Frutos secos buscan su espacio en Perú
La consolidación de los frutos secos a nivel global, hace que sean vistos con buenos ojos para instalarlos en el país y comenzar a desarrollar una industria que hoy casi no existe.
Renato Manrique
No es un misterio el aporte nutricional que proveen los frutos secos a la salud humana, sobre todo cuando en el último tiempo han aparecido estudios en EE UU y Europa, que dan cuenta de los beneficios de estos alimentos. Eso ha hecho que, en gran medida, se haya expandido el consumo a nivel global. Nueces, avellanas, almendras, nueces de cajú, pecanas, nueces de macadamia… De unas más que otras, el ‘boom’ de los frutos secos no ha hecho más que empezar. A nivel mundial, continúan los pronósticos de crecimiento. Se estima que la producción global en la campaña 2018/19 creció un 6%.
Con un panorama así, ¿podría abrirse una nueva alternativa para la producción agroexportadora en el Perú?. Para el consultor internacional de agronegocios y fruticultura, Odilo Duarte, la opción es cierta. Por ejemplo, el cultivo de la nuez de cajú tendría opciones de cultivo en el país. Esta fruta es considerada como una de las nueces más exquisitas, existen grandes producciones en el mundo y estudios han señalado que su consumo está asociado con un aumento del nivel de hierro en las personas.
LOS MULTI PROPÓSITOS DE LA NUEZ DE CAJÚ
Hoy en día la nuez de cajú tiene una considerable demanda y hay variedades mejoradas que pueden rendir mucho más que las variedades tradicionales. El experto señala, por ejemplo, que trabajando con nuevas variedades se ha pasado de producir de 200 a 4,000 kg/ha. Esta nuez es un cultivo rústico que se puede desarrollar en la costa norte y selva del país, incluso puede llegar a florear y fructificar en la zona de Lima, “aunque su clima natural suele ser un poco más cálido”, precisa.
Entre sus ventajas, destaca que al ser un fruto seco, su poscosecha es diferente a la del fruto fresco, que debe resistir en buenas condiciones para llegar a mercados que, muchas veces, están muy distantes. La otra ventaja es su ‘falso fruto’, que es parecido a una manzana, pero cuyo volumen es diez veces más que el de la nuez, y se puede emplear para hacer jugos o para deshidratados, tal como si fuese una ‘ciruela pasa’, sin hueso, de un sabor muy agradable.
Hoy en el país no hay plantas disponibles, ya que se trata de variedades nuevas importadas. “Posiblemente cuesten entre US$8 y US$10 y al momento de diseñar un huerto, se debieran considerar unas 250 plantas/ha. Los costos productivos debieran ser menores que los del palto, por ejemplo, ya que tiene menos problemas sanitarios y consume menos agua. Sin embargo, la cosecha es algo más costosa, ya que son frutos pequeños y, por lo tanto, la mano de obra rinde menos”, explica.
MACADAMIA, CON POSIBILIDADES EN EL CENTRO Y SUR
Al igual que el cajú, la macadamia es una nuez que cada vez es más apetecida en los mercados internacionales, ya que su consumo está asociado a bajar los niveles de colesterol en las personas. Sabrosa (con un sabor ligeramente salado y azucarado a la vez), se trata de una fruta que se podría adaptar perfectamente a la zona central del país, y que podría tener posibilidades en el sur, incluso en zonas más calientes. “Donde se da bien el café, se da la macadamia”, asegura Duarte y resalta que observó este cultivo en la hacienda La Génova, provincia de Chanchamayo (Junín), que está ubicada en la selva. “Es cuestión de realizar pruebas en más zonas del país”, sostiene.
Además, este es un cultivo que se destaca por tener pocos problemas sanitarios, lo que ha motivado la instalación en ciertas zonas productivas. Por ejemplo, en Sudáfrica ya hay varios miles de hectáreas de macadamia. En cuanto a los costos de instalación, “se necesitan 500 plantas/ha y cada una cuesta entre US$8 y US$10. Si bien aún no hay experiencias en el país, los costos productivos debieran estar alrededor de los US$8,000/ha de una fruta que se cosecha desde el suelo”, sostiene.
PECANA, EL OBJETIVO ES MODERNIZAR LOS HUERTOS
La nuez pecana es un cultivo que sí se conoce en el sur del Perú. Hay cultivos establecidos hace muchos años, con marcos de plantación tradicionales, aunque en el último tiempo se han establecido algunos huertos modernos e incluso hay empresas que tienen planes de iniciar ensayos en otras zonas, como Nasca.
Entre sus aportes a la salud humana, destaca su alto contenido de tiamina, también conocida como vitamina B1, que contribuye al normal funcionamiento del corazón.
Para los productores, el principal escollo es que su entrada en producción es lenta. “Recién puede llegar a su máxima producción al octavo o décimo año, pero de ahí, puede quedarse por 80 años o más”, precisa el especialista. Sus rendimientos productivos pueden llegar a 3,000 kg/ha cuando se trata de un árbol adulto.
Asimismo, Duarte apunta que la pecana puede tener el mismo mercado que la nuez, siendo propuesta esta última por algunos empresarios como un cultivo alternativo, “pero no hay mucha posibilidad de exportación porque necesita mucho más frío en invierno que la pecana”, afirma. Otros puntos a favor de la pecana es que es más sabrosa y tampoco tiene esa cáscara que sí tiene la nuez y que debe quitarse. “Incluso, la nuez presenta problemas sanitarios y hay que buscar un patrón especial. Las zonas donde puede ser cultivada la pecana van desde Chiclayo hasta Tacna. La he visto en Jayanca (costa norte) y con fruta, y eso, ya es un buen índice”, recalca.
Y advierte que es indispensable planificar bien la inversión. Hay campos diseñados con 200 plantas/ha. El costo productivo es más bajo debido a que es un cultivo que no tiene muchos problemas sanitarios y una baja necesidad de agua, sobre todo en los meses de invierno. La consolidación de estos tres cultivos dependerá en buena parte, de la voluntad de los productores de realizar ensayos, entendiéndolos como cultivos modernos, es decir, probando nuevas variedades, ensayando con sistemas intensivos e inyectando tecnología.