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Enfermedades de la zarzaparrilla cultivada en Chile

Se estima que en Chile se cultivan algo más de 100 hectáreas de zarzaparrilla de fruto rojo, Ribes rubrum, y una superficie muy menor de zarzaparrilla de fruto negro negro, R. nigrum), entre las Región Metropolitana y la de Los Lagos, concentradas en Maule, Biobío y Los Lagos, en ese orden, que en conjunto representan casi el 90% del total. Los rendimientos promedios se sitúan en torno a las 8 toneladas por hectárea y las cifras de exportaciones se han situado en el orden de 1,8 millones de dólares. También se registran experiencias productivas a partir de 2005 en las regiones de Aysén y Magallanes con superficie de 4 ha de zarzaparrilla roja.

16 de Diciembre 2016 Equipo Redagrícola

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Cuerpos frutales (peritecios) de Nectria sp. en la madera.

 

Por Paulina Sepúlveda R., ingeniera agrónoma, M. Sc., fitopatóloga INIA.

 

Este frutal es considerado un “alimento funcional” debido a que además de sus propiedades nutricionales básicas, contiene ciertos elementos cuyo consumo diario dentro de una dieta equilibrada ayuda a mantener y mejorar la salud, es así como se menciona  a la zarzaparrilla por su alto contenido de antioxidantes, antocianinas y poli fenoles.

Las enfermedades causadas por diversos agentes bióticos, como son hongos, bacterias, virus y nematodos, pueden provocar pérdidas importantes en rendimiento, como también en la calidad comercial de los frutos, además de disminuir la vida útil de las plantas. Dependiendo de su incidencia y severidad, los problemas fitopatológicos pueden transformarse en factores limitantes para la producción, provocando pérdidas económicas a los productores y exportadores.

Cada enfermedad produce síntomas que en algunos casos son fáciles de reconocer, pero en otros casos pueden ser confundidos fácilmente. Es por ello necesario que un técnico con experiencia ayude a identificarlos correctamente, y recurrir a los análisis respectivos para elegir el método de control más adecuado.

Existe poca información disponible en el país sobre las enfermedades que atacan este frutal. En 1984 Andrade et al., realizaron una prospección de problemas patológicos en diversas especies arbustivas frutales, entre ellos la zarzaparrilla en la región de los Lagos, encontrando varios patógenos asociados a los frutales. Sin embargo, solo excepcionalmente algunos alcanzaron niveles de infección que podían considerarse críticos. Posteriormente, en 1988, Sánchez señala a la Pudrición del cuello como el principal problema fitopatológico de la zarzaparrilla. En 2006, Medina et al encontraron enfermedades virosas afectando al frutal en el sur del país.

De acuerdo a la escasa información bibliográfica disponible y a las observaciones realizadas por la autora en plantaciones de zarzaparrilla negra y roja en la región de Magallanes, a continuación se señalan las posibles enfermedades que pueden afectar a estas especies en el país.

 

ENFERMEDADES CAUSADAS POR HONGOS

Los hongos Botryosphaeria ribis Gros and Dug, Pleospora sp, Fusarium sp., Mycosphaerella sp., Septoria sp, Botrytis cinerea (Andrade et al., 1984) y Phythopthora sp. (Sanchez, 1988) han sido asociados a diferentes daños en ramillas, follaje y frutos. Estudios realizados en INIA en el año 2009, asocian la presencia del hongo Nectria sp. con muertes de ramillas de zarzaparrilla en la región de Magallanes.

 

PUDRICIÓN DEL CUELLO

Se trata de un problema causado por diferentes especies del género Phytophthora. No existe en Chile información disponible sobre cuál es la especie en particular que esta afectando las plantas. Sin embargo, todas las especies del hongo son habitantes del suelo, especialmente aquellos de textura pesada. Las diferentes especies del género Phytophthora tienen gran afinidad con el agua, y excesos de este elemento en el suelo por períodos prolongados (2 días o más) favorecen la infección del patógeno. La literatura señala que los focos de pudrición del cuello se concentran en sectores del terreno donde ocurran anegamientos por defectos de riego o especialmente riegos por tendido, relieve, napas superficiales, nivel del injerto bajo el suelo, malezas alrededor del tronco y otros (Álvarez el al., 2004).

El hongo Phytophthora logra sobrevivir por largos períodos en el suelo, aun en ausencia del hospedero, debido a la presencia de esporas de resistencia llamadas oosporas o clamidosporas, (de origen sexual y asexual, respectivamente) o como saprofito en forma de micelio (Álvarez el al., 2004).

El hongo penetra por heridas provocadas en las raíces, por lesiones de insectos, nematodos u otros.

