Cuando el ‘oro verde’ se transforma en ‘oro líquido’
NBF se instaló en Colombia con un objetivo claro: producir aceite de aguacate. Su producción a granel es enviada hasta su planta en México donde se convierte en aceite refinado, extra virgen o ‘winterizado’, según los requerimientos de los clientes en los diferentes destinos alrededor del mundo. La meta de la compañía, dice Rodrigo Pla Carelli, gerente de proyectos internacionales, es poder realizar en el país todo el proceso productivo una vez haya mayor disponibilidad de materia prima. Para ello, requieren entre 100 y 120 toneladas diarias de fruta, pero hoy lo más que han llegado a procesar son 65 toneladas por día.
Por Ximena González V.
Con el boom del aguacate Hass se vienen abriendo paso nuevos negocios. Es el caso de la transformación de la fruta en aceite de aguacate. Una de las compañías que hace parte de este negocio es la mexicana NBF, compañía dedicada a ofrecer productos orgánicos y naturales y que instaló en Colombia su planta de producción.
Según Rodrigo Pla Carelli, gerente de proyectos internacionales de NBF Colombia, ellos no desperdician ni una sola fruta. Aquí no importa si el aguacate es grande o pequeño, si viene con algún daño mecánico o con afectación por plagas y enfermedades.
“Básicamente en el país el aguacate tiene tres mercados: el de exportación, el nacional y el del guacamole. Pero hay un restante que no le sirve a ninguno de estos mercados, ya sea por alguna plaga o porque es muy pequeño, o puede estar de buen tamaño, pero viene muy maduro y es este el que nosotros utilizamos para hacer la extracción del aceite”, dice Pla Carelli y destaca que reciben fruta de todos los departamentos productore: Antioquia, Risaralda, Caldas, Tolima, Huila, Cauca y Valle del Cauca.
La única condición que debe cumplir la fruta para poderla convertir en aceite, es que cuente con un rango de materia seca de entre 28% a 30%. Ese sería el estado de madurez óptimo para iniciar el proceso de extracción.
Sin embargo, a la planta ingresa fruta de todo tipo, entre verde y madura. Lo primero que se hace una vez ingresa el aguacate es el análisis de materia seca y se procede a separarla. La que llega más verde es sometida a un proceso que han denominado de estadía, de entre cinco y seis días, hasta que alcance el estado óptimo de maduración para poderla procesar.
“En este proceso de estadía lo que hacemos es poner un plástico alrededor de la estiba donde está dispuesta la fruta. Esto concentra todos los gases y hace que el aguacate empiece a sudar un poco más. Hacemos una especie de réplica de su estado natural, como si estuviera en el árbol para que madure con sus propios gases. No aplicamos nada más”, explica el directivo.
En ese sentido, Pla Carelli agrega que, con el negocio del aceite de aguacate, los productores no tienen pérdidas. Venden la totalidad de sus frutas.
¿CÓMO ES EL PROCESO?
Una vez la fruta más madura es seleccionada, esta se vierte en una banda transportadora para iniciar el proceso el cual se inicia en un molino. Ahí se tritura la fruta completa, pulpa, cáscara y pepa, y logra alcanzar una temperatura de 28°C, más adelante, en otro de los tanques se eleva de 40°C a 45°C.
Paso seguido, la pasta debe llegar a la termo-batidora de tres líneas. Hasta aquí el proceso tiene una duración promedio de 1 hora 15 minutos. Aquí es necesario esperar (de 2 a 3 horas) a que esa pasta o esa molienda llegue a una temperatura de 65°C, la máxima que se alcanza en todo el proceso.
Luego, dice Pla Carelli, se llega a un tercer paso en el proceso de extracción del aceite: la decantación. “El decantador lo que hace es que separa sólidos, agua y aceites. Más adelante, si aún quedan sólidos se hace una filtración, el restante se bombea a la centrífuga y se lleva a un nuevo tanque donde ya empieza a salir el aceite”.
