Futura Farms apuesta por el cáñamo y sus miles de usos
Debido a su versatilidad, el cáñamo ha ido ganando protagonismo en todo el planeta. También esto ocurre en Perú, donde los responsables de la empresa local Futura Farms están empeñados en investigar a fondo todo lo relacionado con esta planta, con el objetivo de instaurar en el país una industria que abarque toda la cadena, desde la instalación del cultivo, hasta la elaboración de productos con valor agregado y con un alto grado de innovación.
Hace aproximadamente un año, Erick Schroth y Jose Ignacio Escalante decidieron que la amistad que mantenían de larga data escalara a otro nivel, a la de una asociación de un proyecto ambicioso relacionado, en un inicio, a la producción de cannabis para uso medicinal. Erick venía de estar vinculado a una empresa internacional de producción de cannabis y tenía toda la experiencia para armar el negocio en Perú, en momentos en que ya se discutía la apertura legal de la producción de este cultivo.
Tras hacer algunas indagaciones preliminares, notaron que había muchos jugadores esperando ingresar al Perú para hacer prácticamente lo mismo: desarrollar una oferta de cannabis medicinal, con poco margen de diferenciación, basada en Cannabis sativa. “Nos dimos cuenta que si bien el cannabis es una planta que tiene muchas propiedades medicinales, también tiene otras en el ámbito industrial. En octubre del 2019 es cuando hacemos el pivote hacia el cáñamo industrial y empezamos a asociarnos con universidades y empresas, para investigar sobre la producción de papel, alimentos, textiles, bioplástico, materiales de construcción y otros productos”, explica José Ignacio Escalante, CEO de Futura Farms.
En efecto, el universo productivo del cannabis es mucho más amplio con el cáñamo o hemp, que tiene menos del 1% de tetrahidrocannabinol (THC), el cannabinoide que provoca el efecto psicoactivo en las personas. Su desarrollo genético en el mundo ha permitido que se moldee para la obtención de materia prima, sea semillas para alimentos, aceite, fibra o celulosa. “A través de las investigaciones que hemos iniciado con el cáñamo, esperamos crear la cultura y costumbre por el uso de este cultivo, así como la formación de profesionales, para que esta industria se desarrolle en los próximos cinco años en el Perú”, adelanta el gerente de operaciones, Erick Schroth.
UN CULTIVO MILENARIO
El cáñamo no es un cultivo ajeno a la historia de la humanidad, pues ya se usaba para construir las velas de la nave de Cristobal Colón o en las sogas de los buques de la segunda guerra mundial. Incluso, algunas investigaciones científicas, han encontrado tejidos de cáñamo con más de 4.000 años de antigüedad en China. Todo ello pasó al olvido cuando el gobierno de EE UU estableció a inicios de 1900 prohibiciones al cannabis, específicamente, cuando se aprobó la Ley de impuestos a la Marihuana (Marihuana Tax Act, en inglés) y en 1979 fue incluida en la Ley de Sustancias Controladas. “Hemos nacido con una prohibición establecida, con el tabú hacia el cáñamo. Los sucesos en la industria de la salud han permitido desempolvar toda una industria que ya existía y reactivarla, aprovechando todas la tendencias industriales que buscan el cuidado del medioambiente”, explica Schroth. Con el marco legal actual es posible el cultivo y producción de cannabis en el país, aunque solo para uso medicinal y terapéutico. Este es un trabajo pendiente para Futura Farms que mantiene reuniones con las autoridades del sector para que los usos incluyan el industrial. Un punto que quedó claro en la reglamentación que dictó el Minagri en el 2019, sobre la fiscalización de los cultivos de la planta de cannabis, es que aquellas con menos de 1% de THC, es decir, el cáñamo, no serán fiscalizadas, como si ocurrirá con los campos donde se instalen Cannabis sativa para uso medicinal.
INVESTIGACIONES CON UNIVERSIDADES Y EMPRESAS
A la espera que se destrabe el tema regulatorio, Futura Farms ha establecido alianzas para investigar el cultivo y sus posibles productos con universidades y empresas locales, como la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), la Universidad de Tecnología e Ingeniería (UTEC), la Universidad Peruana Cayetano Heredia, la Universidad de Ciencias Aplicadas (UPC) y dos empresas ligadas al sector textil.
