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Agronomía en Fruty Green

Desarrollo de nuevas herramientas productivas

En sus huertos, la empresa colombiana Fruty Green está realizando una serie de estudios y ensayos de herramientas agronómicas que aun no se han desarrollado plenamente en la industria colombiana del aguacate, como son el uso de portainjertos clonales y de reguladores de crecimiento para controlar vigor. Entre tanto, afinan la distancia de plantación más adecuada a sus condiciones. Visitamos una finca de 180 ha de la empresa en Guática en compañía de Christian Zuleta, director agrícola de la compañía.

20 de Mayo 2020 Equipo Redagrícola
Desarrollo de nuevas herramientas productivas

El ingeniero agrónomo Cristian Zuleta lleva ocho años trabajado en el sector de las frutas de exportación y los dos últimos años ha sido el encargado de la producción de aguacate de las fincas de Fruty Green.

Fruty Green cultiva aguacate en tres fincas ubicadas en Guática (Risaralda), El Retiro (Antioquia) y Quinchia, (Risaralda). En la finca La Estrella, en Guática, tenemos un área total de 198 hectáreas, de las cuales 145 hectáreas son de cultivo y cerca de 50 hectáreas son área de conservación. “Estamos en certificados en  Global Gap, Rainforest y Smeta. Y en un corto plazo esperamos certificarnos en Spring, una certificación relacionada al uso responsable del agua”, explica Cristián Zuleta, director agrícola de Fruty Green. En lo laboral, “Desarrollamos una política de salud y seguridad en el trabajo. Todos nuestros empleados cuentan con prestaciones sociales y adicionalmente tienen beneficios como seguros de vida, seguros fúnebres, préstamos a cero interés y días de descanso para celebración de cumpleaños, entre otros beneficios”, señala el agrónomo.

En la finca de 198 hectáreas trabajan 63 personas. “De ellas, 54 personas son personal de campo y el resto son personal de oficina y bodega. La cantidad de personal de campo se debe a que en nuestras condiciones geográficas -ondulado montañoso por estar en la cordillera Occidental- es muy difícil mecanizar las operaciones. Actualmente hemos podido mecanizar la aspersión foliar gracias a que tenemos un sistema de fumiductos al interior de la finca, lo que permite que desde un mando central podamos impulsar la mezcla de agroquímicos”, detalla Zuleta

DISEÑO DE HUERTO Y LABORE EN LADERAS

-¿En estas condiciones deben ser complicadas labores tales como la cosecha?

-Hay una logística para la cosecha pensada desde el momento en que se planificó la siembra. Nosotros buscamos tener carreteras internas máximo cada cien metros, con el objetivo de que los desplazamientos a pie al interior del lote sean de solo cincuenta a setenta metros. La idea es que gracias a nuestra red de vías internas, cada cien metros el personal encuentre un camino para manejo de la cosecha, de insumos, de fertilizantes o de herramientas. Por ejemplo, en las fincas nuevas, lo primero que hacemos es desyerbar, hacer las carreteras y los drenajes y delimitar qué zonas son aptas para sembrar en vistas a condiciones de suelo y drenaje. Cuando todo eso está resuelto, recién entramos con los árboles para sembrar.

-¿Por lo que se ve, tratan de mantener una línea de siembra, como en los huertos con sistemas de riego?

-No regamos, pero sí se maneja un diseño de plantación orientado al sentido del recorrido del sol, con una calle más amplia que la distancia entre árboles. En el caso de este huerto, tenemos cinco metros entre calles y cuatro entre árboles; esto nos da quinientos árboles por hectárea.

-¿El huerto se ve emboscado en algunas zonas?

-Lo que estamos viendo son árboles de seis años con un emboscamiento muy rápido, ya que los árboles crecen con muchísimo vigor bajo las condiciones del trópico. Tenemos dos flujos vegetativos y cada uno puede ser de setenta a ochenta centímetros.

PRUEBAS CON REGULADORES DE CRECIMIENTO

-¿Han pensado en el uso de algún regulador de crecimiento para controlar el crecimiento de los árboles?

-Sí, en agosto del año pasado iniciamos una evaluación de tres reguladores de crecimiento que están en el mercado colombiano. Aplicamos una hectárea para cada tratamiento, la evaluación consiste en medir diez árboles, por cada árbol evaluar cuatros ramas y la longitud del brote. Ya tenemos resultados de cuál sería la mejor opción de tratamiento y hacia qué brote orientarlo. Esto es importante ya que el brote se puede quedar muy pequeño; y si no se tiene brote, no tienes buena producción en la siguiente campaña

-¿En países como Chile, donde se utilizan mucho esas herramientas, se aplica por riego a todo el árbol y  en litros por hectárea?

