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Walter Masman, asesor, especialista en cerezos

Recetas para conseguir un huerto productivamente exitoso en una zona temprana

El negocio de la cereza es de aquellos que hoy en día seducen a los productores que están en zonas tempranas de producción. Es en estos territorios donde hay que ganar la carrera para llegar lo más rápido posible a la etapa productiva. De esta forma, se podrán aprovechar los años que quedan del ‘boom’ Cerecero. En una temporada donde se pronostica una nueva alza productiva, quien finalice la cosecha después del 7 de diciembre corre el riesgo de llegar después del Año Nuevo Chino. Por tal motivo, todos los manejos en campo en esta época deben ser los más precisos, apostando también a que los árboles lleguen en óptimas condiciones a la próxima temporada.

14 de Septiembre 2022 Equipo Redagrícola
Recetas para conseguir un huerto productivamente exitoso en una zona temprana

Por Rodrigo Pizarro Yáñez y Jorge Velasco Cruz

En zonas tempranas y, por ende, privilegiadas como Coltauco, el objetivo es llegar productivamente lo más rápido posible, porque con el tiempo se restringirá esta ventana, y cada vez este negocio se hará más estrecho, a medida que se desarrollen zonas más tempranas”, sostiene el asesor, especialista en cerezos, Walter Masman, sobre un negocio que, con el tiempo, ha ido mutando y que ha visto cómo se han ido expandiendo las superficies y producciones, gracias a un ‘boom’ alimentado por una China que consume (ya paga muy bien) por la fruta, sobre todo aquella que llega antes del Año Nuevo Chino (ANC).

Masman sabe de años buenos y buenísimos y también de otros malos como la última campaña. Sin embargo, hay que pasar página, y dejar atrás lo negativo de la temporada 2021/22 para que, una vez culminada, ir afinando los manejos de cara una nueva campaña que, según todos los pronósticos hasta el cierre de esta edición, dicen que será de récord productivo. Con tal panorama, el reto para los productores es sacar la fruta lo antes posible, para intentar colocarla antes del ANC, que en 2023 caerá el 22 de enero, varios días antes de lo que ha ocurrido en las últimas temporadas.

Para ello, la carrera comienza tras la cosecha con árboles que sigan trabajando de forma eficiente, con buena fotosíntesis, bien iluminados, bien nutridos, bien regados y, a medida que va avanzando el año, ser precisos en todo tipo de manejos. “Si quieres vigorizar, despunta y poda fuerte”, precisa el asesor. Sin embargo, cuando no se conoce una variedad al 100%, comienza la incertidumbre de pensar si lo que se está haciendo es lo correcto. “Si tuviésemos una Lapins, da lo mismo, porque es una variedad que brota poco, pero, en cambio, Santina brota mucho y tiene la particularidad de que le cuesta muchísimo el endardar. Por lo tanto, cuando despuntamos le estamos dando vigor y la variedad comienza a brotar en vez de endardar”, cuenta el asesor, sobre la importancia de conocer al dedillo las variedades que se están cultivando. “Así, en una variedad que le cuesta endardarse, prefiero que no lo hagamos y eso lo conseguimos con un buen programa de fertilización”, añade en un huerto de Agrícola El Parral, plantado en 2019 con la varidad Santina.

Huerto de Santina sobre Colt plantado en 2020.

Con sede en Coltauco, Agrícola El Parral reconvirtió 42 hectáreas para producir cereza de variedades Lapins y Santina sobre portainjertos Colt y Maxma 14, respectivamente, en plantaciones que se fueron ejecutando en diferentes años: 2016, 2019 y 2021, aunque su última apuesta va por el lado de los nectarines. “En cerezos tenemos una buena superficie plantada y el negocio no está igual que años atrás. La mano de obra está complicada, ya que hay mucha cereza en la zona que se cosecha en la misma fecha”, comenta Manuel Ramírez, el administrador.

