Avances en el control mecánico de maleza
Viñas como Aresti y San Pedro están utilizando máquinas cultivadoras con intercepa, que les permiten una alta efectividad en el control de malezas. Una alta productividad por jornada, la reducción en el uso de herbicidas y, sobre todo, un drástico descenso de los costos son algunas de las ventajas de emplear esta tecnología.
El alto costo y la escasez de mano de obra que ha tenido que enfrentar la agricultura en Chile durante la última década, ha llevado a que los productores potencien la mecanización de diversas labores. Hoy, el uso de maquinaria en los viñedos también es una realidad que suma adeptos y hectáreas, debido a que entrega aumentos en la productividad y en la sustentabilidad del negocio del vino.
Ya no solo se trata de realizar la cosecha en forma mecanizada, sino que el uso de maquinaria se ha extendido a otras tareas agrícolas. Una de ellas es el cultivo y desmalezado del suelo, una labor que antes podía demandar una altísima cantidad de mano de obra o que se dejaba a los herbicidas. Viñas como San Pedro y Aresti han incorporado máquinas cultivadoras para mullir el terreno y controlar mecánicamente el crecimiento de malezas, favoreciendo el manejo del pasto natural o sembrado y la presencia de enemigos naturales, entre otros beneficios.
“Todo lo que tenga que ver con la sustentabilidad en el manejo del suelo, la flora, las carpetas vegetales y los enemigos naturales favorecen la biología del suelo y el crecimiento de la planta. Los hongos y bacterias benéficas que están en el suelo ayudan a la descomposición y a la transformación de elementos que pueden colaborar y servir para el cultivo de la vid”, explica Marcelo Lorca, gerente agrícola de Aresti Chile Wine (ACW).
Aresti lleva más de cinco años cultivando el suelo de los cuatro viñedos que tiene en el Valle de Curicó, con equipos de distintas marcas y procedencias. Sin embargo, confiesa Marcelo Lorca, estos han concentrado su trabajo en la entre hilera, dejando la sobre hilera entre las plantas para el desmalezado mecánico o el uso de herbicidas.
Sin embargo, en el año 2019 la compañía adquirió un cultivador intercepa que le entrega el 100% de cobertura del terreno a ser trabajado (con los otros tipos de maquinaria, esta alcanza solo al 60%) y mayor rapidez y eficiencia. Hasta el momento, tiene solo una, que utiliza en un terreno de 150 hectáreas, pero está analizando la adquisición de otras unidades, ya que va en línea con su visión sustentable del negocio.
Manejo Integrado
Para ACW, el control integrado de malezas es fundamental para el manejo de los viñedos y de la producción. “Tratamos de ser lo más amigables con el medioambiente y con los operadores. Hasta hace pocos años, usábamos un control que era bastante químico, pero nos hemos ido reconvirtiendo a un control integrado que usa lo mecánico y un mínimo de herbicidas”, comenta Marcelo Lorca.
¿Cómo se realiza un control integrado de malezas eficiente y efectivo?
La identificación de las especies es muy importante para generar un plan de manejo o de control. Hay que hacerlo en todos los estados: desde que empieza a germinar la semilla hasta que la maleza llega a ser adulta. Siempre les recomiendo a los agricultores, entender y conocer las malezas que tienen en el campo. Deben identificarlas y sectorizaras en un plano, porque los controles son todos diferentes y los ingredientes activos o las moléculas herbicidas son todas distintas. No hay que hacer planes de programas generales.
¿Cuáles son los beneficios de este tipo de manejo?
El uso excesivo de herbicidas en dosis y en moléculas no adecuadas, hacen que las malezas generen resistencia en el tiempo. En Chile hay reportadas como 20 malezas con resistencia al glifosato. El glifosato es una molécula muy cuestionada a nivel mundial y asociada a daños cancerígenos para los aplicadores. En Alemania ya se planteó que a partir del 31 de diciembre de 2023 quedará prohibido. A nivel mundial se está trabajando en su eliminación. Entre los años 2023 y 2025, el glifosato debiera salir del mercado y es una tremenda herramienta en los programas de control de malezas.
También hay un tema de biología del suelo. El uso excesivo de herbicidas en el tiempo va generando suelos inertes, sin vida, sin unidades formadoras de colonias de hongos y bacterias benéficas que aportan a la biodiversidad al suelo. Junto con ello, es importante generar y mantener carpetas vegetales o tener cierto nivel de vida asociada a los cultivos, para fomentar la presencia de enemigos naturales y de organismos vivos que contribuyen a la biodiversidad.
Y el último punto importante se refiere a los costos (ver recuadro). Aplicar herbicidas no es barato. Hasta hace poco, cuando no había mecanización, era inalcanzable el control mecánico, pero hoy tenemos a disposición equipos que se conectan a tractores y permiten reducir los costos, llegando incluso a ser más barato el control mecánico que a través de herbicidas, con todas las ventajas que todo esto tiene.
