Cómo los ácidos húmicos ayudan a combatir el cambio climático
El suelo es un gran retenedor de carbono. Según publicaciones especializadas, se estima que un 80% del carbono está secuestrado en él. Por lo tanto, ayudarlo a conservar el CO2 bajo la superficie, disminuyendo o ralentizando sus emisiones a la atmósfera, es una labor que puede realizar la agricultura, toda vez que las tierras de cultivo representan un 37% del terreno disponible en el planeta. Un estudio realizado en EE UU por la Northeastern University y The Organic Center analizó 659 muestras de suelo orgánico y 728 muestras de suelo convencional de todo el país, encontrando que el suelo orgánico saludable contiene niveles de ácido húmico un 44% más altos que el suelo convencional.
La aplicación de productos húmicos es clave en la sustentabilidad de los suelos, puesto que ayuda a alimentar su vida biológica, gracias a la incorporación de nutrientes y microorganismos biodisponibles, y mantiene una sana relación de carbono y nitrógeno. A través de su contenido de carbono, agregan importantes cantidades de alimento natural disponible para los organismos en forma costo/eficiente.
“Los ácidos húmicos influyen además en la retención de humedad, en la porosidad y en la aireación del suelo, factores fundamentales en el crecimiento radicular. Incrementan también la capacidad de intercambio catiónico, originando la floculación del suelo, y optimizan la absorción de fertilizantes. Además, ejercen un control sobre la salinidad proveniente de iones cloruro y sodio”, explica Enrique Vallejos, socio de ATSA Chile.
Esta empresa se ha destacado en nuestro país por ofrecer soluciones competitivas y a la medida de los productores agrícolas para llevar a cabo sus cultivos de manera sustentable. Bajo el lema ‘Innovación y Sustentabilidad’, ha desarrollado una serie de productos y alianzas que buscan aprovechar mejor el recurso hídrico y mejorar la vida biológica de los suelos.
De esta manera, pone a disposición su línea de productos HUMI K, los de mayor pureza y concentración del mercado. Este es un ácido húmico 100 % soluble, exento de metales pesados, con un contenido de carbono orgánico entre 35 y 40% y con húmicos totales de 85%. Se presenta en polvo y/o gránulos, y se aplica disuelto en agua a través del fertirriego o directamente al suelo.
En tanto, HUMI K BIO es un ácido húmico potenciado que contiene fitohormonas y una máxima concentración de cinco diferentes tipos de bacilos benéficos. Permite regenerar suelos afectados por hongos y/o por sales, produce un gran desarrollo radicular, un mejor aprovechamiento del agua y de los fertilizantes para obtener plantas más sanas y productivas.
Finalmente, HUMI K BIO + contiene los mismos componentes, pero con la adición de seis diferentes micorrizas. Su aplicación incrementa la capacidad de infiltrar y retener agua en el sector radicular. Genera plantas resistentes a enfermedades y más productivas con bajas dosis por hectárea.
Entre las ventajas de un suelo sano, destacan:
- Secuestra carbono que de otro modo se liberaría al aire, contribuyendo a contrarrestar la generación de gases de efecto invernadero.
- Un suelo saludable frena la erosión y la pérdida de tierras debido a sequías e inundaciones.
- Elimina la necesidad de usar pesticidas dañinos que introducen contaminantes adicionales en aerosoles y agua.
- Retiene más agua y produce más alimentos.
CONTACTO:
Palacio Riesco 4121 B, Huechuraba, Santiago.
web@atsa.cl / +56 224659700
www.atsa.cl