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En la Región de Coquimbo: Nuevo virus transmitido por trips afecta al cultivo de lechuga

28 de Febrero 2017 Equipo Redagrícola

No se descarta que este virus, transmitido por o cuyo vector es el trips Frankliniella occidentalis también conocido como trips de California, pueda expandir su presencia a nuevas áreas de cultivo.

Paulina Sepúlveda R., Mónica Madariaga V, Roxana Mora y Luis Felipe Muñoz.

La lechuga es a una de las especies hortícolas que más consume la población, siendo las principales variedades comercializadas milanesa, conconina (costina), escarola, española francesa y morada. El año 2012 la superficie plantada de lechuga alcanzaba 7.356,3 ha, es decir el 9,3% de la superficie nacional con hortalizas (ODEPA), con una densidad promedio por hectárea de 50.521 plantas (2.296,5 ha en la Región de Coquimbo).

En los últimos años se han presentado serios problemas fitosanitarios, tanto virales como provocadas por hongos, que causan pérdidas que se concentran principalmente en el periodo de invierno y primavera, provocando una fluctuación negativa en la comercialización de la especie.

Desde el punto de vista económico el cultivo de lechuga es uno de los de mayor importancia en la Región de Coquimbo, y es uno de los preferidos por los agricultores por ser un cultivo de rápido crecimiento y corto desarrollo, con una alta demanda por parte del consumidor. La principal ventaja productiva de la Región de Coquimbo es su clima, que permite cultivar durante gran parte del año. 

LAS DOS PRINCIPALES ENFERMEDADES VIRALES

Un diagnóstico realizado entre 2005-2008 por investigadores de INIA-La Platina en el marco del proyecto “Aplicación de herramientas biotecnológicas y agronómicas a la sanidad vegetal del cultivo de la lechuga”, financiado por la Fundación para la Innovación Agraria, FIA, en la zona central de Chile, indicó que los problemas virales referidos a la producción de lechugas en esta zona se centran en dos enfermedades: el “mosaico de la lechuga” y la “vena ancha”. Esta última, enfermedad asociada a la presencia de dos agentes virales, el Lettuce big-vein virus (LBVV) y Mirafiori lettuce big-vein associated virus (MLBVaV), los que son transmitidos por un hongo del suelo, el Olpidium brassicae, lo que dificulta su control ya que las esporas del hongo pueden sobrevivir por años en el suelo sin perder la habilidad de transmitir estos virus. Esta enfermedad se ha diseminado rápidamente por todas las áreas productoras de lechuga en el mundo debido principalmente a dos causas. La primera de ellas relacionada con la falta de variedades resistentes y la segunda causa relacionada con la dificultad para controlar al vector.

REPORTAN SíNTOMAS DE UNA NUEVA ENFERMEDAD

En la temporada 2013-14 en el sector de Pan de Azúcar, Región de Coquimbo, los agricultores observaron síntomas en las plantas de lechuga de un cultivo de primavera verano, que sugerían la presencia de un nuevo problema patológico, este correspondía a manchas necróticas circulares en el borde de las hojas como también en el foliolo central, causando deformación de ellas y pérdida del cultivo lo que sugería una infección causada por virus (figura 1). La sintomatología fue observada en lechugas milanesa, costina y escarola, siendo la más afectada la lechuga milanesa variedad Victoriosa con un porcentaje de plantas afectadas de alrededor del 20%. Los síntomas son claramente visibles cuando la lechuga tiene un desarrollo de ocho hojas, lo que equivale a dos o tres semanas del cultivo en el campo.

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Especialistas de INIA Intihuasi en la Región de Coquimbo han desarrollado programas de asistencia técnica en conjunto con INDAP, que han permitido interactuar directamente en los campos de los agricultores, entregando herramientas de identificación para la detección de plagas y enfermedades, con cursos y talleres dirigidos por especialistas, además de una asesoría técnica dirigida. De esta forma han logrado anticipar los problemas productivos que enfrentan los hortaliceros medianos y pequeños en el sector de Pan de Azúcar, constatando que los porcentajes de pérdidas asociado a la expresión de esta enfermedad son de un 20 a 40 %, para el riego por surco.

Como ejemplo se puede señalar que en la lechuga del tipo milanesa con densidades de 66.670 pl ha-1 las pérdidas pueden ser de 27.000 plantas por ha. Mientras que si el cultivo es regado por goteo (cinta), el porcentaje de pérdidas es del 10% aproximadamente. Cabe señalar que la incidencia de la enfermedad aumenta en el periodo estival producto del incremento en las temperaturas, lo que permite mayores poblaciones de trips, principal vector del virus, afectando en un mayor porcentaje al cultivo.

