Por Renato Manrique

Cuando las primeras plantas de paltos arribaron en 2006 al valle Lambras, en la provincia de Tayacaja, en Huancavelica, el objetivo era introducir una alternativa productiva para los pequeños productores de esta zona, que tradicionalmente se habían dedicado al cultivo de coca. Por otra parte, el palto, que tradicionalmente se ha instalado en zonas costeras del país veía una oportunidad en la sierra, donde medianas y grandes empresas agroexportadoras habían fijado su mirada, con el objetivo de extender sus ventanas de comercialización. Así es como, atraídos por esta especie frutal, se dio vida a la Cooperativa Agraria de Productores Orgánicos de Palta del Valle Lambras Vraem (Coppal Vraem), que hoy en día comercializa su fruta a través de la empresa Visons SAC.

Todo comenzó cuando el gobierno regional decidía establecer esas plantas en la región que, con el tiempo y correctos manejos agronómicos, esa superficie se fue expandiendo y la fruta que se obtenía se vendía a nivel local, a mejores precios. “Los productores vieron la rentabilidad del cultivo, cuyas frutas se comercializaban a S/.5,5/kg, cuando tiempo antes apenas conseguían entre S/.0,80 y 1/kg”, precisa Eliseo Torres, presidente de Coppal Vraem.

Esas rentabilidades fueron decisivas para que más productores decidieran apostar por el cultivo, sobre todo para incrementar su nivel de vida. El cambio fue importante, ya que si antes recibían entre S/.2.000 y S/3.000 al año, produciendo maíz o frijol, con la palta, pasaron a recibir entre S/.20.000 y S/30.000. Así, cada vez más, los agricultores que se sitúan a lo largo del valle Lambras, en localidades como Huachocolpa, Surcubamba, Tintay Puncu, Roble y Salcahuasi, vieron al palto como una oportunidad de desarrollo, “de crecer, de educar mejor a sus hijos, de salir de la pobreza, de mejorar sus viviendas”, subraya el presidente de una cooperativa que hoy agrupa a unos 250 agricultores, que manejan 200 hectáreas (ha), que produjeron esta campaña unas 350 toneladas de palta. Sin embargo, el objetivo es aumentar los rendimientos productivos gracias a la intervención del Fondo Concursable PROCOMPITE de producir entre 3.000 y 4.000 toneladas en los próximos cinco años.

ALTERNATIVA FRENTE AL CULTIVO DE LA COCA

En una zona donde el cultivo de la coca llega a 26.000 ha y cada se expande entre 2% y 3%, incluso con pandemia de por medio, el palto ha asomado como una alternativa rentable para que los agricultores puedan dejar a un lado el cultivo de coca. Así es como, en plena pandemia, hay productores que han regresado de la ciudad al campo, decididos a invertir en paltos. “Como organización, no estábamos preparados para recibir esa oleada de inmigración de la ciudad al campo, pero de ahora en adelante tenemos que estarlo, debido a que ellos también necesitan un empleo y la forma de dar empleo es generar alta productividad o un movimiento económico”, sostiene Torres.

Por lo tanto, -asegura- que la única forma de lograrlo es con un producto alternativo como la palta, una fruta que año a año aumenta la demanda en diferentes mercados a lo largo y ancho del planeta. “Si bien hay que manejar muy bien lo que es el riego, la poda, la fertilización, la sanidad del cultivo, la cosecha y la postcosecha; se puede generar una fuente de empleos importante en la zona, donde antes solo había dos alternativas poco rentables como el maíz y el frijol”.

VISON’S, UNA RELACIÓN BASADA EN LA CONFIANZA Y SEGURIDAD

Ese posicionamiento de la palta en el mundo ha permitido a Coppal Vraem hacer una alianza con Visons, a fin de comercializar su fruta. A raíz de ello, Coppal Vraem logró enviar 90 toneladas de palta Hass a Europa, fundamentalmente a Francia. La relación comercial con esta firma se inició tras haber participado en ferias y eventos nacionales e internacionales. Esas instancias fueron clave para fortalecer el contacto entre ambas empresas y acordar la venta del producto.

“Con Visons empezamos nuestra relación comercial en el año 2020. Vimos que estaba interesada en la fruta e iniciamos la relación comercial”, precisa Torres sobre una firma que tiene presencia de más de una década en la industria agrícola del país. “Se han respetado los precios de venta, la atención ha sido muy buena y hemos trabajado más como un socio que como un proveedor. Es una relación que se ha basado en la confianza y seguridad, sobre todo para ellos, porque tienen una fruta que les permite cumplir con sus compromisos comerciales”, añade.

