Cereceros europeos usan robot de manzanas para facilitar su cosecha
La máquina puede transportar entre cinco y seis personas por los huertos, donde cada una puede recoger entre 22 y 26 kilos de cereza por hora. Sus creadores dicen que no reemplaza el trabajo humano, sino que lo potencia.
La tecnología robótica en la agricultura tiene un límite que aún no puede cruzar: la cosecha de frutas pequeñas como arándanos y cerezas. Pese al creciente volumen de producción que tienen estas frutas, las firmas de tecnología más avanzadas tienen problemas para que sus tecnologías reemplacen al ser humano a la hora de meter la mano en el árbol y sacar con cuidado el fruto para ser empacado y exportado.
“Hay casos como la cereza agria en que se puede resolver con tecnologías de remoción del árbol para que el fruto caiga”, dice Han Smits, el director de operaciones y comercial de Munckhof Fruit Tech Innovators, la firma holandesa de robótica especializada en el sector frutícola. “Pero en el caso de la cereza dulce que se produce en países como Chile, es importante que el fruto se extraiga junto al junto al pedicelo, lo que hasta ahora requiere intervención humana”.
Su firma es la fabricante del Pluk-O-Trak, un vehículo ultraespecializado de 50 años de historia, pero que mantiene reconocimiento en la cosecha automatizada de frutas como la manzanas, gracias a brazos robóticos que pueden recoger el fruto desde el árbol. Incluye cintas de transporte con sistema de detección que permite hacer el filtro inicial para seleccionar la fruta que va al bin.
No obstante, esta máquina, señala el ejecutivo neerlandés durante la feria francesa SIVAL 2023, ha empezado a ser usada por campos de cereza en Europa. “Pero su uso no reemplaza el trabajo humano, sino que lo potencia”, dice Smits. Con algunas adecuaciones, el Pluk-O-Trak puede transportar entre cinco y seis personas por los huertos de cerezas. Estas pueden trabajar a ambos lados de la máquina, cubriendo distintas alturas, y utilizar su cinta de transporte para la selección automatizada del fruto en el mismo vehículo.
Con este sistema, cada persona puede recoger entre 22 y 26 kilos de cereza por hora, lo que, calcula, supera en 60% en promedio al sistema del canasto tradicional. Con un valor de 55.000 euros, el vehículo puede cosechar entre ocho y 10 hectáreas por temporada, y puede ajustarse a una distancia entre hileras entre 2,8 y 4 metros. Funciona 100% de manera eléctrica, por lo que sus emisiones acústicas y de gases son nulas. Su batería dura 16 horas.
La tecnología empezó a ser usada por los mismos agricultores en Europa que tenían campos de manzana y cerezas, buscado un mecanismo de amortizar la inversión dado que el periodo de ambas cosechas se complementan a lo largo del año. “Si bien no fue pensando inicialmente para cerezas, desde hace un par de años que vemos un interés en usarla en los campos cereceros”, dice.