Herramientas y momento de control de la pudrición negra en cerezo
Pudrición negra es una enfermedad del fruto de cerezo que provoca pérdidas que van del 4-5%, hasta casos conocidos en que se ha afectado hasta el 40% de la fruta en el huerto. Según un estudio llevado a cabo por Laboratorios Diagnofruit, en colaboración con varias exportadoras, empresas agroquímicas y la asesora de poscosecha Jessica Rodriguez F., esta enfermedad provocada por especies de hongos del género Alternaria, infecta a la fruta durante los primeros estadios de desarrollo de la fruta, cuando ésta recién se expone al entorno sin restos florales. La pudrición negra se caracteriza por desarrollarse en la sutura del fruto, presentándose como una pudrición seca.
Varias son las pudriciones, y especies de hongos asociados a ellas, que han ido tomando protagonismo en los huertos de cerezo en Chile. Durante los primeros años de desarrollo de la industria del cerezo, por lo general estas enfermedades pasaron desapercibidas, no se les dio importancia o se aceptaban las pérdidas sin cuantificarlas.
El ingeniero agrónomo Héctor García O. (M. Sc.), director y gerente general de Laboratorios Diagnofruit, recuerda como primer antecedente que en 2009 le tocó conocer un ataque severo, que provocó un 40% de pérdida en un huerto de Santina, en Tinguiririca. “Enviamos una muestra para análisis al laboratorio de la universidad y vimos que era Alternaria. Hasta antes de eso no teníamos idea de la existencia del problema”, dice García, que a la época trabajaba en una exportadora de fruta.
Posteriormente, ya en Laboratorios Diagnofruit, comenzaron a estudiar enfermedades causadas por hongos que afectan a la cereza en poscosecha. Principalmente Botrytis y Geotrichum. “En ese proyecto, al hacer ensayos y comenzar a clasificar las diferentes pudriciones, nos encontramos con Alternaria como tercer o incluso como segundo problema en términos de pérdida de fruta en campo. Ahí fue cuando dijimos, ‘este es un problema importante’. Es así que empezamos a intercambiar información con las exportadoras asociadas al proyecto de enfermedades de poscosecha y nos confirmaron que Pudrición negra es cada vez un problema más severo y que incluso también se veía en zonas muy frías. Desde entonces hemos podido ver que, en los mismos huertos, hay temporadas de baja y otras de alta incidencia. Además del clima, al parecer el programa de control juega un rol importante, ya que cuando China ajustó su tolerancia a ciertos fungicidas y varias exportadoras se adaptaron a la norma, las frecuencias de la enfermedad aumentaron”.
La llamada Pudrición Negra, entonces, es una enfermedad que se inicia en el huerto y que se expresa fundamentalmente en el huerto, se define como una pudrición dura y seca, a diferencia de pudrición blanda, que también puede producir Alternaria cuando la fruta está madura y susceptible a heridas. Si bien la Pudrición Negra se define como de pre-cosecha, cuando la incidencia es muy alta, igualmente llega fruta contaminada a los packings, lo que dificulta el proceso. “Hoy día, lo mínimo que pierden los productores por Alternaria es un 4 a 5%, pero se pierde principalmente en el campo”, señala García. No es una enfermedad de poscosecha que se disemine en el proceso de packing o en el embalaje. “Cuando las pérdidas ocurren en huerto es más difícil de cuantificar para el productor. A diferencia de cuando llegas con mil kilos de fruta a la exportadora y te descartan 50 kilos por Botrytis, por ejemplo. Allí te van a decir: eliminamos un 5% de tu fruta. Esta enfermedad, en términos generales, llega poco a packing porque se limpia en campo o la fruta queda colgando en el huerto”, explica.
