Estrategias de poda para tener un huerto productivo
Considerar la zona geográfica donde está ubicado el huerto y conocer las distintas etapas fisiológicas del cultivo, son dos aspectos clave para desarrollar una adecuada labor de poda. ¿Cuál es la más efectiva y qué errores pueden esquivarse? El experto Álvaro Gamaliel Carrillo Gallegos aborda en las siguientes páginas cómo debe enfrentarse a una labor que podría ser decisiva para el éxito productivo.
Por Ximena González Fotos Gamaliel Carrillo
Tener huertos altamente productivos es una de las principales apuestas de los productores de aguacate Hass. Para conseguirlo, la poda se convierte en una de las estrategias fundamentales. Sin embargo, de acuerdo con Álvaro Gamaliel Carrillo Gallegos, gerente técnico de Servicios Internacionales de Vanguardia Agronómica (SIVA), muchos agricultores aún no ven a esta lala poda como una actividad productiva sino más bien como algo correctivo.
En ese sentido, el experto explica que, “el objetivo final de la poda es la producción y aunque lo más convencional es pensar en generar entradas de luz, lo más importante es que con la poda se está generando de manera continua madera nueva, con una gran capacidad de producir fruta de calidad. Además, la poda también es clave para mantener el orden del huerto”, explica el especialista. Pero no todo gira en torno a la producción, porque la poda es un aspecto clave para la delimitación de las calles para el tránsito de la maquinaria o, simplemente de las personas que están laborando en el cultivo y agilizar algunas prácticas agrícolas.
Beneficios de la poda
De acuerdo con Gamaliel Carrillo, en la medida en que se tienen huertos con madera joven de forma continua, la producción de los árboles será muy estable y las aplicaciones fitosanitarias más eficientes. En el caso de Colombia y Chile donde se cultiva mucho en laderas, la cosecha también puede ser más eficiente.
Las estrategias de poda no deben ser la misma en todos los países que producen aguacates en la región, básicamente porque las condiciones ambientales y agroclimáticas son muy diferentes entre sí. Así, por ejemplo, hay zonas productoras que están en pleno desierto, como ocurre en Perú, donde hay grandes cantidades de radicación, Mientras que en Colombia estas condiciones cambian por estar ubicados en el trópico.
“Si bien es cierto que, cuando nosotros estamos podando buscamos captar luz para tener más eficiencia fotosintética del árbol, si nos pasamos y sí podamos en exceso, esas condiciones de radiación que tenemos en las zonas desérticas nos pueden generar problemas de quemaduras en las plantas”, explica Carrillo. Por ello es que es fundamental, bajo las condiciones de Perú, no dejar la madera muy expuesta a la radiación, es decir, aprender a manejar un adecuado equilibrio entre luz y sombra dentro de la copa del árbol. Pero además de considerar la zona geográfica donde se va podarán los árboles, de debe tener en cuenta la densidad del cultivo.
PRINCIPALES ERRORES QUE SE COMETEN AL PODAR UN AGUACATE
Según cuenta el especialista, uno de los principales errores que se comete al momento de podar es el desconocimiento del origen del aguacate, es decir, desconocer su ecofisiología. “El aguacate por naturaleza tiende a ser un árbol gigante que en su manera de crecimiento va dejando desnudas sus ramas en las áreas bajas y el follaje se concentra solo en la parte superior de la planta, y uno de los errores más comunes que he visto es que algunos productores podan sus árboles, por ejemplo, para que queden a una altura de 3 a 5 metros, dependiendo el sistema de plantación. Hacen el corte de copa a esa altura, lo que llaman la poda de ‘topping’, pero están ignorando la capacidad que tiene el aguacate de producir brotes vegetativos, lo que es más fuerte en las zonas altas de la planta por efecto de la dominancia apical provocando a mediano y largo plazo un árbol aún más alto y sin la generación de las ramas secundarias que se buscaba al hacer la labor de poda”, explica el experto. Pero definir la altura del árbol, sin antes tener una estructura vegetativa que brinde un equilibrio entre lo que se está podando arriba y lo que se tiene abajo, es uno de los principales errores al momento de enfrentarse a la poda. Por ello, según subraya el experto, es necesario que los productores analicen si cuentan con una estructura vegetativa frondosa en la parte baja del árbol. “Si es así, entonces sí podrán hacer la poda de ‘topping’.
