La extensión puede hacer la diferencia
La competitividad sostenible de nuestra agricultura enfrenta diversos desafíos ampliamente conocidos, entre ellos el cambio climático, el déficit hídrico, la disponibilidad de mano de obra, las exigencias de los mercados y de consumidores cada vez más informados y exigentes que no sólo se conforman con adquirir productos saludables e inocuos, sino que además exigen saber cómo se producen. A todos estos, se suman en el último tiempo los efectos de los movimientos sociales y la pandemia.
Estos desafíos exigen contar con un sistema de generación y difusión del conocimiento e información que permita facilitar la toma de decisiones de los productores y las empresas, respondiendo en forma asertiva y oportuna. Un sistema que asegure el desarrollo de ciencia aplicable al alcance de todos.
En todos los desafíos que ha enfrentado con éxito la agricultura en California, el sistema de extensión de la Universidad de California, ‘UC Cooperative Extension’, ha sido clave, cuyos centros son el puente entre los problemas locales y el poder de la investigación de la universidad. Allí, los asesores (‘farm advisor’) trabajan en terreno con los productores, son solucionadores de problemas, catalizadores, colaboradores y educadores. A través de estos centros se ayuda a los agricultores a implementar métodos de cultivo más eficientes, manejos de plagas y hacer un uso inteligente y eficiente del agua; todo ello en asociación con las instituciones públicas y privadas.
En la universidad, los especialistas, investigadores y académicos incorporan a su trabajo las necesidades y problemas que en los centros se han identificado, desarrollando nuevo conocimiento y tecnologías que permitan facilitar la toma de decisiones de los productores, y enfrentar amenazas como la escasez hídrica y el cambio climático, realizando un trabajo de extensión permanente.
LA PROPUESTA Y EL TRABAJO DE UC DAVIS CHILE Y SUS COLABORADORES
El Programa de Extensión e Innovación (PEI), adapta el modelo del ‘UC Cooperative Extension’ a la realidad nacional, para dar solución a los problemas de los agricultores, facilitar la toma de decisiones y disminuir el riesgo y los costos de la innovación que se requieren para mantener de forma sostenible la competitividad de nuestra agricultura. El programa considera las siguientes claves:
- Trabajar en base a los problemas reales, buscando las soluciones más apropiadas con especialistas nacionales e internacionales, y con los propios productores.
- Crear redes de colaboración.
- Establecer indicadores para medir los cambios.
- Poner el conocimiento al alcance de todos, en forma simple y práctica.
En 2018 se comenzó a trabajar en la identificación de problemas y en el desarrollo de una plataforma de extensión para facilitar el acceso a información, conocimiento, tecnologías y buenas prácticas disponibles en Chile y en California (www.plataformaextension.cl), partiendo con el rubro vitivinícola. A fines de ese mismo año se comenzó a trabajar con Prunova y la industria del ciruelo europeo, decidiendo unir esfuerzos, ideas y compromiso de diversos actores para resolver alineadamente los problemas que enfrentaban. Desde entonces se ha trabajado en integrar a los distintos actores de esta industria.
Este trabajo integrado se expresa en la actualidad, en un programa que, a partir de los problemas identificados con los propios productores, trabaja en el desarrollo de capacidades a través de un plan de entrenamiento y la generación de bancos de conocimiento, con información relevante y creíble, basada en ciencia y presentada de forma amigable, para facilitar su comprensión y adopción. Todo lo anterior validado y acompañado por un Comité Técnico de cada rubro, conformado por productores, asesores, académicos, investigadores y exportadoras.
VISIÓN DE FUTURO
Este año 2021 se incorporan los nogales y cerezos al programa, además de asumir un rol clave para enfrentar los temas transversales como el agua, el cambio climático y la sustentabilidad. Se identificarán iniciativas que permitan vincular efectivamente el trabajo de las universidades y los centros de investigación con las necesidades y problemas de la industria a través de proyectos de I+D, para lograr adaptación y validación tecnológica.
Según Tomás Labbé, asesor técnico de nogales, almendros y ciruelo europeo, y parte del equipo gestor del Programa, “está la certeza que se debe evolucionar en la sistematización de información y en el seguimiento de los impactos esperados, y que el sistema ‘UC Cooperative Extension’ requiere adaptaciones acordes a nuestra realidad local, pero debe ser adoptado…¡llegó para quedarse!”.
Según Cristóbal Crespo, empresario agrícola y miembro del comité técnico de ciruelo europeo, “el camino es ambicioso y obviamente no es fácil; requiere mucha participación, creatividad y compromiso, por lo tanto, es clave que cada vez se sumen más actores, porque en este camino nadie sobra”.