Miguel Patiño

Directo desde los jardines reales en el Valle Sagrado de los Incas, el aguaymanto (Physalis peruviana), ya no ocupa el sitial que ostentaba, y hoy es más bien un fruto exótico más en góndolas y mercados de Europa y Norteamérica.

Sin embargo, el aguaymanto -también conocido como uchuva, kapstachelbeere (Alemania), cape gooseberry o goldenberry (Reino Unido), prune des Incas (Francia), -entre otros nombres-, es mucho más que una novedad proveniente desde Los Andes, ya que es también un súper alimento, gracias a sus propiedades positivas para la salud por las características de este fruto, que cuenta con propiedades diuréticas, sedativas y antirreumáticas, rico en Pro vitamina A, con concentraciones que pueden ser 6 veces más alta que los tomates, y niveles de Vitamina C de aproximadamente 43 a 50 mg, muy cercano a las cantidades presentes en la naranja.

Asimismo, es un fruto que tiene mucha facilidad para ser exportado en un amplio abanico de formatos, que van mucho más allá del producto fresco, congelado o como fruto seco, lo que le puede seguir abriendo puertas en el mundo y potenciar así las oportunidades para los productores del Perú.

LAS POSIBILIDADES DE APROVECHAR UN MERCADO GLOBAL

Pese a su origen peruano, hoy el principal exportador del aguaymanto es Colombia, que lo comercializa desde 1985 y representa aproximadamente el 90% de la producción mundial, con más de 16.300 toneladas producidas en 2019, muy por sobre el resto de los países productores, donde se encuentran Sudáfrica, Kenia, Inglaterra, Nueva Zelanda, India, Zimbabwe, Australia, Ecuador y Perú. Los principales mercados de destino de la exportación de Colombia son Europa, EE UU, Canadá y Brasil.

En ese contexto, hay mucho camino por recorrer aún ante las ventajas que podría aprovechar Perú como su capacidad exportadora y sus distintivos reconocidos mundialmente, como la gastronomía o maravillas naturales que podrían impulsar su preferencia, dado el vínculo nativo e histórico del fruto con Perú, en un mercado de alimentos orgánicos que, a nivel global, aglutina ventas por US$50,000 millones, con un crecimiento sostenido anual del 10.3% y con tendencia a ser mayor en los próximos años, de acuerdo a datos recopilados por la Unidad de Inteligencia Comercial de Sierra y Selva Exportadora.

Otra ventaja de Perú es que el aguaymanto se puede producir durante todo el año, a diferencia de otros países que dependen de su estacionalidad, como Sudáfrica que produce y comercializa el aguaymanto durante el verano (enero – marzo) y principios del otoño (abril-mayo), y su producción tiene como destino específico el mercado interno.

EL 80% DE LOS ENVÍOS PERUANOS ES ORGÁNICO

Este fruto se cultiva en el país desde tiempos ancestrales y fue uno de los más venerados en tiempos de hegemonía inca, por sus propiedades nutricionales y su intenso color amarillo que denota su alta concentración de caroteno. En idioma quechua se le conoce como “Topotopo”, mientras que en aymara se le llama “Uchuva”.

Hoy, en su capacidad exportadora entre 2015 y 2020, la evolución de los envíos de aguaymanto desde el Perú crecieron en un promedio anual del 6% en volumen, pasando de exportar alrededor de US$2 millones en el 2015, a casi US$ 2.7 millones el año 2020, siendo el 2018 el mejor año registrado, donde se obtuvieron más de US$ 4.6 millones. Aun así, son cifras pequeñas en comparación con Colombia, con envíos sobre los US$30 millones.

El aguaymanto orgánico es el que destaca en las exportaciones del Perú, representando más del 80% de los embarques, donde el 90% corresponde a su versión deshidratada. Los principales países de destino son EE UU (28%), Países Bajos (18%) y Alemania (18%); en el 2019 los niveles de participación de los citados países decrecieron, por el aumento en los embarques a Japón (8%), Canadá (8%), Israel (6%), Corea del Sur (4%), Australia (3%) y Reino Unido (2%).

En los últimos años, tanto la producción (17%), cosecha (15%) y niveles de rendimiento (2%) aumentaron significativamente, de acuerdo a cifras de la Unidad de Inteligencia Comercial de Sierra y Selva Exportadora. Al año 2019 se registraron 311 ha con una producción de 1,607 toneladas, según reportes de las Direcciones Regionales, ubicadas principalmente en Amazonas, Apurímac, Ancash, Arequipa, Ayacucho, Huánuco, Huancavelica, Junín, Lambayeque, Pasco, Cajamarca, Ancash, Lima, Cusco y Moquegua.

Muchos agricultores de dichas zonas, dedicados al cultivo de la papa y a la agricultura de subsistencia, realizan cultivos alternativos como el aguaymanto, lo que también puede explicar por qué las cifras no son consistentes, ya que al tratarse de agricultura a pequeña escala y muchas veces familiar, esto puede ser un factor de que los resultados sean erráticos y su crecimiento no sea orgánico, sumado a la pandemia de Covid-19 que aún persiste en el mundo.

