Amarre de fruta: pautas para evitar la caída en cítricos
A fines de 2019 una parte significativa de la producción citrícola chilena se fue al suelo, literalmente. La caída de frutos en formación generó grandes pérdidas, especialmente en las zonas de precordillera. Revisamos con el asesor Enrique Rosales las estrategias que él aconseja para evitar la repetición de este fenómeno. Y hablamos de estrategia porque las variables que intervienen son múltiples: la calidad de la flor, la corriente transpiratoria del árbol, la iluminación en su interior, la poda, el nivel de calcio de la fruta, las deficiencias de fierro, el cierre de estomas asociado a elevadas temperaturas y salinidad, la producción de etileno, las aplicaciones de ácido giberélico, el riego e hidratación, el empleo de folcisteína. La enumeración es larga y parece difícil, sin embargo en la mayoría de los casos las soluciones no son tan complejas, como veremos a continuación.
El ingeniero agrónomo Enrique Rosales, socio de Anros, especialista en cítricos y paltos, aborda el “amarre de la fruta”, un tema fundamental en cítricos durante los 45 días que siguen a la cuaja. En 2019, plantea, hubo una caída muy fuerte de fruta, no solamente en cítricos, también en paltos y otros frutales. La cifra que se escuchaba con mayor frecuencia asociada al daño era 30%. “Pero algunos se fueron al suelo, quedaron con prácticamente nada”.
–El amarre –señala– coincide casi con el periodo de división celular. Mientras más cerca del momento de cuaja, más posibilidades de caída de la fruta. A medida que el tiempo transcurre, el riesgo va disminuyendo y ya pasado el día 45 el tema no es fenológico, sino que hay que cometer grandes errores de manejo para botar fruta.
El momento crítico en la gran mayoría de las zonas dura hasta la primera semana de diciembre –especifica–, cuando termina la división celular, poco antes de Navidad, más o menos hasta el 20 de diciembre. Las caídas más violentas ocurren durante noviembre, constata.
–¿Cuáles fueron las tendencias asociadas a la caída en la temporada anterior?
–La pérdida fue menor hacia los sectores costeros y mayor hacia la cordillera. En cambio no se apreciaron diferencias importantes de norte a sur. Las regiones Metropolitana, 5ª y 6ª se vieron afectadas por igual. Esto hace pensar inmediatamente en temperaturas, sin embargo se trata de un tema donde intervienen muchas variables. Puede ser que un parámetro alcance niveles extremos, no obstante por lo común interviene una suma de elementos, esto es multifactorial. Obviamente si de diez variables tienes nueve bien controladas, hay menos probabilidades de que la fruta se caiga, en comparación a no resguardar ninguna.
EL FRUTO DE LA FLOR CAMPANERA ES EL QUE MEJOR AMARRA
Un aspecto relevante corresponde al tipo de flor de donde viene el fruto. La flor campanera es la de mejor calidad, porque viene muy bien equilibrada con el brote, que va a empezar a generar carbohidratos rápidamente –apunta el asesor– y por lo tanto da el fruto que mejor amarra. Lo anterior se logra teniendo plantas sin una memoria de haber sufrido un estrés grave, con una nutrición balanceada, donde ha habido una generación de etileno normal.
Al contrario, en un huerto golpeado por desuniformidad de riego, problemas de fertilización o plagas, etc., la planta tiende a generar ramilletes de muchas flores y sin brotes, con marcado desequilibrio. La cuaja en tal caso es alta, pero viene seguida de un pésimo amarre y posteriormente cae gran parte de la fruta. Se trata de una deuda que se arrastra del pasado: “la planta se acuerda de que la has tratado mal y te lo hace notar con el tipo de flores que trae”.
