Agrícola Alaya traza un futuro ‘verde y azul’
Tras la compra de 520 nuevas hectáreas, Agrícola Alaya ha iniciado un ambicioso plan de expansión en Olmos, donde seguirá desarrollando cultivos de paltos y arándanos. El deseo es seguir creciendo, para lo cual están buscando tierras en Olmos Valle, a escasos 30 km de la zona irrigada, una zona donde se podría cosechar, a partir de marzo, la palta más temprana de Perú.
Por Felipe Aldunate M. y Rodrigo Pizarro Yáñez
Encontrar un lote disponible en el Proyecto Olmos puede transformarse en una tarea compleja, más aún cuando esta zona irrigada se ha ido consolidando campaña tras campaña como un importante polo productor y exportador agrícola en el país. Los buenos resultados productivos que Agrícola Alaya ha obtenido con el palto y el arándano han sido decisivos para que la empresa decidiese buscar nuevas tierras en esta zona irrigada.
Y es que, en seis años, ya que fue una de las últimas empresas que se instaló en la zona, los rendimientos promedio de 21 t/ha en paltos y de 10 t/ha tras solo dos campañas de arándanos, mostraron a los responsables que el camino más indicado era el de la expansión. “No fue fácil, porque la disponibilidad de lotes libres es muy escasa”, cuenta José Lira, gerente general de Agrícola Alaya, sobre una zona que prácticamente cuenta con el 90% del área cultivable ya en producción.
Si bien la oferta de tierras es reducida, Agrícola Alaya pudo comprar a Agrisol en 2021 dos lotes que suman 520 hectáreas (ha), donde continuarán con la expansión de la compañía. En uno de esos lotes instalarán un proyecto de 200 ha de arándanos, mientras que el otro lo destinarán a plantar 210 ha de paltos. El reto era dejar listos los lotes que, antes de la compra estaban sembrados con alfalfa y caña de azúcar.
Desde que se inició el Proyecto Olmos hasta ahora, las tierras se han revalorizado y el valor no es el mismo que hace una década cuando comenzó la subasta de tierras. “Hemos comprado los dos lotes a un precio tres veces mayor, pero además hay que tener en cuenta que en ambos campos había una infraestructura”.
ARÁNDANOS: NUEVAS TIERRAS, NUEVA GENÉTICA, NUEVO SISTEMA DE PLANTACIÓN
El Proyecto de arándanos de la compañía ha ido avanzando de acuerdo a lo que habían proyectado cuando en marzo de 2020 comenzaron a dar vida a un proyecto de 100 ha, plantado en un 100% con la variedad Ventura. Sin embargo, una vez decidida la expansión, esta se pensó en desarrollarla con otras dos variedades: Atlas y Sequoia. “Lo decidimos así, buscando una mayor productividad y una mejor condición de fruta”, cuenta el gerente general, sobre un proyecto que se irá plantando por etapas donde, a mediados de marzo se iniciaría la primera plantación de 35 ha.
Otra de las novedades de este nuevo proyecto en Olmos es que el 50% de las plantaciones será en maceta. “Eso es lo que iniciamos en marzo”, confirma Lira. “Inicialmente se pensaba que la producción de arándanos en maceta era posible en terrenos que no son óptimos para el cultivo. Pero en Olmos, donde los suelos y el agua son de buena calidad lo que buscamos con la maceta es otra característica del cultivo, aquí buscamos precocidad y eso lo podemos lograr con un cultivo en maceta”, añade. Pero no es solo eso, ya que este tipo de cultivo permite además conseguir altas producciones y un menor consumo de agua.
Esas ventajas de la maceta (en el caso de Agrícola Alaya, usarán macetas importadas) fueron claves para querer desarrollar la mitad del proyecto de esta forma. Un proyecto que se ha diseñado a una densidad de unas 6.600 plantas/ha, más baja que otros campos súper intensivos que trabajan con sobre 10.000 plantas /ha.
Para el sustrato, y como una sugerencia del asesor Güido Perucic, optaron por fibra de coco, material que importan desde India. Y, en tiempos del Covid-19, han tenido más de una dificultad para su arribo a Perú. “Nos decidimos por la fibra de coco tras ver experiencias de productores que la usaban y vimos también a otros productores que empleaban otros sustratos. Los resultados en coco fueron clave para que optáramos por este. Lo tenemos embarcado, pero todo este problema de alzas de costos de los fletes marítimos nos ha impactado fuerte”, explica.
Con este cultivo en macetas, Agrícola Alaya se convertirá en la empresa pionera en la zona en el desarrollo un proyecto bajo esta técnica. “Hay empresas que tienen ensayos, pero nosotros seremos los primeros en tener un campo comercial”, destaca Lira. Tras la plantación de esas primeras 35 ha de Atlas, la firma instalará otras 50 ha de Sequoia, pero en suelo. “El resto de la plantación se concretará en 2023, que es cuando habrá una disponibilidad de plantas”, cuenta el gerente.
