Desarrollo de bionematicidas en Chile: Nuevas alternativas para el control de nematodos
Los especialistas están preocupados por las poblaciones de nematodos fitoparásitos ya que los problemas que provocan se han ido acentuando en los últimos años. Si bien en el mercado hay una serie de soluciones es importante disponer de controladores biológicos, ya que se trata de productos específicos para determinados nematodos y suelos. Existen algunos en el mercado y otros están por aparecer. Uno de estos desarrollos lo lidera desde la Universidad de Chile el agrónomo y especialista en nematología agrícola, Dr. Erwin Aballay, quien junto a su equipo desde 2008 busca organismos que controlen nematodos. Se espera que el nuevo producto biológico esté disponible en el país en el corto plazo.
Cinco años bastaron para que aumentaran los problemas nematológicos en Chile. Tanto en frutales como en hortalizas. Y eso se debe principalmente a que han aparecido algunas especies nuevas de nematodos y también porque ha causado mucho revuelo el nematodo dorado de la papa, el que ha sido determinante en la zona norte y que en las últimas dos temporadas ya se detectó en Osorno.
Los estudios de la Universidad de Chile han incorporado nuevas especies frutales y otras zonas productivas desde que se diagnosticaron problemas en huertos de carozos, cerezos y manzanos; fundamentalmente en plantaciones basadas en patrones enanizantes.
Todo ello hace que los problemas nematológicos hoy estén en primera línea y que aumentara su incidencia en varios cultivos. A ello hay que sumar los daños de nematodos más tradicionales, como es el caso de Xiphinema index, que es descrito como un problema muy serio en vides en la zona norte, sobre todo en las regiones de Atacama y Coquimbo, así como también algunas especies de Meloidogyne en tomates, alfalfa y papa. “En papa, los productores de Coquimbo tienen asociado a la siembra una aplicación de nematicidas y hay dos productos que han ocupado ese nicho, Vidate y Rugby. El problema es que no existen variedades resistentes, entonces el único método de control, además de las rotaciones a largo plazo, es el manejo químico. Incluso hay algunos agricultores que están usando fumigantes como Nemasol”, explica Erwin Aballay.
NUEVOS PROBLEMAS CON LOS PORTAINJERTOS DE VIDES
Si bien el uso de portainjertos en vides ha sido una buena herramienta para el control de nematodos, han ido apareciendo focos en los últimos años en algunos sectores de la Región de Atacama. Pero también en la de Coquimbo, “donde se asociaría a problemas de identificación de los portainjertos. Otra posibilidad es que se deba a la aparición de razas nuevas que hayan sido capaces de romper esa resistencia. Nos hemos encontrado con portainjertos como 110 Richter o en Ramsey, este último uno de los l más plantados en esa región, y que se está comportando como franco en algunos sectores arenosos o pedregosos”, manifiesta el investigador de la Universidad de Chile.
Para manejar los nematodos en Chile se ha usado básicamente productos químicos. Hay fumigantes que aún están en el mercado como el bromuro de metilo y otros como Nemasol, Triform y Enzone; que son aquellos que están reemplazando las aplicaciones de bromuro de metilo en hortalizas y replante de frutales. También hay que añadir al listado aquellos nematicidas químicos convencionales.
ALTERNATIVAS DE NEMATICIDAS BIOLÓGICOS
Pero los químicos no son los únicos. Además existen otras alternativas comerciales como Ditera (Myrothecium verrucaria), que es un nematicida biológico que se usó mucho durante un tiempo pero que lentamente ha ido desapareciendo del mercado. Otro nematicida biológico es Micosplag (Paecilomyces lilacinus), de origen colombiano, pero que es difícil de encontrar en el mercado. Según Aballay, la limitante de los nematicidas biológicos es que son muy específicos. “Pueden ser efectivos sobre algunos géneros de nematodos, pero no sobre otros. Incluso llegan a ser efectivos sobre estados, es decir, hay algunos que son bastante efectivos sobre huevos, pero no sobre adultos”.
Lamentablemente -según el investigador- en Chile estos productos comienzan a ser tratados como si fuesen productos químicos convencionales. “Se aplican bajo diferentes circunstancias y en distintas condiciones, y sobre todo tipo de nematodos fitoparásitos, lo cual obviamente puede ser un error, ya que es altamente probable que no se esté logrando el objetivo de manejar a la plaga específica”, asegura.
