Perú y Chile retoman exportaciones de fruta tras perder más de US$ 200 millones por paralizaciones en el transporte
Ambos países vieron interrumpida la normalidad de los envíos de fruta fresca en momentos en que la cosecha de cerezas y uvas demandan un alto volumen de los servicios de los transportistas de carga pesada y camioneros.
Los agricultores de Perú y Chile, dos de los principales exportadores de fruta fresca del hemisferio sur, pusieron reanudar sus envíos durante este martes. Ambos países habían interrumpido sus envíos, en medio de la temporada de uva en Perú y de cerezas en Chile, debido a las manifestaciones de distintos sectores del transporte de ambos países, en protesta por el alza en los costos de los combustibles.
Los Gobiernos de ambos países lograron desactivar las manifestaciones en negociaciones durante este martes, pero dejando pérdidas de más de US$ 200 millones para el sector entre ambos países.
El Ministro de Agricultura de Chile Esteban Valenzuela señaló que las pérdidas en su sector ascendieron a US$ 60 millones durante los 8 días de movilizaciones que comenzaron el 21 y terminaron en la noche del 28 de noviembre. “Si seguía, las pérdidas podrían haber llegado a US$ 500 millones”, señaló el secretario de la cartera, aduciendo las pérdidas que tendría el sector cerecero, la fruta más exportada de Chile.
Por su parte, en Perú las pérdidas durante los siete días de movilizaciones fueron más altas: el presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Julio Pérez Alván, manifestó que los bloqueos de carreteras realizados, en varios puntos del país, por los sindicatos de transportistas de carga pesada, por el paro nacional, generaba pérdidas diarias por 25 millones de dólares. Eso significa una pérdida total en torno a los US$ 175 millones.
“Toda esta crisis ocasionará una acumulación de stocks pendientes de embarque que llevará a retrasar todas las programaciones de diciembre y enero. Sin embargo, las consecuencias más importantes se verían a futuro, poniendo en riesgo los contratos con los clientes internacionales y afectando la imagen de nuestro país como un proveedor confiable. Además, recordemos que el sector exportador da trabajo a casi 3 millones de personas”, puntualizó Alván.
LOS ACUERDOS QUE DESACTIVARON LA CRISIS
En Perú, el fin de las movilizaciones llegó tras una reunión de 16 horas de 37 gremios de transportistas con el titular del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) Richard Tineo. Según Abraham Marlon Milla, presidente del Gremio de Transportistas y Conductores de carga pesada (GTC) se trata de obligatoriedad del costo mínimo, los puertos secos (terminal intermodal de mercancías) para trasladar la carga internacional y la protección de la reserva de carga regional.
Asimismo, el compromiso del MTC es la reestructuración de la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran) en el que primará la disminución de sanciones e infracciones y la devolución del impuesto selectivo al consumo.
Al respecto, Javier Marchese, presidente de la Unión Nacional de Transportistas, señaló que con esto había logrado conseguir mejores condiciones “para todos los camioneros del Perú”. Pero, aclaró que la suspensión del paro es una tregua y que, si no se cumple con lo acordado, volverán a tomar la medida de fuerza.
En Chile, por su parte, se realizó una reunión entre los gremios alimentarios del país y autoridades del Gobierno, con los sectores de camioneros que se mantenían movilizados, los que llegaron a un acuerdo tripartito con la organización empresarial Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y el Gobierno.
El acuerdo considera la vigencia del Mecanismo de Estabilización del Precio de los Combustibles (Mepco) mediante el reseteo límite que establece la ley, con un nuevo umbral de US$1.500 millones y será incluido en la Ley de Presupuestos 2023 que está en discusión en el Congreso.
Además, el Gobierno se comprometió a enviar un proyecto de ley para mantener el precio del diésel por un plazo de 120 días a través de una medida transitoria que estará incluida en el Mepco. Este proyecto se presentará el 15 de diciembre próximo en el Congreso y tendrá carácter urgente y discusión inmediata.
Una vez cumplidos los 120 días, el mecanismo tendrá ajustes cada 21 días y un máximo de alza de $15 por litro durante un año.
La seguridad fue uno de los temas más solicitados por los camioneros chilenos durante la movilización y desde el Gobierno aseguraron que diseñarán un plan operativo junto a Carabineros para mejorar la seguridad en siete puntos clave entre las regiones de Arica y Coquimbo. Estas zonas contarán con presencia policial, especialmente durante las 22:00 y 6:00 horas. “En dichos puntos, el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones establecerá mejoras en la conectividad telefónica y digital”, incluye el acuerdo.
LOS PERJUICIOS
En Perú, la paralización del transporte congestionó los frigoríficos en donde se podía guardar la cosecha, especialmente con la uva que se produce en el norte del país, y varias productoras debieron interrumpir sus cosechas. El gerenete general de Provid, Alejandro Cabrea, explicó a Redagrícola el viernes pasado que las cámaras de frío están a tope de carga que no ha podido salir de las plantas empacadoras desde el día que inició el paro, el pasado martes 22. De esta forma –sostuvo- no hay posibilidad de transportar los contenedores desde y hacia el puerto. “Por lo tanto, la fruta se queda almacenada en frío a la espera de poder cargar, liberar la cámara y poder ingresar nueva fruta cosechada del campo. Pero al haberse roto esa cadena, no hay forma de continuar con el proceso”.
En Chile, El presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas (ASOEX), Iván Marambio explicó que los servicios del Cherry Express que zarparon durante el fin de semana lo hicieron con menos de la mitad de la carga.
“Durante el fin de semana tuvimos tres barcos; el viernes salió con el 50%, el sábado con el 30% y ayer en la noche prácticamente con cero carga, estamos realmente parados”, lamentó Marambio y agregó que desde hoy se detendrán las cosechas y el embalaje de fruta. “Vamos a tener que parar los procesos y eso significa entre, por lo menos, 200 a 300 mil personas que van a quedar sin sus fuentes de empleo”.