El cultivo del arándano ha implicado un gran reto en temas de gestión de mano de obra agrícola, para una empresa que en 2020 trabajaba con un número reducido de colaboradores, en solo un año, pasó a emplear 1.000 personas para la cosecha, que llegan desde Olmos, Mórrope, Motupe y caseríos aledaños a la zona de irrigación.
“Este año, la proyección que hemos hecho es que podríamos producir entre 15 t/ha y 20 t/ha, lo que significará que debemos pasar a trabajar con 1.500 a 2.000 personas en los huertos”, cuenta Lira. Y es que esa es la competencia que más fuerte se da en Olmos, la de ‘conquistar’ a trabajadores para que trabajen las empresas agrícolas. “La forma de competir es ofreciendo una mejora salarial a los trabajadores, ofreciéndoles también bonificaciones. Como empresa, tenemos la política de arrancar un 10% más del sueldo mínimo”, explica y añade que un reto comercial es que los compradores cada vez más están pidiendo arándanos empacados en campo.
Hasta ahora, Agrícola Alaya contrata el servicio de packing a terceros, aunque tienen en carpeta la construcción de un packing. “Tenemos el espacio para hacerlo”, confirma Lira sobre un proyecto que, cuando iniciaron el cultivo de paltos, no tenía mucho sentido porque se trataba de un solo cultivo. Sin embargo, tras incluir al arándano en el portafolio de la compañía es relevante tener una planta de proceso, “porque son cultivos complementarios, con los que estamos trabajando diez meses. Si todo marcha de acuerdo a lo establecido, debiéramos tener packing para la campaña del arándano en 2023”, proyecta.
ARÁNDANO CONVENCIONAL
Las oportunidades que se abren en el cultivo del arándano son inmensas. Por un lado, hay una amplia paleta varietal, por otro, dos técnicas de cultivos (en suelo y en maceta) que se unen a la producción convencional y orgánica. José Lira tiene clara las opciones que ofrece este fruto pequeño de color azul. “La empresa todavía está con planes de crecimiento, pero no en orgánico, de momento. No nos fuimos al orgánico porque teníamos una limitante, y es que estos campos ya habían sido sembrados y debíamos esperar el tiempo de transición. Además, la fruta que cosecharíamos en maceta solo podríamos exportarlas a EE UU, pero no a la UE, cuya regulación es más estricta”, explica.
PALTA: UNA PROYECCIÓN SIMILAR A 2021
El cultivo de paltos Hass en Agrícola Alaya se inicio en 2016. Se trata de un proyecto de 600 ha que fue plantándose en tres etapas de 200 ha cada una, incluyendo cada una de ellas la construcción simultánea de un reservorio de 80.000 m3 (ver recuadro).
2 millones de m3 para enfrentar cualquier emergencia hídrica
Agrícola Alaya fue casi una de las últimas empresas en instalarse en el Proyecto Olmos, e inmediatamente comenzaron a preparar el terreno para instalar las primeras superficies de paltos en noviembre de 2016 en un lote de 1.000 hectáreas (ha). De esas, 600 ha fueron plantadas en tres etapas de 200 ha cada una. Conforme se iba plantando o preparando la plantación de cada una de las 200 ha, de forma simultánea se iba construyendo un reservorio de 80.000 m3, es decir, tenían una capacidad de aumulación de 240.000 m3. “Pero después tuvimos que tomar una decisión, porque aquí en Olmos tenemos una época de estiaje. Entonces, para poder tener disponibilidad de agua, las alternativas son dos: perforación de pozos o la construcción de otros reservorios. Decidimos invertir en dos reservorios, uno de 500.000 m3 y otro de 660.000 m3”, explica José Lira, sobre una disponibilidad de agua adicional de 1,4 millones de m3, cantidad con la que podrían operar treinta días operando con normalidad si es que no les llegase agua del sistema.
“Pozos también tenemos, cuatro en total , pero este es un acuífero del cual no se ha hecho un estudio acabado para conocerlo, pero en nuestro caso nos pareció una mejor decisión ir por los reservorios”, complementa Lira. Y en los nuevos huertos también han diseñado la construcción de reservorios. En concreto, cada campo contará con un reservorio de 320.000 m3, que elevará la capacidad de agua embalsada a más de 2 millones de m3.
