"No es problema de clima sino de manejo de los campos"
El ingeniero agrónomo Leonardo Vercellino es desde hace doce años asesor de importantes campos de uva de mesa en Chile, Perú y también en Ecuador. Aquí habla del desafío de cultivar variedades sin semilla en la zona norte y de cómo salir de la situación generada por el exceso de agua en los campos. Asimismo, explica varios errores importantes que a su juicio se cometen en el cultivo de la uva de mesa y comparte algunos manejos interesantes que le han dado muy buenos resultados.
El ingeniero agrónomo chileno es asesor en uva de mesa desde hace doce años en Chile y en Perú casi desde que comenzó el desarrollo de la uva de mesa de exportación en Piura, sin embargo, desde hace casi veinticinco años que trabaja relacionado a la uva de mesa, por ejemplo, administrando campos en Chile. Como asesor está convencido, y busca convencer a sus clientes de que en el norte es posible hacer producir las variedades ‘seedless’ tradicionales todos los años, tanto en volumen como en calidad, independientemente de las condiciones de cada temporada. Sin excepción.
Tanto en Thompson como en Superior o Crimson, según Vercellino, “hay campos que están dando fruta todos los años, así que no es imposible. No hay que depender del clima pero para eso hay que realizar a tiempo los trabajos en el campo pues el clima en Piura no permite ni un error, a diferencia de zonas más tradicionales, por ejemplo Chile, donde cometes un error y tienes un mes para recuperarte. Aquí (en Piura) tienes solo días para hacerlo, es mucho más intenso, incluso más que Ica, que ya es intenso. La última temporada estuvo marcada por la falta de fruta en las variedades ‘seedless’ tradicionales, pero no en todas las empresas, por eso podemos concluir que no fue un asunto climático sino más bien de manejo de campo”.
Para el asesor, uno de los errores que se cometen en los campos del norte, y que él mismo reconoce cometió en sus comienzos, tiene que ver con la poca importancia que se le otorga a la etapa de formación, la cual se suele tomar como un descanso, unas vacaciones donde solo hay que podar y esperar a que brote la planta. “Nos preocupábamos solo por la etapa productiva, porque en la de formación supuestamente no hay nada que hacer, pero eso no es así, pues hay que manejar el riego, la fertilización, la luz, el equilibrio de la planta, el número de brotes… Son una serie de labores las que sedebe hacer en esta etapa, las que inciden en la formación de las yemas que nos darán la fruta. Hoy estamos generando un cambio importante en la etapa de formación”, afirma.
EL PRINCIPAL RETO ESTE AÑO ESTARÁ EN EL MANEJO DEL RIEGO
Para el asesor, debido a las intensas lluvias, hay dos escenarios. El menos probable sería tener las parras asfixiadas por el exceso de agua, por lo que estas se comienzan a poner amarillas y posteriormente son afectadas por hongos de la madera, por nematodos y una serie de otros problemas que se expresan por la debilidad de la planta. Pero el escenario más frecuente o probable en Piura y en todo el norte, por el tipo de suelo, sería no tener las plantas asfixiadas. “Como el principal problema de las ‘seedless’ tradicionales es la baja fertilidad de yema, lo que buscamos es tener las parras muy controladas para mantener la fertilidad de yema. Es decir, con la ‘rienda corta’ para hacerlas crecer como nosotros queremos, de forma lenta. Pero hoy, 100 días después de la poda, con estas lluvias y una humedad relativa del 70 u 80%, las plantas se están expresando de manera exuberante. Entonces, el mayor problema que tenemos hoy es cómo controlar el vigor ya que las plantas están creciendo como locas”, advierte el asesor.
Uno de los consejos más frecuentes para controlar el vigor ante el exceso de agua es sacar el nitrógeno de modo de quitarle fuerza a la planta y que esta no crezca demasiado. Sin embargo, “creo que eso es un error ya que la planta seguirá creciendo a costa de sus reservas y cuando termine de llover la planta va a estar muy desnutrida y sin reservas para enfrentar un período tan importante como es la etapa de producción. Se supone que en formación estamos preparando a la planta para correr una maratón, pero si la planta llega sin energía no va a correr ni 100 metros. El mayor problema hoy día no es el vigor, si no que cómo nutrir ese vigor. Mientras esté lloviendo no se riega, nadie está regando, pero cuando pare la lluvia debemos comenzar los manejos nutricionales nuevamente y podemos llegar fertilizando hasta el final de la campaña. Algo que hasta hace un año no hacíamos porque cuando veíamos que estaba muy vigorosa cortábamos el nitrógeno. Creo, por esto, que el reto este año estará en el manejo del riego ya que mediante el riego se puede manejar el vigor”, explica Vercellino.
