Con varios años de muy buenos precios y la temporada pasada con excelentes rendimientos en la zona sur dadas las buena temperaturas para la cuaja, la próxima temporada -que terminará en marzo-abril de 2017- así mismo se viene auspiciosa. Datos recogidos en terreno indican que la superficie de avellano europeo en Chile hasta el año pasado era de 17.000 ha, que el 40% de esta superficie estaría en la Araucanía, que las plantas de vivero ya están agotadas este año y que se estarían plantando entre 2.500 y 3.000 ha al año a nivel nacional.

Miguel Ellena, investigador de INIA Carillanca.

El avellano europeo es un frutal de bajos costos de establecimiento, partiendo porque los huertos normales consideran solo cerca de 500 plantas/ha y porque el costo de una buena planta de avellano es de entre 1.000 y 1.200 pesos por unidad. Pero además es fácilmente mecanizable, la fruta se cosecha desde el suelo, por lo que así mismo presenta bajos costos de producción.

Si bien, entre Talca y Linares se encuentra una gran superficie cultivada con Avellano Europeo, en la Araucanía se concentraría cerca del 40% de la superficie nacional de avellanos. A la zona centro sur se orientó primero el frutal porque se consideró que allí se disponía de mejores temperaturas para la cuaja del fruto. En consecuencia en esa zona se instaló AgriChile, compañía del grupo Ferrero, principal poder comprador, que cultiva cerca de 3.000 ha de avellano.

“Realizamos un estudio analizando la situación agroclimática y de suelos entre Maule y Osorno y a nivel de promedios no encontramos grandes diferencias productivas entre los buenos productores de cualquiera de las zonas. En la zona sur durante algunas temporadas el cultivo se ve afectado por bajas temperaturas durante la cuaja, en relación a la zona central, donde tienen mejores temperaturas para esta etapa. Pero en años en que tenemos buenas condiciones, como ocurrió el año pasado, logramos rendimientos muy buenos ya que se cosecharon sobre 3.000 kg/ha en esta zona. Básicamente por buenas temperaturas en cuaja. Esto es, durante noviembre y diciembre”, explica el principal experto chileno en el frutal, doctor Miguel Ellena, investigador de INIA Carillanca (Temuco), centro que lidera la investigación sobre el frutal en Chile.

-Sin embargo, es sabido que las condiciones climáticas del sur durante el período de polinización también pueden ser problemáticas.

-Se complica cuando enfrentamos exceso de lluvia pero este año no hemos tenido problemas. Si tenemos buenas temperaturas para la cuaja durante los próximos meses este pude ser otra temporada muy buena.

-¿En marzo-abril, en esta zona más lluviosa, no se complica la cosecha mecánica?

-Existen las máquinas adaptadas a nuestras condiciones y además, si se cosecha entre marzo y abril, sin dejar la fruta para más tarde, entre otras cosas porque se dispone a tiempo de las máquinas, así mismo no hemos tenido problemas en los últimos años.

-Y, ¿existe la disponibilidad de maquinaria?

-La mayor parte de los agricultores están comprando máquinas y lo bueno es que en Italia, el segundo productor del mundo con 70.000 ha, se ha desarrollado maquinaria para pequeña y mediana agricultura. En Chile un agricultor con 100, 120 o 150 ha de avellano europeo ya es grande, si bien puede haber dos en la zona central con cerca de 500 ha más la superficie de AgriChile en el Maule. Esos agricultores requieren de máquinas grandes. Pero hay mucho agricultor pequeño que hoy puede comprar máquinas chicas italianas por 2 a 2,5 millones de pesos. Hemos probado algunas excelentes para pequeños agricultores. E incluso para los más chicos hay máquinas manuales.

-¿Cuál sería la superficie mínima de avellano que permite funcionar en este contexto?

-Lo que pasa en nuestra zona es que hay pequeños productores que producen 15 quintales de trigo, y hay algunos de esos que se están metiendo en avellano. Con que saquen 1,5 a 2 millones de pesos por hectárea en dos hectáreas, para ellos es rentable. Para agricultores de perfil más empresarial hablamos de 20 a 25 ha, para tener maquinaria y todo eso.

