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Novedades en monitoreo e identificación de Chanchito Blanco

14 de Marzo 2017 Equipo Redagrícola

Red Agrícola estuvo presente en el Seminario “Situación actual de los Pseudocóccidos en la fruticultura en Chile: nuevas herramientas para su identificación”, organizado por FDF, ASOEX, CORFO y SAG, donde se mostraron los últimos avances en monitoreo con feromonas, y detecciones moleculares de esta plaga cuarentenaria que provoca el rechazo de más de 3 millones de cajas de fruta fresca de exportación al año.

Uno de los principales problemas que presenta el chanchito blanco es la difícil identificación de sus estados inmaduros al momento de ser inspeccionadas en las plazas de embarque, razón por la cual se generan altas tasas de rechazo cuarentenario. Esta situación, sumada al ineficiente control químico, generan que en Chile el 70% de los rechazos por la presencia de plagas cuarentenarias están asociados a estos Pseudocóccidos.

La especie Pseudococcus viburni es la que está más presente en las cajas rechazadas. Sólo en la temporada 2011-2012 significó que más de 2.326.466 de cajas no pudieran llegar a destino. Le siguieron las especies  Pseudococcus calceolariae con 60.374 cajas rechazadas y Pseudococcus longispinus con 49.954. Pero hubo casi 600.000 cajas rechazadas como “Pseudococcidae”, lo que deja en claro la ausencia de tecnologías y conocimientos específicos en la identificación de las diferentes especies de chanchitos blancos.

USO DE FEROMONAS SEXUALES PARA MONITOREO DE CHANCHITO BLANCO

La investigadora Tania Zaviezo junto a un equipo de profesionales de la PUC, estudian la opción de utilizar estos compuestos volátiles para  optimizar la detección y monitoreo de plagas cuarentenarias. Gracias a este trabajo han logrado sintetizar las feromonas de Pseudococcus calceolariae.

Según Tania Zaviezo, debido a sus hábitos crípticos, realizar un control efectivo de la plaga se vuelve una tarea complicada, ya que este pequeño insecto que se alimenta del floema de la planta suele ubicarse en heridas, cortes de poda y zonas del suelo desde donde se moviliza a las raíces, y queda protegido de los plaguicidas de contacto.

Frente a estas prácticas de control poco eficiente asociadas además a la heterogeneidad tanto espacial como temporal de la plaga, la Dr. Tania Zaviezo, especialista en manejo integrado y control biológico de plagas en frutales, ecología y enemigos naturales de la PUC apunta al Manejo Integrado de esta Plaga, y es en este modelo que desarrollar nuevas técnicas de monitoreo es fundamental.

Con los años el monitoreo ha adquirido relevancia para optimizar las aplicaciones químicas de fitosanitarios y mejorar el manejo de la plaga, situación que ha evolucionado desde la observación visual, altamente demandante de tiempo y mano de obra calificada, hasta el monitoreo con el uso de feromonas. Las feromonas ayudan a la comunicación entre individuos de una misma especie, ya sea a través de señales de huella, alerta o sexuales. En este caso en particular Zaviezo hace referencia  a las feromonas sexuales, que facilitan el encuentro entre el chanchito blanco hembra, que sólo camina, y el chanchito blanco macho, que vuela.

“A través de un proyecto Fondef, donde estamos trabajando con la PUC, la Pontificia U. Católica de Valparaíso, el mandante que es el SAG, y entidades asociadas como FedeFruta, Hortifrut y Xilema, estamos estudiando el uso práctico de las feromonas con tres objetivos. El primero de ellos es el monitoreo para detectar especies de chanchito blanco, un segundo objetivo es el monitoreo de abundancia poblacional, para saber si tengo la necesidad de aplicar plaguicidas o no, y un tercer objetivo se enfoca directamente en el control” explica Zaviezo.

