La compañía dio un fuerte salto luego de que su planta anterior en Placilla, región de Valparaíso, contaba con instalaciones de 2.000 m2, mientras que su nueva planta tiene 6.000 m2 en un terreno de más de 21.000 m2. Además, su nueva casa fue pensada en forma modular, en caso de que necesiten ampliarse.

Así lo confirma Juan Ignacio Losada, gerente general de Euram. “Estamos conscientes del crecimiento que ha experimentado la industria agrícola. Por eso, hemos hecho esta inversión para atender de la mejor manera a los requerimientos del sector”.

Sumado a las maquinarias con las que ya contaban en Placilla, que fueron trasladadas a esta nueva planta, donde cuentan con urdimbre, tejeduría, costura y plegado para los hilos de polipropileno, han incorporado a sus nuevas instalaciones una máquina extrusora (que es la que fabrica el hilo) así como una nueva urdidora que se suma a la actual.

“Con esto evitamos los cuellos de botella en nuestra producción, e incorporamos además un par de telares”, señala Losada. Producir en sus nuevas instalaciones y con nuevas máquinas les ha permitido además tener la flexibilidad para adecuarse a los pedidos de sus clientes, que cada vez más están demandando medidas especiales para los huertos. “Si bien este tipo de productos está muy estandarizado en cuanto a formatos, en el último tiempo hemos estado fabricando muchos pedidos específicos en cuanto al ancho, que se van adaptando a los diferentes cultivos; pero también en cuanto al color, pensando en el golpe de sol, para que pase más o menos sombra”, detalla el gerente de la compañía.

Esta inversión les permitirá producir todo en Chile, sin la dependencia que tenían desde Argentina -matriz de la compañía-, lo que implica una mejora del volumen productivo, con un 70% de mayor producción entre telares nuevos, urdidoras nuevas, y la fabricación local del hilo, lo que implica además evitar las complicaciones logísticas del traslado de materiales.

“El aumento de volumen productivo viene a resolver los tiempos de espera para los productores, que se van a reducir muchísimo”, explica Losada, mejorando la competitividad de la compañía, que actualmente cubre entre 800 y 1.000 hectáreas al año.

PRODUCCIÓN Y SOSTENIBILIDAD

Euram ha hecho también un importante cambio en su propósito como empresa. “Renovamos nuestro propósito en la empresa, que es reconectar a las personas con una vida sostenible”, explica Losada.

Las mallas, coberturas y otros productos que producen pueden llegar a tener una vida útil de entre 5 a 15 años. Y como son de materiales en base a plástico, son conscientes de que es necesaria avanzar hacia la sostenibilidad y, por lo mismo, si bien la empresa no busca incorporar el reciclado de estos plásticos a su proceso productivo una vez que cumplen su ciclo porque bajaría la calidad del producto, sí están interesados en generar una economía circular en torno a los plásticos en desuso una vez que cumplen su ciclo.