“Nos seguimos consolidando como un importante comercializador de paltas en Perú”
En un año atípico y complicado, Westfalia Perú logró exportar paltas en diez meses del año y están trabajando en el objetivo de enviar fruta los doce meses. Para conseguirlo, vienen evaluando campos experimentales que plantaron en diferentes regiones. Asímismo, también están observando el comportamiento de dos variedades: GEM® y Carmen. De la primera, ya hay campos semi comerciales en Perú, mientras que de la segunda están testeándola en diferentes regiones, y el inicio de las plantaciones comerciales dependerá de estos resultados.
Para nadie en el sector agroexportador es un secreto que la campaña 2020 estuvo llena de desafíos. Además de las complicaciones generadas por la pandemia y el estado de emergencia impuesto en nuestro país, se sumaron otros factores externos, como un mayor volumen de producción de palta en California, México y Sudáfrica y un retraso en el inicio de la temporada de palta peruana, donde mucha fruta no alcanzó los porcentajes adecuados de materia seca.
“A pesar de todos estos retos, pudimos vender toda nuestra producción obteniendo precios aceptables para nuestros productores, gracias a nuestra diversificada red de canales de venta en cuatro continentes y el apoyo comercial de las empresas hermanas del grupo Westfalia Fruit, con presencia de servicio ‘retail’ alrededor de Europa y Estados Unidos”, indica Omar Díaz, gerente general de Westfalia Perú.
El primer obstáculo por superar apenas iniciaba la pandemia de la Covid-19 fue la cuarentena, la cual causó efecto en las cosechas en algunas regiones del Perú. Por ejemplo, en ciertas zonas de la sierra, la entrada de personas de otras regiones estaba prohibida para reducir el riesgo de posibles infecciones. Sin embargo, Westfalia Perú superó rápidamente estos inconvenientes aplicando todos los protocolos de bioseguridad y coordinando con las comunidades de las zonas que fueron afectadas.
“Desde el punto de vista comercial, no observamos un impacto significativo en el consumo global. En algunos países el consumo aumentó y pudo absorber la mayor producción global de fruta durante la temporada de cosecha de Perú. Sin embargo, sí hubo un cambio en los canales de venta. Las ventas al canal ‘food service’ se redujeron considerablemente, pero ello fue compensado por un mayor volumen de venta en el sector ‘retail’”, sostiene Díaz.
Esta circunstancia también generó un cambio en la demanda de calibres de la fruta. En este sentido, se redujo la demanda de los calibres grandes que normalmente compra el canal ‘food service’ y aumentó la demanda de los calibres intermedios, que son los preferidos por el canal ‘retail’. Incluso en EE.UU. se observó un incremento en la demanda de presentaciones en mallas, “porque el consumidor prefería consumir fruta que no había sido manipulada por otras personas”, precisa el gerente de Westfalia Perú.
El ejecutivo comenta que los precios sí sufrieron un impacto por la mayor oferta, pero el resultado final fue favorable para las empresas que desplegaron una adecuada estrategia comercial. “En nuestro caso, la prioridad es vender el mayor volumen en programas con supermercados y otros canales especializados en la comercialización de palta en diferentes partes del mundo. Este trabajo no se desarrolla en un solo año, es un trabajo basado en la confianza construida año a año, y para esto es muy importante el cumplimiento de programas acordados, asegurar una óptima calidad de fruta cumpliendo altos estándares de calidad, realizando buenas prácticas agrícolas en campo, y trabajando responsablemente en el aspecto social y ambiental”, explica.
OBJETIVO: 10 MESES DE EXPORTACIÓN CON GRANDES VOLÚMENES
Uno de los grandes retos del sector paltero en Perú es extender la ventana productiva y comercial. Omar Díaz cuenta que Westfalia Perú ya consiguió exportar durante diez meses en la campaña 2020, pero especifica que el mayor volumen zarpó de nuestras costas en siete de esos diez meses. “Estamos trabajando con nuestro equipo y con nuestros productores para incrementar el área plantada en algunas regiones donde necesitamos incrementar nuestro volumen de producción”, informa Díaz. “Pienso que, con el trabajo que estamos realizando, en el mediano plazo sí será posible exportar volúmenes importantes durante diez meses al año, y en el largo plazo lograremos exportar los doce meses del año. Nuestro equipo de I+D se encuentra trabajando en este objetivo”.
Las regiones donde se puede incrementar ese volumen de producción se encuentran, sobre todo, en la sierra, donde están surgiendo nuevas áreas agrícolas destinadas a sembrar palta. “Hay mucho trabajo por hacer en la sierra, donde actualmente la gran mayoría de plantaciones se realizan con plantas convencionales. Desde hace algunos años estamos introduciendo la plantación de portainjertos clonales con el uso de camellones, y los resultados son sustancialmente mejores en el incremento de la productividad y tamaño de la fruta, consiguiendo un mayor porcentaje de los calibres preferidos por el mercado”, expone Díaz.