MIENTRAS MÁS CONTENIDO DE CALCIO TENGA LA FRUTA, MENOR POSIBILIDAD DE CAER
Otro factor muy importante corresponde a las diferencias de la corriente transpiratoria del árbol. Esta es menor en las zonas con poca iluminación y hay un elemento que resulta ser el gran perjudicado. Se ha medido que en los sectores más oscuros, tanto la fruta que cae como la que se mantiene presentan un menor contenido del calcio (Ca) total y del Ca ligado del orden de un 50%. Otros elementos, como nitrógeno, boro o zinc no muestran mayor variación. El fenómeno se origina en el hecho de que el Ca se mueve gracias a la corriente transpiratoria. Tanto en Clemenules como en Oro Grande o en W. Murcott (las variedades predominantes de mandarinas y clementinas en Chile), las zonas mal iluminadas retienen poca fruta.
–La fruta necesita niveles altos de calcio en su formación –explica Rosales–, mientras más contenido de dicho elemento tenga, menores probabilidades de que caiga. En todos los cítricos la gran producción se sitúa en la periferia del árbol, porque el contenido de Ca es más equilibrado que en la parte interna.
EL CALCIO PUEDE ESTAR PERFECTAMENTE BIEN EN LAS HOJAS MADURAS, MIENTRAS EN LA FRUTA ESTÁ MAL
Muchas veces los productores discuten con Enrique Rosales respecto del contenido de Ca, mostrándole que sus análisis foliares lo ubican en un estándar adecuado.
–Cuando mides el Ca total de la hoja y lo comparas con su nivel en el fruto –advierte el socio de Anros–, este último puede tener 10 veces menos. Y del Ca total solo un pequeño porcentaje corresponde a Ca ligado. Está escrito en los textos de fisiología: el calcio no se reparte igual en la planta, se trasloca principalmente a los órganos que tienen mayor conductancia estomática: las hojas maduras, en el caso de los cítricos. Como dije, la fruta en zonas con poca iluminación es la más afectada. Para el análisis foliar se toman las hojas exteriores maduras, las cuales reciben casi todo el Ca que toma la planta; por lo tanto, desafío a que alguien me muestre un análisis foliar de cítricos donde el Ca salga deficitario. Para mí lo importante es el Ca en los frutos, para tener una buena piel, evitar los desórdenes fisiológicos y lograr un buen amarre. Los manzaneros se dieron cuenta hace muchos años de que si no usan calcio complementariamente vía foliar van hacia el desastre, aunque hayan aplicado todo el Ca que quieras por el riego.
Dichas aplicaciones complementarias de calcio vía foliar, indica, son importantes porque la fruta lo necesita en sus primeras dos semanas de vida para generar pectina y poder formarse. De lo contrario, caerán ante cualquier estrés: “en un edificio mal construido, al mínimo temblor lo que tiene poco cemento se viene abajo”.
Cuando hay altas temperaturas o alta presión osmótica por salinidad, la conductancia estomática disminuye y el Ca se desplaza menos, de manera que no alcanza a llegar a los tejidos en crecimiento. Ocurre lo mismo que con el tip burn o corazón negro en las lechugas, pone como ejemplo Rosales: es una deficiencia de Ca que provoca la muerte del ápice meristemático. Esto ocurre en verano, no en invierno, o cuando hay problemas de salinidad en el agua, porque ante una alta temperatura o una elevada presión osmótica, al igual que en los cítricos, la conductancia estomática disminuye y el Ca se mueve poco.
EL SUELO TIENE ABUNDANTE CALCIO, PERO HAY QUE HACERLO DISPONIBLE PARA LA PLANTA
–¿Puedo asegurarme de que llegue calcio a la fruta solo con aplicaciones foliares?
–No. En términos generales, recomiendo dos aplicaciones foliares complementarias en el momento óptimo, vale decir en los primeros 45 días del fruto. Sin embargo la clave, repito, es la apertura de estomas en una planta con el menor estrés posible. Y el mayor nivel de estrés que depende de nosotros se controla con la hidratación: el riego, las raíces sanas, alejar la salinidad fuera del bulbo.