Según la información con que se cuenta hasta hoy día, la enfermedad se manifiesta, dependiendo de la temporada y en las distintas zonas productivas. Es decir, incidiría independiente de la zona. Pero, según García, hay variedades más susceptibles que otras, tanto tempranas como tardías, lo que -al parecer-, se daría por condiciones asociadas a la fruta. Entre otras variedades, Royal Down y Sweet Heart son susceptibles. En relación al síntoma, “muchos investigadores y asesores creían que la infección se producía en la zona terminal del fruto, en la cicatriz estilar, pero nuestros análisis sitúan el problema en cualquier sector de la sutura del fruto”.
Ante la imposibilidad de postular fondos públicos de forma oportuna, Diagnofruit generó un modelo colaborativo con exportadoras, entre las que se cuenta Dole, Frusan, Subsole, Ranco Cherries, Yucay, Mace, Prize y Grupo Esmeralda. Además contó con el importante aporte de las empresas agroquímicas Agroconnexion, Basf, Bioamerica, Bionativa y Summitagro.
TAMBIÉN CUANTIFICARON NIVELES DE INÓCULO PARA PREDECIR PUDRICIONES EN POSCOSECHA
Con el objetivo predecir el ataque de patógenos asociados a pudriciones en postcosecha, como Pudrición gris causada por Botrytis cinerea, Diagnofrut definió etapas críticas de muestreo para cuantificar botritis y otros hongos fitopatógenos, para luego establecer umbrales de riesgo para dicha etapa de muestreo. Hoy ya han establecido que, si bien la principal enfermedad de poscosecha es Botrytis cinerea, también hay años en que Geotrichum candidum causa importantes daños.
Con este fin, se consideraron 41 unidades productivas para muestreo en tres etapas del cultivo: Plena Flor, Color Pajizo y 7 días antes de cosecha.
Las muestras fueron procesadas dentro de las 24 hrs siguientes al muestreo de campo para cuantificación de ADN de los patógenos Alternaria spp., Geotrichum candidum y Botrytis cinerea vía qPCR; los resultados fueron expresados en número de conidias o esporas en flores o gramos de fruta fresca, dependiendo de la etapa.
Con el fin de establecer posibles relaciones entre los patógenos cuantificados en Pre-Cosecha con las frecuencias encontradas post-almacenaje refrigerado se generaron ensayos que consideraron guardas de fruta, de las unidades productivas monitoreadas bajo 2 condiciones, sin fungicida y control. Las muestras fueron almacenadas 30 días a 0°C con bolsa traslapada y se evaluaron inmediatamente cumplido dicho periodo de almacenaje, contabilizando la presencia de frutos con pudriciones, individualizándolas por tipo y estimando frecuencias en función del peso total de la muestra.
Una vez obtenidos los datos de pre y poscosecha se procedió a la construcción de regresiones considerando conidias o esporas cuantificadas por qPCR vs frecuencias de pudriciones post-almacenaje.
RESULTADOS Y CONCLUSIONES
Para ambos patógenos, Alternaria spp y Botrytis cinerea, se pudieron obtener relaciones con pudriciones post-almacenaje, pudrición negra blanda y pudrición gris, respectivamente, cuando los muestreos se realizaron en color pajizo. Monitoreos en flor y pre-cosecha no lograron predecir de forma certera frecuencias de las enfermedades en post-cosecha. Para el caso de Pudrición Gris, hemos realizado estudios por 3 años, y las relaciones son superiores al 70% cuando el muestreo se realiza en color pajizo, tal como ocurrió en 2018-19 De forma general, y sobre la base de datos de temporadas anteriores, valores sobre 100 conidias/g FF de botrytis calculados en color pajizo establecen una alerta y exige generación de manejos adaptados a cosecha. Más temporadas de estudio son necesarias para establecer una fórmula predictiva para cada patógeno/enfermedad.
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CARACTERIZACIÓN DE PUDRICIÓN NEGRA EN CEREZAS
-¿Qué especies de Alternaria encontraron en la fruta sintomática?
