“Hoy la papa nativa peruana tiene una demanda enorme en el mundo”
Con motivo del anuncio del próximo Congreso Mundial de la Papa 2018, que se realizará el próximo año en Cusco, la doctora Bárbara Wells, al mando del CIP, cuenta sobre las principales líneas de investigación de su institución y reflexiona sobre el futuro de la papa peruana. La biofortificación y la conservación de la biodiversidad frente al cambio climático a través de la biotecnología son dos de los aspectos de mayor relevancia en sus proyectos.
Para la científica e investigadora estadounidense Bárbara Wells, la papa peruana es más que un tubérculo o insumo, es oro. En los tres años que lleva al mando del CIP, ha descubierto y se ha sorprendido por su altísimo valor nutricional, su resistencia al cambio climático, y su enorme potencial comercial, gastronómico y como sustento de miles de familias de agricultores peruanos. Además, como un alimento que podría salvar al mundo de la desnutrición, gracias a su alto contenido en zinc y hierro.
Con miras al Congreso Mundial de la Papa 2018,—que se realizará en Perú y por primera vez en Latinoamérica, del 29 al 31 de mayo del próximo año— desde hace meses que, junto a las instituciones más relevantes en la agroindustria como el Ministerio de Agricultura y la Universidad Nacional Agraria La Molina, el CIP viene trabajando para la elección del Perú como sede y organización del evento.
En el Congreso, que reunirá a científicos, investigadores, agricultores, productores y autoridades políticas de todo el mundo, el Perú mostrará sus avances en biodiversidad y seguridad alimentaria: desde trabajos en biofortificación de este tubérculo, proyectos para la conservación de las papas nativas a través de biotecnología e investigaciones sobre el impacto del cambio climático en este cultivo, y nuevos mercados.
– ¿Cuáles son las principales líneas de investigación que están desarrollando hoy en el CIP?
– Con la papa, trabajamos toda la cadena: desde hacer mejoramiento con biotecnología para que sean cultivos más productivos y más resistentes a plagas, investigación para crear mejores semillas; hasta trabajo directamente con los agricultores. Es importante resaltar que el trabajo que hacemos en el CIP no es para finalmente generar un producto y entregarlo, sino que, como dije, trabajamos como una cadena humana de la mano de los agricultores y productores en el Perú. Aquí quiero hacer énfasis en las mujeres agricultoras que están haciendo una gran labor en el trabajo que vemos día a día. Luego, nosotros también aseguramos que todos los productos que trabajamos junto con estos agricultores tengan una oportunidad de mercado.
– El cambio climático es una realidad que está afectando a muchos cultivos en el Perú y el mundo, ¿qué está proyectando el CIP para la mitigación de esta problemática?
– Este tema es importantísimo y uno de los principales aspectos que trabajamos ahora en el CIP. Tenemos grandes proyectos en torno a este tema. Acá en Perú ya estamos siendo muy impactados con esta problemática mundial. La producción de la papa es muy resistente a cambio climático, pero particularmente aquí en Perú las condiciones de calentamiento global están siendo cada vez más severas. Entonces, el agricultor tiene que producir en más y más altura. No tanto porque la papa, como cultivo, no aguante esas condiciones climáticas necesariamente, sino por las plagas que se generan a raíz de esto. Entonces, estamos desarrollando diversos trabajos e investigaciones que en su momento daremos a conocer con detalle.
– La investigación que está realizando un grupo de trabajo del CIP sobre la posibilidad de cultivar papas en Marte, ¿en qué medida tiene que ver con el cambio climático?
– Ese proyecto justamente era para mostrar cómo, con todo lo que genera el cambio climático que puede afectar a los cultivos (como sequías, por ejemplo), la papa se mantiene realmente muy resistente y puede ser producida en condiciones de cambio climático extremo. Ese fue un gran ejemplo para decir que sí se puede producir en Marte con esas condiciones, es un cultivo muy resistente al cambio climático, con las condiciones a los que los productores y agricultores se enfrentan hoy en día.
– Sobre innovación y tecnología, ¿Qué trabajos está realizando el CIP hacia el futuro?
– Las innovaciones que trabajamos siempre vienen del lado del mejoramiento de la semilla, pero también uno de los focos que estamos trabajando es la biofortificación de la papa. Ya es un producto altamente nutritivo, pero estamos mejorándolo para que tenga más alto contenido de zinc y hierro. La gran causa de anemia en el mundo es la falta de esos nutrientes. Entonces, creemos que la papa peruana puede ayudar a combatir la desnutrición en el mundo. Por ejemplo, el año pasado tres de nuestros investigadores ganaron el premio mundial de la comida que es el el equivalente al ‘Premio Nobel de Agricultura’ por investigaciones sobre agricultura y nutrición en relación a la biofortificación. Pese a que la papa ya es muy nutritiva, queremos seguir trabajando para que sea más poderosa: con más contenido de zinc y hierro. Estamos trabajando proyectos importantes en biotecnología, para la conservación hacia el futuro de las diferentes variedades de papa peruana a través de la preservación in vitro y la criopreservación, con lo que ya tenemos un banco genético muy importante que ronda las 2,500 variedades de papa en conservación.
– El Perú se ha posicionado como el principal productor de papa en La tinoamérica. En ese sentido, ¿Cómo viene el futuro para el cultivo de papa en el Perú?
– Viene diversificándose el mercado final. Está habiendo una demanda enorme para la papa nativa que ha venido creciendo en los últimos diez años: entre gastronomía y las diversas poblaciones de los países que están demandando este cultivo por su alto valor nutricional. Creo que tiene un gran futuro aquí en el Perú y mundialmente. Es el cuarto cultivo de producción del mundo. La papa alimenta a la gran mayoría del planeta y particularmente a familias pobres.
– Hace 12 años se celebra el Día Internacional de la Papa en el Perú, ¿Qué ha cambiado desde entonces? ¿Cómo ha sido este proceso de promoción de la papa dentro y fuera del Perú?
– Tenemos una gran ‘pepa de oro’ aquí en el Perú, debido a la gran diversidad de papa que tenemos. El cambio quizá más grande culturalmente ha sido en la gastronomía, también gracias a la papa. En Lima ya existen tours diseñados solo para visitar la ciudad para comer. Igual en Cusco, Arequipa y otras ciudades del país. La papa ha contribuido entonces a colocar al Perú en el mapa gastronómico mundial. Es la conciencia de la cultura misma que se tiene y que sabemos ahora que la papa no viene de Europa, sino que su centro de origen es el Perú.