Adicionalmente, Enrique Rosales utiliza tiosulfato de calcio:
–Yo hablo del tiosulfato de calcio con propiedad, porque vengo haciendo desarrollo de este producto y utilizándolo comercialmente en Chile desde 2014. Su empleo implica cambiar el concepto que tenemos de aplicar una cierta cantidad de unidades por hectárea. El suelo está lleno de calcio que no se encuentra disponible para la planta. Puedo agregar 30 unidades y también van a quedar muy poco disponibles porque van a formar fosfato de calcio y sulfato de calcio. Al usar tiosulfato de calcio, aunque el Ca que aporta es muy poquito, el trabajo lo hace el tiosulfato, que disponibiliza el calcio durante 3 a 4 semanas.
–¿Entonces con eso se ahorran las aplicaciones foliares?
–No. Hay lugares bastante complicados y variedades susceptibles a desórdenes por calcio, como la naranja Cara Cara, por ejemplo. En zonas calurosas presenta tendencia a creasing.
–¿Existen alternativas al tiosulfato de calcio?
–Para disponibilizar el Ca hay que acidificar el suelo. Probablemente el uso de quemadores de azufre también ayuda en eso. Por nada del mundo ocupar ácido sulfúrico: el suelo tiene una capacidad tampón de modo que el ácido sulfúrico no baja más allá de dos pulgadas. Al principio se suelta el fosfato de calcio y se forma como un talco, pero pasa el tiempo y tiene un efecto rebote, vuelve al pH original y se aprieta más todavía.
EL ETILENO PUEDE SER UN GRAN ENEMIGO DE LOS PEQUEÑOS FRUTOS
–En 2019 durante varios días hubo un alza de temperatura y una disminución de la humedad relativa. La planta cerró estomas y el flujo de Ca bajó considerablemente. Al mismo tiempo, en esas condiciones de deshidratación y cierre estomático, aumenta la producción de etileno. Un frutito tan pequeño, con problemas de calcio incluso no tan pronunciados, no resiste el alza de etileno y cae.
¿Cómo hacer para que la planta no sienta este efecto? No basta entregar el agua; además la planta tiene que estar en condiciones de tomarla, o sea que debe tener, primero, un buen sistema radicular; segundo, un buen movimiento en los haces vasculares, y, tercero, los estomas abiertos. Este último aspecto era la variable que estaba afectando en 2019, pues los estomas se mantuvieron cerrados por muchas horas en varios días.
EL COEFICIENTE DE CULTIVO NO ES EL MISMO EN TODAS LAS CONDICIONES
–No es por autoelogiarme, pero solo unos pocos cuarteles en contados huertos que yo asesoro tuvieron problemas fuertes de amarre de fruto. Lo anterior viene como consecuencia de la preocupación por el Ca (incluyendo la eficiencia de los productos que se aplican), para lo cual mantengo a la planta sin estrés con el fin de tener los estomas abiertos. Siempre sostengo buena comunicación con los productores y cuando me empezaron a llamar uno tras otro, recomendé un aumento inmediato del tiempo de riego. Incrementé en un 50% el coeficiente de cultivo (Kc) durante 10 días, con lo cual se contuvieron bastante las caídas. El suelo tuvo siempre agua a disposición de las raíces y al mismo tiempo se lavaron las sales, con lo cual bajó la presión osmótica y se facilitó el ingreso del agua a la planta. Aun cuando se trata de una medida sencilla, hay que hacerla rápidamente, como en un infarto; si pasaron tres días el daño resulta inevitable, porque la señal de botar el fruto ya se envió. Los frutos son un tejido todavía muy tierno, caminan por la cornisa, cualquier detalle los puede tirar abajo.
Afortunadamente, agrega, hoy los reportes meteorológicos permiten predecir no solo las lluvias, las heladas o el viento, sino también las olas de calor.
–Si veo que el 15 de noviembre viene una ola de calor con días de 30°C, tengo que aumentar mi tasa de reposición de riego. Y hacer riegos de lavado, incluso si no me encuentro en un área con problemas de salinidad, porque en esa época nos encontramos en plena fertilización. Me dicen: yo no tengo problemas de sales en el agua… ¿Y los 50 kg de sales por hectárea que están llegando en el riego? La cantidad de sales que se agrega con los fertilizantes es grande, uno ve bulbos blancos por todos lados. Si estoy con sed y me ofrecen un vaso de agua de mar, gracias, prefiero no tomarlo. Lo mismo las plantas, así es que un riego largo para desplazar las sales de inmediato es muy bienvenido por ellas.
