“La ventana característica de Perú habría dejado de existir”
Las productividades han venido bien, tanto en el norte como en el sur. Pero los precios no, salvo para Red Globe, cuyos valores fueron mejores que en la última campaña. El ‘boom’ de las variedades patentadas en EE UU, así como la ‘guerra’ comercial que tiene ese país con China han incidido en lo anterior, situación que también afectó a Chile, Sudáfrica y México.
Gabriel Gargurevich Pazos
Lionel Arce es el nuevo presidente y director de la Asociación de Productores de uva de mesa del Perú (Provid), pero su relación con este gremio no es nueva. Antes de ocupar tan importante puesto, fue presidente del Instituto Peruano del Espárrago y Hortalizas (IPEH), director de Frío Aéreo, de Provid y también de la Asociación de Gremios de Productores Agrarios del Perú (AGAP). En el Complejo Agroindustrial Beta S.A., ha sido Gerente de Planta, Gerente Comercial y Gerente General; cargo que ocupa desde diciembre del 2005. Admite que se vienen tareas complicadas. ¿Por qué el negocio de la uva es complicado? “No”, responde. “En general, la naturaleza gremial no es sencilla, pues hay que buscar consensos en los directorios. Creo que al final los beneficios o perjuicios que logramos conseguir en los gremios, en general, son bastante democráticos, porque son para toda la industria; no se trabaja para que alguna empresa específica tenga un beneficio especial. Tengo toda una vida trabajando en gremios y sé de lo que hablo”.
Lionel confiesa que trabajar en gremios es una labor “desgastante”, pero advierte que es la única forma de poder llevar adelante proyectos que hagan trascender al país en el campo de la agroindustria. Dice: “Si tú te pones a revisar qué hemos hecho los peruanos los últimos 30 años en el ámbito agrícola, podemos ponernos una estrella, ¿no es cierto? Tenemos mil defectos y hemos cometido mil errores, pero creo que como idea de producción y de país lo hemos hecho bastante bien, a nivel mundial”.
Lionel Arce, por lo tanto, conoce al dedillo el actual panorama de la uva de mesa en el país. “Más que estar enterado, ¡la estamos sufriendo!”, dice. Y es que la industria uvera viene experimentando una coyuntura complicada. Lionel advierte: “Mira, si esta conversación la hubiéramos tenido hace un año, estaríamos hablando de otra cosa; tú me estarías diciendo ‘Mira, Lionel a lo mejor es un error seguir con la Red Globe’. Y yo te hubiera respondido ‘Mira, lo estoy evaluando, quizá tengas razón’. Pero hoy la Red Globe ha terminado por darle la contra a todas las pobres expectativas que se tenían de ella”. Veamos a qué se refiere.
–¿Cuál sería el balance de lo que ha sucedido en el norte en esta reciente campaña?
–El balance es positivo, desde el punto de vista productivo. El año anterior tuvimos un Niño. Este año, no, entonces, productivamente el crecimiento se ha dado de manera natural. Pero el choque con el mercado ha sido más complejo de lo que pensábamos…
–¿Motivado por qué?
–Las razones son varias, y son más estructurales que coyunturales. Son casi 20 millones de cajas las que por semana ha producido Ica, mientras que Piura solo ha producido 17.5 millones de cajas. Pero casi ha estado 50/50. El gran total nacional hasta hoy (mediados de febrero) ha sido de 44 millones de cajas, y todavía no acaba la temporada, lo que significa un crecimiento de un 50%.
HA SIDO UNA BUENA CAMPAÑA PARA RED GLOBE
–¿Los precios que consigue la uva del norte difieren a los que consigue la uva del sur?
–En este punto hay que separar las cosas. Creo que la fruta con semilla ha tenido un comportamiento distinto a la fruta sin semilla. Red Globe ha tenido un buen año porque maneja mercados diferentes. La fruta con semilla se va al mercado asiático, fundamentalmente; mientras que la fruta sin semilla a EE UU y Europa. Las productividades han venido bien, tanto en el norte como en el sur, y subrayo que este ha sido un buen año para la Red Globe.
