Acciones para superar la crisis de la uva de mesa chilena
Christian Corssen, gerente general Cía. Frutera Santa María, invitó a mirar de frente la dura realidad de la otrora reina de la canasta exportadora frutícola. En su charla “Cronología de la tormenta perfecta, manejo de la fruta en destino, una caja negra para la uva chilena” efectuó una disección de lo que fue la temporada 2021/22 y dio luces de cómo superar una situación actual compleja, por sobre los lamentos.
La última temporada de la uva estuvo conformada por dos realidades, dice Christian Corssen, gerente general de la Compañía Frutera Santa María. La primera fue lo que se embarcó hasta la semana seis del año, período en que la oferta fue inferior a la demanda y en el cual el 72% de nuestra fruta enviada hasta ese momento se fue a EE.UU. sin grandes problemas logísticos, con precios promedio mejores a los de 2020/21.
No obstante, los problemas se reflejaron en la segunda parte: a partir de la semana siete en adelante comenzó uno de los peores momentos registrados para la uva de mesa chilena. El ejecutivo de Frutera Santa María señala que esta segunda realidad estuvo afectada por muchos factores: el atraso logístico de Perú traslapó su fruta con la chilena; la guerra ruso-ucraniana subió el precio del petróleo, afectó la economía europea y atochó los puertos norteamericanos por el desvío de cítricos a este destino; el Covid en China demoró la logística y cerró ciudades, reduciendo el consumo.
Christian Corssen, gerente general de la Compañía Frutera Santa María: “Debemos ser capaces de reinventarnos y entregar al mercado lo que quiere”
De acuerdo a Corssen, es urgente tomar acciones para no repetir los resultados de la última temporada y recuperar el prestigio de la uva chilena en Estados Unidos, su mercado principal. Un objetivo de la presente temporada debe ser demostrar que hubo una situación coyuntural y que sí somos capaces de entregar un buen producto. Debemos ser capaces de reinventarnos y entregar al mercado lo que quiere.
Se trata de un desafío mayor pues mucha de la uva que llegó al mercado estadounidense lo hizo en malas condiciones. “Se estima que en Estados Unidos se botaron entre 3 y 4 millones de cajas de uva chilena”, indica. En resumen, “hubo mayores costos y muy malos resultados”.
Además, se confirmó que algunas variedades ya no son competitivas. “Se estima que un valor FOB de 14 dólares es lo requerido para que los productores puedan sobrevivir. Hubo variedades que se ubicaron bajo los 10 dólares FOB, donde todo indica la existencia de un problema estructural: la Red Globe tardía, la Sable de media estación en China, las Perlon de febrero y marzo, la Flame (que se salvó en enero debido a la poca disponibilidad de uva en EE.UU.), Crimson y Timco en marzo y abril”, ejemplifica.
Agrega que en la última temporada quedamos con un problema de imagen de nuestra fruta en EE.UU. «Algunos retailers dijeron a nuestros recibidores que ojalá pudieran hacer la temporada completa con fruta peruana», remarca. Esto, además, en un contexto en que las proyecciones indican que en su próxima campaña Perú superará a Chile como el mayor exportador de uva de mesa del hemisferio sur.
Corssen llama a entender bien los problemas que se sufrieron en la última temporada para prevenirlos o evitar repetirlos.
Por una parte, señala, la congestión de Los Ángeles, California, hizo que Perú embarcara más hacia la Costa Este, principal destino de la uva chilena, incrementando la congestión y la competencia. Por otro lado, los puertos chilenos estuvieron con menos personal, lo que se tradujo en una operación más lenta. Ante esto, mucha de la fruta de la zona central se cargó en los distantes puertos de Caldera, Coquimbo y hasta San Vicente, con la consiguiente demora en los trayectos de transporte terrestre, a lo que se agregó un déficit de choferes.
La fruta entonces estuvo mayor tiempo en frío y al llegar a EE.UU. la capacidad de fumigación era insuficiente para atender rápidamente todo el volumen. Asimismo, faltaba espacio en cámaras de baja temperatura para la fruta ya fumigada. Esto, en un contexto en que los barcos interrumpen la cadena de frío para preparar la uva para la fumigación en puerto, tratamiento por el que la uva debió aguardar hasta 15 días. De tal manera, al llegar a los recibidores, existían serios problemas de condición, haciendo difícil su venta.
Por si fuera poco, buena parte de la fruta llegó después del Marketing Order, cuando empiezan a regir mayores exigencias a la fruta importada en EE.UU. «El último barco cámara arribó a fines de mayo, la uva quedó disponible recién en junio, cuando ya México había hecho ingreso al mercado», dice Corssen.
Un problema estructural de la uva chilena, agrega, es que justamente está muy concentrada en la fruta tardía, por lo cual gran parte de los volúmenes estuvieron sujetos a la dura realidad que se inició en la semana siete.
ACCIONES PARA LA REINVENCIÓN
En la temporada que se inicia, constata el ejecutivo, habrán desafíos de nueva naturaleza, como las débiles expectativas de la economía mundial. «La inflación, los bajos pronósticos de crecimiento y el menor poder adquisitivo, probablemente harán que los consumidores elijan frutas más baratas», vaticina. «Al mismo tiempo nuestros insumos continuarán a precios altos».
La buena noticia es que la uva ha subido en las preferencias de los consumidores, ubicándose entre las favoritas, en tercer lugar junto a las manzanas.
¿Qué hacer ante este escenario? Corssen presentó algunas ideas de acción para revertir esta crisis:
1. Publicidad y márketing: Las promociones en la segunda parte de la temporada resultan fundamentales para mover los grandes volúmenes de fruta.
2. Foco en producto atractivo: Dejar de enviar a Estados Unidos uva ámbar, fruta de tamaño insuficiente (mediana), variedades tradicionales que nadie quiere (incluida la Thompson de guarda). Ofrecer lo que piden los consumidores.
3. Calidad: Garantizar una buena condición de la fruta, redoblando los esfuerzos para superar los temas logísticos, como ya se está haciendo.
4. Diversificación: Mantener la diversificación de mercados teniendo consciencia de que existe competencia toda la temporada.
5. Comercio electrónico: Generar una estrategia de promoción especial en e-commerce para homologar la compra presencial impulsiva.
6. Sabor: Sacar partido del mejor sabor de la uva chilena respecto de la peruana.
7. System Approach: Implementar rápidamente este sistema, en cuanto den la partida (a fines de temporada en el mejor de los casos).
8. Planificar y coordinar: Manejar la información, planificar con tiempo, anticiparse a lo que viene, coordinarse entre todos los actores de la industria.
9. No repetir los errores del año pasado.