Para el nematólogo, una de las zonas productivas donde es factible hacer un buen manejo en base a productos biológicos es Chile, “debido a que hay una diversidad biológica alta y a que estos micro organismos están adaptados a esas condiciones”, afirma. Sin embargo, cuando se tiene suelos con niveles de pH muy altos o niveles altos de materia orgánica, los biológicos pierden algo de eficacia. Sin embargo, la posibilidad de desarrollar productos biológicos que estén adaptados a este ambiente aportaría una buena herramienta de manejo, “y en el suelo existe una gran cantidad de organismos que están atacando y destruyendo parte de esta plaga. Los más frecuentes son los hongos parásitos que terminan descomponiendo a la plaga. La mayoría son endoparasitarios y son bastante valiosos y efectivos en el manejo de nematodos de todo tipo”, precisa el experto.
Pero además existen bacterias parásitas como Pasteuria penetrans, la que probablemente sea la bacteria más estudiada en el mundo como bio antagonista de nematodos. El principal problema es que no se ha logrado una formulación que la mantenga viva por el tiempo necesario. Así mismo, en el suelo existe una gama interesante de nematodos depredadores que aparecen con frecuencia cuando se trabaja con rangos altos de materia orgánica.
Son los niveles altos de compost y guano los que estimulan el desarrollo de estos organismos que ayudan a bajar la presión de las poblaciones de nematodos fitoparásitos. Todos estos organismos están presentes en el suelo y bajo ciertas condiciones alcanzan un buen desarrollo. “Se ha acuñado el término -suelos supresivos- para denominar aquellos suelos donde se han desarrollado algunos de estos micro organismos de manera importante y, a lo largo del tiempo, han sido capaces de disminuir o manejar la plaga. Son probablemente los suelos donde se debiera buscar bio antagonistas”, indica el experto.
Es importante entender que cuando se utiliza fumigantes de suelo no sólo se elimina la plaga, malezas y hongos, sino que así mismo a todos los enemigos naturales. “Y cuando se establece un cultivo en un suelo fumigado, lo primero que entran son los patógenos, que se desarrollan en un tiempo largo prácticamente sin competencia”, afirma Aballay. De ahí que los suelos fumigados o bromurados, después de uno o dos años, pueden tener poblaciones de nematodos mucho más altas que las que tenían antes de fumigar, básicamente porque han desaparecido los enemigos naturales.
BAFEX-N, UNA INTERESANTE ALTERNATIVA DE FUTURO
En este proceso de búsqueda, salvo los biocontroladores mencionados y un producto que está desarrollando Bayer Cropscience, el mercado de productos biológicos es muy reducido en nuestro país. Una empresa que ha apostado por este tipo de productos es Bio Insumos Nativa, que ha desarrollado Bafex-N, una formulación a base de Bacillus cereus y Bacillus thuringiensis, la que fue evaluada en distintas condiciones. Incluso la propia Universidad de Chile ha participado de esos ensayos.
“Encontramos que es una buena alternativa para el futuro, sobre todo si somos capaces de manejar este producto como lo que es, un producto biológico. Se deben hacer aplicaciones tempranas, ojalá al inicio de la plantación, pero además mantención y reinoculación permanente de los suelos y, si es necesario, la adición de materia orgánica”, manifiesta el especialista.
El producto se puede aplicar por sistemas de riego y los profesionales de la Universidad de Chile han realizado diversas evaluaciones en Casablanca, en un suelo con bajos niveles de materia orgánica, “donde en los primeros 70 u 80 días hubo niveles de control bastante interesantes, con aplicaciones altas y diferentes al testigo, es decir, hay un potencial de desarrollo muy interesante”, precisa el experto.
Pero no hay que pensar que con estos productos se puede apagar un ‘incendio’, porque muchas veces se intenta resolver problemas que en muchos casos no tienen solución. “En nuestro laboratorio nos toca ver problemas graves y vamos a campos que presentan condiciones muy difíciles, considerando que cuando se entra en un problema nematológico serio, este normalmente no tiene solución. Por ejemplo, nos hemos encontrado con plantas que tienen un sistema radicular con más de un 50% de daño, por lo que no son recuperables”, explica Aballay. Gran parte de los cultivos se resienten mucho cuando presentan un nivel de daño que no puede ser recuperado por ningún método.
NUEVO BIOPROTECTOR RADICAL EN BASE A RIZOBACTERIAS NATIVAS
El equipo que lidera Aballay trabaja desde 2008 en suelos considerados supresivos tratando de aislar organismos que tengan un impacto sobre los nematodos. Iniciaron el trabajo en vides y recibieron gran cantidad de material proveniente desde Arica hasta Bío Bío, con el cual desarrollaron un catastro amplio de las densidades de nematodos y de los daños causados en muchas zonas. Con esos datos en la mano seleccionaron once predios con bajas poblaciones de nematodos, muchos de los cuales correspondían a replantes sin portainjertos. “Eso nos planteó que hay algo en esos sectores que está evitando que las poblaciones se eleven de forma importante pese a que hay nematodos, ya que las plantas tienen un muy buen desarrollo ya que presentan una muy buena masa radicular”, explica el investigador de la Universidad de Chile.