En base a ello, a través del trabajo universitario, se podrá determinar el tipo de cáñamo que se cultivará, su manejo y en qué zona económica del país se instalará la operación agrícola. Con las otras entidades se conocerá cuáles serán los productos que podrán fabricar. Si bien tienen muchos desarrollos en mente, Schroth precisa que los principales focos serán el bioplástico, la pulpa para papel, los textiles y los alimentos nutritivos. Sin embargo, lo que sí tienen claro los responsables de la firma, es que no venderán materia prima, sino productos innovadores.
PRODUCCIÓN EN CAMPO
El cáñamo es una planta de un tallo largo que puede alcanzar hasta los 5 metros de altura. Estos tallos contienen una fibra dura, además de contar con pocas ramas y apenas presentar flores. Su semilla contiene un alto valor nutricional y se trata de un producto no perecible. Para Erick Schroth, el Perú tiene las condiciones climáticas y geográficas adecuadas para la producción de cáñamo, con la opción de convertirse en uno de los principales productores del mundo.
“Existe una industria genética que se desarrolló en los últimos 15 o 10 años basado en el cannabis. En el caso del cáñamo hay variedades que tienen 0% de THC. Parte de nuestro proyecto de investigación es tropicalizar especies y ver cuáles son las mejores zonas del país donde se podrá cultivar esta planta”, sostiene. Para ello, están trabajando con algunos tesistas de la UNALM, con el fin de tener claro las diferentes variables: zona geográfica, consumo de agua, tipo de suelo, disponibilidad de mano de obra y otras necesidades del cáñamo para su instalación en el país.
“Como Futura Farms, creemos que nuestro diferencial estará en la productividad que se conseguirá en la planta. La expectativa es que sean tres cultivos al año versus uno o dos que se logran actualmente en el hemisferio norte. Solamente, tomando esa variable en consideración, ya se estaría triplicando la productividad en el Perú con relación al resto. De esta manera, podremos mostrar a las autoridades que este es un cultivo económicamente viable, con bajo riesgo desde el punto de vista de drogas”, explica Raúl Injoque, vice presidente ejecutivo de Investigación de Futura Farms.
EL MANEJO AGRONÓMICO DEPENDERÁ DE SU USO
En general, y en base a lo que se observa en los países productores, el manejo agronómico dependerá del uso que se le dará al cultivo. Por ejemplo, este necesitará de más o menos luz si lo que se pretende es producir flor o más tallo. Igualmente, el uso final es un factor determinante a la hora de definir el número de hectáreas que se necesitarán, ya que si es solo para semilla, apenas se requerirán 2 o 3 ha. Sin embargo, para ingresar al negocio de la pulpa de papel se necesitán entre 1,000 y 2,000 ha. Hoy, según cuentan los responsables, apostarán por ambos desarrollos.
Por lo pronto, aún no han importado semillas para hacer las investigaciones del cultivo. Actualmente, estas solo se pueden ingresar a través de EE UU y Colombia, aunque en Future Farms han identificado otras variedades de interés de la empresa que se desarrollan en China, y que ya se cultivan en Uruguay y Colombia. La expectativa es poder traer semillas de otros lugares, además de China, como son Francia, Canadá, Europa del Este, Australia y Uruguay. Incluso en Chile ya existe un banco de semillas de 3 ha. “Se podría importar una genética exclusiva para proteína, y la biomasa restante se podría destinar a otra industria, aunque el rendimiento no será tan alto. También se podría tener un cultivo dual, para desarrollar tanto semilla como tallo y, si bien no se tendrá tanto rendimiento de semilla, se elevará el rendimiento de fibra”, comenta el gerente de operaciones.
Si bien la idea es tener una operación propia, los responsables de Future Farms no descartan tercerizar el cultivo entre pequeños productores que se ubiquen cerca de la operación. “El agricultor independiente podrá participar de este cultivo, sin mayor riesgo, porque es relativamente sencillo”, sostiene Schroth. Adicionalmente, otra de sus ventajas es que, como el cultivo fue dejado de lado por tanto tiempo, no existen muchas enfermedades que compliquen su manejo en la actualidad. Además, el cannabinoide y el terpeno ahuyentarían a los insectos plaga.
DIVERSIFICADO DESARROLLO INDUSTRIAL
Mecanización del cultivo
Tradicionalmente, el cáñamo cuenta con una proceso manual de producción en campo, pero ya existen algunas empresas globales que se están especializando y ya han lanzado, por ejemplo, algunos modelos de tractores cosechadores. Erick Schroth explica que es necesario la adaptación de los equipos y maquinarias, porque es una planta más dura que el tallo del maíz o del trigo. “Es un cultivo que a lo largo de su historia se ha trabajado de manera manual, pero por su intensidad va a tener que mecanizarse”, pronostica.