Muestras de las plantas afectadas fueron analizadas en el laboratorio de Fitopatología y Virología de INIA La Platina. Considerando que la sintomatología sugería una infección causada por virus, se realizó la prueba de RT-PCR con partidores específicos para diferentes virus que afectan a la lechuga entre ellos Tomato spotted wilt virus (TSWV), Cucumber mosaic virus (CMV), Beet necrotic yellow vein virus (BNYVV), Impatient necrotic spot virus (INSV) y además con partidores universales para el género Tospovirus. Los resultados fueron concluyentes y todas las muestras resultaron positivas a Impatient necrotic spot virus (INSV) y al género Tospovirus.

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El Impatiens necrotic spot virus o virus de la mancha necrótica del impatiens (INSV, por su acrónimo en inglés) fue descrito por primera vez en los Estados Unidos de América (EUA) en 1990 como un típico Tospovirus. Fue aislado en Nueva Guinea de plantas de Impatien ssp. y otros cultivos ornamentales tales como anturio, begonia y gloxinia; al mismo tiempo fue reportado en el Noroeste de Italia en Anemonesp. Y Ranunculu ssp., y posteriormente en Países Bajos y Alemania en 1992. Antes de su plena caracterización molecular, el INSV fue descrito como una variante del Tomato spotted wilt virus (TSWV-I, de impatiens) también perteneciente al género Tospovirus. Ambos virus comparten el vector principal que es el trips Frankliniella occidentalis Pergande (Thysanoptera: Thripidae) (o trips de California) frecuentemente presente en cultivos de lechuga y otras hortalizas en la región. El insecto adquiere el virus al estado de larva y son los trips adultos, los que tienen la capacidad de  transmitir el virus a especies cultivadas perennes y anuales así como también a malezas. 

Los síntomas causados por ambos virus corresponden a necrosis de las hojas y anillos oscuros que pueden observarse en las hojas externas y en el foliolo central. Esta situación no permite diferenciar por sintomatología la infecciones causadas por INSV o TSWV, solo una prueba de laboratorio puede indicar la presencia de uno u otro virus. Otros hospederos del virus son un gran número de especies perennes o anuales, como pepino, tomate, pimiento y maní.

Este virus se había encontrado con anterioridad afectando pimientos en la Región de Coquimbo especialmente en la localidad de Cerrillos de Tamaya, Valle del Limarí, causando síntomas similares de anillos necróticos en los frutos de pimiento, sin embargo es la primera vez que se presenta afectando cultivos de lechuga.

Las características del virus son que presentan partículas esféricas con una cubierta lipoproteica y su vector principal son los trips, donde Flankliniella occidentalis y Trips tabaci son las principales especies presentes en el cultivo de lechuga en la zona. La maleza conocida como pacoyuyo (Galinsoga parviflora) muy frecuentes en el cultivo de lechuga, actúa como reservorio del virus aun cuando no presentan síntomas característicos, sin embargo, desde ella los trips pueden diseminar el virus hacia la plantación de lechuga. El virus no es trasmitido por semilla en lechuga.

LAS MEDIDAS DE CONTROL SON PREVENTIVAS

Los virus no tienen control curativo por lo tanto deben tomarse medidas para iniciar el cultivo con plantas sanas producidas bajo invernadero con malla antiáfido, esto asegurará que las plantas no sean infectadas en los primeros días de desarrollo. Si los agricultores hacen sus propias plantas deben asegurarse de que no estén en contacto con insectos, para ello debe construirse una sala con malla antiafido en todo su contorno. Las plantas producidas en viveros o plantineras normalmente cuentan con este tipo de estructuras.

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Otra de las medidas de prevención es evitar la presencia de malezas en especial de pacoyuyo dentro del cultivo, ya que se ha comprobado en diversos estudios que esta maleza presente en plantaciones de lechugas infectadas, puede ser portadora del virus INSV.

Es importante señalar que el virus no queda en el suelo de una temporada a otra, pero si en las malezas que actúan como reservorio. El virus tiene otros hospederos, tales como pepino, tomate, pimiento y maní, lo cual agudiza el problema, pues generalmente los productores tienen en un mismo predio más de un cultivo susceptible al virus.

Hasta el momento el virus no se ha detectado en otras regiones pero podría llegar a estas zonas del país. El control de los insectos vectores como forma de control de virus no es siempre eficiente ya que una baja población de insectos puede trasmitir el virus.

A la fecha no se ha observado variedades resistentes al virus, y todos los tipos de lechugas (milanesa, costina y escarola), pueden verse afectadas, sin embargo, ha sido la lechuga milanesa donde se han observado los mayores problemas. 

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