Colombia es un país rico en variedades locales de piña
Colombia es un país rico en variedades de piña. Si bien presenta 18 mil hectáreas sembradas de esta fruta repartidas en toda su geografía, esta riqueza se ha visto opacada por la hegemonía del híbrido MD2, también llamada Gold u Oro Miel. Por esto, entidades gubernamentales -como Agrosavia- se han dado a la tarea de trabajar con pequeños y medianos productores del país, para conservar los materiales genéticos de las “piñas regionales”, como se conoce localmente a las variedades tradicionales.
Los departamentos que participan con área significativa del cultivo de piña en Colombia son Santander, Valle del Cauca, Meta, Cauca, Antioquia, Quindío, Casanare, y en menor escala Guaviare y Tolima. Entre estos, la mayor producción se ubica en Santander, Valle del Cauca, Meta y Cauca.
Para ahondar en temas afines con las variedades regionales y sobre los proyectos investigativos relacionados con piña que viene realizando Agrosavia en Colombia, conversamos con la doctora Liliana Ríos Rojas, Investigador de esta corporación, en Palmira, Valle del Cauca.
PIÑA MD2 Y LAS VARIEDADES PRESENTES EN COLOMBIA
“En Colombia encontramos variedades de piña tales como Manzana, Perolera, India y Mayanés, entre otras, las cuales hemos vinculado a un macroproyecto en el que Agrosavia espera entregar resultados en cuatro años”, explica Ríos.
La experta menciona que entre las características de la variedad MD2 se cuenta que es una piña muy dulce y, por tanto, apetecida en términos de consumo en fresco. En tanto que las otras variedades, como Manzana e India, son un poco más ácidas y tienen características agroindustriales.
La India es la piña que se cultiva en la Amazonía colombiana y es consumida por su sabor y por las características específicas que tiene al paladar de los pobladores de la región, quienes la prefieren frente a otros cultivares, así estos últimos sean más dulces.
La Cayena Lisa, otra variedad de piña, es considerada como la madre de la MD2, pero presenta características agroindustriales, ahora no es muy apetecida en fresco. Sin embargo, antes del arribo de la Oro Miel a Colombia, era una de las variedades preferidas en el país.
INFLUENCIA DE LA LUMINOSIDAD EN LOS CULTIVOS DE PIÑA INDIA Y MD2
La piña MD2 es una fruta que requiere muchas horas de luz día, y está adaptada a ambientes secos y cálidos. Sin embargo, las condiciones en la que se cultiva la variedad Oro Miel en la Amazonía corresponden a un ambiente muy denso en términos de vegetación. Es así que resulta muy difícil que en 14 meses se pueda completar su ciclo de producción.
La piña India, por otro lado, responde muy bien a estas condiciones de baja luminosidad, pero sin llegar a ser penumbra. Es capaz de desarrollarse en un ambiente selvático, considerando, además, que la Amazonía colombiana es una región de alta nubosidad. Por su parte, piñas como la Mayanesa y la Manzana deben cultivarse a cielo abierto, al igual que la MD2.
“Esa es una de las ventajas comparativas que tendrían las piñas que se han adaptado a la condición selvática. En cambio, la piña MD2 no responde tan bien y cuando no tiene la luminosidad óptima el ciclo se alarga. Es decir que ya no van a ser 14 meses, como en una zona abierta, sino que tardará algunos meses más hasta que el fruto alcance los índices de cosecha. Además de todo lo señalado, la piña Oro Miel requiere mayor mano de obra por hectárea que cualquier otro cultivar, lo que elevan aun más los costos de producción”, manifiesta la investigadora de Agrosavia.
La piña Mayanesa, por su parte, se encuentra en los Llanos Orientales, mientras que la perolera se produce en la región de los santanderes. Ambas variedades se consumen en fresco, pero esta última es de las más distribuídas en Colombia, junto con la MD2, ya que también es dulce, pero no llega al nivel de la Oro Miel, por tal razón y por su tamaño, pierde puntos en la carrera exportadora.
En regiones como la del Valle del Cauca, la variedad más cultivada es la Oro Miel, por ser la más apetecida en los mercados internacionales. Sin embargo, es una planta muy susceptible a las pudriciones de la raíz y del cuello del tallo. Esto hace que necesario cultivarla en camas altas y en suelos bien drenados; todo ello aporta a elevar los costos en instalación y manejo. En el Valle del Cauca, dada la predominancia de suelos arcillosos, se tienen problemas importantes de pudriciones. También hay problemas de plagas que diezman significativamente la producción.