Cultivador Intercepa Sánchez-Beato
El cultivador Sánchez-Beato EXT-90 tiene 7 brazos y 2 intercepas con apertura de 2,0 a 2,5 metros. Ambas cuentan con una varilla sensor que, al entrar en contacto con la planta, hace que hidráulicamente la cuchilla retroceda, evitando dañar la parra. Gracias a que cuenta con un chasis con amortiguaciones independientes para cada brazo, trabaja ajustándose a la dureza y la regularidad del terreno, con lo que gana estabilidad y rapidez. La máquina se coloca en la parte trasera de un tractor con una potencia óptima de 75 HP, trabajando a 540 RPM.
“Este cultivador intercepa es fabricado con mecanización de precisión y materiales de alto límite elástico (más fuerza y menor consumo). Las partes eléctrica e hidráulica están separadas de la mecánica de la intercepa. Esto evita que estas piezas se deterioren por vibraciones e impactos”, explica Julio Herrera, encargado de ventas de la empresa Cosecha Mecánica, que tiene la representación en Chile de la marca española Sánchez-Beato.
La EXT-90 trae una serie de accesorios que le otorgan una mayor polifuncionalidad: la pareja de interepas; una rueda de caucho de 16 lonas que entrega mayor estabilidad; vertederas para atacar los camellones cuando son muy grandes o están muy sólidos; rodillo de jaula para desmenuzar la tierra; rastrillo de muelle abatible que permite dejar expuestas las raíces de las malezas; puntas de tipo cincel para romper por primera vez el terreno bruto y puntas golondrinas de uso normal para ser pasadas una vez que el terreno está controlado.
Esta máquina, explica Marcelo Lorca, debería funcionar a un rango de 5km/h a 8 km/h, entregando un rendimiento entre 6 a 8 hectáreas por jornada, pasando por todas las hileras. También se puede usar en hilera por medio, duplicando el rendimiento, logrando hasta 15 hectáreas por jornada. Es apta para cubrir un campo de 180 a 200 hectáreas, aproximadamente.
Consideraciones de uso
Funciona principalmente sobre suelos con adecuado contenido de humedad.
Apropiada para parras bien formadas o con tutor de referencia.
Altura de labranza regulable.
Sin elementos eléctricos en las zonas de contacto para minimizar desperfectos.
Accesorios cambiables (chuchillo o arado aporcador, por ejemplo).
Puede trabajar con la línea de riego a cualquier altura, siempre que no tenga globos, la manguera se encuentre amarrada en la punta y tomada dos o tres veces a lo largo de la hilera.
Precio puesto en Chile: €9.000, aproximadamente.
¿Cuándo empezó a ser una opción real la mecanización para el control de malezas?
La historia del control mecánico nació en Europa. En España principalmente, donde no se permite regar, la maleza pasa a ser una competencia importante por agua, sobre todo en primera-verano. Por lo tanto, el desarrollo fuerte que viene en mecanización y cultivo de suelo está asociado a Europa y después, en viticultura, lo adoptaron los que cultivan en forma orgánica.
En Chile, el cultivo de suelo es muy reciente. Acá lo venimos trabajando hace unos cinco años con funciones como subsolado, rastrajes, cultivo e intercepa. En este tema, en nuestro país ha habido varias experiencias, no todas exitosas. Hubo muchos equipos que se compraron y que terminaron siendo chatarra por mal uso, desconocimiento, porque el operador no era calificado y lo rompió, porque no estaba hecha la máquina para nuestra realidad o había una mala postventa y falta de repuestos.
¿Cómo hay que preparar el huerto para el uso de maquinaria?
El diseño de plantación debe ser pensado en la mecanización, principalmente en lo que respecta al ancho entre hileras. En este sentido, en viticultura la densidad media cobra cada vez mayor importancia. La idea es dejar entre 2,20 y 2,50 metros entre hileras, con 4.000 plantas por hectárea, aproximadamente. Esa distancia permite entrar con un tractor de buena potencia (75 HP) para hacer labores de cultivo de suelo, control de maleza, fumigación, chapoda, prepoda, poda y cosecha.
La condición del viñedo también es muy importante. Las plantas deben estar bien formadas e hileradas. El terreno debe ser adecuado, con una arquitectura amigable. La mecanización es como un avión: requiere de una pista de aterrizaje donde la máquina pueda operar.
Y lo otro es la humedad de suelo. Si está seco, muy compactado y duro, la máquina solo va a realizar un trabajo muy superficial. Pero si está un poco más mullido y con más humedad, le va a ser más fácil realizar el trabajo.
¿Cuál es la importancia del operador de la maquinaria?
En operador debe ser calificado. Un tractor puede llevar adelante una chapoda que vale $18 millones; el tractor vale otros $20 millones y la cultivadora que va atrás, $10 millones. Son equipos de alta tecnología que requieren una condición de terreno adecuada y una operación cuidadosa. No se le pasa a cualquiera un equipo de más de $45 millones para que lo maneje.