“Los productores deben aprender a ver un poco de fruta tirada en el suelo y entender que el trabajo de poda es un trabajo para el futuro”.
Otro error es abrir la copa del árbol en un solo evento. “El aguacate, de manera general, tiene una forma globosa y una poda muy común es eliminar la rama del centro. El problema aquí es la radiación, pues cuando se deja la copa completamente desnuda en un solo evento, la madera que estaba protegida por la sombra inmediatamente queda expuesta a la radiación y es una madera que tiende a dañarse por quemadura de sol y la posterior infección por algunos hongos pudridores de la madera”, explica.
Asimismo, al momento de capacitar el personal para la poda, el especialista sostiene que lo fundamental es que los trabajadores entiendan cuál es el comportamiento del árbol, y qué pasará si se poda una rama. Destaca que siempre se debe pensar a futuro y no podar la primera rama que se vea, la más evidente sin tener una planeación antes.
LA PODA DEPENDERÁ DEL SISTEMA DE PLANTACION
Un sistema común que están trabajando en algunas empresas agrícolas importantes de Perú y Colombia es la conducción en un solo eje, creciendo de manera vertical con varias ramas creciendo alrededor de manera espiralada. “Es un sistema que han estado practicando algunas agrícolas importantes en Colombia”, afirma el especialista. “Sin embargo, no me termina de convencer mucho, ya el manejo de un solo cilindro productivo generara gran crecimiento vertical y a largo plazo se vuelve complicada la renovación de madera. Cuando los sistemas de poda son muy intensivos sí me gusta manejar ese líder central, pero en vez de manejar un solo líder por árbol, procuro manejar de tres o hasta cuatro líderes, generando siempre espacios individuales entre cada líder, a esto le llamo ‘cilindros productivos’”, agrega.
Es decir, se debe optar por tener alrededor del árbol un cilindro productivo, un espacio vacío, un cilindro productivo, un espacio vacío, un cilindro productivo. Esta técnica, resalta Carrillo resulta bastante bien. “Cuando se hace uso de la poda por cilindros productivo, estamos distribuyendo el vigor entre todas las ramas. De esta forma, el crecimiento del árbol no se disparará tanto y cuando tenemos que hacer podas de rejuvenecimiento se facilita mucho el sistema y podemos ejecutar la poda de tercios, donde hay que ir podando una tercera parte del total de ramas que hay en el árbol. Es decir, si tenemos tres cilindros productivos, podríamos podar un cilindro para el rejuvenecimiento y dejar otros dos produciendo. Así, al cabo de un año, podaremos el siguiente, mientras el otro ya maduró y el otro sigue produciendo”, explica.
Subraya que un sistema que le vendría bien a Colombia es la poda de datura, que consiste en hacer una V a lo largo de la línea productiva.
“Sería ideal para el país porque hay cultivos con 400 plantas por hectárea o incluso más y, cuando se hace la datura, se logra tener una gran captura de luz y ventilación hacia el interior de la copa, generando dentro de un mismo árbol 4 paredes productivas, 2 hacia la calle y otras 2 en el interior del dosel”, sostiene. Aunque advierte que la mejor alternativa va a depender del sistema de plantación.