Variedades locales, como Manzana, India, Mayanesa y Perolera, poseen ventajas comparativas frente al híbrido MD2 en términos de preferencia por los consumidores locales, algunas el doble propósito y mayor tolerancia a problemas sanitarios. Estas son las razones por las que Agrosavia inició en el 2020 el macroproyecto “Opciones tecnológicas para el desarrollo y manejo sostenible del cultivo de la piña Ananas comosus (L.) Merr. (Bromeliaceae), en las principales zonas productoras de Colombia”, con el fin de asegurarle la producción a pequeños y medianos agricultores, en aspectos como el rendimiento y sanidad de los cultivos e inocuidad de la fruta.
“Sí todos los agricultores cultivan solo MD2, por sus características de comercialización, podríamos estar perdiendo esas variedades locales, las que presentan una mejor adaptación a los ambientes de Colombia. De esa forma desaparecería la diversidad genética que aportan estos cultivares”, apunta la investigadora de Agrosavia – Sede Palmira.
EL URABÁ ANTIOQUEÑO INCURSIONA EN EL CULTIVO DE LA PIÑA
Urabá es una de las zonas más importantes, en términos de área, de la variedad MD2, la cual es principalmente destinada a la exportación. Esta zona productiva tiene como característica la presencia de grandes productores, con el músculo financiero para invertir en su instalación y manejo, que tiene un alto costo.
“Un pequeño productor, que tradicionalmente cultiva piña Perolera, no alcanza a mantener durante un ciclo un cultivo del híbrido MD2, ya que el costo productivo de la Perolera es mucho más bajo”, asegura Liliana Ríos.
El costo productivo de la variedad MD2, en su ciclo de 14 meses de cultivo, puede alcanzar los 50 millones de pesos colombianos por hectárea (USD13.500 aproximadamente), mientras que el costo de cultivar piña Perolera es de solo 10 millones de pesos (alrededor de USD2.700), ya que esta última variedad está mejor adaptada a las condiciones ambientales de la zona.
CULTIVOS DE PIÑA EN EL VALLE DEL CAUCA
En el Valle del Cauca, en la zona de ladera, los productores tienden a sembrar la variedad Manzana y MD2, buscando acomodarse a las exigencias de los mercados nacionales.
En este caso es importante destacar que los agricultores vallecaucanos hacen los mismos manejos a ambas variedades. Con la diferencia que a la MD2 la siembran sobre camas, mientras que a la variedad Manzana la cultivan a ras del suelo.
La variedad Manzana es industrial, es un producto que se utiliza para alimentos procesados, mientras que la Oro Miel -o MD2- la comercializan en el mercado nacional, específicamente en grandes superficies de Cali y del sur del Valle del Cauca.
“El cultivo de MD2 en el Valle del Cauca tiende a durar 14 meses, pero el ciclo de una piña Manzana dura entre 18 y 19 meses. Por esto, la Oro Miel es un producto que les permite tener flujo de caja, en tanto que la variedad Manzana está lista para salir al mercado”, señala Ríos.
OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN DE AGROSAVIA
La principal preocupación de los investigadores de Agrosavia es el monocultivo de la piña MD2. El cultivo en el país ha ganado mucha área y ha ido desplazando variedades regionales y locales. “Nos parece importante preservar su potencial genético, uno de los objetivos del macroproyecto, pero además atendimos al llamado de la cadena productiva, quienes nos señalaron que teníamos una variedad que no es nuestra, como es la Oro Miel, un hibrido que es propio de Costa Rica, y que estamos instalando sin una tecnología específica para esta variedad en las diferentes zonas productoras del país”, agrega la investigadora.
Es así que realizaron un diagnóstico en el que se determinó cuáles eran aquellos problemas que tenían estos productores y se formuló una propuesta que le interesó a los miembros del rubro, ya que el macroproyecto así mismo apunta a la generación de tecnología de manejo, sobre todo a una estrategia de nutrición que logre acortar el ciclo productivo de la fruta. O sea, uno de los objetivos es pasar de 14 meses a 11 o 12 meses de cultivo, ya que uno, dos o tres meses menos de ciclo productivo, en un cultivo tan costoso, es un aporte significativo para el productor.