-Nosotros tenemos dos floraciones y las floraciones son indeterminadas. O sea, posterior a la emisión de la flor se viene un brote, que es un brote vegetativo y este brote es muy fuerte y en ocasiones compite con la flor. En el árbol encontramos flor de la campaña principal, fruta de la traviesa, brote en donde va a madurar la campaña de la traviesa, brotes maduros y además un flujo radicular. Es decir que durante febrero y marzo el árbol está haciendo cinco procesos fisiológicos diferentes. A eso súmale las condiciones de radiación, de precipitación y humedad relativa de la zona. Como consecuencia, los árboles están creciendo todo el tiempo.

-¿Entonces, apuntan el regulador al brote vegetativo para frenarlo, pero sin afectar el brote productivo de la temporada?

-Estamos buscando un producto que nos frene el crecimiento del brote vegetativo, para que la floración tenga todo el suministro de energía y nutrientes, de modo de que en paralelo nos cuaje una muy buena campaña. Pero conscientes de que la acción del regulador de crecimiento nos deja con un brote muy pequeño y sin brote perdemos la capacidad de florecer en la siguiente campaña. Esos brotes que hoy vemos color rojizo, en sesenta días van a estar de color verde intenso, es decir será brote maduro que nos dará la floración de la traviesa.

-¿Cuál es la proporción en este huerto entre cosecha principal y traviesa?

-Es más o menos setenta y cinco, veinticinco (75%-25%).

-¿No han pensado en sacrificar la traviesa para potenciar la principal, por ejemplo?

-Se ha pensado, pero tenemos la admisibilidad para Estados Unidos y resulta que acá la época de nuestra traviesa es interesante para el mercado norteamericano. En nuestras condiciones, cada finca tiene que pensar su propia estrategia desde el componente técnico y comercial.

PRUEBAS AUSPICIOSAS CON PORTAINJERTOS CLONALES

-¿En qué consiste el ensayo y cuál es el objetivo que buscan lograr con los portainjertos clonales Duke 7 que están ensayando?

-Tenemos 500 árboles sobre patrón clonal Duke 7. Son árboles de tres años y lo que estamos buscando es un patrón que se adapte a las condiciones de alta humedad que presentan nuestros suelos. Entonces, buscamos resistencia a estrés por exceso de humedad y a Phytophthora. Este último es un factor secundario, pero que predispone mucho. Adicionalmente, buscamos tener lotes más homogéneos, y lo que vemos en el huerto es que todos los árboles son copias unos de los otros, por lo que es un solo dosel. En el resto del campo, sobre portainjertos de semilla, a pesar de que en algunos lotes logramos cierta uniformidad, igualmente tenemos problemas de pérdida de árboles.

-Entiendo que Duke 7 es vigoroso, ¿no se les va a generar más problemas por crecimiento vegetativo?

-Creo que cualquier material de aguacate que se ponga bajo las condiciones del trópico, va a ser vigoroso.

-¿Pero sí tendrán que cambiar las distancias de plantación?

-Sí, en este momento estamos cambiando la densidad de siembra para todas las fincas. Las nuevas siembras, aun con patrones de semilla, las estamos haciendo a seis por seis (6 x 6), lo que da más o menos 277 árboles por hectárea. Para el caso de Fruty Green consideramos que esa es la distancia de siembra más adecuada. Nos podemos mover a 7 x 5 o a 7 x 7. En vistas a que, como ya establecimos, bajo las condiciones del trópico, son árboles vigorosos.

TAMAÑO FINAL DE LOS ÁRBOLES

-A futuro, estos árboles, ¿a qué altura máxima les van a permitir llegar?, porque mientras más altos, más se complican los manejos.

-Acá no se puede cosechar con grúas, como se hace en México, principalmente por la topografía, pero adicionalmente tenemos otro componente -que es la legislación laboral colombiana- que define que una persona que se sitúa por encima de 1.5 metros ya debe tener un curso de trabajo en alturas. Por todo eso, tomamos la decisión de tener árboles compactos, o sea, ni siquiera ha sido por un aspecto técnico, sino por un componente laboral. Estamos buscando árboles de 5 m de alto y mantenerlos de esa altura. Eso lo haremos con poda y haciendo un mejor manejo de los reguladores de crecimiento.