HG -El estudio comenzó con una colecta de frutos sintomáticos en 2017-18, desde distintas exportadoras, zonas y variedades. Se generaron cultivos puros monospóricos desde cada fruto infectado, y en el 95% de los casos los aislados pertenecen al género Alternaria. Cladosporium y Stemphylum fueron detectados de forma muy secundaria. Por medio de un estudio genético determinamos que había A. arborescens, que es la que predomina (50%); A. alternata (40%) y algo de A. tenuissima y otras que aún estamos analizando (10%). Determinar que es un complejo representa un avance importante, ya que el manejo cambia si atacas una especie o varias, como es el caso.
-¿En qué etapa se produjo la mayor incidencia de la enfermedad?
-En tres huertos de Sweet Heart generamos un ensayo para descubrir la etapa fenológica crítica a Pudrición Negra. Hicimos un mix con las tres especies detectadas, y aplicamos en varias etapas fenológicas que teóricamente podían ser críticas, para después, a cosecha, analizar la expresión del problema.
El resultado de ese ensayo fue que las mayores proporciones o frecuencias de infección las logramos entre caída de chaqueta y los primeros milímetros de desarrollo del fruto. O sea, cuando se expone el fruto al ambiente. Cuando se caen los pétalos y luego la chaqueta, una vez fertilizado el óvulo, probablemente. Ahí nosotros logramos generar el mayor porcentaje de pudrición neta. Así avanzamos hacia un segundo gran hallazgo, que fue determinar cuándo se produce la infección, de modo de saber cuándo enfocar los esfuerzos de control. Obviamente este ensayo se debe repetir para asegurar lo registrado en la primera temporada.
-¿Ya hay alguna idea de por qué se produce la infección en esa etapa?
-Obviamente debe estar presente el inóculo para que se produzca. Pero, también, tiene que haber algo en los frutos, como para que uno sea susceptible y otro no. Varios estudios que detallan el desarrollo del fruto, describen ciertos problemas en el sellado del ovario en etapas tempranas del proceso de formación de la yema. El ovario se sella en el verano anterior, en la yema que se genera en el verano. Esos son los frutos que serían colonizados por Alternaria en ese momento crítico, una vez que cae la chaqueta y queda expuesto al ambiente. En otras palabras, hoy día los huertos en Chile tendrían una parte de sus flores mal selladas y si se dieran condiciones de primavera cálida y húmeda, más inóculo en huerto, debiéramos esperar frecuencias problemáticas de la enfermedad. Los productores deben preocuparse de proteger esa etapa clave para que esté cubierta y el frutito no se contamine; es decir, que Alternaria no lo colonice. Desde esa perspectiva, el asunto es cómo protegemos un fruto que viene con problemas, ya que sobre un fruto perfecto Alternaria no debiera colonizar. Si está sellada la sutura el inóculo no entra. Seguramente, también esa es una de las razones por las que hay variedades que son más susceptibles que otras y considerando además que las temperaturas de verano deben influir.
-¿Entonces, el nivel de infección incluso tiene que ver con las condiciones de la temporada anterior?
-Tiene mucho que ver con el clima de la temporada anterior y, posteriormente, con cómo se comporta la primavera de la temporada de la cosecha, respecto de si hay mucho inóculo o no. Por esto, hay que estar preparado con el mejor ‘combo’ en ese momento. Según nuestro estudio, probablemente ese ‘combo’, o control más efectivo estaría asociado al uso de carboxamidas. Donde más consistentemente vimos el efecto, en términos de estudios in vitro que realizamos, fue con dicho grupo químico.
