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Una amenaza latente ante lluvias e inundaciones

Patógenos al acecho

A inicios de marzo, zonas de la costa norte y centro se vieron afectadas por fuertes precipitaciones. Si bien en el sur la incidencias de las lluvias fue menor, la posibilidad de que proliferen hongos y plagas es una gran preocupación para los productores agrícolas. Al respecto, el Dr. Luis Álvarez analiza la complejidad de este problema fitosanitario y qué medidas adoptar en el que parece ser un complejo escenario.

20 de Abril 2023 Equipo Redagrícola
Patógenos al acecho

Por Renato Manrique

Las intensas lluvias y los huaycos en diversas zonas de la costa peruana, sobre todo el norte del país, originadas por el ciclón Yaku a inicios de marzo han provocado serios estragos en la agricultura, dejando en muchos casos cultivos completamente devastados. Así, hasta la fecha, los daños ocasionados por estos fenómenos climáticos en este sector representaron el 1.2% del total de la superficie agrícola nacional en producción, según reporte del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri).

Incluso la magnitud de estos eventos climáticos tiene efectos similares a los causados por el fenómeno El Niño Costero del año 2017. Además, una complicación adicional viene a ser la proliferación de hongos y plagas en los campos agrícolas, dependiendo del impacto de las lluvias y las inundaciones en cada zona geográfica peruana. En ese sentido, el Dr. Luis Álvarez Bernaola, fitopatólogo e investigador de la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica manifiesta que en la región iqueña los daños no fueron tan severos con relación al norte.

Según el experto si bien las lluvias en la zona sur no fueron tan intensas, es importante analizar las implicancias en cada cultivo. En el caso de la uva, señala que las lluvias que se han suscitado ocasionaron que haya primeros brotes o focos de Mildiú, pero que no han sido un problema serio porque se ha llegado a controlar y además ya estaban en etapa de poscosecha. En esa línea, apunta que las lluvias han caído justo cuando se ha estado cosechando la uva y ahí el problema son las pudriciones. “Digamos que la parte buena de las lluvias es que cuando son intensas de alguna manera, lo que hace es lavar de infestaciones sobre todo de arañita roja. Y las infestaciones por oídium no son muy altas precisamente porque hay antagonismo entre la lluvia y las infecciones por este patógeno, pero si es un problema en la uva”, explica.

Dr. Luis Álvarez Bernaola.

Con respecto a la palta. -expresa probablemente se puedan presentar problemas por pudrición del pedúnculo, conocido como stem end rot, que es ocasionada por Lasiodiplodia theobromae, “afecta solamente el pedúnculo, siendo ese el riesgo más importante en palto”. Y agrega que como hay mucha humedad en esta latitud la producción de picnidios, es decir las estructuras de propagación del hongo es más alta, y pueden ocasionan algún tipo de problema en la plantación.

En cítricos, si bien es cierto en Ica no se han presentado casos de dispersión de hongos, es en Chincha (sur chico), dónde sí se puede ocasionar un problema de exceso de humedad por Cladosporium. “De hecho, se ve que en años que son más húmedos tenemos el problema Cladosporium perangustum, que afecta directamente la fruta. Este tipo de problemas de humedad son bastante importantes porque hacen de alguna manera que se genere inoculo, que pueda afectar la campaña, sobre todo en variedades tardías de cítricos”, puntualiza el especialista.

¿Y se puede cuantificar el grado de impacto en los campos afectados? Álvarez indica no ha impactado tanto porque en el sur no se han hecho repodas o no se hacen comúnmente, aunque las repodas son las podas que van a servir para generar el material para la campaña. “Entonces pocas empresas lo han hecho, pero se ve que en algunos fundos no ha sido fuerte como en años anteriores, pero lo que sí se puede decir que las lluvias han afectado menos”, manifiesta.

En suma, recalca que cuando en el sur hay altas temperaturas y presencia de lluvias, como sucedió en las últimas semanas, van a surgir posteriormente algunos problemas entomológicos, entre los que tiende a acentuarse la aparición de lepidópteros, entre ellos la mencionada arañita roja. “Pero, bueno, después de haber cesado las lluvias la situación está un poco tranquila, no estamos viendo aspectos fitosanitarios que sean exagerados”, asevera.

PANORAMA MÁS COMPLEJO EN EL NORTE

En contraposición, la situación en la parte norte tuvo una dinámica más complicada. El profesor Álvarez indica que además del problema que acarrean las inundaciones, los suelos al ser muy pesados han ocasionado asfixia radicular, sobre todo en cultivos como arándanos, espárrago y también palta. “El arándano particularmente pues tiene problemas de asfixia radicular, problemas de fitóftora de raíces, de incremento de la muerte regresiva, eso es lo que impacta particularmente, en ese frutal”, asegura el experto,

Además, subraya que básicamente los problemas son similares que los descritos en referencia a la zona sur, “por ejemplo, la alta temperatura del norte puede ocasionar problemas en el pedúnculo por Lasiodiplodia, así como también Colletotrichum”. Y añade que ahora se ven más casos de Alternaria alternata y Alternaria tenuissima, que son dos especies de hongos que afectan en especial a los arándanos.

MANEJO OPORTUNO FRENTE AL PATÓGENO

Consultado por las medidas para contrarrestar los efectos en los cultivos, precisa que tanto en el norte como en el sur, estas tienen que ser oportunas, aunque ayuda que no continúe lloviendo. “Entonces para el manejo del Mildiú en la uva se está haciendo cada vez más frecuente la aplicación de fungicidas que tienen una acción de choque más fuerte y otros asociados a ceras para un control más preventivo cada cinco días”, señala. El fitopatólogo hace hincapié que al no va haber maquinaria dispuesta para poder entrar, se está haciendo con fumigador de espalda e inclusive con drones.

Con relación al manejo del Cladosporium en cítricos subraya que las podas severas cuando sea el caso, sirven para evitar la concentración de altas humedades. Si bien no hay muchos productos químicos registrados, comenta que los que tienen mejor eficacia se deben aplicar cada 20 o 30 días dependiendo de la incidencia de las infecciones. “Y cuando las infecciones están en una etapa crítica se recomiendan utilizar los extractos de orégano y Bacillus amyloliquefaciens”, sintetiza.

Si las lluvias vuelven a ocurrir con la misma magnitud en los próximos meses, como ya anunció el Senamhi con el fenómeno El Niño Costero, la siguiente campaña agrícola podría ser seriamente amenazada. Acerca de ello, el investigador indica que hay un alto riesgo de que eso suceda, por lo que las lluvias siempre serán un tema complejo ya que crea las condiciones para que no solo los patógenos, sino también los insectos plagas se multipliquen rápidamente.

A la vez, -sostiene- se debe tener en cuenta el factor humedad. Entonces en la medida de que haya más humedad los patógenos se multiplican en forma acelerada y esto se repercutirá en que las plantas tengan estrés. “Y eso ocasiona, pues que la planta se estrese y también que el impacto de las infecciones sea más fuerte. Pero, creo que es importante ver cuando haya mucha lluvia también considerar el factor suelo”, aclara el experto, por lo que recomienda tratar de oxigenar los suelos una vez que se detengan las lluvias porque de eso dependerá el desarrollo radicular de las plantas.

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