NUEVAS ESTRATEGIAS PARA COMPETIR

En 2015 se materializó el Plan Estratégico Nacional Exportador (PENX 2025), esfuerzo multisectorial que contó con la iniciativa del ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR), junto con la Comisión Multisectorial Mixta Permanente, donde participaron entidades públicas y privadas relacionadas al comercio exterior, y con el apoyo del Banco Mundial, y tiene como objetivo consolidar la inserción comercial del Perú en la economía global, aprovechando las oportunidades del mercado y buscando una oferta exportadora diversificada y sostenible.

Desde esta iniciativa nace el Plan Regional Exportador (PERX), herramienta para potenciar la oferta exportable del Perú. En este plan, son ocho regiones las que tienen como cultivo priorizado el aguaymanto: Cajamarca, Ancash, La Libertad, Arequipa, Ayacucho, Huánuco, Junín y Piura.

Pese a este impulso inicial, la pandemia Covid-19 provocó que muchos de los productores hayan tenido que priorizar sus cultivos y redirigir sus esfuerzos, por lo que se dejó de cultivar el aguaymanto en muchas zonas por una serie de factores, como la falta de financiamiento.

En términos de posibilidades para aprovechar, Cajamarca es una de las regiones con mayor potencial y uno de los que presenta mayor superficie agrícola a nivel total del país (1,234 ha). Cuenta con tierras agrícolas con diversificación geográfica y pisos altitudinales, donde más del 50% se encuentran en la Sierra, de acuerdo al análisis de Sierra y Selva Exportadora. Cajamarca, Hualgayoc, San Miguel y San Pablo son algunas de las principales zonas de producción. De hecho, dos de las principales agroexportadoras de aguaymanto deshidratado se encuentran en Cajamarca: Agro Andino SRL y Villa Andina SAC.

POSIBILIDADES ABIERTAS PARA VARIEDADES

Si bien hoy el aguaymanto deshidratado representa casi la totalidad de la exportación de este fruto (94.7%, versus 3.7% de congelado y 1.6% en otros), donde sus mercados más importantes son Países Bajos (27%), EE UU (22%), Alemania (15%), Canadá (8%) y Japón (4,8%), que representan más del 75% de las exportaciones totales de este tipo, nuevas oportunidades han tomado fuerza, en virtud de las tendencias de los consumidores.

El ‘boom’ de países desarrollados o en vías de desarrollo hacia los súper alimentos, hace pensar en diversas posibilidades de exportación, que no sólo quedan en el envío de fruta fresca o deshidratada, sino también en alternativas como mermeladas (pulpa/puré de aguaymanto), coberturas con chocolate u otras formas que puedan ser atractivas para la industria de confitería, cereales o repostería.

De hecho, una de las cifras a destacar de los resultados levantados en los últimos 5 años, es la producción de pulpa y puré para exportación, que pasó de ser casi inexistente en 2015, a producir 3 toneladas en 2019 y 7 toneladas en 2020, que si bien aún es una cifra baja frente al reinado de la versión deshidratada, representa un fuerte salto en una posibilidad que antes no era explorada.

Otra versión que aparece como posibilidad para los mercados es el ‘crunchy’, una versión crocante del aguaymanto deshidratado, que se acompaña con otros berries, granolas o frutos secos, y que tuvo su primer embarque en 2020 con 0.18 toneladas.

Las tendencias al alza en mercados demandantes por fruta con características naturales, orgánicas y saludables, como el aguaymanto, son claves para el crecimiento y desarrollo de estrategias comerciales, sobre todo dirigida hacia países que mantienen la tradición por la agricultura orgánica y comercialización de productos naturales, como Alemania.

En ese sentido, la ventaja del aguaymanto deshidratado 100% orgánico es que no tiene preservantes, saborizantes ni colorantes artificiales, y es una buena fuente energía natural, ideal para niños, deportistas y estudiantes. De hecho, según estudios de mercado, personas entre 30 y 45 años son los que más consumen este fruto, por lo que gran parte de la generación millenial no tan solo puede ser su principal consumidor sino también su principal promotor, ante la tendencia por compartir y seguir hábitos en redes sociales.

Demanda orgánica

El mercado mundial de alimentos orgánicos superó los US$100 mil millones por primera vez en el 2018, liderado por EE UU, seguido de Alemania y Francia. Pero, ¿hacia dónde más se puede apuntar? Si Europa y EE UU parecen la tierra prometida para súper alimentos como el aguaymanto, otros mercados emergentes como Oriente Medio presentan un enorme potencial, sobre todo en el segmento de ‘snacks’ saludables, como Israel. De hecho, empresas como Terrafertil, Sun Belle INC y Volcano Produce INC, son algunas de las firmas distribuidoras y comercializadoras de aguaymanto en el mundo, quienes ven en este fruto una oportunidad para el desarrollo de nuevos mercados como el de Oriente Medio.