-¿En base a los resultados de los ensayos mejorarán el uso de los reguladores?

-En base a los resultados de los ensayos ya tenemos muy bien definido cuál es el producto a utilizar. Dentro de las variables que estamos midiendo con los reguladores está el tamaño del brote vegetativo y cuándo madura; porcentaje de cuaja de la panícula y la distribución de los calibres.

 

EVALUACIÓN DE PORTAINJERTOS

En los campos de Fruty Green se utilizan portainjertos de semilla, Hass o Criollo en una proporción de 50 / 50%, todos comprados a viveros establecidos.

Según Christian Zuleta el que se comporta mejor en las condiciones de las fincas de Fruty Green es Hass. “Básicamente lo que buscamos con un injerto es homogenizar la copa y homogenizar un sistema radicular adaptado a ciertas condiciones fitosanitarias, climáticas y edáficas”, sostiene.

-¿La lógica es que el patrón lo buscan en la zona donde van a cultivar?

-Exacto. Si nosotros en Colombia hubiésemos desarrollado materiales genéticos para patronaje, tendríamos muchas más opciones. Pero hoy tenemos lo que hay: Hass, Criollos, Reed y clonales, pero estos últimos en un volumen muy bajo. De manera natural las semillas vienen con demasiada heterogeneidad y eso es lo que se observa en las plantaciones. El Criollo es un antillano y si tuviésemos la certeza de que todos los antillanos vienen de zonas frías… pero esa certeza no la tenemos.

-¿Qué es lo que saben con certeza?

-Lo que sí sabemos es dónde está adaptado el aguacate Hass, que son zonas medias y zonas medias-altas, que coinciden con las condiciones edafo-agroclimáticas en las que se desarrolla hoy día el cultivo. Diríamos que en consideración al clima, el Hass está mejor adaptado que el Criollo. Entonces, ahí nos metemos en la otra discusión que fue controversial en el WAC y es, -como va a ser Hass sobre Hass, si el Hass es un patrón más susceptible. Pero yo respondo -sí, pero el Criollo, igual que Hass también se muere por Phytophthora, pero con la ventaja de que con Hass resulta una plantación más homogénea, más productiva, y hasta hoy día no hay diferencias importantes en la fruta-.

-¿No han observado diferencias en la fruta dependiendo del patrón?

-Entre usar un patrón Hass y usar un patrón Criollo no hay tanta diferencia a nivel de fruta. Igual la fruta sigue siendo de forma ‘aperada’ y presentando un muy buen calibre. Las diferencias están más en la adaptabilidad del patrón, porque Hass es un patrón que está adaptado a suelos de zonas frías y muchas veces nosotros traemos a una zona fría un Criollo adaptado a cero metros sobre nivel del mar. En nuestras condiciones los portainjertos de Hass funcionan mejor que los de Criollo.

SANIDAD DE LAS PLANTAS DE VIVERO Y DESARROLLO RADICULAR

“Para nosotros, lo más crítico hoy día a la hora de establecer huertos, es la calidad de las plantas de vivero. Hemos hecho análisis de microbiología del sustrato y todos los sustratos del país vienen con Cylindrocarpon y Phytophthora. El inóculo ya viene en el sustrato. Entonces, nuestro seguro es que al momento de recepción del material aplicamos un fungicida para controlar el inóculo, ya que asumimos que viene con la planta. Creo que en nuestras condiciones hay que trabajar en el peor escenario”, afirma Zuleta.

-¿Qué otros problemas han detectado en las plantas?

-Además de los hongos, los mayores problemas corresponden a raíces múltiples. Esta es una condición natural de todos los patrones, tanto antillanos como Hass. Sin embargo, el patrón Hass, hace muchísimo más porcentaje de raíces múltiples en razón de su variabilidad genética y de la segregación. Pero, supongamos que las raíces múltiples no sean el problema, porque en comparación, un clonal no tiene una raíz pivotante y sí un montón de raíces adventicias. El verdadero problema es que en algún momento, no sabemos qué pasa fisiológicamente en el sistema radicular, encontramos los mayores porcentajes de atrofia radicular cuando hay raíces múltiples; esos son árboles que fallan al tercer o cuarto año. Si hiciéramos una selección, buscaríamos árboles con raíz pivotante, aunque igual la raíz pivotante se la podemos dar después al árbol mediante poda de raíces. Hemos observado que cuando el árbol viene con raíces múltiples, hay muy poca emisión de raíces adventicias y poca generación de un sistema radicular secundario. Además, porque si tenemos una zona de raíz principal de cuarenta centímetros, en ese espacio el árbol va a tener que generar toda su arquitectura radicular y es un área de contacto muy pequeña. Entonces, decidimos que los árboles deben tener una raíz principal, ya sea natural o inducida.