Mercado de cáñamo
El mercado legal de cannabis en los EE UU y Canadá podría alcanzar en el 2027 un tamaño de US$47,300 millones. En el marco de una nueva ley agrícola de 2018, el gobierno de EE UU permitió de nuevo la producción de esta especie de cáñamo. De modo que los agricultores pueden ahora cultivar la planta a gran escala. La semilla, como complemento nutricional, es mejor cotizada que el resto de productos basados en el cáñamo. Empresas como BMW, utiliza el cáñamo en sus paneles de puertas de los automóviles.
Investigación en el área medicinal
Debido a que en un inicio el foco estuvo centrado en el tema de la salud, se encargaron investigaciones a las universidades Cayetano Heredia y la UPC, sobre el uso medicinal del cannabis. Una de ellas se centró en conocer la demanda y oferta del consumidor peruano, incluyendo en las indagaciones la situación del mercado informal de venta de cannabiol. Estos estudios aún están en proceso, pero se espera tenerlos listos este año.
Cannabiz. Summit LIMA2020
Aun en reprogramación como consecuencia de las disposiciones del Gobierno Peruano por el Covid-19, la empresa proyecta que en los próximos meses se realizará el primer encuentro en Perú de expertos, para analizar sobre el negocio del cáñamo.
La gran ventaja del cáñamo es que es un cultivo multipropósito, tal como ocurre con el bambú, la caña de azúcar o el algodón. Erick Schroth estima que con el cáñamo se pueden obtener alrededor de 20,000 productos diferentes, sobre todo porque algunas materias primas se pueden reemplazar con el cáñamo. Por ejemplo, el pino que se destina a la fabricación de tableros de densidad media (MDF) para muebles, se podría reemplazar por el núcleo de la planta molida del cáñamo. En tanto, la semilla se puede destinar al consumo humano o animal, mientras que el aceite sirve para usos nutricionales o para la producción de barnices o pinturas. Incluso, parte del tallo sirve en la elaboración de ladrillos o adobes, para construir casas. Su ventaja es que el material mantiene en la noche las temperaturas cálidas del día y esto sería de gran ayuda en las zonas altoandinas peruanas, donde suelen afrontar friajes.
“Actualmente, existen industrias en Rusia, que fabrican pinturas en base al aceite de cáñamo; en China y Europa del Este lo utilizan en la industria textil; en Canadá hacen semilla para alimento humano; y en Francia se construyen casas con cáñamo. Entonces, es una industria que ya está despegando, pero aún no en Sudamérica”, sostiene el gerente de operaciones.
Con la UTEC se trabaja el desarrollo de dos productos: el bioplástico y el grafeno. Teniendo la meta mundial de reducir el uso del plástico, el producto basado en cáñamo resalta por ser biodegradable y, por ende, es eco amigable y sostenible. En tanto, el grafeno que se elabora a partir del carbono es muy utilizado en la industria de la comunicación (móviles, computadoras, etc), pero resulta muy caro y contaminante. Entonces, de ser un material sintético que daña el medio ambiente, pasaría a ser un grafeno vegetal si se utiliza la fibra de cáñamo. Otras investigaciones buscan probar las formulaciones para la producción de pulpa de papel y tableros MDF, entre otros.
UNA OPORTUNIDAD PARA EL PERÚ
Raúl Injoque afirma que el cannabis medicinal resulta la punta del iceberg de toda una industria rentable que podría mover la economía local. “Colombia ya está avanzando, estamos en un punto donde las inversiones pueden venir al Perú, porque tenemos buenas condiciones climáticas, ya que nuestra costa es un invernadero perfecto. Si las condiciones no se dan en el siguiente año, los capitales se van a ir a otros países. Nosotros estamos diseñando esto, para manejarlo de una manera industrial y que tenga un impacto social en la zona de desarrollo”, indica. Según refiere, Colombia ha recibido desde enero del 2018 inversiones cercanas a los US$ 360 millones por la producción de cáñamo.
José Ignacio Escalante no duda en que esta industria generará muchos beneficios económicos al país, sobre todo, en la coyuntura actual en que la pandemia del Covid-19 ocasionará que nuestra economía salga golpeada. Recalca que es una industria que generará muchos empleos, pero no de baja experiencia, sino de mano de obra calificada. Adicionalmente, agrega que la filosofía de la empresa es promover la economía circular, debido a que el cáñamo, o hemp, es un recurso natural con atributos que generan un impacto positivo en el medio ambiente y nuestra sociedad.