Castaño: Una alternativa frutícola para el centro sur y sur de chile
Foto 1. Portainjertos francos para castaño europeo.
Dr. Miguel Ellena Dellinger, Centro Regional INIA Carillanca
Existe gran interés de los consumidores modernos por incluir las castañas en su dieta, particularmente en los países desarrollados del hemisferio norte. Lo anterior, fundamentalmente por sus características nutricionales, ya que es una fruta pobre en grasas (1,8-2,0 g/ 100g), libre de colesterol, bajo contenido en sodio (9mg/100g), elevado en potasio (395-499,6 mg/100g), contenido moderado en proteínas (3-3,2 g/100g), pero de alta calidad (adecuada relación entre los aminoácidos), fibra (7,3g/100g) y libre de gluten. Todo esto lo hace un alimento equilibrado y apreciado por los consumidores que aportes de sustancias biológicamente activas para una alimentación sana de su grupo familiar. La calidad de las proteínas es elevada debido a que las castañas contienen aminoácidos esenciales (triptófano, lisina y metionina) y por ello es óptimo complemento de las legumbres. Respecto al contenido mineral, al ser bajo en sodio es recomendable para reducir la presión sanguínea, pero es en potasio, elemento que juega un rol importante en diversas funciones vitales del organismo, entre otras, la conducción nerviosa y los intercambios a través de las membranas citoplasmáticas.
En la actualidad en Chile es un cultivo poco propenso a plagas y enfermedades, lo que representa un plus adicional considerando que los nuevos consumidores, más informados y educados, buscan alimentos naturales y genuinos, producidos con sistemas productivos que empleen productos más amigables con el medio ambiente y que no afecten la salud de las personas, incluyendo o especialmente a los operadores agrícolas y su entorno familiar.
VENTAJAS DE CHILE FRENTE A OTROS PRODUCTORES
Esta especie es una interesante alternativa para el centro sur y sur de Chile, con una demanda creciente y escasez de fruta en algunos países productores tradicionales, por ejemplo Italia. Cabe destacar que son pocos los países que tienen un alto potencial para la producción de castañas, particularmente de variedades de tipo marrón, altamente apreciada por la calidad de su fruta para uso directo y transformación industrial. En Chile se ha observado un mayor potencial productivo del castaño europeo (Castanea sativa) respecto a otros países productores. Este cultivo, al igual que los avellanos, dado su menor uso de mano de obra, su alta mecanización, bajos costos de establecimiento así como de operación, ubica a estos frutales como especies estrellas para el futuro desarrollo frutícola del centro sur y sur de Chile, los que permitirán reemplazar actividades menos competitivas como el cultivo de cereales y la ganadería.
Por otra parte, desde el punto de vista de salvaguardia y conservación del medio ambiente es una especie muy interesante, ya que aporta materia orgánica al suelo en forma significativa y por tanto presenta un efecto “anti cambio climático”. Cabe destacar un alto potencial productivo en Chile (más de 6 ton/ha) -en plena producción- dependiendo del ambiente, variedades y nivel tecnológico.
AVANCES EN EL CULTIVO Y DISPONIBILIDAD DE VARIEDADES ADECUADAS
Los avances en el manejo agronómico del cultivo en Chile, disponibilidad de variedades tipo marrón de excelente calidad y con elevado potencial productivo como anteriormente señalado están permitiendo la expansión del cultivo en el país, particularmente en la zona centro sur y sur, donde en algunas áreas existe una excelente condición para el desarrollo exitoso del cultivo (clima y suelo).
Claves para el éxito de un proyecto castaño: para lograr un negocio rentable se requiere una formación y conducción de huertos modernos de castaño, lo que significa el empleo de técnicas propias de la fruticultura, aun considerando que este árbol en “natura” es una especie de tipo forestal. Junto a ello es fundamental la elección del sitio de plantación (suelo, clima), calidad de plantas, modelo de plantación, adecuado acondicionamiento y preparación del suelo, fertilización, poda de formación, manejo de malezas, riego y mecanización de las labores culturales.