La idea del ingeniero es aplicar nitrógeno pero restringir el riego, de modo de que con nitrógeno pero sin agua la planta sola regule su vigor. O sea, según Vercellino, en vez de gastar el nitrógeno creciendo la parra lo va a almacenar como reserva. “Esa es la estrategia que estoy implementando para enfrentar este clima. Antes nuestro error era que si a los 100 días veíamos a la planta muy vigorosa, cortábamos el nitrógeno, por lo que luego teníamos 100 días de desnutrición. Hoy el concepto es nutrir hasta el último día pero frenar el vigor de las plantas restringiendo el riego”, señala. A este proceso Vercellino lo llama “riego deficitario”.
DESARROLLAR EL SISTEMA RADICULAR PODÁNDOLO
Vercellino agrega que otra de las estrategias que están trabajando, se orienta a desarrollar un sistema radicular potente, para lo que están cortando o podando raíces, algo que, afirma, “asusta a mucha gente”. El objetivo es generar un sistema radicular totalmente nuevo mediante poda de raíces. Explica: “Es un manejo que también estoy haciendo en Chile planta por medio con subsolado cruzado. Lo que hacemos aquí en Piura es cortar a diez centímetros del cuello de la planta, sacamos la tierra, metemos guano e incluso tierra sola, se tapa y a los treinta días tienes un sistema radicular 100% nuevo. 100% de raíces blancas nuevas medibles. Le aplicas un enraizante, nutrientes, y todo eso lo tomará la planta. Y no es un sistema radicular superficial. La planta reacciona hasta el metro. Hoy, tenemos crecimientos radiculares hasta el metro, es impresionante”.
La estrategia la comenzó a implementar en un campo en que las parras se estaban muriendo por los nematodos, “llenas de nematodos en las raíces primarias, con nódulos gigantezcos cerca de la corona. Cortamos y se generó un sistema radicular nuevo. Las plantas se recuperaron en tres años. ¿Pero todo eso acompañado de aplicaciones de nematicidas químicos? D”Yo no aplico nematicidas químicos”, manifiesta. “Estamos aplicando nematicidas que podemos llamar biológicos u orgánicos, como son saponina (extracto de Quillay), extractos de Marigold (caléndula), mucho guano… Me ha tocado trabajar en campos, que los he tomado ya plantados, donde hacían de ocho a nueve aplicaciones de nematicidas químicos al año. Cuando se aplica algunos nematicidas, quizás no todos, a la dosis requerida por un agran cantidad de nematodos, la planta también se afecta, se estresa. Además, hemos visto por análisis de seguimiento, que luego viene una baja en la curva de población pero cuando se llega a la dosis subletal, la hembra pone miles de huevos más de los que ponía no siendo atacada; o sea, se rompe el equilibrio. Cuando se acaba el nematicida, la población de J2 termina el doble o el triple de lo que estaba antes de la aplicación. Eso a mí me llevó a determinar: ‘hay que buscar el equilibrio’. Entonces, prefiero aplicar enraizantes, guano, regar bien, cortar raíces… o sea, competir con más raíces”.
DISMINUIR LA OFERTA DE RED GLOBE, PERO CUIDADO CON LAS NUEVAS VARIEDADES
En relación a la Red Globe, Leonardo afirma que, por más que en la última campaña los precios mejoraron, la Red Globe ya no es negocio. Para que sea negocio se tendrían que cosechar 4 mil 500 cajas y, según Vercellino, con ese volumen se pierde calidad. “Lo que hace falta y que creo que va a pasar es que disminuya la oferta… Es así que hay muchos campos a la venta o que se están dejando botados, de productores chicos, de 10 ha a 20 ha. Los que han parado han sido los proyectos chicos porque todos los grandes están creciendo”. Sin embargo, añade, la oferta de Red Globe va a demorar en ajustarse. “Piensa en Chile –continúa- cuánto tiempo llevamos y no se regulala oferta. Aquí pasa un poco lo mismo; todos están detrás de Thompson, Superior, Crimson, ¡pero son diez veces más difíciles de cultivar que una Red Globe! Es así que en algunos casos se está viendo que las ‘seedless’ no están produciendo y esto es porque no las puedes manejar como Red Globe sino que deben manejarse como ‘seedless’, variedades que aquí en Piura tienen un manejo mucho más exigente. Hace solo tres años que venimos trabajando con ‘seedless’tradicionales”.