Dadas las complicaciones que presenta la detección de estados inmaduros de chanchito blanco en las inspecciones, el equipo de trabajo de la PUC sostiene que el uso de trampas de feromonas específicas facilitaría la detección en campo y la determinación de huertos de baja prevalencia o ausencia de especies cuarentenarias. “Hoy día mucho de lo que se detecta  como chanchito blanco, no se sabe qué especie es, y bien puede ser una especie que no es cuarentenaria. Pero si estás a último minuto con la fruta embalada haciendo los análisis, no es mucho lo que puedes hacer. En cambio si en campo pones trampas de distintas especies incluidas las cuarentenarias, y no registras capturas, lo más probable es que en tu revisión el huevo detectado no es de plaga cuarentenaria.  Es decir, esto es algo que puede ayudar desde campo y no en último minuto” sostiene Zaviezo.

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SÍNTESIS DE FEROMONAS, AVANCES A NIVEL NACIONAL

A nivel mundial y desde 1980 hasta el 2010 se lograron identificar feromonas de doce especies de chanchito blanco, correspondientes a seis Pseudococcus (comstocki en 1980, cryptus en 2003, viburni en 2005, maritimus en 2007, longispinus en 2009 y calceolariae en 2010), cuatro Planococcus (citri en 1981, ficus en 2001, minor en 2007 y kraunhiae en 2008), un Phenacoccus correspondientes a madeirensis en 2009, y un Maconellicoccus hirsutus en 2005.

“La mayoría de las identificaciones de las especies relevantes para nosotros se han hecho desde el 2005 en adelante, y ahora estamos investigando la síntesis de la feromona de Pseudococcus calceolariae, que ya identificamos y que es más económica de producir” explica Zaviezo. La patente obtenida y las publicaciones oficiales de calceolariae se efectuaron gracias al trabajo en conjunto con neozelandeses, quienes trabajaron en paralelo a Chile en la síntesis de esta especie de chanchito blanco, considerada la más relevante para dicho país.

Ahora bien, para sintetizar nuevas feromonas es necesario criar chanchitos blancos en laboratorio para obtener hembras vírgenes, que emiten la mayor cantidad de feromonas. A través de ellas se hace pasar aire, el cual es colectado en un filtro que almacena todos los volátiles emitidos por la hembra, para después poder identificar las feromonas y hacer la síntesis química, proceso que está en manos de la Universidad Católica de Valparaíso.  Siguiendo esta cadena de procesos, el equipo de Zaviezo espera obtener las feromonas de Pseudococcus meridionalis y Pseudococcus cribata. “En este minuto estamos trabajando con Pseudococcus meridionalis, que estamos criando activamente y ya estamos colectando volátiles con algún indicio de cómo podría ser la feromona” agrega Zaviezo.

Ver Cuadro Principales Causales de Rechazos a Nivel Nacional (Cajas)

Rechazos a EUA por Pseudococcidae Temporada 2011-2012

ACTUALMENTE SOLO SE COMERCIALIZAN FEROMONAS DE PLANOCOCCUS FICUS…Y EN ESTADOS UNIDOS

Una vez que se logra sintetizar una nueva feromona, el agricultor debe definir sus objetivos en campo, es decir, si utilizará el recurso para monitoreo o control de la plaga. Si se opta por el primero, se requieren 25 microgramos de feromonas por dispensador por trampa, dosis que dura toda la temporada. El número de trampas igualmente va a depender del objetivo del monitoreo, pero por ejemplo “si yo quiero sólo detectar, podría necesitar sólo una trampa por hectárea. Para calcular la densidad poblacional o bien para confirmar la ausencia de plaga se requieren más trampas, pero un valor no muy alejado al de una trampa por hectárea” detalla Zaviezo.

Respecto al monitoreo, la especialista señala que es mucho más barato tener una trampa que tener a diez personas calificadas revisando las plantas, declaración que se sustenta en el estudio de factibilidad económica elaborado por Zaviezo, “porque no basta con que esto sea técnicamente efectivo, sino que sea económicamente atractivo”. El kit de monitoreo para una temporada que consta de tres dispensadores y una trampa tiene un costo estimado de 14 dólares, incluida la feromona. “Estos kit se pueden importar a Chile, desde Japón o Corea, ya que ahí están quienes fabrican el extracto puro con costos que deben ser más baratos. Después armas el paquete de monitoreo compuesto por tres trampas y un dispensador” aclara Zaviezo. Pero si bien el precio es asequible, falta masificar comercialmente los insumos, ya que a la fecha sólo se encuentran en el mercado de Estados Unidos las feromonas de Planococcus ficus, utilizadas principalmente para el monitoreo de chanchito blanco en la vid.