Lo cierto es que las perspectivas de la empresa para este año son positivas. Los huertos de Santina más antiguos del fundo, plantados el 2019, producirían cerca de 10 ton/ha, esperando retornos que podrían llegar a los US$ 5,50/kg por hectárea, lo que abre buenas perspectivas. Sin embargo, para que ello ocurra tanto en esta como en temporadas posteriores, se precisa realizar manejos agronómicos que aseguren productividad y calibre.

En un huerto plantado en 2019 y que esta temporada cosecharán entre 1 y 1,2 t/ha, el objetivo es buscar que el próximo año esa producción crezca sobre cinco veces, superando las 6 t/ha. Y en Santina, a diferencia de otras variedades, necesita un correcto manejo para que pueda entrar en producción. “En prácticamente la mayoría de las variedades de cerezos como Lapins, Royal Down, Regina… podemos seguir una máxima: Tenemos una rama y el segmento que creció el año pasado. Si vemos algo que está débil, lo despuntamos para imprimir vigor en esta nueva yema vegetativa, con el fin de que salga con más fuerza. Pero en Santina, a los dos años, las ramas se rebrotan y tienen dardos. Eso ocurre porque no despuntamos. Si la hubiésemos despuntado, probablemente ocho dardos, cuatro podrían ser brotes”, explica Masman.

Huerto de Santina, en un sistema de conducción V-Trellis.

Entre los huertos más antiguos de la Agrícola, hay uno de 3 ha de la variedad Lapins plantado en 2016, donde en la última campaña se obtuvieron 9 t/ha de fruta, con un alto porcentaje de calibres 30 a 32 mm. El objetivo, a través de la poda, es mantener una producción que los árboles puedan resistir una producción constante entre 8t/ha y 10 t/ha, en una cosecha temprana que no debiese terminar más allá del 10 de diciembre, logrando buenos renuevos.

Sin embargo, dada la cantidad de dardos que tienen estos árboles (320 en algunos casos), se estima un potencial productivo de 22 t/ha. a 25 t/ha. Sin embargo, apunta Masman, “al sacar mucha fruta, condicionas las fechas de cosecha para que sean más tardías, con calibres más chicos y, por otro lado, condicionas el árbol. Y no queremos que eso ocurra”.

Por lo tanto, la poda debe apuntar a mantener maderas de buen vigor y que obtengan fruta de buena calidad, al tiempo de asegurar dardos basales para la renovación. Al tratarse de un huerto que necesita escalera para cosecharse, es recomendable dejar los árboles en forma de X, de tal manera de que quede espacio para que los cosecheros apoyen con comodidad la escala al momento de hacer su labor. También es importante cortar las ramas, para que no interrumpan al tránsito de las máquinas, y angostarlas en la parte superior, con el fin de que pueda penetrar la luz solar con mayor fuerza.

Lo que está claro es que, en una zona temprana como Coltauco, “los productores no pueden dormirse en los laureles. Aquí en este fundo son unos privilegiados, porque son los más tempranos de la zona”, sostiene el especialista, sobre un lugar donde también hay otros productores, pero que al estar en otra ubicación, ya no son los más tempranos. “Hay campos que salen cuatro o cinco después que esta. Pero en un futuro muy próximo, con la ayuda de coberturas plásticas, lograrán adelantar sus cosechas y salir en la misma fecha”, añade.

A pesar de que no es una zona donde hiela, la agrícola ha dispuesto de hélices que ha hecho funcionar en casos de emergencia. En la foto un huerto establecido en 2018 que hoy da producciones entre 8t/ha y 10 t/ha.

El asesor sostiene que en un huerto de estas características, debe terminar de cosecharse el día 7 de diciembre o, como mucho, el día 10. “El año pasado terminamos el 12”, recuerda Tomás Vial, propietario de Agrícola El Parral. “Por eso, las fechas de cada manejo deben ser exactas y no puede haber atrasos”, sostiene Masman para que los huertos puedan mantener buenas productividades sustentables en el tiempo. “Para ello, un aspecto muy relevante es que sean huertos no muy altos, con buena luz, fáciles para cosechar y con pautas de poda sencillas que incluso puedan ejecutarlas personas que nunca en su vida han podado y que ni tampoco conoce cómo es la fisiología del árbol”, precisa. Ahí, la formación del huerto es esencial, implicando arquitectura, ortopedia y orden. “Los años clave son hasta el tercero y cuarto, dependiendo de la variedad y condición del huerto. Cuando las ramas se empiezan a endardar completas, el manejo se hace más más llevadero en cuanto a la ortopedia”, subraya. Y, sobre la altura de los árboles, se puede hacer un ‘topping’, a 30 cm del alambre más alto, buscando dejar más luz y hacer más fáciles las labores de aquí en adelante.

