Avances en investigación y manejo en enfermedades de importancia en huertos de uchuva
Causado por Fusarium oxysporum f.sp. physali (Foph) la marchitez vascular es el problema más reportado y estudiado en el cultivo de uchuva. Pero no es el único, ya que también hay incidencias de hongos, bacterias, virus y nematodos. En las siguientes líneas, se presentan los avances en la investigación y manejo de estas enfermedades.
Botrytis: Botrytis cinérea (Fuente Emerson Rojas, Agrosavia)
Originaria de climas fríos, la uchuva se ha naturalizado en diversas zonas de Colombia, desde bosques hasta áreas urbanas (Nuñez et al., 2023), concentrándose en altitudes entre 1.800 y 2.800 msnm, con temperaturas que oscilan entre 13°C y 16°C, según Fischer y Miranda (2012), siendo la temperatura, uno de los factores más importantes para su producción. Sin embargo, su sistema de producción en estos agroecosistemas y el sistema de producción bajo la forma de monocultivo se ve limitado por efecto de problemas fitosanitarios asociados principalmente a enfermedades.
El marchitamiento vascular de la uchuva es quizás el problema más reportado y estudiado en este cultivo. Su agente causal es el hongo Fusarium oxysporum f.sp. physali (Foph) del cual se demostró especificidad por este cultivo (Simbaqueba et al., 2018). Hacia la primera década del 2000; Cundinamarca fue el departamento con mayor participación en el cultivo a nivel nacional, sin embargo, a raíz de este problema se redujo considerablemente la producción y el cultivo se desplazó a nuevas zonas, dispersando el patógeno ya que no se consideraron medidas sanitarias suficientes para la producción de material de siembra, como el uso de sustratos libres del patógeno para la propagación de la semilla y la susceptibilidad de los materiales sembrados.
En campo, el patógeno puede permanecer por varios años debido a la formación de clamidosporas que le confieren la capacidad de sobrevivir en ausencia del huésped, lo que imposibilita establecer nuevos cultivos de uchuva en estos lugares (Rodríguez et al., 2023).
No obstante, en Colombia se han desarrollado estudios que han permitido identificar materiales de uchuva promisorios para tolerar la enfermedad y basados en el estudio genético del hongo y su interacción con la planta (Nuñez, 2014; Rodríguez et al, 2015, Osorio 2016). Asimismo, Ramírez et al. (2023) demostraron una reducción importante en el ataque del hongo a las plantas mediante el uso hongos formadores de micorrizas arbusculares [HFMA] – Rizoglomus irregulare + Acaulospora mellea y bacterias promotoras de crecimiento vegetal [BPCV] – Bacillus subtilis Bs006 (Agrosavia), dentro de un manejo integrado del cultivo que incluyó un programa de fertilización basado en análisis del suelo con un ligero aumento de calcio y la adición de silicio dentro del esquema de fertilización y la implementación de podas de formación y sanitarias, haciendo uso de herramientas limpias y desinfectadas, así mismo, material de siembra libre de Fusarium spp., logrando reducir la severidad de la enfermedad del 63 % con HFMA de forma individual y del 66 % con la mezcla con la bacteria.
Otros estudios desarrollados por Agrosavia, permitieron relacionar factores de suelo asociados con la presencia y ausencia de Poph en el cultivo de uchuva, encontrando que su presencia está asociada a elementos como: Ca, K, Capacidad de intercambio catiónico efectiva (CICE), pH y % Arena, lo que indica que se debe avanzar a su evaluación y así determinar planes de manejo de esta enfermedad (Cruz et al., 2022).
Otras estrategias importantes que se deben considerar en los lotes con historial de la enfermedad, es la rotación de cultivos con especies no hospederas, la solarización del suelo y la producción, manipulación y conservación higiénica de la semilla. Además, la promoción de la resistencia de las plantas mediante el empleo de inductores de resistencia a base de compuestos orgánicos o microorganismos benéficos. No obstante, el uso de otras prácticas como el riego eficiente y el manejo nutricional, para fortalecer la salud general de las plantas y minimizar el impacto de la enfermedad.