Los objetivos principales que se buscan en un huerto moderno, con una “mayor densidad de plantación”, son el acortamiento de la fase improductiva, gobernar el vigor del árbol, aumentar los rendimientos por unidad de superficie, particularmente en los primeros años. En la actualidad el control del vigor es posible mediante técnicas de manejo (formación de huertos) y manejo de poda, nutrición y riego, pero a futuro se espera contar con portainjertos que permitan contener el vigor de los árboles y aumentar la densidad de plantación, como ocurre para otras especies frutales. El cultivo moderno de la especie, con huertos intensivos en suelos planos o de lomaje suave, que permitan la cosecha mecánica, es absolutamente competitivo respecto de cualquier otro cultivo frutícola, en particular si se lo compara con algunos de ellos complicados por ser intensivos en el uso de mano de obra, así como de alta inversión y de altos costos de operación (fruta fresca). Particularmente importante es la disponibilidad y costo de la mano de obra a futuro, factor no menor a considerar para los nuevos proyectos frutícolas en el país.
Ambiente: un aspecto importante a considerar es la característica del suelo. Los mejores terrenos para el castaño europeo, dada la combinación variedad/portainjerto que se dispone actualmente, son aquellos suelos profundos, no pesados y frescos, idealmente de origen volcánico, con un muy buen drenaje y sin impedimentos físicos. Se deben evitar suelos pesados, arcillosos, con escasa oxigenación y sujetos a encharcamientos y niveles freáticos superficiales, los que favorecen la asfixia radicular que incide en un escaso desarrollo de los árboles, en la aparición desórdenes fisiológicos e incluso llevando a la muerte de las plantas. Previo a la plantación es primordial el subsolado del suelo a al menos 80 cm de profundidad a objeto de descompactar el suelo y permitir un adecuado desarrollo de las plantas. Cabe señalar que los portainjertos actualmente utilizados son francos con un desarrollo radicular pivotante en profundidad. Por ello, no es recomendable cultivar en suelos con mal drenaje y niveles freáticos superficiales. Es posible también plantar en suelos arenosos (ya que tienen buen drenaje) si se dispone de recurso hídrico para riego. Respecto al clima, el castaño europeo es moderadamente termófilo, tolera los fríos invernales (planta en receso) y se adapta bien a temperaturas medias anuales entre los 8 y 15ºC y con medias mensuales superiores a los 10°C al menos por 6 meses. Para la floración y cuaja no existen problemas en la zona de cultivo del país debido a que floración y cuaja son tardías (diciembre -principios de enero), lo que es muy importante para la germinación del polen y elongación del tubo polínico, de modo de lograr una adecuada fecundación.
MODELO DE PLANTACIÓN Y DENSIDAD
La potencialidad productiva se expresa cuando se elige el sistema de plantación adecuado, optimizando la densidad de plantación, la disposición de los árboles, la forma de conducción, el portainjerto, y tanto la variedad principal como sus respectivos polinizadores. El modelo de plantación define el espacio ocupado por la copa, raíces y los espacios para las labores culturales.
Densidad de plantación:
La tendencia en fruticultura es a aumentar la densidad de plantación y con ello alcanzar mayores rendimientos por unidad de superficie, particularmente durante los primeros años. Lo anterior se logra gracias a un mayor índice de cobertura del suelo, esto es la relación entre la superficie ocupada por la proyección de la copa y superficie del terreno. En huertos más densos se pueden reducir los costos de operación y se puede anticipar la entrada en producción. Cabe destacar que en los árboles de menor tamaño la relación entre superficie y volumen de la copa es mayor. Se logra una mejor intercepción de la luz y con ello una mayor elaboración de fotosintatos por parte de los árboles, especialmente azúcares. Sin embargo, con las tecnologías actuales disponibles para castaño, particularmente los portainjertos vigorosos (Foto 1), ya que no se dispone de portainjertos enanizantes o semi-enanizantes, lo que limita el aumento de la densidad de plantación en base a portainjertos, como ocurre en otras especies frutales (drupáceas, pomáceas). Actualmente la única tecnología disponible para aumentar la densidad de plantación es gobernar el vigor mediante sistema de conducción y manejo cultural adecuado (poda y nutrición), particularmente restringiendo el uso de nitrógeno en suelos profundos, con alto contenido de materia orgánica y el riego en huertos en fase productiva. El desafío es contar con portainjertos de menor vigor que permitan incrementar las densidades de los huertos.
