En los últimos años, se ha verificado un aumento de rechazos de cítricos por la presencia de polillas del género Proeulia, en mercados donde son consideradas plagas cuarentenarias, principalmente EE.UU. Se trata de especies nativas que hasta hace algún tiempo no despertaban inquietud, pero ahora están llamando la atención de productores y especialistas. De hecho, Pilar Larral, entomóloga del Centro de Entomología Aplicada Biocea, señala que se trabaja en vistas a un proyecto de investigación junto al Comité de Cítricos para prevenir que la situación escale a niveles mayores.

El problema se ha detectado en todas las regiones, sin excepción, entre Coquimbo y O’Higgins. Las especies de Proeulia, comenta Larral, solo afectaban muy ocasionalmente a cítricos, razón por la cual no se ha estudiado mucho en estos frutales. Sí son plagas secundarias de uva de mesa, donde se encuentran presentes con mayor frecuencia Proeulia auraria, P. chrysoperis y P. triquetra. Pertenecen a la familia de los tortrícidos, la misma de las Cydias y de Lobesia botrana.

CAMBIO CLIMÁTICO Y DISMINUCIÓN DE FLORA NATIVA PODRÍAN SER CAUSAS

–Todos los estudios están hechos en vides –remarca la experta–, cultivo en el cual se sabe que tienen dos vuelos. Pero en cítricos no hay literatura publicada al respecto. De ahí la necesidad de postular el proyecto de investigación con el Comité de Cítricos. Creemos que posiblemente la raíz del problema se vincule a cambios en el manejo de otras plagas en cítricos, que pueden haber mantenido esta plaga controlada, o bien por la larga sequía que ha mermado los hospederos nativos de Proeulia, todo ello agravado por los potenciales efectos del cambio climático en cuanto a modificar la fenología propia de estas especies.

–¿En qué sentido estaría incidiendo la baja de plantas nativas?

–Como se trata de insectos originarios de Chile, han coevolucionado con plantas que son sus hospederos naturales. Los huertos nuevos reducen esa flora, en la cual las Proeulias habitan y se alimentan. Siendo polífagas, dicha carencia las empuja a atacar huertos de frutales y las encontramos en arándano, granado, olivo, uva de mesa y cítricos. Asimismo, la sequía provocada por el cambio climático ha dificultado la sobrevivencia de vegetales silvestres, los cuales no cuentan con la protección del riego que damos a nuestros cultivos, incentivando la migración de algunas plagas. Adicionalmente, el aumento de temperaturas puede acortar los ciclos de vida de los insectos, suscitando un mayor número de generaciones.

Falta investigación respecto de enemigos naturales, agrega la entomóloga, varios ni siguiera están identificados. Otro aspecto importante de evaluar corresponde al comportamiento de las polillas en frutales de hoja perenne; por ejemplo, determinar si aumenta el número de generaciones por temporada o la extensión de los vuelos de apareamiento.

–En uva de mesa invernan como larvas del segundo o tercer estadio, pero los cítricos comúnmente están en lugares un poco más templados, además de ofrecer una disponibilidad permanente de hojas. Por lo tanto, tal vez las larvas se mantengan más tiempo antes de que las bajas temperaturas invernales frenen su desarrollo. En términos generales el umbral térmico para polillas adultas va de 10 a 11,5ºC, sin embargo, la Proeulia adulta vuela con menores temperaturas y en el caso de la larva puede desarrollarse a temperaturas tan bajas como 5ºC.

Daño de larva de Proeulia en fruto. Esta polilla puede comer bajo la cáscara, pero no profundiza hacia las semillas.

LOS DAÑOS DE LA PRIMERA Y DE LA SEGUNDA GENERACIÓN

La especialista plantea que, al parecer, en cítricos la plaga retomaría su actividad a fines de invierno, en agosto-septiembre, dando origen a la primera generación o primer vuelo en forma más temprana y probablemente más extendida que en vides:

–Si la gente tiene en mente que en uva el peak de vuelo ocurre en noviembre, es probable que en cítricos tenga lugar desde octubre. A fines de octubre ya sucede la floración, de manera que las larvas de las polillas tienen la capacidad de inferir daños en brotes nuevos, en flores y en fruta recién cuajada. Como consecuencia, las flores pueden caer, al igual que los pequeños frutos, o bien estos últimos presentarán defectos a la cosecha.