Afirma el experto que hoy día la mayoría de productores están tratando de incorporar variedades nuevas a su oferta, pero en muchos casos este año van a tener su primera cosecha. “Los productores -en general- tienen dudas en torno a las variedades nuevas por la poscosecha pero podrían no estar considerando la dificultad de manejo de las mismas. El mayor error que se está cometiendo con las variedades nuevas es la idea de que son fáciles, súper productivas y que prácticamente las vas a sembrar, cosechar y mandar fuera para que se vendan solas. Pero no es así”.
Advierte Vercellino que hasta ahora no se dispone de una receta local para las variedades nuevas que se pueda entregar a los clientes. “Estamos todos aprendiendo, no hay ningún manejo nutricional ni nada descrito localmente todavía. El clima de California –de donde vienen muchas de las nuevas variedades– no tiene nada que ver con el nuestro”, señala. El norte del Perú, afirma el asesor, ya sea Piura, Sullana, Chepén o Chiclayo, sigue teniendo la ventaja de la ventana comercial respecto al mercado californiano. Pero previene: “Lo que puede matar este negocio es el volumen. Hoy, la zona norte ya pasó a Ica, y esa ventanita comercial que hay que aprovechar con volumen pero de buena calidad, de buena fruta, si la llenamos de fruta, ya no va a ser una ventana de buenos precios. ¡Va a ser un producto ‘commodity’ en todo el mundo! Obviamente que California nos está haciendo la competencia llegando con frutas hasta muy tarde pero si se retrasa el norte, Ica también se afecta. La competencia interna en Perú ya es grave, eso ha hecho que Ica de alguna manera atrase un poquito sus cosechas. En el negocio frutícola no solo con calidad obtienes buenos precios, ya la calidad tiene que ir acompañada de una venta comercial. En el mercado se vende la fruta a lo que te la pagan, no a lo que tú la quieres vender”, determina el asesor.
ERRORES EN RIEGO: EQUIPOS SUBDIMENCIONADOS Y REPOSICIÓN INSUFICIENTE
“El primer gran error que se cometió en Piura fue regar en base a evaporación de bandeja porque con la alta humedad relativa de esta zona si la evaporación de bandeja llega hasta 5 o 6 mm en realidad la planta puede estar tomado hasta 8 o 9 mm. Hemos demostrado de forma práctica que el kc o coeficiente de cultivo, en Chile y con mayor razón acá, puede llegar hasta 1,6. Entonces, 6 mm x 1,6 es igual a 9,6 mm, que es lo que debemos reponer, más las ineficiencias. Normalmente defino que los equipos de riego se diseñen con capacidad de reponer 8,5 mm de agua.
“Acá en Perú además se tiene horario de punta todo el año. Entonces, se dispone de solo 18 horas al día para regar, que ni siquiera son 18 horas efectivas porque en la realidad se debe encender media hora después y se debe apagar media hora antes para tener un margen y no pasarse al horario punta. Por esto que los equipos para reponer 8,5 mm en 18 horas deben ser potentes y son riegos más costosos”. “Hace cerca de 60 años, cuando se calcularon los kc, las producciones en uva de mesa eran de 10-12 t/ha en tanto que hoy pueden ser de 40 o hasta 50 t/ha. Por esto el consumo de agua de un parrón de hace 60 años no tiene nada que ver con los consumos de hoy día. A eso todavía hay que agregarle el número de turnos, por lo que, por ejemplo, si debo regar 6 turnos de 12 horas solo puedo regar una vez a la semana. La idea es dar riegos largos para llenar el ‘estanque’ del suelo.