Disposición de los árboles:
El esquema de plantación más utilizado es en rectángulo, ya que es simple y permite una buena iluminación de las copas de los árboles. La distancia entre hileras debe ser mayor a la altura de los árboles de modo de permitir una adecuada intercepción de luz, incluso en la parte baja de la copa. Lo anterior, debido a que la falta de luz afecta la producción y calidad de las castañas dada la menor capacidad fotosintética de las plantas.
Poda y forma de conducción:
La poda permite modificar la forma y el comportamiento de los árboles con el objetivo final de obtener buenos rendimientos y alta calidad de fruta. Como se ha señalado anteriormente, la tendencia actual es reducir el periodo improductivo del huerto anticipando la entrada en producción, para con ello reducir los costos y lograr la máxima productividad, pero sin afectar la calidad de las castañas. En huertos bien manejados según los criterios de la fruticultura moderna se ha logrado producir desde el año 4-5 desde el establecimiento. Para ello ha sido necesario optimizar el uso de agua y nutrientes. En plantas nuevas se sugiere realizar poca poda a objeto de permitir un rápido desarrollo de la estructura productiva y alcanzar un adecuado equilibrio copa/raíz en los árboles. Por el contrario, se ha evidenciado que las podas excesivas conducen a la reducción de la superficie fotosintética constatándose un atraso en alcanzar el equilibrio entre copa/raíz y causando una prolongación de la fase juvenil de los árboles.
Forma de conducción:
La forma y acortamiento de la copa es fundamental para lograr una adecuada distribución de las hojas en el espacio para con ello optimizar la intercepción y distribución de la luz. La falta de energía luminosa conlleva a una escasa o nula diferenciación a flor, lo que afecta los rendimientos y calidad de la fruta. Entre los sistemas de conducción adecuados para alta densidad destaca el eje central o pirámide. Este sistema se adapta muy bien para los híbridos euro-japoneses y las variedades europeas con porte vertical favoreciendo el hábito vegetativo natural, lo que permite establecer los huertos en mayor densidad de plantación respecto de el sistema de vaso (Foto 2). En el tiempo es fundamental gobernar adecuadamente los árboles debido a que estos tienden a evolucionar hacia una forma tipo globular típica de la especie. Por lo anterior, los manejos de conducción de los árboles deben fundamentalmente dirigirse a equilibrar y a iluminar las diferentes partes de la copa, más que mantener en forma rigurosa la forma inicial adoptada.
Líneas y avances en investigación
La alta densidad en las variedades estudiadas (Marrone di Cuneo, Marrone di Marradi y Marrone di Cittá di Castello) han permitido aumentar los rendimientos unitarios durante los primeros años productivos de los huertos (Fig. 1, 2 y 3). Es importante gobernar el vigor de los árboles y permitir la entrada de luz hacia el interior de la copa. El exceso de vigor impide la entrada de luz y disminuyen los rendimientos y en la calidad de la fruta. Junto al manejo de conducción de los árboles es fundamental un plan de nutrición equilibrado con el fin de evitar un exceso de vigor; particularmente importante es evitar el exceso de nitrógeno e incluso prescindir de este nutriente en suelos ricos con alto contenido en materia orgánica. Se requiere producir fruta y no madera. Se sugiere realizar tanto análisis de suelo y foliares a objeto de desarrollar un plan de nutrición adecuado para el huerto.
DESAFÍOS PARA DESARROLLAR HUERTOS MODERNOS
El gran desafío será el desarrollo de portainjertos de menor vigor, los que serán fundamentales para la modernización de esta industria en Chile y en los demás países productores de castañas. Además, es interesante contar con material resistente a estreses bióticos y abióticos, particularmente adaptados al cambio climático. Lo anterior, es un trabajo a mediano y largo plazo, el que ya estamos iniciando.