VARIEDADES POR MERCADO Y NUEVAS ALTERNATIVAS

Hay dos mercados principales para la avellana, el snack o consumo directo, y el de la industria. El caso del avellano es excepcional ya que el precio que se paga para industria es mejor que el precio que se paga para consumo directo. Cada uno de estos mercados requieren de variedades determinadas y hoy en cada uno de los segmentos se impone una variedad principal, por lo que los productores disponen pocas alternativas para plantar. Uno de los propósitos de Ellena es a futuro contar con nuevas variedades, de mayor rendimiento de huerto e industrial.

-En el caso del avellano, ¿cómo se estructura un huerto en cuanto a variedades?

-Hoy tenemos un gran poder comprador, que es Ferrero y para Ferrero ojalá en Chile solo se cultivara Tonda di Giffoni (TG). Si bien la variedad preferida de Ferrero es Tonda Gentile delle Langhe, esa variedad no funcionó en Chile ya que tanto en el centro como en el sur del país se demostró poco productiva, en tanto que TG ha andado bien acá. Ferrero también compra Barcelona pero la paga a un menor precio. Pese a lo cual, Barcelona igualmente es interesante porque nos permite acceder a otros mercados, orientados al snack. Los agricultores están plantando de estas dos variedades para no poner todos los huevos en el mismo canasto y porque el mercado de snacks están creciendo en Asia.

-¿Hay la posibilidad de incrementar el pool de variedades a cultivar?

-Estamos trabajando en un proyecto que se llama selecciones clonales en que barrimos todo el territorio desde el Maule hasta Puerto Varas, por el que hemos realizado 400 selecciones. Dentro de estas tenemos 20 que son candidatos, que este año los vamos a injertar, algunas de ellas -por ejemplo- presentan características extraordinarias en cuanto a rendimiento al descascarado, incluso por sobre el 50%. Son materiales antiguos que llegaron con los alemanes y algunos con calibres mucho más grandes que Barcelona. En el lago plazo vamos a ver cómo funcionan algunas variedades que se están evaluando.

NIVEL TECNOLÓGICO RELATIVO Y SITUACIÓN MUNDIAL

Según Ellena, en cuanto a tecnología tenemos huertos mucho más modernos que, por ejemplo, el principal productor que es Turquía, donde el nivel tecnológico y los rendimientos son muy bajos. “Chile ha metido mucha tecnología en avellano en un par de años. Si comparamos con los españoles o los italianos tenemos huertos -tecnológicamente hablando- mucho mejores”, dice el experto, y así mismo buenos rendimiento.

Como en otros frutales, el hemisferio sur representa un porcentaje ínfimo de la oferta mundial de avellanas. Desde ese punto de vista -teóricamente- podríamos triplicar o cuadruplicar la oferta sin deteriorar el mercado. “No es que seamos ínfimos en superficie porque ya que tenemos mayor superficie que EEUU y hoy EEUU -principalmente Oregón- está en el tercer lugar en volumen -ya que desplazó a España-, pero sus huertos son todos antiguos. Pero además ellos tienen una enfermedad que afortunadamente nosotros no tenemos, el Eastern Blight (un hongo), el que ojalá no entre a Chile porque de otro modo se nos va Barcelona, que es una variedad susceptible. El asunto es que de aquí a unos pocos años Chile va a desplazar a EEUU en producción. Hasta el año pasado teníamos 17.000 ha pero las plantas este año ya están agotadas en los viveros por lo que -por lo menos- vamos a llegar a las 18.000-19.000 ha este año y se pretende llegar a 30.000 ha al 2025”, explica Miguel Ellena.

A nivel mundial, según el experto, el frutal está creciendo muy fuerte principalmente en Chile y llama a estar atentos a Canadá, país donde el cultivo está recién empezando, sin embargo, Ferrero ya está instalado en Canadá. Pero eso es en el hemisferio norte. “En el hemisferio sur hoy día no tenemos competencia. Estuve en Argentina en marzo y están harto atrasados y con muchos problemas tecnológicos”, señala el experto.