Resultados preliminares en el uso de portainjertos en nogales
Un trabajo realizado por investigadores del INIA está evaluando una serie de portainjertos mejorados o clonales, con el fin de poder recuperar huertos con muerte de árboles, ocasionada por Phytophthora spp.
Por Giovanni Lobos, investigador del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), INIA Intihuasi.
La baja productividad de los huertos de nogales en Chile, está asociado principalmente por el debilitamiento o muerte de plantas por causa de la Phytophthora spp. Estudios realizados en diversas regiones, arrojaron que el 93% de los huertos ubicados entre la región de Coquimbo y del Maule, presentaron síntomas de la enfermedad y la incidencia promedio es del 15,5% (Besoain, 2020). Esto se debe principalmente, a que el 95% de los huertos establecidos en Chile, utiliza el portainjerto Juglans regia, que es altamente susceptible a asfixia radicular. Además, existen varios factores que aumentan los riesgos de desarrollo de esta enfermedad, como los suelos arcillosos, mal manejo del riego, problemas colaterales como el ataque de nematodos, agallas de cuello e incluso, prácticas de manejo de suelo que predisponen a la planta a adquirir la enfermedad.
Actualmente los tratamientos que se aplican contra Phytophthora spp, ya sea, a través de aplicaciones vía foliar o de suelo, solo permiten bajar la incidencia o síntomas en la planta, recuperando vigor y productividad, condición que puede durar una, dos o tres temporadas, y luego, nuevamente decaer el estado de la planta, lo cual implica repetir el tratamiento en el huerto, lo que se traduce finalmente en un alto costo, y no en una mejora en el rendimiento.
Una alternativa de poder recuperar aquellos huertos con muerte de plantas por Phytophthora spp, es a través del uso de portainjertos mejorados o clonales, que en Chile están disponibles a partir del año 2017. Estos portainjertos clonales corresponden a VX211, RX1 y Vlach, lo que se suma al Paradox (de semilla), ya utilizado en años anteriores (Figura 1). Estos portainjertos presentan como características la resistencia y tolerancia a Phytophthora spp., nematodos, déficit hídrico y exceso de sales.
Con el objetivo de evaluar el comportamiento de los portainjertos clonales, el INIA, con el financiamiento de Corfo y el consorcio de Biofrutales, a través del equipo que es liderado por los investigadores Giovanni Lobos, Jaime Otárola y Gamalier Lemus Asesor, desde 2017 se está evaluando el comportamiento de estos portainjertos clonales (VX211, RX1 y Vlach) y Paradox, comparando su comportamiento contra J. regia, en las localidades de Rengo (Región de O’Higgins) y Talhúen (Región de Coquimbo), que presentan condiciones edafoclimáticas diferentes.
Los portainjertos clonales fueron injertados 6 meses posterior a la plantación, con las variedades Serr y Chandler, y cada portainjerto contempla 8 repeticiones de 3 plantas cada uno, con un marco de plantación de 7 x 5 m, regados por goteo (cinco líneas por hilera, lo que permite una precipitación de 2.85 mm/h). Tras cinco meses de ser establecidos, la mitad de las repeticiones de cada portainjerto, fueron inoculadas con un caldo que contenía Phytophthora spp, aplicando en cada planta una solución de 250 cc (Figura 2), distribuyendo el inóculo alrededor del tronco de la planta. Posterior a esto, se dio un riego de saturación de 24 horas para simular las condiciones favorables para el desarrollo del patógeno.
EVALUACIONES
Desde septiembre del 2017, se realizó un seguimiento de las plantas bajo las condiciones edafoclimáticas de cada zona, evaluaciones que comprenden el crecimiento de brote, diámetro de tronco tanto a la altura del portainjerto como del injerto (ASTT), crecimiento de raíces, peso de poda, inducción floral, estado hídrico y productividad.
Respecto al crecimiento de tronco (Figura 3), Vx211 ha presentado el mayor desarrollo, comportamiento que se repite en ambas localidades y en ambas variedades, condición que ratifica el vigor de este portainjerto, seguido por Vlach y Paradox. Por otra parte, el portainjerto que menos desarrollo ha generado a la fecha es J. regia.
En cuanto al crecimiento de raíces (Figura 4), este se ha seguido a través de Rizotrones y se puede apreciar la diferencia que se genera en la distribución de las raíces en el perfil de suelo, donde J. regia presenta un comportamiento típico de raíz pivotante, concentrándose el mayor porcentaje de raíces en los primeros 50 cm de profundidad, mientras que VX211, Vlach y RX1 tienen un comportamiento diferente, distribuyendo sus raíces en todo el perfil de suelo, al ser más fasciculada, comportamiento típico de plantas que no son de origen de semilla. Paradox al ser un portainjerto de semilla, presenta una distribución de raíces similar a las plantas clonadas, que permite aumentar el área de exploración de las raíces, para otorgar una mayor tolerancia a eventuales déficits hídricos durante la temporada.
Tanto en Rengo como en Talhuén, el aporte hídrico se define de acuerdo al desarrollo de la planta (Kcb) y la demanda ambiental (ET0), lo que permite reponer el agua de acuerdo a la evapotranspiración del cultivo (ETc). Para monitorear el estado hídrico de cada portainjerto (Figura 5), se ha estado evaluando el potencial hídrico xilemático (Ψ, Mpa).
En este contexto, en Rengo, el portainjerto J. regia es quien presenta los potenciales más negativos en ambas variedades, lo que equivale a un estrés hídrico mayor, mientras que los portainjertos con mejor estado hídrico fue RX1 en Serr y VX211 en Chandler. En general, en este huerto, gran parte de los portainjertos estuvieron fuera la condición de confort hídrico (-0.6 a -0.9 Mpa), lo que promovió un aumento del tiempo de riego a partir del mes de enero, reponiendo 42 mm cada semana hasta cosecha. Para el caso de Ovalle, la situación hídrica es deficiente, condición que se ha agravado en la última temporada, a pesar de esto, los potenciales hídricos se movieron dentro del rango de zona de confort hídrica para el nogal. En ambas variedades, los potenciales hídricos más negativos los registró el portainjerto J. regia, mismo comportamiento observado en Rengo, mientras que las plantas que presentaron un potencial hídrico menos negativo fueron sobre RX1, portainjerto registrado como de mayor tolerancia al estrés hídrico.