Renato Manrique

EL DISPAR ESCENARIO DE LOS CULTIVOS TRADICIONALES

Café: Perú es el principal exportador mundial de café orgánico y la calidad de estos (sobre todo de los cafés especiales) es reconocida a nivel global. Para la campaña 2020/21 se había pronosticado antes del inicio de esta, una producción de 4.45 millones de sacos de 60 kg cada uno. Ese dato significaba una reducción de un 2% respecto a la temporada anterior. De esos, 4.27 millones se destinan a la exportación, un 2% que la campaña pasada.

Las exportaciones las últimas campañas han rondado los US$270 millones y el principal destino del café orgánico peruano es EE UU, que concentra un 25% de los envíos. De hecho, los datos de 2018 revelan que solo a ese mercado se exportaron U$67.5 millones.

Cacao: Hoy por hoy, Perú es el segundo productor de cacao orgánico en el mundo, cuya calidad es reconocida internacionalmente. De acuerdo con la Organización Internacional del Cacao (ICCO), el 75% de las exportaciones peruanas corresponden a cacao fino y de aroma, siendo un atributo diferenciador ante otros tipos de cacao. De la misma manera, el 90 % de la producción de cacao y sus preparaciones se destina a la exportación, principalmente a EE UU y Europa.

Quinua: La quinua orgánica ha incrementado su participación desde 2017, cuando se exportó un 38.2% del total. Esa cifra subió a 39% en 2018 y a 44% en 2019. Los precios del producto ecológico han vivido vaivenes en el último tiempo. En 2017 fueron de US$2.6/kg, que subieron a US$2.7/kg en 2018 y a US$3.1/kg en 2019. A su vez, los precios de la quinua convencional se han mantenido entre los US$2.1 y US$2.5/kg. Según una información de Fresh Fruit Perú, “la quinua orgánica resulta muy atractiva para mercados como el de EE UU”. Prueba de ello es que en 2019 importó 16,011 toneladas, un 60% de ello fue orgánico. Este cereal también crece con fuerza en Canadá.

SE MANTIENE DEMANDA DE BANANO ORGÁNICO

El banano orgánico peruano tiene a Europa como su principal mercado. Al respecto, Jhon Jairo Mendoza, gerente general de la Cooperativa CADEPOS y consultor agrícola señala que para este año se ha contado con una demanda alta de banano orgánico, a pesar de la pandemia Covid-19, aunque estadísticamente hasta el periodo enero-junio 2020 se refleja una disminución en las exportaciones del 2.9% con respecto al mismo periodo 2019. Sin embargo, esa disminución no es referente al Covid-19, sino a las bajas temperaturas que ha habido esta campaña y que han hecho mermar la producción.

“Si observamos los datos estadísticos, el 2018 fue de los mejores años de exportación (valores FOB), coincidiendo aún con precios más altos por caja en ese año, en relación a los que se obtuvieron en 2019 y los que se están obteniendo este año. En estos últimos años, hay una presión comercial hacía la baja del precio de caja del banano orgánico. Lo rescatable es que el precio Fairtrade se ha mantenido”, explica.

Si bien cada año los importadores están generando una presión constante hacía la baja del precio de banano orgánico, Mendoza dice que actualmente el precio mínimo Exwork Fairtrade establecido es de $ 8,95/caja, en tanto una caja orgánica oscila entre $ 7,70/caja; el precio mínimo FOB Fairtrade es de $ 12,35/caja, en tanto una caja orgánica oscila entre $ 11,50/caja.

“Se apunta mucho hacia Europa porque nos da la ventaja de participar con cajas tipo Fairtrade, el cual tiene establecido un precio mínimo de pago por caja y retribuye un dólar por caja exportada”, explica Mendoza, aunque el gran reto es llegar al mercado asiático, principalmente a Japón y Corea del Sur, que hasta junio de este año han participado con el 8% de las exportaciones.

Un sector heterogéneo: El sector bananero hay que dividirlo en tres bloques: El primero de ellos, con productores pequeños, que tienen una hectárea de promedio y que no logran superar las 1,500 cajas/ha/año. El segundo son los medianos (sobre 15 ha), que pueden acceder a algunas tecnologías y que producen unas 2,000 cajas/ha/año. A ellos se suman los grandes productores (sobre 50 ha), con acceso a tecnología e infraestructura tecnificada, cuya productividad está por sobre las 2,000 cajas/ha/año.