–¿Estás aplicando fertilizantes y al mismo tiempo lavándolos?
–Si pierdes un 10% del nitrógeno (N) que aplicaste esa semana, en comparación a la caída de la mitad de la fruta es nada. Los cítricos tienen una buena resistencia en reserva de nutrientes, repondrás más adelante diluyendo bien la fertilización y no habrá consecuencias. Puedes gastar más agua, más energía eléctrica, ser un poco más ineficiente con el N, pero la caída de un 30 a 70% de la fruta es terrorífica.
EL Kc DE W. MURCOTT EN LA PRECORDILLERA ES MUY DISTINTO QUE EN LAS ZONAS COSTERAS
Bajo condiciones extremas de alta temperatura, elevada radiación y baja humedad relativa, remarca Rosales, el Kc cambia. Ejemplifica con las fuertes caídas de fruta de W. Murcott.
–Esta variedad se plantaba en zonas con influencia costera para reforzar su característica tardía. Ahora se planta cada vez más en localidades precordilleranas para adelantarla y ampliar su ventana productiva. En sectores de temperaturas más extremas su Kc no tiene nada que ver con la zona de influencia costera.
A VECES EL DÉFICIT DE FIERRO ASOCIADO A CARBONATOS HACE TODA LA DIFERENCIA
En suelos con marcada deficiencia de fierro (Fe), continúa el especialista, aun cuando se produce la cuaja, después se desprende un alto porcentaje de la fruta. En general el déficit se asocia a elevados contenidos de carbonatos.
–El Fe es súper importante, apenas empiezan a brotar las plantas conviene aplicar quelato de fierro vía riego, lo más temprano posible. Ese es el momento óptimo, si lo haces cuando el brote de primavera alcanza 10 cm, ya es un poquito tarde. Me ha tocado observar campos donde se caía todo, no llegaban a más de 15-20 toneladas por hectárea (t/ha) y bastó la corrección de Fe para darles solución. Las plantas, como las personas anémicas, no tienen ganas de nada, menos de retener 45 a 50 t de fruta.
–¿La deficiencia de Fe siempre está asociada a suelos con carbonato?
–Sí, en todas las regiones de producción de cítricos, por ejemplo en Panquehue, San Felipe, Melipilla, María Pinto, en Ovalle para qué decir… Los carbonatos lamentablemente no son parejos, se encuentran a manchones en el suelo. Tienes un sector afectado aquí y 20 metros más allá no hay problemas. Aunque a veces esas manchas cubren el 50% del huerto, no puedes tratarlo a manchones, tienes que hacerlo completo. Esas áreas suelen ser las más golpeadas. Es típico que te comentan: tengo un sector que siempre se hiela, al que siempre se le cae la fruta, que nunca produce bien… Vas a ver y encuentras carbonatos. Una planta con anemia presenta bajos niveles de clorofila, frente a cualquier evento naturalmente resiste la mitad o menos de lo que soporta una planta con buen contenido de clorofila. Nutricionalmente creo que el Fe se olvida mucho.
–¿Las aplicaciones de fierro ayudan?
–Cuando hay deficiencias de fierro yo hago una mixtura: las aplicaciones de quelatos de fierro vía riego, sin duda, cuando comienza a brotar la planta, más el uso de tiosulfato de calcio.
–¿Qué pasa con el fierro cuando lo aplicas?
–El dióxido sulfato acidifica el medio y reduce el Fe+3 a Fe+2. También lo hace con el manganeso, Mn+3 a Mn+2, y con el zinc, Zn+3 a Zn+2. Por ese efecto reductor aumentan los niveles de los tres elementos en las plantas.