Este cultivo se ha ido consolidando, a tal punto que hoy tienen rendimientos promedio de 21 t/ha, meintras que en el mejor módulo (cada módulo es de 50 ha) tienen producciones de 27 t/ha. “Los productores decían que la palta del norte tenía calibres más pequeños, pero no es así. También te podría decir que la palta de Chavimochic es muy grande. Pero aquí no, la distribución de la campana de calibres es perfecta, entre los calibres 20 y 22. No tenemos sobre calibres ni calibres muy pequeños”, explica Lira.
Una de las ventajas de Olmos es que aquí se cosecha la palta más temprana del país, a partir de abril. “Además, la precocidad en esta zona es buena, porque antes de los 24 meses estamos cosechando. La nueva superficie de 210 ha, cuya plantación iniciamos en diciembre de 2021, podemos sacar una primera cosecha en 2023”, grafica el gerente.
En 2021 la producción total de paltas fue de 13 millones de kilos, es decir, unos 500 contenedores, incluidas las variedades verdes. “Este año esperamos un volumen similar. Ha sido un año difícil en producción, por un tema de floración, que no ha sido muy buena, porque hemos tenido más humedad, hongos, las abejas no trabajaron bien… Fueron varios temas que ocurrieron para que la fruta cuajara más tarde. Y eso afectará los calibres finales de la fruta. Al final, la proyección de kilos que hemos hecho son similares a los que hicimos el año pasado. Podría ser un tema de añerismo, pero lo que pasa es que en Perú no es tan marcado el añerismo.”, explica José Lira.
En una zona como Olmos y produciendo un cultivo como el palto, el agua es lo que más se cuida en el fundo de Agrícola Alaya, sobre todo porque hay 700 ha plantadas (600 de paltos y 100 de arándanos). “Nos cuesta bajar el consumo de 15.000 m3/ha/año. En invierno comenzamos a regar día por medio y el año pasado dejábamos de regar dos días, para estimular las raíces profundas. El consumo de agua es un parámetro que medimos siempre”, dice el gerente, sobre un tema sensible que están controlando con sondas de capacitancia, mediciones de humedad, calicatas, y tomas de muestras que periódicamente envían a laboratorios.
En esta estrategia de gestión del agua es importante el uso de ‘mulch’. En la empresa han hecho ensayos con ‘grand cover’ en 5 ha. “No nos ha ayudado porque como es negro, se calienta mucho”, precisa. Asimismo, están realizando testeos con residuos de caña de azúcar, que provienen de los vecinos que producen a pocos metros. “Hasta hace poco usábamos residuos de ‘king grass’ que usábamos como como cortaviento. En 2021 los eliminamos porque ya los árboles están grandes y porque el ‘king grass’ compite con el palto. Eso es lo que nos ha motivado a hacer ensayos. Entre el ‘mulch’ sintético y el caña, creo que va mejor el de caña”, explica.
Estas 210 nuevas hectáreas que la empresa tiene en Olmos no son las únicas que pretende concretar la empresa, aunque tienen claro que es complicado que puedan ser en el área del Proyecto Olmos. “Estamos en proceso de buscar nuevas áreas, pero fuera del Proyecto. El objetivo es poder concretar algo en Olmos Valle. Es una zona muy propicia para el cultivo del palto que, al ser una zona más precoz, las cosechas comienzan en el mes de marzo. La idea es esa, para poder abarcar una ventana más amplia de comercialización. Además, estamos esperando que se puedan destrabar proyectos como Chavimochic, Olmos 2, Majes…”, explica el gerente. En Olmos Valle, a solo 30 km de la zona irrigada, el agua para riego proviene de pozos.
“En Olmos, donde los suelos y el agua son de buena calidad lo que buscamos con la maceta es otra característica del cultivo, aquí buscamos precocidad”.
RETOS DE FUTURO
Olmos es una zona consolidada productivamente hablando, pero aún hay ciertos desafíos a los que se deben hacer frente. José Lira indica que un tema pendiente son las vías de acceso, “sobre todo la que carretera que lleva a la ciudad de Olmos, que es por donde a diario transitan miles de trabajadores. “Otro tema es la seguridad del agua. Creo que la Presa Limón se ha quedado pequeña para lo que es la operación dentro del Proyecto.
A nivel de recursos humanos, según el gerente general de Agrícola Alaya sostiene que es el momento de afianzar las relaciones con la comunidad, más aún en la coyuntura política. “En esos paros que hubo hace un tiempo, la opinión pública nos trató muy mal porque nos mezclan con la agricultura informal. La agroindustria es totalmente formal y con salarios mucho más altos que los mínimos”. La importancia de la agricultura en Olmos es tal que en el ‘peak’ de la campaña del arándanos puede haber en los campos más de 40.000 personas, una cifra que refleja cómo se han ido consolidando los paltos y arándanos, también en Agrícola Alaya, que espera seguir tiñendo de verde y azul las tierras de este proyecto en Lambayeque.