En huertos de seis años, con una gran cantidad de ramas, la alternativa será eliminar ramas que estén en medio y que entorpezcan las labores de cosecha. “Trataremos de dejar un árbol con una poda tipo ‘X’, donde quede un espacio para poder meter la pata de la escalera”, precisa.

Y donde haya una aglomeración de ramas y haya algunas que se escapan hacia la hilera, hay que cortarlas. “siempre manda tractor”, recalca el asesor. Así, el árbol comienza a estructurarse de mejor manera. “Debemos tender a ‘apinarnos’, porque el objetivo es tener luz. A la Lapins no le tengo miedo del rebrote e incluso podemos angostarnos aún más”, dice.

“Al sacar mucha fruta, condicionas las fechas de cosecha para que sean más tardías, con calibres más chicos y, por otro lado, condicionas el árbol. Y no queremos que eso ocurra”.

RAMAS LATERALES, CLAVE EN LA FORMACIÓN DE HUERTOS NUEVOS

Uno de los procedimientos más importantes a los que deben someterse las plantaciones nuevas de Agrícola El Parral es la obtención de ramas laterales (25 a 32) en los árboles. Eso se consigue a través de incisiones y pintado en las yemas, procedimiento que se debe realizar esta temporada en la superficie que se plantó más recientemente. debe realizar en 11 hectáreas durante esta temporada. “En zonas tempranas hay que ganar la carrera para llegar lo más rápido posible a la etapa productiva, para aprovechar los años que quedan del ‘boom’ cerecero”, sostiene el asesor.

La idea es ramificar todo de una vez, para obtener la mayor cantidad de metros de madera productiva. “Los mejores resultados se presentan cuando más tarde se entra a hacer este trabajo, el que en esta zona se puede hacer después del 18 de septiembre sin problemas”, afirma Masman, sobre una labor que consiste ir haciendo incisiones a diferentes alturas sobre el eje de la planta.

“Yo no declino de las incisiones”, afirma el asesor en referencia a otros manejos que buscan el mismo resultado como, por ejemplo, ramificar el árbol a través de un pintado y un rebaje del árbol a mediados de julio.

Huerto plantado en 2021.

El grado de éxito de cada método será determinante en las decisiones de los productores”, añade Masman. Y, como en todo orden de cosas, los momentos son decisivos. Así, si es que hubo un atraso en la labor de pintado, podría ser el fin de un huerto, por la aparición del cáncer bacterial. “Los últimos tres años, al ser más cálidos y secos, no había condiciones para el desarrollo de la bacteria. Pero en un año como este, con frío y lluvia, hay que tener cuidado. Puede terminar con la vida de un huerto”, comenta.

Sobre las variedades, Santina sobre Maxma 14 es una combinación muy desordenada. “Hubo productores que en 2021 terminaron de hacer incisiones el 28 de octubre y buscaban gente para que trabajara en ello”, ejemplifica el asesor.

Las incisiones deben hacerse en aquellas yemas que estén verdes en un 70%, buscando pisos productivos. Por eso hay que comenzar a partir de los 60 cm de altura y después ir en tramos alternativos de 20 cm en 20 cm, haciendo cuatro incisiones por segmento. En cada una de ellas hay que aplicar un bactericida, Promalina (40 cc por litro) y pintura oscura (negra o azul). Ello hay que complementarlo con aplicación de cianamida al 2% hasta una altura aproximada de 1,90 metros.

Walter Masman explicando cómo hacer incisiones para conseguir ramas laterales.