Si bien se han acercado otras empresas del sector, contemplando una posibilidad de trabajo futuro con la cooperativa, su gerente precisa que la metodología de trabajo de Visons es ideal para la cooperativa. Por contrapartida, la época de cosecha de la palta en Huancavelica va de enero a abril, lo que hace que esta se pueda posicionar como un ‘producto de nicho’ en los mercados internacionales, con la posibilidad de obtener mejores precios comerciales.

Precisamente por ello es una fruta que se destina a la exportación y solo aquella que no califica para ser enviada al exterior (entre 5% y 10% del total), se vende en el país. “La fruta se envía principalmente a Europa, aunque Visons también envía fruta a China, Argentina y Chile y podrían estar prontos a entrar a Corea del Sur”, refiere y añade que los precios son atractivos, sobre todo a partir de enero. “El precio en chacra por la fruta es de 5.50 soles, lo que sirve para poder cubrir los costos, del flete, todo eso. Mientras que en los mercados de exterior se paga US$10 por una caja de 4 kilos”, subraya Torres.

Para acceder a mejores precios, los productores saben que el reto es un mejor manejo de la fertilización, porque ello es lo que determinará los calibres de la fruta, los cuales hoy en un 60% son de calibre mediano a grande, entendiendo que no todos los mercados demandan fruta de similares características. “Por ejemplo, en China demandan fruta de calibres más pequeños, pero son más exigentes en el tema estético, pero si vamos a mandar palta para Europa es un mercado más tolerante en tema estético y la desventaja es que te reciben solamente frutas grandes”, grafica el gerente de una cooperativa que este año ha producido 350 toneladas de palta Hass, pero que proyectan un 2022 con un incremento productivo. “Estamos pronosticando un crecimiento de 10% a 20%, como mínimo y en 2023 deberíamos estar en unas 700 toneladas, porque muchas de ellas no están en plena producción, sino que hay huertos más maduros y otros más jóvenes”, sostiene.

CERTIFICACIÓN DE PALTA ORGÁNICA EN PROCESO

La novedad es que el Gobierno Regional de Huancavelica, a través de la oficina de PROCOMPITE, viene realizando consultoría, asistencia técnica, capacitación e implementación de los requisitos para la certificación orgánica, GLOBALG.A.P., GRASP y Comercio Justo; en lo que implicaría una inversión de S/. 88.000, que está a cargo de Grobal, Services y Consulting; firma que está realizando las capacitaciones en requisitos y las normas para la obtención de las certificaciones; en las formaciones de auditores internos y en el Sistema de Control Interno (SIC). Asimismo, están trabajando con los 250 socios de la cooperativa en temas de asistencia técnica y realizará el acompañamiento durante la auditoría externa para la obtención de las certificaciones.

“Ya pasamos la inspección de la certificadora Letis que es la empresa encargada a certificar para la Unión Europea y EE UU, de esta forma a fines de enero debemos de tener ya la certificación orgánica de palta. Esto influirá también para darle un valor agregado a la fruta, obviamente con el certificado el costo va a ser mayor, pudiendo ser entre un 10 y 15% respecto al precio que se paga por convencional”, vislumbra Torres sobre el futuro de la cooperativa y sus asociados.

CENTRO DEACOPIO EN MARCHA

Los servicios de consultoría y asistencia técnica corresponden al plan de negocio: “Construcción e implementación de un centro de acopio de palta” que tienen una inversión total de un S/. 1,8 millones, cofinanciado por el Gobierno Regional y la cooperativa. Al respecto, el GRH viene realizando la construcción de un centro de acopio de 3.000 m2 para Coppal Vraem que, a la fecha (finales de enero) tiene un avance en físico más de 90%. Asimismo, se les otorgó equipos para manejo de producción y postcosecha (javas, cosechadoras, balanza industrial, mecánica y gramera; y hornos microondas).

ASISTENCIA DE SIERRA Y SELVA EXPORTADORA

Desde Coppal Vraem recibe asistencia técnica y comercial de Sierra y Selva Exportadora (SSE) en los procesos de cosecha, postcosecha y comercialización de palta, en sus variedades Fuerte y Hass. “Esperemos seguir contando con esta ayuda, para que nuestros productores puedan tener mayor capacitación en el tema de comercialización”.