2020, una vendimia extraordinariamente atípica
Marcelo Lorca, Gerente Agrícola de Aresti Chile Wine S.A. (ACW) señala que la cosecha de vides para vino se adelantó en un rango estimado de 14 a 30 días en los diferentes valles vitivinícolas del país.
A ello se sumó el impacto del coronavirus, un alto stock de enlace en bodegas, zonas afectadas por poca disponibilidad hídrica, altas temperaturas en periodos fenológicos importantes y una baja en la producción, para tener una temporada fuera de lo común.
Desde el centro de operaciones de ACW en el valle de Curicó, donde la empresa posee 4 campos propios y coordina la compra de uva para vino en la amplia zona comprendida desde Maipo hasta Itata, Marcelo Lorca responde a las preguntas de Redagrícola con la visión que le da esta amplia cobertura geográfica.
-¿Cómo caracterizas la temporada?
-La vendimia partió bastante antes de lo acostumbrado. Estimo que el rango general de adelanto de Chile debe ser entre 14 y 30 días. En año normal, Pinot Noir y Chardonnay para base espumante siempre inician a fines de enero, ahora lo hicieron anticipadamente. Luego comienzan las variedades blancas tempranas: la misma Chardonnay, Sauvignon Blanc, Gewurztraminer, Viognier, Riesling. Después se sigue con los tintos tempranos: Pinot Noir, Merlot, luego Cabernet Sauvignon, Malbec, Sirah, y todas las otras cepas, terminando con Carmenere por lo común entre el 10 y el 15 de mayo. Yo estoy finalizando esta semana [30 de marzo a 5 de abril] con los Carmenere, para que veas la diferencia.
HELADAS, ESTRÉS HÍDRICO Y ALTAS TEMPERATURAS
-¿Cuáles fueron las causas?
-Hubo varios factores. Uno, eventos de heladas en inicio de primavera, entre el 15 y 20 de septiembre, y después heladas entre el 3 y el 8 de octubre. Fueron varios eventos bajo 0ºC, alrededor de -1ºC y -2ºC, que provocaron una baja de rendimiento importante debido a la pérdida de los primeros brotes de la primera yema, sobre todo en materiales masales. Segundo, un estrés hídrico relevante. A fines de agosto había un 70% menos de aporte pluviométrico que en el mismo mes de 2018, el cual ya había sido seco. Por lo tanto la mayoría de los suelos partió con el estanque vacío, poca humedad de suelo. Debo haber hecho unas 200 calicatas a fines de agosto, y los 10 a 15 primeros cm de suelo tenían humedad aprovechable más o menos de un 30%. Por lo tanto, hubo que partir regando muy temprano en invierno, ya en ese mes. Y más al norte de Curicó la situación era peor, hablamos de Colchagua, Cachapoal, Maipo, Aconcagua… En tercer lugar, fue un año extremadamente cálido. Con temperaturas sobre 30ºC la planta no deja de trabajar metabólicamente, pero lo hace con menos eficiencia. Los registros de la estación meteorológica muestran que los días sobre 30ºC en noviembre fueron 11; en diciembre, 20; en enero, 26; en febrero, 24, y en marzo, 20 días sobre 30ºC. Hay estudios en Francia, a propósito del cambio climático, que señalan que en variedades de clima mediterráneo, predominantes en Chile, por cada grado sobre el promedio histórico de las máximas, hay un 10% de merma en rendimiento. Y también se asocia a un tema de calidad, porque la piel de la uva en variedades blancas se queman y pierden tipicidad aromática, ¡y los blancos son aromas! En el caso de los tintos, hay una pérdida importante de colores, de antocianos y de taninos, por pieles quemadas y degradadas. Entonces es súper importante trabajar bien con la canopia durante la temporada para proteger la fruta lo más posible del sol, sobre todo en exposiciones de la cara de tarde de la hilera. Se necesitan plantas con el mayor equilibrio fisiológico y contentas.
-¿Puedes explicar más cómo se enfrenta ese problema?
-Básicamente con bioestimulación, entregando a la planta componentes hormonales vegetales para que la planta se autoproteja ante el estrés hídrico y térmico. Ahí cobra relevancia un elemento muy importante en las viñas, que es el potasio. Este nutriente, desde pinta en adelante (hablemos de mediados de enero), es súper importante para rendimiento, para color, para aromas, para acumulación de azúcar y finalmente para defenderse ante el estrés hídrico. Por lo tanto las aplicaciones de potasio desde pinta en adelante fueron súper importantes también.