Ventajas del Cultivador Intercepa
En el mercado chileno hay cultivadores de suelo intercepa de diferentes marcas y procedencias, principalmente de Europa. Entre ellas, una que ha tomado relevancia en el último tiempo es la Sánchez-Beato, que comenzó su comercialización en Chile en 2016 a través de la empresa Cosecha Mecánica. El año 2019, ACW adquirió una primera unidad EXT-90. “Es un equipo español que tiene muy buenas características de calidad de materiales. Es versátil y, al momento de trabajar en la sobrehilera, el sensor hace que la máquina no toque las parras”, explica Marcelo Lorca.
La Experiencia de Viña San Pedro
Viña San Pedro tiene 16 máquinas cultivadoras intercepa Sánchez-Beato. Había cotizado de otras marcas como Clemens, pero su alto precio y elevado valor de los repuestos fue prohibitivo. Además, necesitaba una máquina que tuviera un buen balance electro-mecánico, para hacerle frente a terrenos que pueden ser complejos, sin sufrir desperfectos.
“Veníamos buscando el control de malezas con máquina intercepa hace rato. Investigamos varias marcas y nos quedamos con esta en particular. Su sistema electro-hidráulico, alejado del polvo y de la contaminación, hace que no aparezcan fallas en forma recurrente”, comenta Pedro Fuentes, encargado de maquinaria de la viña.
La primera unidad Sánchez-Beato la adquirió el 2015 y ha venido creciendo a razón de una a tres adquisiciones al año para ser utilizadas en todos los campos de la viña, equivalentes a 4.500 hectáreas. “El uso de la intercepa es novedoso en Chile. Nosotros vamos a la vanguardia en este sistema de labranza superficial-combinada, que no va más allá de los 20 centímetros de profundidad”, dice Fuentes.
Pedro Fuentes.
¿En qué se diferencia un cultivador intercepta de otras máquinas?
El equipo que nosotros tenemos se conecta a la parte posterior del tractor. Está conformado por un chasis hidráulico, que permite ensanchar o angostar el área de trabajo. Lleva cultivadores, un rodillo y unas patas para poder trabajar en la sobre hilera. Esta máquina puede hacer varias funciones. Principalmente, el cultivo en la entre hilera y en la sobre hilera para realizar un control de la maleza en función de ir rompiendo el suelo. Romper el suelo implica desagregarlo y hacer que se expongan las raíces de la maleza al aire y al sol para que se sequen. Una rana, cortadora rotativa u orilladora, en cambio, hace un corte sobre el nivel del suelo, sin afectar a las raíces. Por lo tanto, una semana después de que pasa, las malezas han vuelto a crecer.
En nuestro caso, la primera pasada la hacemos antes de invierno, en la postcosecha. La segunda la realizamos en primavera, antes de brotación. Después, realizamos una tercera antes de floración, en noviembre. Y la cuarta pasada es en pinta, a fines de enero. Con cuatro pasadas se debería tener el viñedo limpio y sin usar herbicidas.
¿Cuáles son las ventajas de la mecanización en cuanto al trabajo de campo?
Lo principal es la oportunidad de entrar al campo a hacer el control. En Europa se habla de que hay que entrar cuando la maleza no se vea, es decir, cuando está saliendo. Mientras más grande sea la maleza, le va a ser más difícil a la máquina poder voltearla y darle la condición para que muera.
¿Qué resultados han podido apreciar con el uso de la Sánchez-Beato?
Se nota en el tiempo una mejor condición del viñedo, porque no hay competencia con malezas. Hemos apreciado una mejor velocidad de infiltración del agua, una mayor penetración del agua en invierno a través del perfil de suelo en profundidad y que los potenciales de humedad de suelo se mantienen mejor. A su vez, al romper el sello del suelo en la primavera, se evita la pérdida de agua por capilaridad hacia arriba.
Al menos este año, hemos tenido mejores rendimientos productivos. Esto tiene que ver con varios factores, pero podría ser consecuencia de la mejor disponibilidad de agua, a inicio de temporada, la menor competencia con malezas y el mejor aprovechamiento de la fertilización por parte de la planta. Sin embargo, estamos estudiando el tema.
¿A qué tipo de productor le conviene tener este tipo de maquinaria?
Principalmente, a quienes tienen incorporado el concepto de sustentabilidad, que piensan eliminar el uso de agroquímicos en los campos, contribuir a la no resistencia de malezas, a la diversidad del suelo y a la seguridad de los operadores. Es transversal para la producción de todo tipo de vinos. Se puede usar para viñas en espaldera y parrón. También sirve para cultivo de frutales.
¿Qué mejoras podrían implementarse en mecanización en viñedos?
La máquina que tenemos cumple al 100% el objetivo para la cual fue diseñada: el cultivo en la entre hilera y en la sobre hilera. Lo que sí podría mejorar en mecanización es la polifunción de la maquinaria, realizando una labor con un equipo por delante del tractor y con otro en la parte posterior. Esto permitiría reducir el tránsito por el viñedo. Para eso se necesita un ancho entre hilera que permita el paso de un tractor con buena capacidad de HP.