I+D para la mejor llegada de la uva de mesa a los mercados
Quimas es una empresa basada en Investigación y Desarrollo, gestión de propiedad intelectual e innovación permanente. Por esta vía, su producto estrella, la bolsa SmartPac, ha ido ganando mercado en los diferentes países exportadores de uva de mesa, por sus constantes mejoras técnicas y capacidad de adaptación a todas las condiciones de cultivo y de tránsito de la fruta.
Quimas es una empresa basada en Investigación y Desarrollo, gestión de propiedad intelectual e innovación permanente. Por esta vía, su producto estrella, la bolsa SmartPac, ha ido ganando mercado en los diferentes países exportadores de uva de mesa, por sus constantes mejoras técnicas y capacidad de adaptación a todas las condiciones de cultivo y de tránsito de la fruta.
En un período de solo 7 años, de 2012 a 2019, Quimas pasó de fabricar 4 millones de dispositivos a producir y comercializar más de 30 millones de bolsas SmartPac. “Estimamos que en Chile este año vamos a comercializar 7 millones de bolsas, lo que duplica las ventas del año pasado. Desde 2015 que año a año venimos duplicando el número de bolsas comercializadas en Chile. Pero así mismo tenemos importantes desarrollos comerciales en mercados distantes y complejos, como es el caso de Sudáfrica, Italia, Brasil, México y Egipto, entre otros”, señala Nicolás Vidal, Gerente Comercial de Quimas.
En SmartPac se utiliza el mismo precursor que en los generadores convencionales de papel o de plástico, el metabisulfito de sodio (Na2S2O5). Una sal que reacciona con la humedad generada por la fruta y se transforma en anhídrido sulfuroso (SO2), gas que controla el desarrollo de botritis (Botrytis cinerea) en uva de mesa o arándano. La novedad de la tecnología SmartPac está en que es una bolsa hecha de un material que contiene el ingrediente activo como parte de su matriz de plástico, por lo que el dispositivo libera SO2 de manera mucho más homogénea.
“El desarrollo de SmartPac parte de una patente adquirida por Quimas, pero el proceso de ajustar la patente a un producto industrialmente fabricable y que el resultado sea usable en la práctica, nos llevó a generar una nueva patente. Así de distinto es el punto de partida del punto al que llegamos. Y desde esa segunda patente, en base a I+D, hemos seguido haciendo ajustes y realizando mejoras”, afirma Vidal.
“Esta es una tecnología súper probada en todas las condiciones y en todas las variedades más importantes de uva de mesa, incluso las nuevas. Es así que la repetición de compra ha sido una consecuencia permanente. Todos nuestros clientes, de los distintos países, han repetido o han incrementado sus compras”, complementa Sebastián Cáceres, Gerente técnico de Quimas. Vidal, en tanto, describe el proceso de compra típico desde cero: “Normalmente, primero nuestros nuevos clientes realizan una prueba estática, por ejemplo embalando 10 cajas con SmartPac, las que guardan en frío por 30, 35 o 40 días, para ver cómo funciona la tecnología. Luego prueban enviando 2 a 10 palets a algún mercado distante. Es así que al día de hoy ya hay clientes que usan SmartPac en un 100% a todos los destinos”.
Más aun, en muchos casos, los clientes de Quimas utilizan SmartPac para enviar uva de mesa a China y Corea del Sur sin ningún problema, ya que el generador es capaz de proteger la fruta hasta por 60 días. Un período suficiente para cubrir el tránsito a cualquier destino.
“Las ventas han aumentado porque hemos realizado un trabajo técnico para demostrar las virtudes del producto. Además de los excelentes resultados en términos de la conservación de bayas y escobajos, SmartPac presenta una gran cantidad de ventajas operacionales y es el exportador quien percibe todas esas ventajas”, apunta Cáceres.
Por un lado, el incremento de la escala productiva les ha permitido bajar los costos del liner, pero por otro lado, el mejoramiento de los procesos y la reducción en el uso de materiales les ha permitido lograr ser una opción aun más competitiva. “Gracias a una decidida inversión en I+D hemos conseguido mejoras tecnológicas y una mejor comprensión del funcionamiento del producto. Es así que logramos bajar los espesores del polietileno, al tiempo que vamos manejando cada vez mejor otros elementos. De esta forma llegamos a soluciones que son más simples, pero que llegan a los mismos buenos resultados. En paralelo estamos en un proceso de desarrollo de mercados, ya que cada mercado enfrenta sus propios desafíos en términos de nuevas variedades y de técnicas de cultivo, cosecha y poscosecha”, explica Vidal.
I+D PARA RESOLVER LOS NUEVOS RETOS DE LA INDUTRIA
Entre las ventajas de SmartPac se cuenta que no provoca excesos de anhídrido sulfuroso que afecten negativamente a la fruta, que simplifica el proceso de embalaje, al aumentar la eficiencia de empaque en alrededor de un 25%, y que es el único generador de SO2 100% reciclable en el mercado; entre otras ventajas.
“Hemos demostrado, en base a diferentes estudios realizados en diversos países, que SmartPac es igual de efectivo que cualquier otro generador de SO2, pero causando un menor daño en la fruta, incluyendo un menor deterioro del escobajo. En nuestro departamento de I+D hemos ensayado y probado comercialmente nuestra tecnología en casi todas las nuevas variedades, al menos las más importantes, y no hemos encontrado ninguna desventaja de nuestro sistema en lo que respecta a ellas. Al contrario, ya que hay variedades más sensibles al blanqueamiento o más sensibles a la deshidratación de los escobajos. En esas condiciones es cuando SmartPac saca más ventaja”, explica Cáceres.
Al inicio de la industria de la uva de mesa, la fase rápida de los generadores buscaba simular la condición de gasificación en cámara que se hacía en California, ya que en Chile no se disponía de cámaras. Después, pese a que se comenzó a trabajar con cámaras de gasificación, no se descontinuó la fase rápida de los generadores convencionales. Hoy en Chile se utilizan cámaras de gasificación, las que tienen excelentes resultados en cuanto a reducir las poblaciones de hongos, pero además se usan generadores de doble fase. Así es que se somete a la fruta a dos estrés por anhídrido sulfuroso en un período muy corto de tiempo.
“SmartPac no tiene una liberación explosiva de SO2 al inicio o fase rápida. Nuestro sistema va construyendo una atmósfera de anhídrido sulfuroso a un ritmo más lento, pero desde toda la superficie interior de la bolsa. Por esto, la liberación de SO2 de SmartPac es homogénea y no hay ningún rincón de la caja que tenga una concentración más alta de SO2. Entonces, SmartPac mantiene la concentración requerida para controlar hongos, pero no produce excesos de SO2, que provocan microfisuras, daños en los escobajos y pérdida de frescor de la fruta”, indica Sebastián Cáceres.
Hoy, gracias a su departamento de I+D y laboratorios, Quimas está trabajando también en el desarrollo de SmartPac para otras especies frutales, así como para la exportación de fruta orgánica, ya que la certificación orgánica no permite el uso de SO2. Ya el año pasado lanzaron la bolsa de atmósfera modificada (AM) para arándanos, la que funciona con AM, pero además emite SO2, por lo que es muy efectiva en conservar una alta humedad, por lo tanto la firmeza, así como el control de botritis.