TAMBIÉN SE PODRÍAN UTILIZAR PARA CONTROLAR LA PLAGA

Ahora bien, si el uso de feromonas es para control de plagas existen distintas alternativas. Una de ellas es utilizar un dispensador, aparato que contiene la feromona en su interior la cual se difunde hacia el ambiente, liberándose de manera volátil. La otra alternativa es asperjar las feromonas mezcladas con agua al igual que un pesticida, así la feromona queda depositada en el follaje y desde allí se va liberando por evaporación hacia el ambiente. “Típicamente estas feromonas asperjables al follaje tienen una duración relativamente corta, de dos a tres semanas, por lo que habrá que volver a aplicar en los peak de vuelo de los machos, que por ejemplo para Planococcus ficus se determinó en California que es en las mañanas y en las tardes” agrega Zaviezo. Para el caso de las trampas de feromona, los dispensadores permanecen activos toda la temporada, siendo necesario cambiar sólo la trampa, que es sobre la cual quedan los insectos pegados, de manera que se abaratan los costos para los productores.

¿UNA ALTERNATIVA AL CONTROL QUÍMICO?

Dependiendo del uso que se les dé a las feromonas, podrían ayudar a llevar a cabo un control químico más eficiente, evitando aplicaciones innecesarias, o bien reemplazar el control químico, combinándolas además con el uso de enemigos naturales. De elegir esta última alternativa, tenemos la opción de trabajar con enemigos naturales generalistas o especialistas del chanchito blanco. Dentro de los generalistas el más popular es el Cryptolaemus montrouzieri o chinita, capaz de depredar hasta 250 chanchitos blancos durante su vida, considerada el macroagente de biocontrol más vendido en Chile.  Respecto a los enemigos naturales especialistas, existen pequeños parasitoides himenópteros o avispas parasíticas, que ponen sus huevos dentro de los insectos para luego desarrollarse internamente, y de esa manera atacar a la plaga.

Un aspecto a considerar es que de acuerdo a experiencias vividas en Estados Unidos y Nueva Zelanda, se ha descrito que los enemigos naturales del chanchito blanco son atraídos por las mismas feromonas que atraen a los machos, situación que todavía no ha sido evaluada como positiva o negativa. “Si tengo a un enemigo natural de Pseudococcus viburni, la presencia de feromona es una señal que su hospedero se encuentra cercano, entonces es más o menos lógico que los enemigos pudieran responder a las feromonas sintetizadas” explica Zaviezo respecto a ensayos ocurridos en California para Planococcus ficus, donde se había asperjado feromonas para producir disrupción sexual, registrándose más parasitismo que en aquellos lugares donde no habían asperjado. “Pareciera ser positivo, pero hay que estudiarlo con detalle porque finalmente el enemigo natural podría perder la sensibilidad de sus órganos receptores y no encontrar a su hospedero porque también está confundido” detalla Zaviezo, y agrega que “la gracia de la feromona es que es compatible con todas las otras técnicas de control, y se usará dependiendo de los costos, la práctica, la eficacia, los requisitos cuarentenarios y los requisitos medioambientales que tenga el cultivo”.

USOS FUTUROS: HACIA UN SYSTEM APPROACH

Existen dos propuestas sugeridas por el equipo de investigación, siendo una de ellas la certificación otorgada por el SAG a huertos de baja prevalencia versus aquellos de alta prevalencia, a través de un system approach. La otra alternativa es proteger el patrimonio fitosanitario chileno, velando para que no ingresen aquellas especies que no están descritas en Chile. “Podrías poner las feromonas de especies que no están en nuestro país en lugares estratégicos como pasos cordilleranos, aeropuertos, la salida de los cruceros, entre otros, donde uno podría muy tempranamente detectar estas incipientes invasiones y rápidamente actuar y poder erradicarlas, y no esperar hasta que estén mostrando daños en cosecha, ayudando así a la vigilancia interna del país” finaliza Zaviezo.