FORTALEZAS Y DEBILIDADES DE ECUADOR
“Sé que hay algunas operaciones interesantes que están tratando de desarrollarse ahí, pero creo que su condición es más compleja que la nuestra. Nosotros, como país, tenemos la ventaja de tener uva parecida a la de Brasil, en la zona de Piura, y parecida a la de Chile en la zona del sur; tenemos una ventaja que difícilmente puede ser comparable a la ventaja de Ecuador, que va a tratar de parecerse a Brasil, en cuanto a fruta. Esto es si nos referimos a la zona costera de Ecuador. Porque si hablamos de la zona de Guayaquil, de los valles interandinos, ahí van a tener que competir con su flor; los productores van a tener que elegir entre hacer flor o uva; hay que analizar el negocio de la flor, yo creo que es un negocio que está caminándoles bastante bien; en toda la zona de la sierra hay floricultora de alto nivel”, explica Arce.
–¿Cuánto pagaron por caja de Red Globe?
–Aún estamos haciendo números, porque todavía hay fruta que está arribando a los mercados (a mediados de febrero). Pero esperamos que tengamos un crecimiento de, más o menos, un par de dólares por caja, en relación a la campaña anterior, que estuvo en torno a los US$17.
–¿En el norte han arrancado más Red Globe que en el sur, cierto?
–Eso ya depende de cada empresa. Siempre vas a encontrar variedades nuevas, más productivas, más eficientes… Hay que hacer un buen seguimiento a lo sembrado para saber hasta qué punto es rentable el cultivo, y si ya expresó todo lo que tenía que expresar. Hay que tener mucho cuidado si se piensa reemplazar. En nuestro caso, en Beta, sembramos 400 hectáreas de Red Globe y las dejamos todas.
–No han arrancado Red Globe…
–Nada, nada, nunca.
–¿Preveían lo que iba pasar?
–Lo que pasa es que tú siembras para largo plazo… Pero, claro, con arándano ganas más dinero. Y si me preguntas si sembraría más Red Globe, ahora que hemos tenido un buen año con esa variedad, te diría que no, que preferiría sembrar arándano. Pero eso no quiere decir que vayamos a eliminar lo que ya está sembrado de Red Globe. Regresando a tu pregunta, sí, yo pienso que en el norte se ha arrancado más Red Globe; más hectáreas de esa variedad hay en el sur que en el norte; mientras que la mayor parte de la superficie ‘seedless’ están en el norte.
–¿Y eso es bueno para el norte?
–Eso te da la problemática de la ‘seedless’, de los precios, de la oportunidad, de enfrentarse con un inventario fuera de lo que esperábamos en EE UU y Europa, principalmente.
El ‘boom’ de las variedades licenciadas en EE UU trajo consigo frutas con una fertilidad enorme, y eso se tradujo en el hecho de que los productores tuvieron mayor posibilidad de escoger entre sus racimos y quedarse con los más grandes. El presidente de Provid precisa que en California han ‘levantado’ casi el 60% de las áreas de variedades tradicionales, para reemplazarlas por otras variedades. “Entonces, los productores que trabajan en 100 ha, producen como si tuvieran 130 ha”, refiere.
–La valla se ha elevado…
–Nada más por un cambio de variedades. Hoy, en EE UU hay una mayor producción de cajas. Además, las variedades patentadas son o más tempranas o más tardías. Se abrió la ventana americana, y empezamos a pisarnos los talones con los americanos. Otro problema para nosotros es que la fruta californiana es más grande y más bonita. El tercer problema tiene que ver con el conflicto comercial entre EE UU y China, donde había un volumen de fruta americana que se destinaba a China, pero este año no se vendió, porque los aranceles que tenían que pagar en China eran monstruosamente altos. Entonces, ese volumen de fruta, que no era muy importante, pero que nos ayudaba, terminó quedándose en el mismo mercado americano.
SI NO SE ARREGLA EL CONCFLICTO EE UU/CHINA TENDREMOS MÁS DE LO MISMO
–¿Qué nos espera el próximo año, entonces?
–Si no se arregla el tema entre China y EE UU, más de los mismo.
–¿Deberían estar preocupados los productores peruanos?
–Tengo treinta años trabajando en la agroindustria, con muchos cultivos y productos, y te puedo decir que todo es cíclico. Al inicio, el negocio es extraordinariamente bueno, los precios son buenos para los productores buenos, regulares y malos. Pero cuando el zapato empieza a apretar, empiezan a caer los menos rentables, lo menos eficientes; esos productores son las primeras víctimas de la quiebra…
–¿Qué tanto tuvieron que bajar los precios los productores peruanos?