El trabajo denominado “Desarrollo de herramientas en base a rizobacterias para el manejo de nematodos fitoparásitos en frutales y vides”, prospectó una serie de rizobacterias pensando que son parte de los organismos más prometedores porque tienen un hábitat específico y porque forman una especie de bio film alrededor de la raíz. Es así que están muy protegidas por la planta, la que les entrega carbohidratos y una serie de otros elementos. La bacteria por su parte libera al medio una cantidad enorme de sustancias que tienen distintos efectos, entre otros, funcionan como promotoras de crecimiento y antibióticos.
El estudio partió gracias a fondos de la propia universidad, con los que se iniciaron las prospecciones, la selección de campos y los aislamientos. “Un grupo de investigadores suecos nos ayudó en la aislación primaria de estos organismos, luego realizamos estudios in vitro para reducir el número de cepas con potencial”, cuenta Aballay. Partieron con 400 aislamientos de los cuales se han ido seleccionando los más efectivos. Primero hicieron estudios en placa Petri, después con plantas in vitro, para luego continuar en macetas con suelo contaminado. “En los trabajos con placa Petri nos dimos cuenta que el 89% de las cepas eran efectivas en matar los nematodos fitoparásitos en entre 24 y 48 horas. Cuando trabajamos con plantas in vitro en sustratos estériles, la efectividad bajó a 32% y cuando las llevamos al suelo infectado sólo el 16% de las cepas fueron efectivas”, indica el especialista.
Esta reducción de alternativas les permitió llevar el trabajo a nivel de campo. En esta etapa fueron apoyados económicamente por Fondef, dinero que les permitió implementar el estudio en Ovalle, Casablancay la Región Metropolitana, con resultados interesantes.
“Todas las cepas están en proceso de formulación y estamos decidiendo cuáles son los mejores aislados y cuál es la mejor mezcla. Estamos apuntando a un aislamiento entre tres y cinco individuos de distintas especies”, explica Aballay. La identificación de la especie ha sido bastante compleja, ya que inicialmente se realizó con una técnica que se usa en Europa, que es el análisis de ácidos grasos, pero además hicieron identificaciones fisiológicas, bioquímicas y moleculares.
“Hoy podemos decir que tenemos dos especies que hasta ahora no han sido descritas. El trabajo siguiente es el de la propiedad intelectual, que se iniciará en breve. “Básicamente estamos hablamos de cepas de los géneros Pseudomonas, Bacillus y Serratia. Además, tenemos rizobacterias que han sido efectivas en la diminución de las poblaciones y/o daños en las plantas”, explica el experto.
LOS NEMATODOS TAMBIÉN AFECTAN AL CEREZO
Con el apoyo de FIA decidieron ampliar el trabajo al cultivo del cerezo. Partieron de la base que no necesariamente una cepa efectiva contra Xiphinema americanum s.l. o Meloidogyne spp. en vides, sería efectiva sobre Pratylenchus sp o Mesocriconema xenoplax en cerezos, ya que el cultivo y la rizósfera son distintos. “No necesariamente una rizobacteria que se aisló para la vid será efectiva en cerezo”, señala Aballay. Por ello es necesario repetir muchos ensayos para ver cuáles son aquellas especies capaces de colonizar de manera efectiva estos hospederos.
Este año esperan iniciar un estudio de similares características, pero en papas, seleccionando bacterias, apuntando básicamente al nematodo dorado de la papa.
“El proceso de uso de las rizobacterias lo planteamos a partir de las plantaciones con raíces tratadas. Los productores de leguminosas no siembran si la semilla no está inoculada, pero no es así en el caso de un cultivo frutal. Nuestro objetivo es que las nuevas plantaciones estén tratadas desde el vivero con un bioprotector que se adapte al sistema radicular”, explica el nematólogo.
La última etapa del trabajo incluye la formulación del producto final y uno de los requisitos es que la formulación mantenga la viabilidad de estos organismos. “Como universidad no tenemos experiencia en formulación por lo que nos asociamos con dos empresas, Biogram y Bioagro, las que nos ayudarán en esta etapa”, explica. También Viveros El Tambo ha sido un muy buen apoyo para los trabajos con cerezos. Erwin Aballay y su equipo, confía en que no pasará mucho tiempo para que el nuevo producto biológico sea lanzado comercialmente y los productores puedan ver sus efectos sobre el terreno.