Estrategias de control
Tras México, el Perú se ha consolidado como el segundo exportador mundial de palta. Con una producción total que ronda las 300,000 toneladas, el reto de la industria es no perder ese sitial y seguir siendo competitivos. Para lograrlo, es preciso una mejora en el manejo de problemas sanitarios como los diferentes hongos que afectan al cultivo. El Dr. Walter Apaza, investigador de la UNALM explicó recientemente en Chavimochic cuáles son las estrategias que se debe seguir para realizar un control adecuado de diversas patologías.
La cancrosis (Dothiorella sp) es un problema en el cultivo del palto, si bien hasta el día de hoy no se ha realizado un trabajo de caracterización no tampoco de lesiones producidas en la madera. Los cancros a nivel de ramas jóvenes dejan lesiones con presencia de excresencias en ramas jóvenes e incluso se observa presencia de necrosis de madera de aspecto acuoso, sobre todo en árboles menores de cinco años, asociándose ello a un estrés nutricional e hídrico. Aquellos que están cercanos al tronco, la producción de gomas puede avanzar en la medida que el daño es bastante severo. “Por eso es que el control químico es interesante, pero desde una perspectiva preventiva” afirmaba Walter Apaza investigador de la UNALM. Pero no lo si se trata de establecer una estrategia de control, como sí lo han hecho algunos productores, que quieren curar sus plantas y su producción con fungicidas. “Si hiciera un resumen de los componentes del manejo integrado, probablemente el control químico, es entre un 10 y 15% del total del manejo. El manejo químico tiene su espacio, que es el preventivo”, subraya el experto. Por ello es que tras las podas es muy importante la aplicación para evitar la contaminación de la fuente de inóculo en los árboles. Sin embargo, el mayor componente es el manejo del vigor de los árboles y todo lo que involucra el riego, el manejo de sales y la fertilización.
A diferencia de lo que ocurre en el tronco, los cancros en el injerto son muy complicados, sobre todo porque el patrón puede rebrotar. “Lo mejor sería que se muriesen” apunta Apaza. Si bien algunos se mueren, la gran mayoría puede sobrevivir. “Si uno estresa una planta recién injertada o recién trasplantada, el desarrollo de los cancros es bastante complicado. Con el tiempo, hemos aprendido que es mejor eliminar esas plantas e incluso es más barato”, precisa.
LASIDOPLODIA, UN PROBLEMA DE POSCOSECHA Y SENSIBLE A TEMPERATURAS FRÍAS
Hace tres años, el equipo que lidera el Apaza realizó un trabajo en el que solo en el 3% de las plantas encontraron Lasiodiplodia theobromae. Eso quiere decir que hay otros factores que están interviniendo en la necrosis de los árboles.
En un trabajo realizado en la propia UNALM se cogieron tres plantas de palto, se pusieron en vivero y se inoculó Lasidoplodia. Se realizaron tres tratamientos, pero uno de ellos entró de manera muy evidente. Por ello es que las condiciones de estrés son muy importantes a la hora de hacer un manejo en las plantas. “En una plantación joven en Chao se realizó un censo de las plantas de un sector de un huerto, encontrando que un alto porcentaje de plantas tenían problemas, comprobando que también esas plantas no tenían un buen sistema radicular”, explica.
Lasiodiplodia es un problema en poscosecha, pero muy sensible a las temperaturas frías. Sin embargo, solo el 1% de los reclamos en destino son a causa de Lasidoplodia, siendo los más comunes la mancha negra y el pardeamiento de la pulpa. Y, si bien en el último tiempo los problemas por Lasidoplodia han ido aumentando, no son un gran inconveniente para la industria.
¿Qué daños provoca? “Lasidoplodia entra al fruto y deja una pudrición en la zona de intersección de la fruta con la planta. Por ahí es donde entra y va dejando una pudrición. Puede venir en las semillas, según hemos comprobado en pruebas que hemos hecho en vivero. Su distribución en el árbol es muy diferente tanto en el tercio inferior, tercio medio y tercio superior. Otra cosa es que el microclima en el tercio inferior, de mayor sombreamiento y humedad, y es allí donde se tiende a tener fruta con mayor presión de cantidad de inóculo. Y si el sistema de riego se realiza a través de aspersión, este microclima es mucho más marcado”.
En ensayos que se realizaron tanto en Cañete como en Chavimochic, el problema saltó a la luz porque los productores cosechan la palta, luego la guardan y la hacen madurar. Allí los especialistas comprobaron que entre el 30 y 40% se pudre por necrosis. “Eso ocurre porque es una fruta que no ha pasado por frío. Cuando la enfriamos a 5ºC, ese porcentaje del 40% de fruta con problemas de pudrición baja significativamente”, subraya Apaza.Asimismo, los investigadores realizaron un estudio para entender la relación entre la materia seca y Lasidoplodia, que demostró que en frutas que tienen poca cantidad de materia seca, menos de 22%, o en frutas que estén por encima de un 28% de materia seca, son favorables para la aparición de Lasiodiplodia, “Los mayores problemas se han visto en frutas con poco contenido de materia seca”, remarca.
El experto de la UNALM explicó que existen otros cancros fisiológicos, mucho de ellos de etimología desconocida. Precisamente hoy en día están desarrollando un proyecto con Prohass para poder identificar algunos de ellos, sobre todo aquellos en tallos jóvenes que son muy parecidos a Lasiodiplodia.