La tecnificación es un desafío prioritario para un sector. Mendoza grafica lo anterior diciendo que el objetivo es trabajar con agricultura de precisión, riego tecnificado, infraestructura que disminuya el costo cosecha y poscosecha. Un objetivo de esta industria es aumentar el uso de  organismos biológicos de control, para disminuir la presión de plagas y enfermedades que actualmente afectan la productividad del banano. “También hacerlas accesibles a un menor costo”, sostiene, sobre todo para el control de mancha roja, la principal enfermedad que afecta al cultivo en Piura y Tumbes. No es la única, porque también los huertos sufren los daños de Erwinea, una bacteria que afecta el buen funcionamiento fisiológico de la planta y disminuye drásticamente su productividad. “Actualmente se controlan con manejo de labores agrícolas y controladores microbiológicos”, expresa Mendoza.

PALTA ORGÁNICA, ALTERNATIVA PARA LOS MERCADOS

Una de las empresas agroexportadoras que viene impulsando con fuerza la producción de productos orgánicos es Agrícola Cerro Prieto (ACP). En ese sentido, Diego Acosta, Gerente Comercial de la compañía, dice que es importante resaltar la tendencia muy marcada que se está viendo en varios países del mundo hacia un consumo de alimentos más saludables, la cual viene de la mano de una disposición a pagar un precio más alto por los mismos. “Cada vez más de ellos (importadores y retailers) están incluyendo la opción orgánica en su oferta, por lo que queremos estar en capacidad de atenderlos con esta también”, sostiene.

Hoy en día, alrededor de un 10% de la producción de paltas de ACP es orgánica, porcentaje que aumentará en 2021, porque entrarán en producción las superficies de paltos más jóvenes. tienen alrededor de un 10% de palta orgánica de la producción de palto total. Hoy, la firma posee 207 ha de paltos Hass orgánicos, la mayoría de ellos sobre un patrón Zutano. Todo el crecimiento en esta forma de producción está dada por la demanda semanal que haya de este producto. “Al ser todavía un producto relativamente de nicho, existe un límite en la capacidad de absorción de los mercados para mantener precios atractivos”.

Retos productivos y comerciales: A raíz del Covid-19, esta ha sido una campaña llena de desafíos. “Desde el punto de vista productivo, ha sido todo un reto poder cosechar el gran volumen que hemos tenido (más de 36 millones de kilos, entre palto convencional y orgánico) por las restricciones de movilización, protocolos sanitarios y procedimientos que se han tenido que instaurar para poder operar cuidando la salud de todos nuestros colaboradores”, explica.

La demanda de la palta no se vio demasiado afectada “lo cual es una buena señal para la categoría”, subraya y añade que sí fue todo un desafío adaptarse al ajuste en los canales de comercialización. “El ‘retail’ ha mantenido buenos niveles de ventas en Europa, EE UU y Asia, pero las cuarentenas y restricciones de comercios han golpeado mucho a sectores como el ‘food service’ y los mayoristas”, añade. Ya pensando en 2021, Acosta pronostica unas 40,000 toneladas, de las cuales 8,000 serán orgánicas.

Puntualiza que un fuerte trabajo de promociones conjuntas por parte de los importadores, los retailers y el PAC (Peruvian Avocado Commission), ha logrado impulsar el consumo de palta orgánica peruana. “Este es un esfuerzo que debe realizarse todos los años”, subraya.

En cuanto a precios de exportación, estos han fluctuado entre los $2.50 y $4.50 /kg dependiendo de la semana. “En general, estos precios se encuentran por debajo de los de la palta orgánica obtenidos en el 2019”, precisa.

Desarrollo de mercados: En esa línea, señala que tienen como reto comercial, no sólo como ACP, sino toda la industria, el de seguir desarrollando nuevos mercados y terminar de consolidar a la palta peruana como una fruta ‘premium’ en los mercados de exportación. La consolidación en el mercado norteamericano viene siendo un reto más grande debido a la fuerza de las producciones locales (de California) y también de México”. Otro gran reto es China. “Si llegaran a los niveles de consumo de Japón o Corea del Sur, el potencial sería enorme”, remarca.