Por otra parte, debe hacerse el rebaje, el cual depende del vigor de las plantas y este debe hacerse en verano. “Sugiero rebajar las plantas en verano, después de la cosecha. En rigor, lo que se va a hacer ahora (a mediados de julio), rebajándola, es desorganizar a la planta hormonalmente. El cerezo tiene una crotonía que la caracteriza. Cuando se pode, se va a fomentar a que eso incida más rápido. La práctica de la cianamida hidrogenada de no mojar los últimos 40 cm, tiene la lógica de no despertar a las yemas apicales”.

Si el árbol es débil, se puede llegar a los 40 cm de altura para formar un nuevo eje. Y si es más robusto, se puede alcanzar a los 80 cm para formar dos laterales. “Pero si el eje viene muy potente, se puede partir a 1,1 o 1,2 metros para formar un piso. Se pueden obtener hasta 7 laterales y después dejar unos 4 laterales por piso. Después, casi a mediados de diciembre, terminando la cosecha, hasta se le puede hacer otro corte para que forme más anticipados al crecimiento del eje”, explica Masman.

“Las fechas de cada manejo deben ser exactas y no puede haber atrasos”.

La idea es ramificar todo de una vez, para obtener la mayor cantidad de metros de madera productiva.

RALEO DE YEMAS

Otra forma de regular las cargas es el raleo de yemas (a realizarse a mediados de agosto) en variedades como Lapins, lo que implica apostar por obtener menos flores y, en consecuencia, una menor cantidad de fruta, pero a la vez una mejor calidad de estas. “Esto evita hacer este trabajo después con fruta. Porque, cuando se cosecha, cuesta mucho dar con la pauta de cuál fruta eliminar y cuál no, incluso hay zonas del árbol donde se pueden formar verdaderos racimos y es difícil para un trabajador decidir cuál dejar y cuál eliminar. Si eso se hace antes, es mucho más fácil. Se pueden incluso dejar dos, tres o cuatro yemas florales y la yema vegetativa, siempre teniendo en cuenta de cómo viene el nivel productivo del huerto”, explica el asesor.

Pero, ¿se podría partir con esta labor antes del 20 de agosto? Se podría, pero la decisión –sostiene el experto– dependerá de si hubo buena calidad de frío y fertilidad de yemas. Y también de los eventos climáticos: ¿Qué sucede si cae una helada a fines de julio y comienzos de agosto, se tenía todo regulado y el frío termina matando las yemas que quedaron? “Lo que hay que hacer es esperar la última ventana disponible. Por ejemplo, la floración acá parte alrededor del 3 de septiembre. Ya a partir del 20 agosto en adelante se está en un momento medio complicado para hacer este raleo. Por lo tanto, el rango es entre el 10 y el 20 de agosto. Si, por ejemplo, el 15 de agosto no heló o no hubo problemas con las heladas y se ve que no hay complicaciones de este tipo en los próximos días, se puede hacer. Pero Coltauco es una zona con bajo riesgo de heladas o, en el caso de este campo, que tiene un sistema de control de heladas, se podría con los raleos el 1 de agosto”, explica Walter Masman.

El asesor recomienda, en el caso de los dardos con más de cuatro yemas florales, sacar una o dos yemas por dardo o incluso más cuando están en puntas verdes, dependiendo de cómo viene el nivel productivo.

El asesor recomienda, en el caso de los dardos con más de cuatro yemas florales, dejar de dos a cuatro yemas florales por dardo dependiendo de la cantidad de primordios que vienen por yema.

Alivianar la carga de un árbol asegura que se encuentre equilibrado para el futuro. “En años de buen frío como este, se pueden venir cargas altas. Si la planta no tiene el ‘chasis’ para soportar 20 toneladas por hectárea, se va a consumir todas sus reservas para hacer cuajar esa cantidad de fruta y partirá la temporada siguiente con un menor división celular y potencial de calibre”, resume.

“Debemos tender a ‘apinarnos’, porque el objetivo es tener luz. A la Lapins no le tengo miedo del rebrote e incluso podemos angostarnos aún más”.

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