–Si tú me dices que alguien ha vendido sobre US$20 dólares la caja, mis respetos; el precio de la ‘seedless’ ha caído de manera importante… Tú podías vender, tranquilamente, sobre los US$28 la caja durante la campaña anterior, ahora difícilmente puedes superar los US$20. Ha sido un golpe importante para las empresas…
COPIAPÓ SUFRE EL CRECIMIENTO DE PERÚ
Dentro de este complejo panorama para la uva de mesa a nivel mundial, ¿cuál sería la mejor ventana para Perú? Para Lionel Arce, las ventanas son oportunidades que hay que aprovecharlas mientras duren; para que haya una ventana debe haber una demanda insatisfecha; cuando se satisface la demanda, ya no hay ventana.
En ese sentido, según Lionel, la ventana característica de Perú, habría dejado de existir, esa que comenzaba en noviembre y acababa, con las ‘seedless’ en enero. Esa ventana está cubierta ahora no solo por la producción de Perú, sino también por el inventario de California e incluso por la producción de Chile, que se estaría adelantando.
Arce señala que Copiapó ha terminado sufriendo el crecimiento de Perú, porque los productores de esa región de Chile salían con una fruta temprana, que contaba con un mercado extraordinario, a pesar de no tener las productividades del resto del país vecino. “En Copiapó se mantenía muy bien hasta que aparece Perú con una fruta igual o mejor, con un volumen enorme y se acabó… Repito: lo que nos va a defender, en cualquier cultivo, es la eficiencia y la productividad en los campos. No podemos esperar permanentemente contar con un mercado que sea tan generoso como para soportar un crecimiento geométrico sin que haya algún tipo de consecuencias”, dice.
–¿Qué tanto ha crecido Perú en relación a Chile?
–Perú está produciendo 50% de lo que produce Chile… Lo que estoy diciendo es que hemos crecido muchísimo; si revisas la estadística de hace 5 años, verás que producíamos la quinta parte de lo que producimos hoy. En uva estamos creciendo y este reemplazo de áreas por variedades nuevas va a hacer que crezcamos orgánicamente de 10% a 15%, en los próximos 5 años, sin hacer nada… Solamente cambiando variedades vamos a crecer.
–¿Te atreverías a proponer alguna ventana ideal para el Perú dada esta compleja coyuntura?
–Más eficientes vamos a ser en las ventanas donde siempre fuimos ventana. Pero eso no quita que tengamos una competencia que termine afectando y bajando los precios… O sea, si Chile comienza más temprano… Chile no va a estar feliz de comenzar más temprano, porque se encuentra con Perú; ellos tampoco quieren juntarse con nosotros; y los americanos van a estar tratando de ver cómo hacen para abrir de nuevo el su mercado chino y sus otros mercados para poder defender mejor su propia fruta… Nadie sale al mercado para hacerle daño a otro origen, nadie; todos los agricultores somos exactamente iguales, tratamos de manejarnos de manera eficiente para poder rentabilizar nuestras propias operaciones…
¿A QUIÉN SE LE COMPLICARÁ EL NEGOCIO?
–Dada esta coyuntura, ¿se le va a complicar el negocio más a Piura que a Ica o al revés?
–Las condiciones de Ica son más estables que las del norte, donde la situación es más compleja por las plagas. Los nematodos en el norte se reproducen de una manera impresionante. En el sur, puedes manejarlo si tienes mucha habilidad, hasta franco… Pero en el norte, las velocidades de las plagas, como el chanchito blanco, son críticas. Además, después de una lluvia en el norte, la cosa es terrible, y si a eso le sumamos que te puede agarrar un Niño que te destroza… Definitivamente, en el norte tienes más variables que en el sur…
–¿Cómo definirías comercialmente la uva peruana hoy por hoy?
–Es una uva competitiva. La situación no es cómoda, pero es una fruta competitiva. Lo que pasa es que tenemos que reestructurar todo el negocio para poder seguir manteniéndonos en el mercado… Lo que es importante es que este cambio es estructural no es un cambio coyuntural; no es que tuvimos un año bueno de uva que hizo que el mercado se viera afectado, no; esta es la realidad con la que vamos a convivir en los próximos años; esto no va a cambiar y puede acrecentarse de alguna manera…