ARÁNDANO ORGÁNICO, VENTANA CON BUENOS PRECIOS

Otro de los cultivos orgánicos que viene impulsando ACP es el arándano, cuyo 80% de su producción es producida bajo esta técnica agronómica. El gerente general de la empresa, Alfredo Lira explica que decidieron incursionar con este tipo de oferta porque querían diferenciarse del resto de la industria, “asumimos el reto de abastecer el mercado de arándanos orgánicos en la ventana de Perú. Además, por el premio en el precio que es de alrededor del 35% mayor al convencional”.

El panorama hoy es distinto, sobre todo porque hay un buen número de empresas produciendo arándanos orgánicos el país y también en Chile. Pero, ¿hay posibilidades de crecimiento? “Muchas”, afirma y, para ello es que han decidido la instalación de nuevas variedades, más productivas.

Hoy esta empresa trabaja en investigar y desarrollar las fuentes de fertilización orgánica que es el mayor de los retos, además, de tener un control de plagas y enfermedades orgánicos. “Para esto, nos hemos aliado con la empresa norteamericana HELIAE que ha puesto a disposición nuestra sus laboratorios para la investigación y desarrollo de estos temas”, cuenta.

ACP tiene actualmente cerca de 1,000 ha en producción, una buena parte con vareidades como Ventura y Biloxi, otra con variedades nuevas y un área con dos variedades de Hortifrut, firma con la que tienen una alianza.

Mercados: “En nuestra ventana siempre los precios del orgánico estuvieron por encima del convencional en aproximadamente 35%. Este precio lo aceptan los clientes que quieren comer fruta saludable y orgánica, pero el mercado es limitado y hay que entenderlo así”, comenta Lira. “Debemos prepararnos para un ‘ajustón’ de precios”, advierte, sobre todo porque la demanda está creciendo más lento que la oferta peruana.

POTENCIAL DE LA FRUTICULTURA ORGÁNICA

“En agricultura orgánica, la diferencia la hace la especie, incluso las variedades que se cultivan”, sostiene José Antonio Benavente, asesor, especialista en agricultura orgánica y gerente general de Nova Terra. Y, si bien señala que la producción orgánica nacional va por buen camino, “debe seguir creciendo con especies y productos rentables”. Añade que, tras 20 años trabajando en producción orgánica aún queda mucho por hacer en poscosecha y en Perú, hay grandes retos en temas de manejo en campo.

Como ejemplo, sostiene que el crecimiento del arándano orgánico, aunque señala que debiera ser sobre la base de nuevo material genético. “Ya es tiempo de comenzar a renovar variedades”, advierte. Puntualiza que la calidad de arribo del arándano nacional es buena, pero aún hay aspectos por mejorar. “Los precios la campaña pasada en EE UU abrieron entre US$30 y US$35 por cajas de 2 kg, estas han bajado y abrieron entre US$20 y US$25”, precisa y proyecta que en el futuro los precios serán similares a la fruta convencional. En 2018/19, las ventas de arándanos orgánicos peruanos llegaron a US$28 millones, mientras que en la 2019/20 fueron por U$55 millones.

En uvas orgánicas, Benavente cuenta que en EE UU los precios por la uva orgánica estuvieron del orden de los U$ 50/caja, pero la mala condición climática y por problemas de lluvia de Lima al sur, se perdió un 30% de la fruta. Estima que hoy en día en Perú hay unas 100 ha de uvas orgánicas, básicamente de las variedades Sweet Celebration, Red Globe, Crimson, siendo el total aproximado a la fecha de 100 ha.

En mangos, sostiene que Ecuador estuvo con buenos precios, pero después Perú entró con mucho volumen. Cuando el mango convencional baja de valor también arrastra al orgánico”. Y agrega que de cara a la nueva campaña se debe exportar menos volumen y solo los calibres que pide el mercado. En cambio, los precios de la palta orgánica sí estuvieron bien en EE UU, sobre un mercado que a inicios de septiembre estaba pagando US$30 por una caja de 11 kg.