EL PAPEL DE LA PIÑA INDUSTRIAL Y LA MD2
La piña industrial es aquella con la que se hacen alimentos procesados como compotas, conservas, jugos, refrescos, entre otros. Esta fruta, por sus características ácidas, produce mayor contenido de bromelina, lo cual ocasiona sensibilidad o alergia al consumidor, cuando se la consume en fresco. La variedad Manzana es una de las más utilizadas para elaborar este tipo de productos. La MD2, la Perolera y la India, al ser más dulces, son menos agresivas para consumo en fresco, más la preferida para el consumo fresco es la piña Oro Miel, la que alcanza hasta 20 grados Brix.
Dentro de sus características organolépticas, por ser dulce, la MD2 tiene olor, mientras que la Cayena Lisa, considerada la madre de la Oro Miel, es verde y no tiene olor, por ser más ácida. En un contexto en que la piña es una de las frutas más atractivas para el consumo en fresco, pero más por su aroma que por su sabor.
RECOLECCIÓN E IDENTIFICACIÓN DE MATERIAL GENÉTICO
La investigadora de Agrosavia explica que incorporaron tres proyectos dentro del proyecto macro. En primera instancia se identificó el material genético de las variedades regionales, para lo que se realizó una recolección de material vegetal de las variedades de piña Mayanesa, India, Perolera y Manzana, el que será caracterizado para generar una colección de trabajo que permita probarlas en las diferentes zonas productivas, con el fin de determinar cómo se comportan en las distintas regiones y definir el potencial de esas variedades en cada una de las zonas productoras. Este resultado ocupará un mayor plazo al programado para esta vigencia del macroproyecto.
“Lo que queremos evaluar es el comportamiento de los diferentes materiales en las distintas regiones y así poder ofertar a los productores variedades de piña distintas a la MD2, de modo de que no se pierdan las variedades nativas, ya que en todos los departamentos la MD2 es la más cultivada”, explica la investigadora.
UN PROGRAMA NUTRICIONAL QUE ACORTE EL CICLO DE CULTIVO
El segundo proyecto tiene que ver con el manejo agronómico del cultivo. “Acá el objetivo principal es encontrar un programa o estrategia nutricional que acorte un poco el ciclo, mínimo uno o dos meses, lo que aumentaría el margen de ganancia, tanto de pequeños como de grandes productores”, afirma Ríos.
Agrosavia se ha enfocado en identificar cuáles son los requerimientos nutricionales del cultivo y cuál sería la mejor estrategia para aportarlos. Considerando que además de su sistema radical subterráneo, la piña también tiene raíces en el tallo, raíces adventicias, lo que permite su fertilización vía aérea.
“En estos 4 años vamos a identificar cuánto de ese total de fertilizante, en términos de nutrición, es tomado por la raíz subterránea y cuánto por la aérea, con el fin de hacer una recomendación de fertilizantes que sea complementaria, de tal manera de lograr una fórmula adecuada a nuestro objetivo, que es acortar el ciclo reproductivo”, asegura Liliana Ríos Rojas.
MANEJO DE PLAGAS Y ENFERMEDADES
El tercer proyecto se enfoca en el manejo de plagas y enfermedades que afectan al cultivo. En esta línea, controlar las pudriciones radicales y basales es uno de los principales objetivos de esta investigación. El equipo científico de Agrosavia va a caracterizarlas, definir la incidencia que tienen en el cultivo y a identificar cuáles son los patógenos asociados a esas enfermedades. Con esta base desarrollarán estrategias preventivas.
Una plaga importante durante el período de floración es la Tecla o Barrenador de la piña, una polilla o lepidóptero que ataca la flor y que desarrolla parte de su ciclo en ella. Este hace una “camita” en la flor y cuando está listo el fruto se alimenta de él y lo daña. Es un daño temprano e importante, ya que, al ser un insecto, presenta altas poblaciones y puede afectar al cultivo completo. Si bien ataca a todas las variedades, su preferida es la piña MD2, la cual es bastante sensible a esta plaga. El control de esta polilla es obligatoriamente preventivo, porque ataca a la flor, por lo que el daño es temprano.
“Estamos investigando cuál es el mejor manejo y esperamos encontrar un controlador biológico para aportar a que el productor disminuya su carga química, lo que es importante para la inocuidad de la piña y para disminuir los costos en lo que se refiere al control fitosanitario”, señala Ríos.
Otro de los esfuerzos del equipo investigador de Agrosavia apunta a caracterizar las razas del virus de la pudrición roja de la piña y a encontrar una estrategia de control de su vector, que es la cochinilla harinosa.