Para atender a esta zona, Westfalia cuenta con dos viveros en Ayacucho y Cusco, que les permiten proveer de plantas de buena calidad a sus productores. Éstos, en su mayoría son pequeños productores que manejan superficies entre una y diez hectáreas, lo cual dificulta la implementación de tecnología que permita hacer más eficiente el manejo del cultivo o la optimización de mano de obra. “En algunos casos, por ejemplo, no se puede implementar la cosecha con bins porque no cuentan con caminos internos por donde pueda circular el carrito porta bins. En las parcelas pequeñas también se dificulta y eleva el costo de instalación de sistemas de riego por goteo de bajo caudal que permitan hacer un riego y fertilización frecuentes y uniforme en todo el campo”, explica.
A pesar de estas dificultades, Díaz reconoce el compromiso de los productores, quienes realizan un gran esfuerzo para brindar a la planta los nutrientes que necesita para producir una fruta de buena calidad, realizando buenas prácticas agrícolas y siendo social y medioambientalmente sostenibles.
EL APORTE DE LOS PORTAINJERTOS CLONALES
Desde hace algunos años, Westfalia apuesta por la introducción de la tecnología de propagación clonal en el Perú. Tras diferentes ensayos, confirmaron que con las plantas clonales se logra un mayor crecimiento radicular, una mayor vida productiva, las plantas son más uniformes e incluso pueden tolerar Phytophthora y son más productivas.
“Estamos convencidos de que los plantones de propagación clonal tienen muchas ventajas competitivas frente a las plantas de propagación convencional, y por este motivo venimos incrementando nuestro volumen de producción año a año. Las plantas que producimos las vendemos preferentemente a nuestros productores, quienes nos proveen de palta para exportación. Iniciamos con la plantación de plantas clonales en la costa y ahora estamos introduciendo estas plantas en la sierra. Estamos muy satisfechos con los resultados”, apunta Díaz. De hecho, ya otras empresas, además de Westfalia Perú, se han sumado a utilizar esta tecnología de propagación.
Actualmente, en Perú hemos desarrollado campos comerciales en conjunto con nuestros productores con la variedad GEM®, con la finalidad de lograr cosechas más tardías. La variedad Carmen aún la tenemos en evaluación en algunas regiones, con el objetivo de comenzar con la plantación de huertos comerciales. Ambas variedades son administradas por Brokaw Nursery”, anuncia Omar Díaz.
Para la temporada 2021, Westfalia Perú planea un crecimiento en volumen de un 10%. “Comercialmente seguiremos consolidando e incrementando nuestras alianzas con los supermercados y oficinas de marketing con los que trabajamos en diferentes países en el mundo”, comenta Díaz. “Además, iniciaremos la construcción de nuestro propio packing de proceso en el sur del país, el cual esperamos tener listo para iniciar operaciones a inicios del 2022”, proyecta.
MIRADA HACIA EL FUTURO
El año pasado, la industria de la palta peruana tuvo un incremento de 26% respecto a las exportaciones del año 2019, y para el 2021 se proyecta un crecimiento de alrededor de 10%. Actualmente, en nuestro país hay plantadas cerca de 41,000 hectáreas de palta Hass, y se espera que en los próximos años la exportación supere las 500,000 toneladas por año. ¿Está alcanzando su ‘techo’ este cultivo? “No podemos hablar de un techo definido, pues los mercados y el volumen de demanda cambian en un periodo de tiempo”, responde y añade que, si se continúa invirtiendo en promocionar los beneficios para la salud humana que supone el consumo de palta Hass, la demanda continuará creciendo. “Al mismo tiempo, si revisamos las plantaciones que se realizan todos los años en diferentes países, la oferta también seguirá creciendo, dando como resultado periodos de mayor presión sobre los precios por lo que es sumamente importante tener proyectos competitivos”, añade
El gerente general de Westfalia es enfático al señalar que en las nuevas plantaciones se deben diseñar proyectos competitivos, con medias o altas producciones y costos controlados. “Cada año la tecnología evoluciona y los nuevos avances tecnológicos deben estar a la vanguardia de los proyectos competitivos. El desarrollo genético está avanzando mucho y está brindando nuevas contribuciones a los proyectos, tanto en portainjertos como en nuevas variedades. Otro punto importante es que como país debemos seguir trabajando para alargar nuestra temporada de exportación: esto permitirá reducir la presión de altos volúmenes de cosecha en algunas semanas”, asegura.
Desde el punto de vista comercial, Díaz insiste en que lo más importante es seguir trabajando en impulsar el consumo de palta a través de campañas de marketing bien desarrolladas. “Hay varios países donde es posible incrementar el consumo de palta Hass. Solo como ejemplo tenemos a China e India, donde el consumo de palta es muy reducido y hay un gran potencial de crecimiento”, indica y subraya que, de cara a llegar con más fruta a los mercados, un trabajo que vienen realizando como empresa es el aseguramiento de la calidad de la fruta exportada, que hoy es cosechada en campos ubicados en diferentes regiones del país. “Brindamos asistencia técnica a todos nuestros productores, sobre todo a los medianos y pequeños. Es un trabajo arduo que nos permite que ellos realicen un adecuado manejo del cultivo, lo cual nos garantiza obtener un producto de buena calidad. Asimismo, antes de iniciar las cosechas, verificamos que el contenido de materia seca de la fruta sea el adecuado a fin de obtener una correcta maduración de la fruta antes de la venta final”, explica Omar Díaz.