OTRA ALTERNATIVA: TÉCNICAS MOLECULARES PARA IDENTIFICAR CHANCHITO BLANCO

En los sitios de inspección del SAG, los estados inmaduros del chanchito blanco como huevos y ninfas no pueden ser identificados taxonómicamente, por la complejidad del proceso y la falta de especialistas calificados. La Fundación para el Desarrollo Frutícola y el Laboratorio privado BIOSCAN están realizando un proyecto para desarrollar técnicas moleculares de detección, que permitirían tener resultados en menos de 2 horas.

Con el objetivo de reducir rechazos cuarentenarios en la industria frutícola de exportación chilena, la Fundación para el Desarrollo Frutícola, FDF, se encuentra realizando el proyecto “Técnica rápida de identificación de Pseudocóccidos”, para desarrollar, validar e implementar una técnica de identificación mediante la herramienta molecular conocida como PCR en tiempo real, o Reacción en Cadena de la Polimerasa, herramienta metodológica muy arraigada al campo de la detección de genomas específicos.    

A través de una decodificación de secuencias cortas del ADN de chanchito blanco, el equipo se propuso desarrollar un protocolo para la identificación rápida de seis especies de chanchitos blancos cuarentenarios, estos son Pseudococcus viburni, calceolariae, longispinus, meridionalis, cribata y Planococcus citri, proceso que tarda dos horas desde que se extraen los ácidos nucleicos del chanchito blanco, hasta que se logra identificar.

El proceso de validación del protocolo, clave para ser reconocidos por el SAG y el USDA, consistió en realizar comparaciones entre los resultados obtenidos con la técnica PCR y los resultados taxonómicos de crianzas puras de chanchito blanco desarrolladas por FDF. “Las crianzas puras de chanchitos se hicieron sobre brotes de papa, en temperaturas aproximadas de 25°C, en condiciones de oscuridad, en un laboratorio adecuado con 6 box, en los cuales estaba cada especie por separado” explica la Ingeniero Agrónomo Denisse Santibáñez, coordinadora del proyecto. En este proceso se utilizaron 1.200 individuos de las seis especies mencionadas, en sus distintos estados de desarrollo. “Los resultados fueron bastantes buenos, porque de las 1.200 muestras ciegas que se entregaron, 1.198 fueron correctamente identificadas por el PCR, y 2 sin identificar. Lo bueno de esto es que todas las muestras identificadas dieron 100% de concordancia, es decir, que si FDF entregó Pseudococcus cribata, el PCR identificó como cribata” explicó Santibáñez.

Por ahora el equipo de investigación está a la espera del informe técnico de validación preparado por el SAG, para ser entregado y evaluado por el USDA. “La idea es que en Estados Unidos se valide el protocolo, y podamos trabajar y establecerlo de manera permanente en el SAG.  Prontamente se implementará el plan piloto en el sitio de inspección del aeropuerto internacional de Santiago, para lo cual Bioscan está trabajando en esta implementación de los equipo. Además consideramos necesario hacer la capacitación a los trabajadores del SAG, para que después ellos puedan realizar este trabajo en el aeropuerto” sostuvo Santibáñez.

INVESTIGAN ENEMIGOS NATURALES DE CYDIA POMONELLA

“Estamos partiendo un proyecto con enemigos naturales de la polilla de la manzana, viendo cómo la genética podría afectar el comportamiento de los enemigos naturales, y ver cuán efectivos son.  De la polilla de la manzana hay muy pocos enemigos naturales en Chile. En los 90’ se llevaron varios enemigos naturales a California desde Kazajstán, lugar donde la polilla de la manzana es originaria. De estos se liberaron tres, y al final sólo uno de ellos permaneció como el más efectivo, Mastrus ridens, que en estos minutos se está liberando en Nueva Zelanda y Argentina. En Chile fue liberado con poco éxito, entonces nosotros queremos re investigar y ver si habría algún factor genético que podría afectar el éxito del establecimiento” explica Zaviezo.

“Lo otro es que tenemos un proyecto internacional grande, financiado por la Unión Europea, que tiene como objetivo aumentar la efectividad del control biológico y la calidad de los enemigos naturales, estudiando aspectos de la crianza que uno no ve, por lo tanto, básicamente se haría vía marcadores genéticos” detalla la experta.

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