FRECUENCIA DE LA PODA PARA EVITAR EFECTOS ACUMULATIVOS E INTERVENCIONES SEVERAS
Para evitar intervenciones severas, lo ideal es hacer podas anuales. Entre más tiempo se deje pasar, la intervención tendrá que ser más fuerte. “La recomendación es por dos razones: para evitar entrar con la motosierra y hacer podas muy severas. También porque cuando se poda anualmente se están generando brotes nuevos y cada brote nuevo, a la vuelta de año, es un brote productivo”, apunta Carrillo.
“Lo importante es que los productores no pueden caer en el error de postergar la poda”.
Pero, ¿cuál es el momento ideal para realizar la poda? “Eso dependerá de muchos factores”, responde y resalta que, de manera general, tendría que ser inmediatamente después de la cosecha. Sin embargo, dice que muchas veces se tienen floraciones encimadas y eso hace que al productor le cueste tomar la decisión de podar luego de la cosecha. “Chile tiene una gran ventaja y es que solo tienen una sola floración. Así, al momento de la cosecha no tendrán frutas encimadas”, precisa. Pero en Colombia es diferente, porque tras la cosecha, vienen otras frutas en desarrollo.
“Lo importante es que los productores no pueden caer en el error de postergar la poda”, afirma. “Los productores deben aprender a ver un poco de fruta tirada en el suelo y entender que el trabajo de poda es un trabajo para el futuro”.
INTENSIDAD, ¿PODA EXCESIVA O LIGERA?
Para determinar la intensidad de la poda, hay que partir imaginando el árbol con un tronco principal y sus respectivas ramas. “A cada rama que parte del tallo principal le llamamos rama primaria y de esta se van a emitir ramas secundarias y terciarias, en estas últimas es donde se va a estar colocando la producción”, indica el experto.
Frente al tema destaca entonces que en la poda ligera básicamente se está hablando de podar ramas secundarias que van a generar espacios entre ramas primarias. Entre tanto, si el árbol tiene una condición de selva muy densa, se debe entrar a cortar directamente las ramas primarias para que toda la estructura de esa rama sea capaz de generar bloques de luz.
Carrillo explica que los brotes de tipo silépticos (también llamados coloquialmente como ‘chupones’) son brotes muy vigorosos y tienden a ser vegetativos y cuando maduran pueden ser muy productivos. Todos los árboles juveniles tienden a tener muchos brotes silépticos. Por su parte, los brotes de tipo proléptico son ramillas delgadas de poco vigor que en un futuro van a entregar la carga productiva. “Es importante mantener un equilibrio entre los brotes de tipo siléptico y los brotes de tipo proléptico, que son los que están generando floraciones. El hecho de tener también brotes silépticos nos está mandando una señal de que nuestro árbol se encuentra saludable”, explica el experto y destaca que, en la medida en que el árbol va envejeciendo, deja de emitir brotes de tipo siléptico y únicamente da brotes de tipo proléptico.
Por eso, es clave diferenciar estos brotes al momento de la poda para saber cuál conviene más. Si se va a podar árboles que tengan una buena relación de brotes prolépticos y silépticos, lo que se debe buscar con la poda es generar más brotes prolépticos, es decir, brotes que arrojen floraciones o brotecillos de bajo vigor. “Si entramos a trabajar un huerto ya envejecido al que no le vemos chupones de manera natural, este es un indicativo de que tenemos que entrar con una poda más fuerte”, comenta Carrillo.
Si la poda se enfoca desde una perspectiva de producción esta tendría que estar enfocada principalmente a generar brotes de tipo proléptico, que son los productivos. Pero si ya se dejó pasar mucho tiempo y no se podó el cultivo y este envejeció, entonces la poda tiene que ser dirigida a generar brotes de tipo siléptico.
“Para obtener brotes de tipo siléptico generalmente se tienen que hacer intervenciones agresivas, podas más fuertes, y para generar brotes de tipo proléptico se deben hacer podas más suaves”, concluye el experto, sobre una técnica agronómica que es clave para tener un huerto productivo. Ese es el desafío en una agricultura moderna.