SE HABLA DE UNA PRODUCCIÓN DE 25 A 30% MENOS EN EL PAÍS
-Con esos antecedentes, ¿qué se espera en el balance de producción?
-Entre miembros de la industria se han escuchado pronósticos del orden de 25 a 30% menos como país.
-¿Y habrá un impacto en la calidad?
Pienso que no, porque cada viña hizo lo mejor para mantener la calidad.
-¿Qué se puede decir de los efectos en el precio?
La tendencia del precio depende mucho de la cantidad de vino que quede en stock de enlace a nivel nacional.
-¿Y cómo anduvo ese factor?
-El stock fue el volumen de una vendimia completa, de manera que la situación de precios no es muy esperanzadora.
SUPERPOSICIÓN DE BLANCOS Y TINTOS COMPLICÓ LA OPERACIÓN DE LAS BODEGAS
-¿Cómo se ha dado el tema logístico, en el marco de la crisis del coronavirus?
-Esta vendimia 2020 fue muy atípica. Primero, por lo adelantada, muchas bodegas no estaban preparadas para partir en febrero, por lo tanto, tuvieron que apurarse con el fin de estar operativas para dar inicio a la recepción de la uvas. Luego, de marzo en adelante, vino el tema sanitario del COVID-19. Lo normal es que los blancos se cosechen y quede una semana para seguir con los tintos, pero ahora hubo un traslape entre término de blancos e inicio de tintos. La operación de las bodegas se vio complicada por la presencia simultánea de blancos tardíos y tintos tempranos. Hubo que ir mucho al campo a probar uva y tomar criterios de qué iba primero y qué después. La coordinación y articulación de la operación vendimia, entre viticultores y enólogos fue relevante.
-¿Cuánto ha afectado el coronavirus?
-En ciertas zonas hubo complicaciones cuando empezaron a aparecer confirmados positivos. Mucha gente prefirió no salir a trabajar. Se debieron tomar grandes precauciones con el personal del campo y bodega: revisar la temperatura de las personas cada día, alcohol gel a todo evento, mascarillas, guantes y muchas medidas preventivas. En general se notó una baja en la disponibilidad de la mano de obra en la cosecha. La alta demanda y la poca oferta de personal llevó a precios más altos de cosecha.
MECANIZACIÓN: UN RECURSO MUY FAVORABLE
-Me imagino que el tema mecanización de cosecha debe haber sido incidente en los procesos.
-Como la vendimia vino tan adelantada, nos topamos con muchas cosechas de fruta, que también requieren servicios de transporte. Y además se produjo una demanda fuerte por máquinas de cosecha a causa del apuro. La mano de obra asimismo estuvo complicada, compitiendo con las cosechas de manzanas y peras, entre otras especies, en la zona. Es un mito que para lograr calidad no debe usarse la máquina, al contrario; por ejemplo, la posibilidad de cosechar blancos con frío en la noche es mejor a la cosecha de día en forma manual, porque favoreces precursores aromáticos, disminuyes la oxidación y la reducción de las uvas en el trayecto a la bodega. En tintos también hay factores a favor. Y lo otro es el costo, un kilo cosechado con máquina tiene un valor de $9/kg; cosechado con gente, $90/kg. También se suma la oportunidad de cosecha a la hora que necesites y programes.
-¿En Aresti no cosechan manualmente?
-Sí, se cosecha a mano, algunos cuarteles antiguos en alta densidad, sistemas de conducción no mecanizables, y algunas excepciones de alta gama.
LO IMPORTANTE ES AUMENTAR EL CONSUMO DEL VINO CHILENO
-¿Cómo se proyecta toda esta situación?
-Como ya dije, en nuestros campos estamos terminando la vendimia en los primeros días de abril, con más de un mes de adelanto. Y hay muchos que se encuentran a marchas forzadas tratando de meter todo lo que puedan a la bodega. Como te dije, un 30% abajo en kilos como país, y las calidades dependerán del trabajo de los viticultores según los estilos de vino que comercializa cada bodega.
– ¿Cuál es el contexto a nivel mundial?
– Difícil decir. Australia viene de incendios y sequía, Europa también sufrió sequía y heladas… La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) entrega las cifras del hemisferio norte más adelante, para compararlas con las del hemisferio sur. Lo importante es aumentar el consumo de vino chileno y darle mayor empuje como imagen país.