Tanto 2015 como 2016 fueron años muy cálidos climáticamente hablando y, por efecto de las altas temperaturas, los árboles han producido frutas de calibre pequeño. “La hipóteisis que tenemos es que paltos cargados con fruta y paltos que han tenido poco sistema radicular no han tenido la suficiente capacidad para guardar reservas, han tenido poco desarrollo de raíces y ha habido un proceso de colapso en las plantas, principalmente en los meses de mayo y junio. La culpa se la echábamos a la Lasiodiplodia. Los productores estaban preocupados y querían aplicar contra este hongo”, contaba el especialista. En uno de los campos que tuvo más problemas observaron síntomas de raíces torcidas en árboles de 8 y 10 años. Lo que cree el experto es que en condiciones de altas temperaturas, los árboles con buen sistema radicular pueden soportar mejor estas condiciones de estrés que los árboles que tienen un desarrollo radicular más deficiente. “Lo que nos ha dejado el último Fenómeno de El Niño es que los árboles que no aguantaron, murieron”, remarcó y dijo que al sembrar plantas de buena calidad se garantiza que, ante condiciones adversas, se pueda tener una buena respuesta.
¿En qué tipo de suelo es más agresivo Phytophtora?
Phitophtoracinnamomies considerado el principal problema fitopatológico que afecta al palto a nivel global. De especial interés en Chavimochic, hay programas de mejoramiento genético que han buscado patrones resistentes a este problema. Si bien no es un problema muy extendido en Perú, porque el palto no se produce en zonas lluviosas, ha habido alguna mortandad de plantas, comúnmente asociada a un mal manejo del riego.
“En teoría, el suelo arcilloso tiene mayor capacidad de retención de humedad y, por ende, los cultivos que están establecidos en esos suelos tienen mayor incidencia de Phytphtora. Si nosotros no cuidamos la calidad del agua durante las épocas de lluvia y prestamos atención a los sedimentos que se acumulan en los goteros, podremos tener condiciones de sobresaturación. Podemos tener un suelo muy arenoso pero si no manejamos la calidad del agua y los sedimentos pasan, se da sobresaturación a nivel de las raíces, que es donde descargan los goteros. Por lo tanto, ahí habría Phytophtora, siendo un suelo muy arenoso. El uso de mulch evita la acumulación de sedimentos”, explicó Apaza.
HONGOS DE FLORACIÓN DEL PALTO
En el Perú es muy común que los productores de palta se estresen en época de floración, sencillamente porque el palto florea muy bien, pero arriba un momento en que se cae la flor. Sin embargo, en zonas productoras del sur del país, especialmente en Chincha y Cañete, que son más húmedas, empieza a proliferar la presencia de hongos en la floración. Y la más señalada como culpable es la Botrytis, para la cual se aplican botriticidas, realizando hasta ocho y nueve aplicaciones. “Incluso a algunos se les ha pasado la mano y han tenido problemas de residuos en los mercados de destino. Es muy alarmante”, advirtió.
Tras Botrytis está Cladosporium, que es un hongo secundario. Sin embargo, en un huerto de Barranca que tiene 1,000 plantas/ha, su presencia era muy alta. Los investigadores realizaron una clasificación de las flores, encontrando que tanto Cladosporium como Botritisestaban presenten en flores del tipo 3 y la presencia de Cladosporium era mayor. “En flor tipo 1 no encontramos ningún hongo, mientras que en floresdel tipo 2 encontramos muy poca incidencia e incluso Botrytis tenía muy baja incidencia, lo mismo que otros hongos menores, entre ellos Lasiodiplodia. Una de las primeras conclusiones las obtuvimos cuando las vimos que las flores no cuajaban. En zonas secas, las flores caen y no pasa nada pero en una zona húmeda es propicia para el desarrollo de hongos secundarios”, explicaba Apaza.
Asimismo, comprobaron cuáles eran los efectos en el rendimiento productivo. El primer año vieron que ninguno de los botriticidas superó al testigo. “La empresa donde se realizó el estudio hizo algo interesante. En la mitad del fundo realizaron aplicaciones y en la otra mitad no. Lo interesante es que no se encontró que en los fundos en los que se hizo aplicaciones tuviesen mayor rendimiento”, precisó. Hubo un segundo ensayo al año siguiente, incluso con productos mucho más fuertes y no hubo diferencias significativas con el testigo. “Por lo tanto las aplicaciones contra hongos en floración no funcionan. Marcamos flores y frutos pequeños para hacerles un seguimiento y no había diferencias significativas entre aquellas que cuajaran y las que no. La recomendación es no aplicar en floración”, explicó.
Sin embargo, hay algunos productores que han realizado aplicaciones de fungicidas en flores localizadas para saber si Cladosporium, cuando llega a una concentración de inóculo muy alta, debido a las condiciones climáticas favorables (con temperaturas bajas y alta humedad), sí puede comportarse como patógeno y complementar el daño que está haciendo la baja de temperatura en la fisiología floral. Estos productores, cuando vieron una mayor cantidad de frutos cuajados, hubo mayor rendimiento en las hileras donde sí se aplicó fungicida para la aplicación de Cladosporium.
Entonces, ¿quizás haya que analizar mejor este tema para posteriormente poder discutirlo? “Cladosporium está presente y su incidencia es alta. Si se realiza una aplicación, se puede controlar. Hace unos años, la crítica que se hacía es que el trabajo se había hecho en zonas donde la presión de enfermedad era muy alta. Lo hicimos en Chavimochic, pero también en Barranca donde la presencia del hongo es muy alta y la empresa hacía aplicaciones. La empresa que hizo el estudio tiene una superficie sembrada de 1,200 ha. El segundo año aplicó en la mitad y en la otra no. Si hacemos un trabajo de regresión sobre los lugares donde se aplicó, hubiese tenido un rendimiento más alto, pero no se tuvo. Hoy es el segundo año en que no se aplica y yo tengo esta posición”, respondió Apaza.