Cuando el aceite es obtenido se envía a unos tanques de almacenamiento para posteriormente ser enviado a la planta principal de NBF en México. El gerente de proyectos internacionales manifiesta que todo se exporta en flexi-tanques de 22 toneladas cada uno. Desde que llegaron al país hasta la fecha han procesado aproximadamente cerca de 5.000 toneladas de fruta.
“El aceite crudo que producimos en Colombia lo enviamos a granel hasta México, donde se le hacen diferentes procesos y de ahí ya sale a nuestros clientes finales”, resalta Pla Carelli. Dice que allá (en México) transforman ese aceite en extra virgen, refinado o winterizado, según las preferencias de sus clientes en Estados Unidos, Asía, Europa, y en general en todo el mundo.
Sin embargo, el directivo indica que no descartan la posibilidad de que en el mediano plazo puedan traer toda su fase productiva a Colombia, es decir transformación y empaque. Indica que el tema aquí ha sido básicamente de disponibilidad de materia prima. “La razón por la que no hemos traído aún a Colombia ni la parte de refinación, de extra virgen y de empaque es porque son inversiones demasiado altas y nosotros debemos de garantizar una producción diaria y constante de esos equipos, sino se nos vuelven insostenibles”.
En ese sentido, dice que probablemente en el próximo año y medio o dos años, cuando ya crezca la producción de aguacate en la industria y que haya mayor disponibilidad de materia prima podrán trasladar al país todos sus procesos productivos. “Para que valga la pena necesitaríamos tener aproximadamente una producción de 100 a 120 toneladas de aguacate diarias. Actualmente, en una buena temporada lo máximo que hemos llegado a procesar son 65 toneladas al día”, resalta.
Si bien el aceite crudo es producido en Colombia y exportado desde México a todo el mundo. Para empezar a distribuir el aceite en Colombia, NBF está a la espera de los permisos correspondientes para el respectivo ingreso al país.
GENERACIÓN DE VALOR EN LA CADENA PRODUCTIVA
Más allá de producir el aceite de aguacate, la compañía está generando un valor agregado en la cadena productiva. Al declararse como una empresa con cero contaminaciones y cero residualidad, con el sobrante del proceso están generando productos de nutrición vegetal y nutrición animal, principalmente en su planta en México.
“El sobrante del proceso lo almacenamos en unos tanques. Es una pasta muy rica en materia etérea, con un buen porcentaje de grasas, tiene proteína, tiene fibra y tiene buena ceniza”, dice Pla Carelli y señala que, en la parte de nutrición vegetal a esta pasta (sobrante) le incorporan algunos biológicos y humus y esto sirve como un fertilizante, por ejemplo, para fincas que están dedicadas a la producción orgánica y que están comprometidas con el medio ambiente.
En la parte pecuaria, NBF genera unos micros de nutrición animal. Realizan el mismo proceso y dependiendo del tipo de especie, a la pasta le agregan algunos cereales, algunos adicionales y agregar también algunos biológicos. “Estos micros de nutrición animal puede usarse en cerdos, en bovinos y en un sinfín de especies”, agrega Pla Carelli, sin embargo, dice que, aunque es un proyecto que ya desarrollan en México y que quieren implementar en Colombia, en el país aún no lo han podido hacer por el tema de registros.
“Hoy por hoy, lo que estamos haciendo en Colombia es convertir esta pasta en compost, es lo único que tenemos permitido hacer hasta la fecha”, señala. Esto lo hacen a través de una negociación con una empresa que composta la pasta. NBF les vende el sobrante y esta empresa se encarga de procesarla y ponerla a disposición del mercado agrícola como compost. En la parte pecuaria, están a la espera de las certificaciones por parte del Invima y del ICA.
Finalmente, Pla Carelli puntualiza que la meta de NBF es seguir creciendo y consolidándose en el mercado colombiano y señala que entre los planes de la empresa no solo está poder iniciar todos sus procesos productivos de aceite de aguacate en el país sino también empezar a trabajar con otras materias primas que hay disponibles en Colombia. En México, por ejemplo, la empresa procesa inulina de agave, azúcar de coco, harina de coco y aceite de coco.