno y la homeostasis de especies reactivas de oxígeno. Por otro lado, también podrían estar involucrados otros mecanismos como el aumento de la absorción de agua y nutrientes por la planta, respuestas morfológicas y mejora de la estructura y el crecimiento de las raíces, explica.

Alicante y Málaga, en España. se ha observado un aumento del 30% en la productividad del cultivo de papa. Fotografía tomada en Alicante, España

CASOS DE ÉXITO EN DISTINTAS ZONAS DE PRODUCCIÓN

Entre los casos de éxito destaca España, donde en zonas como Málaga se han obtenido aumentos superiores al 30% en la productividad del cultivo de papa. En México se han registrado resultados similares en cultivos como aguacate, frambuesa, arándano, papa y cebolla. Asimismo, en manzana se reportaron mejoras en el rendimiento, junto con un aumento del 20% en el calibre y el peso de los frutos. 

También en Europa, otro caso destacado es el de Montpellier (Francia), que registró un incremento de más del 50% en el rendimiento del cultivo de arroz mediante el uso de Balox®. De igual forma, en países como Perú y Chile se ha evidenciado una sólida protección frente a la salinidad en cultivos como uva de mesa, aguacate y arándano, lo que se ha traducido en una mejora en la calidad de la fruta y un aumento en el rendimiento, según destaca el experto de Innovak Global.

Plantas de lechuga, Control (A), tratadas con BALOX® (B), evaluadas después de 25 días de tratamiento con las concentraciones de NaCl indicadas. Dosis del bioestimulante 3 L/ha. Front. Plant Sci. 15:1341714. doi: 10.3389/fpls.2024.1341714

Actualmente, el uso de este bioestimulante se está expandiendo a nuevas regiones, países y cultivos, por lo que se esperan más resultados positivos en el corto plazo. En España, por ejemplo, su aplicación ha cobrado fuerza este año, con una presencia destacada en el Levante y Andalucía. En estas zonas ya se utiliza con éxito en cultivos hortícolas, berries y frutales, especialmente en patata, espárrago, arándano, cítricos y uva de mesa, entre otros.

Balox® es un producto que no genera toxicidad en las plantas, ni en las personas que lo aplican, ni en los animales. Tampoco deja residuos en el suelo o el agua, a diferencia de lo que puede ocurrir con el uso excesivo de fertilizantes y productos sintéticos.

Raíces de plantas de lechuga, Control (A), tratadas con BALOX® (B), evaluadas después de 25 días de tratamiento con concentraciones de NaCl. Dosis del bioestimulante 3 L/ha. Las fotos fueron tomadas con una cámara minirhizotron, modelo ST 21. (Zuzunaga-Rosas et al., 2024)

BENEFICIOS DE BALOX®

Este bioestimulante ofrece un novedoso mecanismo de acción contra el estrés salino, favoreciendo la dinámica radicular con una rápida velocidad de respuesta en la raíz. Se trata de un producto complementario al manejo agronómico, convirtiéndose en una solución eficaz cuando las concentraciones de sales en el suelo y en el agua de riego son elevadas.

Sobre las dosis recomendadas, el Dr. Zuzunaga sostiene que lo han utilizado con aplicaciones de 2 l/ha a 4 l/ha, independiente del cultivo. Es una dosis estándar, y la época de aplicación variará y dependerá del tipo de cultivo. Así, por ejemplo, si se trata de cultivos hortícolas, como tomate, lechuga, cebolla, sandía, fresas (por citar algunos), se recomienda desde el trasplante porque así permite una mayor adaptación, con aplicaciones de cada quince días.

En cambio, en cultivos frutales, como uva de mesa, aguacate, cítricos, entre otros, se aplicará en aquellos momentos donde haya mayor flujo radicular. Esto mismo aplica para el cultivo del espárrago. Por otro lado, en un cultivo como el arroz, la primera aplicación se realizará una vez hecho el trasplante. Ahora bien, si se trata de arroz de siembra directa, la primera aplicación se realizará cuando la planta ya haya emergido.

– ¿Cómo se complementa con otros productos de Innovak Global?

– Balox® regula la entrada de sodio y cloruros desde las raíces hacia la parte aérea de la planta y también facilita la expulsión de sales a nivel radicular. Esto debe ir acompañado de un manejo agronómico óptimo. En Innovak Global contamos con Promesol®, un acondicionador de suelos que ayuda a formar agregados, lo que conlleva una mejor estructura física del suelo y a la mejora de las condiciones de humedad y aireación. En este sentido, Balox® y Promesol® se complementan actuando de manera sinérgica, ya que mientras Balox® protege la raíz, Promesol® mejora el suelo, favoreciendo el lavado de sales.

La buena recepción por parte de los agricultores ha sido el elemento distintivo frente a otros productos, como los desalinizadores, que tienen un efecto directo en el suelo, pero no proporcionan una protección específica a nivel radicular, como sí lo hace Balox®.

“La mayoría de los cultivos son bastante susceptibles a la salinidad del suelo, presentando un umbral general de tolerancia no mayor a 2 dS/m, y alrededor de 1 dS/m para el agua de riego”, explica el Dr. Zuzunaga. Fotografía tomada en la Región de Murcia, España.

Balox® está hecho con extractos vegetales y ayuda a proteger las raíces. Funciona mejorando el metabolismo de la raíz, aumentando sustancias que ayudan a regular el agua dentro de las células (síntesis de solutos compatibles), lo que hace que las plantas resistan mejor la salinidad. También fortalece el sistema de raíces, ayudando a que crezcan más fuertes y aumentando la producción de los cultivos. Además, como no es un producto sintético, los agricultores lo reciben con mucha confianza. Contamos con herramientas para también medir su eficacia a nivel de raíz, finaliza el Dr. Zuzunaga.

www.innovakglobal.com

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