Las flores dañadas por las larvas pueden caer, afectando la producción.

A partir de la información disponible para vides, los vuelos de adultos del segundo vuelo en que los machos fertilizan a las hembras ocurren desde febrero a abril. Se puede estimar que las larvas de la segunda generación van a eclosionar de los huevos entre marzo y mayo. Esas larvas se introducen en la fruta y no solo la estropean, sino también ponen en riesgo de rechazo en mercados de destino las cosechas de mayo, junio y julio.

Placa de huevos de Proeulia.

PLIEGAN LAS HOJAS Y QUEDAN PROTEGIDAS DE LAS APLICACIONES

Las Proeulias reciben el nombre común de ‘enrolladores’ de hojas. Resulta más correcto decir que ‘pliegan’ las hojas, precisa Larral, pero lo cierto es que al provocar este efecto logran protegerse durante el día, se alimentan en el interior de los brotes plegados y ocasionalmente salen a alimentarse en la tarde o temprano en la mañana. Entonces, agrega la especialista, quedan poco expuestas a la acción de los fitosanitarios. No obstante, las larvas en crecimiento necesitan desplazarse para alimentarse, de esa manera toman contacto con el plaguicida y/o lo ingieren; en cambio larvas más grandes, cercanas a pupar, se alimentan menos, aumentan la cantidad de seda en la hoja plegada y quedan fuera de alcance de los productos.

Brote de cítrico con hojas plegadas por acción de Proeulia.

Todas las herramientas para combatirlas son de contacto y/o estomacales, de modo que para lograr eficacia se necesita un muy buen cubrimiento. Si el insecticida queda bien distribuido sobre las hojas, la larva no podrá evitarlo al salir a comer, se intoxicará y morirá.

Considerando la poca información específica disponible para cítricos, adquiere gran importancia el monitoreo. Existen en el mercado trampas de una feromona sexual que si bien no fue desarrollada para las polillas chilenas, resulta suficientemente atractiva para detectar el vuelo de los adultos. Se ha trabajado en la opción de una feromona local para monitoreo y control de Proeulia auraria mediante la técnica de confusión sexual, aunque todavía no existe oferta comercial.

PRODUCTOS DISPONIBLES PARA EL CONTROL

Al momento de la entrevista contaban con registro para el control de Proeulias en cítricos en Chile los siguientes productos:
• Buprofezina (Applaud).
• Fosmet (Imidan).
• Bacillus thuringiensis (BETK-03).
• Azadiractina (NEEM-X).
• Diazinon (Diazol 50 EW)
• En proceso de registro se encuentra Ciantraniliprole (Exirel).

Probablemente, puntualiza la profesional de Biocea, ante una mayor demanda las empresas ampliarán la etiqueta de más insecticidas actualmente utilizados contra Proeulias en otros frutales, algunos de ellos incluso poseen registro para el uso en cítricos, pero en otras plagas.
La fruta de exportación debe además cumplir con el uso de plaguicidas con tolerancias en los mercados de destino.

–Tienes que llegar con muy buen mojamiento a todo el árbol, sobre todo a los brotes y flores, porque ahí se localiza de preferencia la larva –subraya la entomóloga–. Como el periodo de vuelos es prolongado, dos meses o más, no resulta fácil saber cuánto tiempo van a estar emergiendo nuevas larvas. Por ende, no basta con tener las trampas para monitorear los vuelos, también hay que observar los brotes, abrir las hojas plegadas, revisar las flores y ver si hay larvas en ellas. Puede ser necesario hacer una nueva aplicación una vez que ha pasado el tiempo de residualidad del producto.

Otras polillas, como Lobesia botrana, invernan en forma de pupa, por consiguiente cuando suben las temperaturas se produce un peak de vuelos bastante sincronizado. En cambio las Proeulias invernan como larvas de 2º, 3er, 4º o 5º estadio, en consecuencia, al disponer del calor suficiente, las larvas más desarrolladas se convertirán antes en adultos, mientras las pequeñas tardarán un lapso mayor, de ahí la dispersión en el tiempo.

NO SE TRATA DE ASUSTARSE Y APLICAR POR SI ACASO, HAY QUE MONITOREAR

–¿En qué circunstancias los productores de cítricos deben estar más atentos?