HONGOS, BACTERIAS, VIRUS Y NEMATODOS
Adicional al marchitamiento vascular, el cultivo de la uchuva en Colombia se ve afectado por otras enfermedades ocasionadas por otros hongos, bacterias, virus y nematodos, que no libran al cultivo de importantes pérdidas económicas y problemas para la comercialización del fruto. Entre las principales enfermedades se encuentran la muerte descendente causada por el hongo Boeremia exigua var. Exigua o Phoma exigua; la mancha negra de hojas y capachos causada por el hongo Alternaria solani; mancha foliar y del capacho causada por el hongo Cercospora physalidis; moho gris causado por el hongo Botrytis cinerea, el cual cobra mayor importancia por la afectación de la fruta en el almacenamiento; marchitez bacteriana causada por la bacteria Ralstonia solanacearum y mancha de aceite causada por la bacteria Xanthomonas campestris. En condiciones protegidas, es común encontrar carbón de la hoja causado por Enthyloma australe Speg (Forero, 2014, Zapata et al., 2023).
Por otra parte, se han reportado nematodos de los géneros Meloidogyne, Pratylenchus, Helicotylenchus y Paratylenchus asociados a la raíz de plantas de uchuva, sin embargo, Meloidogine spp., está ampliamente relacionado con la intensidad del daño ocasionado por Foph (Múnera, 2015, Villarreal et al., 2023).
En cuanto a virus, no son muchos los estudios desarrollados en esta solanácea; sin embargo, estudios recientes en el suroeste antioqueño, reportaron presencia de virus de RNA: PVY, PVX, PVS, CGIV-1 y PMT en follaje y algunos en semilla, lo cual implica la necesidad de continuar estudios encaminados a la identificación de los mecanismos de transmisión y manejo (Corrales et al., 2022), así mismo, en el departamento de Nariño, surgió la alerta en presencia de la enfermedad “punta morada” ocasionada en la producción de papa y es posible que el vector Bactericera cockerelli pueda llegar a transmitir la bacteria Candidatus Liberibacter Solanacearum y el fitoplasma asociado al cultivo de uchuva (Agrosavia, 2024).
Para el manejo de estas enfermedades, que en su mayoría ataca órganos aéreos de las plantas, se recomienda implementar prácticas de cultivo adecuadas como podas, distancia de siembra recomendada (2 a 3 m entre hileras y plantas), recolección de órganos enfermos, uso de material de siembra certificado, así como la aplicación preventiva y rotacional de fungicidas y bactericidas, preferiblemente de naturaleza biológica u orgánica (Fischer y Miranda, 2012; Zapata et al., 2023; Beltran 2022).
La salud del suelo, determinada por la compleja interacción entre componentes físicos, químicos y biológicos, es fundamental para el desarrollo de las plantas y la sostenibilidad de los agroecosistemas. La degradación del suelo, causada en gran medida por prácticas agrícolas insostenibles y el uso excesivo de productos químicos sintéticos, reduce la biomasa microbiana, disminuye la capacidad de retención de agua y nutrientes, y favorece la proliferación de patógenos. El uso indiscriminado de plaguicidas y fertilizantes sintéticos, además de aumentar los costos de producción, puede inducir resistencia en los patógenos y contaminar los ecosistemas.
Por ello, el Pacto Verde Europeo y otras regulaciones internacionales impulsan la adopción de prácticas agrícolas más sostenibles. En el caso del cultivo de la uchuva, esto implica comprender las complejas interconexiones entre el sistema productivo, los recursos naturales y el conocimiento local. A través de la investigación participativa y la co- innovación es posible desarrollar estrategias para una producción sostenible de uchuva en Colombia, que contribuya al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente en el ámbito de la agricultura y la alimentación.