SENSIBILIDAD DEL HONGO A LOS FUNGICIDAS DISPONIBLES
En el estudio de Diagnofruit, para el que se asoció con varias exportadoras y empresas agroquímicas, además de buscar caracterizar y entender el comportamiento de la enfermedad y las condiciones que la fomentan, también estudiaron la sensibilidad de Alternaria a distintos productos de control. Los fungicidas seleccionados, representantes de diversos grupos químicos, fueron los siguientes: fenhexamid, iprodione, propiconazole, azoxystrobin, captan, tebuconazole, boscalid, fludioxonil, pyrimethanil, este último, aunque no se utiliza en cerezos, es representante de un importante grupo químico. A continuación, entregamos algunos de los resultados de los análisis de sensibilidad del estudio.
La alta variabilidad genotípica que presentan las especies de Alternaria estudiadas se refleja también en una amplia variedad de respuestas fenotípicas hacia fungicidas. El estudio comprendió un total de 72 aislados analizados para sensibilidad a fungicidas, resultando en uno de los más importantes estudios de este tipo en el género Alternaria realizados en nuestro país.
Los valores más bajos de EC50 promedio fueron los obtenidos con boscalid, fludioxonil, pirymethanil. Los triazoles, propiconazole y tebuconazole presentaron rangos de EC50 medios en función del universo total registrado. Las estrobulirinas en general, azoxystrobin y pyraclostrobin, presentaron niveles más altos, incluso con individuos sin sensibilidad al activo, bajo la modalidad de crecimiento miceliar. Captan, iprodione y fenhexamid, por su parte, también resultaron en valores altos de EC50 promedio, en ambos casos la respuesta está muy asociada a un porcentaje pequeño de la población que presentó baja sensibilidad.
En general, el grupo de las carboxamidas, representado por boscalid, isofetamid, fluopyram, muestra un comportamiento estable, con valores bajos de EC50 promedio poblacionales como se puede observar en la tabla 1, donde se muestran valores promedio para una población de 20 aislados.
Con el fin de explorar desde una mirada más específica, los resultados de EC50 fueron sometidos a análisis de Factor de Resistencia. De forma resumida, el Factor de Resistencia es un índice de carácter referencial que nos indica que tan “mutante” es un individuo o población respecto del conocimiento base de respuesta, que puede ser estimado desde una población silvestre (‘wild type’). Es decir, individuos que no han sido expuestos a selección en campo o simplemente en relación a los individuos más sensible de la población en estudio.
Considerando los resultados de crecimiento miceliar sobre productos comerciales, los valores EC50 de los 51 individuos en relación a un aislado ‘wild type’ de Alternaria alternata (ATCC) como referencia, la variabilidad de frecuencias entre individuos sensibles y con algún grado de pérdida de sensibilidad o resistencia se da esencialmente con los activos captan, tebuconazole, propiconazole y azoxystrobin. En la tabla 2 se pueden observar los resultados para alguno de los activos testeados, considerando 20 aislados en estudio.
ETAPAS MÁS SUSCEPTIBLES Y OPORTUNIDAD DE CONTROL
Como ya se estableció, las etapas de inicio y plena flor no fueron efectivas para desarrollo de la enfermedad en el ensayo 2018-19. De acuerdo a los resultados de Diagnofruit, la enfermedad se desarrolla solo bajo condiciones particulares, ya que a pesar de las inoculaciones, las frecuencias de Pudrición Negra fueron bajas en la mayor parte de las etapas. Por otra parte, un predio ubicado en San Fernando, en condiciones de cultivo bajo techo, presentó los niveles más altos de infección en términos generales (Gráfico 1).
La Pudrición negra es una enfermedad que ha ido tomando protagonismo en los huertos de cerezo. Esta patología, que se caracteriza por desarrollarse en la sutura del fruto, como una pudrición seca, en el estudio realizado por Diagnofruit, presentó dos etapas claves, donde se produciría la infección, Caída de Chaqueta y Cuaja de Frutos (primeros milímetros de desarrollo, primeros frutos expuestos). Así los primeros estadios de desarrollo de fruto, cuando se expone al entorno sin restos florales, sería el momento de entrada del patógeno y el momento clave que debe ser cubierto con carboxamidas.