La diseminación del patógeno en el terreno ocurre por agua, ya sea de escurrimiento por lluvia o riego, por movimientos de suelo a través de labores culturales o por la comercialización de plantas con suelo contaminado.

Los síntomas consisten en marchitez y amarillez parcial o total del follaje, debilidad generalizada, pudriciones de cuello, necrosis del tejido especialmente en la zona del cuello, muerte de ramillas.

Control

El control de la enfermedad es de tipo preventivo, Se basa en evitar las condiciones que favorecen el establecimiento del patógeno, es decir ubicar la zarzaparrilla en suelos muy bien drenados, con buen escurrimiento superficial, plantar en camellones, evitar todo tipo de daño a las raíces. También es aconsejable hacer aplicaciones preventivas, especialmente en plantaciones nuevas, con fungicidas como Fosetil Alumnio o Metalaxil.

 

PUDRICIÓN GRIS

Otra de las enfermedades fungosas que pueden tener importancia en zarzaparilla es provocada por Botrytis cinerea Pers. Este hongo se caracteriza por ser muy polífago, pues afecta a una gran cantidad de especies frutales y hortalizas. Origina daño en diferentes estados de desarrollo de la pero, pero en el caso de zarzaparrilla puede dañar especialmente las flores, generando tizón de la flor, y frutos, causando pudriciones o ramillas causando la muerte de ellas. El hongo se caracteriza por presentar un micelio de color gris con abundancia de esporas (figuras 1 y 2), las cuales son liberadas desde los conidióforos y diseminadas principalmente por viento y secundariamente por agua. Estas conidias caen en tejidos susceptibles y pueden penetrar en forma directa, sin la ayuda de una herida, aunque su penetración es también factible con la presencia de heridas. El hongo sobrevive como esclerocios de color negro (estructuras de resistencia, formadas por la compactación del micelio) en ramillas infectadas, en frutos momificados o también en otros hospederos o malezas. También puede permanecer saprofíticamente en restos de plantas que quedan en el suelo (Latorre, 2004).

Los síntomas se manifiestan como necrosis, atizonamiento de brotes y centros florales, pudriciones blandas y acuosas en frutos con abundante esporulación de color gris sobre la superficie afectada. Esta enfermedad puede causar pudriciones de frutos en psotcosecha.

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Conidioforo de Botrytis Cinérea.

 

Control

El control se basa en un adecuado diagnóstico de la enfermedad. Se recomienda ventilar e iluminar el cultivo realizando podas que faciliten la aireación, de modo de evitar condiciones favorables para el patógeno. Se aconseja realizar aplicaciones preventivas, o cuando se observen los primeros síntomas, con fungicidas autorizados para su uso en Chile por el Servicio Agrícola y Ganadero, como Iprodione, Clorotalonil o Tebuconazole.

 

CANCRO O MUERTE DE RAMILLAS

Esta enfermedad, que afecta principalmente a la madera, se ha asociado con el hongo Nectria sp. El agente causal se caracteriza por presentar cuerpos frutales (peritecios) de color rojizo en cancros en la madera de ramas y ramillas afectadas (figura 3). El hongo se disemina por ascosporas (figura 4) que son liberadas desde los ascos presentes en los peritecios. Las ascosporas son distribuidas por efecto de salpicado y escurrimiento producido por el agua. Las esporas penetran al tejido, sobre todo a través de las heridas que resultan de la poda o por las dejadas por las hojas al caer. Posteriormente en el tejido afectado se forman cancros y suele haber muerte de ramas y ramillas.

El hongo sobrevive como micelio y peritecios asociados a tejido enfermo en maderas muertas o severamente dañadas.

Los síntomas se manifiestan como pequeños cancros en ramillas que derivan en la muerte de las mismas. En las maderas dañadas se aprecia la formación peritecios de color rojizo (figura 3). La infección se ve favorecida por presencia de abundante agua libre.

Control

El control, al igual que en los casos anteriores, se basa en un adecuado diagnostico. Es recomendable utilizar plantas sanas al momento de la plantación, y eliminar y retirar del huerto toda la madera infectada. Se aplican fungicidas pre infección durante caída de hoja con Benomil o Carbendazim.

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Ascos y ascosporas de Nectria Sp.