-¿Qué hacen para desarrollar los sistemas radiculares después del establecimiento?

-Empezamos a desarrollar todo el sistema radicular adventicio haciendo estimulaciones, con un plan de nutrición enfocado en ese objetivo y haciendo uso de fuentes auxínicas dentro de un manejo hormonal. Buscamos garantizar que el desarrollo radicular en los primeros dos años sea el mayor posible. Usamos extractos de algas y productos con precursores auxínicos. Además, en algún momento, directamente hacemos aplicaciones de fitohormonas sintéticas.

CONDICIONES DE SUELO Y NUTRICIÓN

-¿Qué tipo de suelo tienen en la finca y cuál es su aporte a la nutrición de las plantas?

-Tenemos suelos predominantemente franco-arcillosos. Hay zonas de la finca donde sabemos que las arcillas están por encima del treinta por ciento, pero esas zonas hoy día no se están sembrando, como parte de la planificación del proyecto desde la fase inicial. En general son suelos profundos con contenidos de materia orgánica del 9 al 11%. Esto en capas de cuarenta a cincuenta centímetros de materia orgánica, pero podemos llegar a áreas donde tenemos un metro veinte. Sin embargo, nosotros la consideramos materia orgánica estructural, no como una fuente de nutrientes.

-¿Qué preparación hacen del suelo antes de la siembra?

-Al momento de la preparación, lo que hacemos es aprovechar la apertura en el perfil del suelo y hacer un aporte o enmienda, porque son suelos ácidos, derivados de cenizas volcánicas, al tener un complejo de volcanes a cincuenta kilómetros, que es el Parque Nacional Natural de Los Nevados. De eso derivan dos factores condicionantes, uno que el pH es ácido y otro, que en ocasiones tenemos contenidos altos de aluminio. Por ejemplo, de las ciento veinte hectáreas que tenemos de cultivo, hemos identificado dos hectáreas que tienen aluminio alto, sin embargo, aún es posible sembrar porque los aspectos químicos son manejables. Los aspectos físicos son más difíciles de modificar, por lo que aprovechamos la fase inicial para hacer una enmienda de más o menos dos kilos de cal dolomita. Por último, en la siembra, aplicamos microorganismos y una fuente de fosforo y hacemos drench de estimulación radicular, una a los quince días y otra a los treinta días desde la siembra. Por último, a los dos meses empezamos a aplicar fertilizante granulado.

GESTIÓN DEL HUERTO EN LADERA

Explica el director agrícola de Fruty Green que las principales diferencias entre los árboles de la parte alta y los de la parte baja de la montaña no se generan por una acumulación de nutrientes arrastrados por la lluvia, en favor de los árboles de la zona baja. Por el contrario, los árboles de las zonas bajas sufren de encharcamientos por la alta pluviometría. “No se ve tanta diferencia en el desarrollo de los árboles de la parte alta y de la parte baja. Incluso, bajo nuestras condiciones de lluvia, el año pasado nos cayeron 2,700 mm, tendemos más a sufrir problemas por encharcamiento en las zonas bajas. Y más incidencia de Phytophthora”.

Ingeniero agrónomo Christian Zuleta, encargado de la producción de aguacate de las fincas de Fruty Green.

Esta es una limitante que puede ser abordada mediante herramientas agronómicas como son los portainjertos clonales, los que pueden aportar una mayor resistencia o tolerancia a la asfixia radicular y a la Phytophthora. “Los árboles clonales son cuatro veces más costosos que un árbol convencional, pero para zonas de altos contenidos de arcilla y para zonas de inundación o de encharcamiento son una buena alternativa”, señala Christian Zuleta.

En la industria aguacatera colombiana son principalmente las empresas las que desarrollan las herramientas agronómicas que permitirán alcanzar el potencial productivo del cultivo, así como la sustentabilidad, tanto productiva como comercial. Un reto importante es la incorporación de mejores portainjertos o de patrones seleccionados y mejor adaptados, sean estos de semilla o clonales. Otro, contar con herramientas que permitan incidir en el desarrollo de los árboles, como pueden ser los reguladores de crecimiento o los bioestimulantes.

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