Cuatro nuevas especies de arándanos andinos fueron registradas en la región Amazonas
Los berries silvestres son consumidos desde épocas ancestrales por los pobladores de las zonas altoandina. Mediante una investigación académica, la expectativa es descubrir el potencial económico de algunas de estas frutas silvestres, además de facilitar su regeneración y propagación.
Equipo Redagrícola
Su historia es ancestral pero corren el riesgo de desaparecer. Se trata de las especies de berries o arándanos andinos que han sido encontrados recientemente en la región peruana de Amazonas. Un estudio reciente registrar cuatro nuevas especies de “berries” y demostrar la presencia de 24 especies de frutillas en la región Amazonas de las más de 1.000 que existen a escala nacional. Este fue realizado por investigadores del Instituto de Investigación para el Desarrollo Sustentable de Ceja de Selva (Indes-CES) de la Universidad Nacional Toribio Rodriguez de Mendoza de Amazonas (UNTRM).
Casi el 50 % de las especies encontradas no han sido reportadas en la región. Por ende, este estudio basado en el ADN es crucial para confirmar especies definidas tradicionalmente o delimitar especies de áreas no exploradas, muchas de las cuales están en peligro de extinción por la alta tasa de deforestación, según refiere la investigación.
Al respecto, el ingeniero agrónomo José Tejada Alvarado, integrante del equipo de investigadores del Indes-CES y encargado de la colección de las muestras de arándanos silvestres en localidades de la provincia de Chachapoyas, manifestó a la agencia Andina que este proyecto que empezó el 2019 surgió a partir del conocimiento de que muchas de las especies de plantas silvestres tienen un potencial económico importante.
Además, refirió que las semillas de estos arándanos silvestres, que crecen en los pastizales y cercos de los campos de cultivo, no germinaban de manera natural como ocurre con otros frutos. Esta es la razón por la que se considera que corren el riesgo de extinguirse, debido a la agricultura migratoria en las zonas rurales.
Sostuvo que se colectaron brotes vegetativos en Molinopampa, Calla Calla, La Jalca, Huancas y Leymebamba, ubicados a 3.000 metros de altitud. “Las muestras fueron llevadas al Laboratorio de Fisiología y Biotecnología Vegetal del Indes-CES de la UNTRM, donde se realizó ensayos de propagación clonal mediante el enraizamiento de mini-esquejes, y tras ser desinfectadas, fueron sometidas a la acción de la hormona sintética utilizada al 100 % de su capacidad”, refirió.
En el proceso de propagación en laboratorio se apeló al ácido indol-3-butírico (IBA), una hormona sintética que estimula el enraizamiento de la planta.
La universidad explicó que los resultados de las filogenias demostraron congruencia para los 4 marcadores, de los cuales ha permitido identificar 24 especies de bayas andinas distribuidas en 7 géneros: Cavendishia=1, Clethra=2, Disterigma=2, Gaultheria=4, Thibaudia=4, Vaccinium=3, Rubus=8. Casi el 50 % de las especies encontradas no han sido reportadas en esta región.