–Desde el momento en que un productor sufrió un rechazo, o detecta una larva de Proeulia en su huerto, o se encuentran frutos con daño, yo le recomendaría poner trampas de feromonas para el monitoreo. Si nunca ha habido un rechazo, ni tampoco a los vecinos, ni se detecta algún indicio de la plaga, creo que no debe existir preocupación: no se trata de asustarse y aplicar por si acaso. Sin embargo, siempre recomendamos estar vigilantes, para estas u otras plagas realizar un monitoreo completo: revisar brotes, flores, frutos, ramillas, tronco y la zona de las raíces. Si, por ejemplo, monitoreando pulgones se detectan hojas plegadas o mordidas, examinarlas con atención. Incluso si no se encuentra una larva, un rasgo típico que permite identificar la presencia de estos insectos corresponde a la formación de seda que permanece en las hojas plegadas. A los monitores hay que entrenarlos para que sepan identificar estas polillas: cuando uno conoce las cosas, las empieza a encontrar donde antes no las veía.

La seda característica producida por Proeulia permite determinar la presencia de la plaga aun si no se observan larvas.

Pilar Larral propone comenzar la vigilancia desde mediados de agosto a comienzos de septiembre, coincidiendo con la fecha recomendada por el fabricante para instalar las trampas de monitoreo en cítricos. Si bien son las larvas resultantes del segundo vuelo de adultos las causantes directas de los rechazos en cítricos, la especialista recomienda tomar la iniciativa ya con la primera generación de polillas:

–Si yo dejo esa generación inicial, las polillas se van a reproducir a un nivel que después será difícil de controlar. Obviamente se debe poner mucha atención en los insectos que afecten a la fruta, pero sin duda es más fácil poner atajo a poblaciones ya reducidas por el control en etapas iniciales.

–¿Existen medidas preventivas adicionales que sería bueno implementar?

–Yo agregaría el monitoreo de flora nativa si se encuentra presente en el predio o en sitios aledaños. Y tener árboles abiertos, con aireación, sin emboscamiento, para que los productos aplicados realmente lleguen a la planta completa. Son medidas válidas para todas las plagas; que sin duda ayudarán.

POLILLA DEL ALGARROBO TAMBIÉN HA PROVOCADO RECHAZOS

Otra polilla causante de rechazos en cítricos es Ectomyelois ceratoniae, la polilla del algarrobo, también llamada polilla del nogal. Tiene gran importancia la exactitud de la identificación del insecto que provocó la medida de rechazo, ya que la forma de superar el problema es muy diferente. Por ejemplo, señala Larral, mientras las Proeulias presentan dos generaciones por temporada (en uva de mesa), E. ceratoniae podría llegar a tener cuatro, según algunos investigadores, en todo caso eso también será materia de investigación con el Comité de Cítricos. Las trampas de monitoreo son distintas, con feromonas sexuales diferentes.
A simple vista, continúa, se aprecia que las Proeulias no profundizan el daño, es decir pueden comer bajo la cáscara pero solo superficialmente. La polilla del algarrobo, en cambio, penetra hasta la semilla y al abrir el fruto suele verse una zona oscura alrededor del daño, probablemente asociada a la presencia de hongos.
Las larvas también se distinguen por el color verdoso en el caso de las Proeulias, mientras en Ectomyelois ceratoniae es más bien cremoso, adquiriendo un color rosado en larvas desarrolladas.
Pilar Larral hace una reflexión final:
–El cambio climático está modulando todas las plagas. Algunas que eran importantes, quizás ahora no lo son tanto. Otras que eran muy ocasionales se encuentran mucho más presentes, como ha ocurrido con los burritos o la escama roja de los cítricos, que cuando yo empecé a trabajar en esta área no aparecía jamás. A veces la explicación puede estar en cambios de los manejos. Por ejemplo, los aceites, antes muy utilizados, cayeron en desuso porque se aplicaban junto a un insecticida que se descontinuó, pero controlaban muy bien las escamas, las conchuelas y otras plagas. Tal vez sería conveniente reevaluar el uso de metodologías anteriores, teniendo en cuenta especialmente las que no dejan residuos detectables, como los aceites.