 

ENFERMEDADES CAUSADAS POR BACTERIAS

AGALLAS DEL CUELLO

Esta enfermedad, causada por la bacteria habitante natural de suelo Agrobacterium tumefaciens (E.F./Smith y Townsend) Conn., se caracteriza por ser muy polífaga y afectar a un gran número de hospederos de diferencias especies. El patógeno penetra a las raíces y cuello por heridas provocadas por ataque de insectos, nematodos, o el golpe de herramientas, entre otros. Una vez en el interior de la planta, la bacteria estimula la inducción de tumores o agallas (figura 5) típicas de la enfermedad. La bacteria permanece en los tumores y libera células bacterianas al suelo para incrementar las poblaciones en el suelo e infectar a otras raíces de la misma planta o de plantas aledañas. La bacteria permanece en el suelo por largos períodos, sobreviviendo en forma libre asociada a malezas. Se disemina por agua de riego o movimientos de suelo mediante implementos de labranza (Álvarez et al., 2004). La enfermedad resulta particularmente importante en plantas de viveros, ya que ellas serán fuente de inóculo y su traslado contaminará el suelo donde se establecerá el huerto.

Los síntomas de la enfermedad se manifiestan por tumores o agallas en cuello y raíces. En un comienzo son pequeños, de color claro, de consistencia blanda, para continuar su crecimiento y transformase en agallas leñosas de diferente tamaño y color oscuro. Las agallas provocan debilitamiento generalizado del frutal, pérdidas en producción y disminución de la vida útil de las plantas.

Control

El control, principalmente de tipo preventivo, busca evitar que la bacteria entre en contacto con las plantas, para ello es recomendable:

Establecer viveros con suelo esterilizado (por métodos físicos: vapor de agua o solarización, o químicos: Metham sodio, Basamid u otros).

Rotación de cultivos de por lo menos dos temporadas antes de realizar la plantación.

Realizar plantaciones con plantas sanas, visualmente libres de agallas.

Al momento de la plantación, hacer un tratamiento a las raíces con soluciones de hipoclorito de sodio o dióxido de sodio, para destruir la bacteria que se encuentre en superficie.

Tratamientos curativos con extirpación de agallas y posterior tratamiento con soluciones de 2.4 Xilenol más Metacresol han dado buenos resultados en control de agallas en manzanos (Álvarez et al., 2004; Latorre, 2004).

 

ENFERMEDADES CAUSADAS POR VIRUS

De acuerdo a un estudio realizado por Medina et al. (2006), las enfermedades virales tienen, hasta el momento, una muy baja incidencia en el país. Solo dos virus fueron encontrados afectando zarzaparilla en una prospección realizada en diversas localidades: Arabis mosaic virus y Tomato ring spot virus. Ambos pertenecen al grupo de los Nepovirus, que se caracterizan por ser virus con partículas poliédricas, trasmitidos en el campo por nematodos del genero Xiphinema, y por propagación vegetativa. Las malezas juegan un rol importante en la diseminación de estos agentes, ya que pueden servirles de hospederas y diseminarse por sus semillas. Generalmente los virus ingresan a los huertos por material de propagación infectado y luego se diseminan a través de los vectores. Como todos los virus, permanecen en las plantas afectadas en forma sistémica y no es posible erradicarlos.
Los síntomas son variables, pueden observarse mosaicos y una declinación progresiva que en muchos casos no aparece asociada a síntomas evidentes, pero que va disminuyendo la producción y calidad de los frutos.

Control

Como ya se mencionó, no existe control curativo para los virus. Solo es posible prevenir mediante la plantación de huertos con plantas libres de ellos. Resulta importante también efectuar análisis de nematodos en el suelo para determinar la presencia de las especies vectoras del genero Xiphinema y controlarlos mediante el uso de nematicidas.

 

RECOMENDACIONES GENERALES

El manejo de las enfermedades debe basarse en un diagnóstico certero, para lo cual es imprescindible conocer los agentes que están afectando las plantas y basarse en el manejo integrado de enfermedades. Este consiste en un monitoreo sistemático de la incidencia (porcentaje de plantas afectadas por la enfermedad, del total de plantas evaluadas) y severidad (expresada por la intensidad de daño en las plantas) de los problemas en el campo, para poder decidir cual es la mejor forma de control.

La mayoría de los hongos es diseminada por estructuras reproductivas llamadas esporas o conidias, que pueden estar presentes en cuerpos frutales o conidioforos libres de diversa forma y son diseminados por agua y viento. Dichas estructuras pueden permanecer en el mismo vegetal o en plantas aledañas al cultivo, como las malezas. Por tal razón, es muy importante eliminar las posibles fuentes de inóculo.

Las bacterias, también son diseminadas principalmente por agua y por traslado de material contaminado, mientras que los virus lo hacen por vectores, insectos o nematodos, y principalmente por material vegetativo de propagación (estacas y yemas). En consecuencia, debido a que los virus no tienen control curativo, resulta imprescindible contar con material sano de propagación, y no debe realizarse injertos con estacas o yemas que no estén debidamente analizadas para asegurar su sanidad.

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Agallas en raíces y cuello causadas por A. tumefaciens.

 

 

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