ÁCIDO GIBERÉLICO, LA APLICACIÓN REINA EN EL AMARRE DE FRUTOS
La aplicación hormonal reina para amarre de fruta en cítricos corresponde al ácido giberélico, recalca el entrevistado. Los estudios mencionan que funciona bien en clementinas (20 a 25% más de amarre) y en cambio no tiene mayores efectos en W. Murcott. Sin embargo, relativiza el asesor, en zonas como Santa María o Los Andes, con máximas diarias de 38-39°C, las giberelinas sí impactan en el amarre de W. Murcott de modo similar a las clementinas.
El especialista se detiene unos momentos a subrayar la importancia de la calidad del agua en las aplicaciones de ácido giberélico.
–En la zona citrícola de Chile las aguas suelen tener un pH entre 7 y 8. Tienes que llevarla a un pH de 5,5 para evitar la hidrólisis alcalina que anula la función del ácido giberélico. Por otra parte, también la dureza del agua, o sea la concentración de calcio y magnesio, hace que el ácido giberélico quede no funcional. Si los elementos mencionados se encuentran sobre 300 partes por millón tienes que ablandar el agua de la mezcla. La regulación del pH es muy barata y fácil. Ablandar el agua sale más caro, pero vale la pena gastar 30 dólares adicionales por hectárea si con eso vas a mejorar tu amarre en un 15%.
FOLCISTEÍNA, UN AMINOÁCIDO SINTÉTICO PARA ACTIVAR EL METABOLISMO
Enrique Rosales está consciente de que hay ciertas herramientas que lo distinguen como consultor:
–Hay moléculas que me caracterizan. Si consultas sobre tiosulfato, te van a decir: Enrique Rosales. No se trata de un interés comercial, sino de un tema técnico. Y si escuchas ‘folcisteína’, también me van a nombrar. De este aminoácido sintético yo recomiendo cinco opciones distintas, no existen compromisos con ninguna química. Tiene la capacidad de ingresar a nivel celular haciendo que la planta, por sí misma, comience a generar prolina y cisteína.
La prolina, detalla el profesional, se vincula a la osmorregulación, o sea al estrés hídrico. La cisteína es capaz de secuestrar radicales libres presentes en la planta.
–Es una molécula antiestrés muy potente, los resultados son bastante notorios. Ante una caída intensa de fruta, ves cómo se detiene, se nota dónde aplicaste y dónde no. Funciona con muy bajas concentraciones y genera efectos muy evidentes. Su impacto se parece al de la adrenalina en el ser humano, es como un activador metabólico, como si la planta se acelerara por unos 14 días. Yo utilizo folcisteína desde hace muchos años en todos mis programas.
LA PODA NO DEBE IR CONTRA LA NATURALEZA DE LOS CÍTRICOS
–¿La oscuridad al interior del árbol se maneja con la poda?
–Yo vi caídas importantes en la región Metropolitana relacionadas con las podas de apertura, donde sacan el centro del árbol y las ramas cuelgan hacia los lados cubriendo las partes bajas y provocando que queden a oscuras. Soy contrario a esas podas. Sin duda la planta requiere iluminación, pero las mandarinas producen en la periferia, ahí tienen la fruta de calidad. Al tratar de meter luz al centro, la zona donde realmente quiero producir se me sombrea. En el centro tienes solo el 10% de la fruta. En mi experiencia, los campos donde los árboles se abren al centro son los últimos en cosechar, no toman color ni alcanzan buen calibre. Mi propuesta consiste en que las paredes del árbol estén muy bien iluminadas. Para eso se poda de manera que la parte superior del árbol no sea más ancha que la parte de abajo.
–Tratar de meter luz al centro es anti natura y emboscas la calle –continúa–. ¿Para qué dejamos la calle, entonces? Para que pase el tractor y para que entre luz. ¿Para qué quieren hacer que la luz pase al centro? Para que llegue a la fruta que está ahí. ¡Pero ahí apenas hay fruta!
Enrique Rosales sabe que no todos sus puntos de vista van a generar unanimidad. Sabe también que el espacio disponible en un artículo no permite llegar a fondo en cada aspecto, sobre todo cuando son tantos los factores que intervienen. “Podría seguir dado antecedentes, pero esto no es una monografía. Pienso que hemos sintetizado la médula del asunto”, concluye.