Mango: utilizan insectos benéficos para controlar la cochinilla blanca
Investigadores evidenciaron que depredadores como el coleóptero Cybocephalus nipponicus contribuyen al control de la cochina blanca, una de las principales plagas del mango a nivel mundial.
El equipo del laboratorio de entomología agrícola del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) demostró que se puede usar insectos benéficos para el control natural de la cochinilla blanca (Aulacaspis tubercularis) en los cultivos de mango. Los daños provocados por esta plaga son principalmente estéticos, por ejemplo se observa decoloración en el fruto.
Entre los depredadores identificados por los investigadores de Málaga, España, destaca el coleóptero Cybocephalus nipponicus, que presenta su máximo poblacional a principios de septiembre, coincidiendo con la mayor incidencia de plaga en el cultivo. Además se calificó como insectos beneficiosos a población adulta del coccinélido Stethorus pusillus, larvas de Chrysopa sp., dípteros cecidómidos y ácaros fitoseidos.
Para favorecer el desarrollo de esta fauna auxiliar que contribuye al control biológico es importante el mantenimiento de cubiertas vegetales que actúen como refugio y fuente de alimento alternativo (presas y hospedantes secundarios, polen, néctar, etc.), acompañadas de una reducción de tratamientos insecticidas no compatibles.
Sin embargo, la incidencia y estacionalidad de estos insectos benéficos es insuficiente para mantener las poblaciones de la cochinilla blanca por debajo de los umbrales económicos de daño. “Es necesario adoptar medidas complementarias para su conservación, como el empleo de infraestructuras ecológicas que suministren recursos alimenticios (néctar, polen y presas alternativas) y zonas de refugio, así como la utilización de productos fitosanitarios respetuosos con la fauna auxiliar”, consideró el equipo del IFAPA.
La cochina blanca es considerada una de las principales plagas del mango, el segundo cultivo subtropical más importante en España, a nivel mundial. La plaga está presente durante todo al año en España, pero su incidencia es mayor a finales de verano y principios de otoño. Eso es perjudicial, ya que el desarrollo óptimo de la plaga coincide con la maduración y recolección de los frutos, etapa de mayor susceptibilidad para el cultivo.