Cómo entender mejor los portainjertos en vides
Los patrones permiten enfrentar condiciones difíciles de suelo, como salinidad, presencia de nematodos y otros problemas sanitarios. Además, ofrecen tolerancia a excesos o deficiencias de agua, influyen en la absorción de nutrientes, afectan el tamaño de los racimos, su color, adelantan o atrasan la cosecha e inciden en el volumen de producción. Por supuesto no todos lo hacen de la misma manera y no hay ninguno que sea el mejor para todas las condiciones. A continuación se entregan nociones para elegir con conocimiento de causa.
Para entender las propiedades de los distintos portainjertos actualmente existentes, señala el ingeniero agrónomo, asesor, Dragomir Ljubetic, hay que hacer un poco de historia. Si bien Vitis vinifera fue introducida a América por los españoles, varias otras especies del género Vitis preexistían a su llegada pues son originarias de Norteamérica.
A fines del siglo XIX, botánicos europeos encontraron variedades de uva a este lado del Atlántico que les parecieron útiles para su industria del vino y las llevaron al viejo continente sin saber que junto con ellas transportaban también un insecto fitoparásito, la filoxera (Dactylosphaera vitifoliae). La plaga produjo un gran daño en su viticultura, lo que no ocurría en América, y se preguntaron entonces a qué se debía esta diferencia. Fue así como pusieron atención en la existencia de las otras especies de Vitis y de entre ellas seleccionaron Vitis riparia y Vitis rupestris para hacer cruzamientos, por la facilidad de injertar los híbridos obtenidos. Sin embargo, al usarlos como portainjertos se encontraron con que eran muy sensibles a carbonatos, a caliza activa, debido a que los parentales también lo son. Si en el valle de California la caliza activa se sitúa en el orden del 2%, los valores en la zona europea donde se cultiva la vid alcanzan fácilmente del 9% al 15%. Agregaron entonces a su trabajo de mejoramiento Vitis berlandieri y Vitis champinii y lograron superar el problema con éxito.
El desarrollo descrito se caracterizó por su orientación a combatir la filoxera de los biotipos A y B, y a obtener resistencia a caliza. El uso de tales portainjertos se extendió a los países de Europa, Asia, norte de África, Sudáfrica y también a Brasil y Perú.
A mediados del siglo XX, California enfrentó serios problemas con nematodos, por lo que realizaron un proceso de obtención de portainjertos resistentes a ellos. Los patrones generados comenzaron a usarse también en México y posteriormente en Chile.
A consecuencia de los objetivos buscados en el proceso de mejoramiento, hay portainjertos estadounidenses, como Harmony y Freedom, que tienen una baja resistencia a filoxera, y el único resistente a este insecto es Ramsey o Salt Creek (Vitis champinii).
Como se observa en el cuadro 1, los portainjertos más usados actualmente no son nada nuevos. El cuadro 2 y la figura 2 muestran características de los parentales, que van entregando a los portainjertos derivados de ellos. Es interesante, por tanto, conocer las cruzas de las que proviene el patrón que estamos eligiendo para un determinado tipo de suelo u objetivo.
En Chile los portainjertos con mayor presencia en términos de superficie plantada son Harmony, Freedom y Ramsey, los tres provenientes de EE.UU. Esto se debe a la influencia norteamericana sobre nuestra viticultura, pero también a que no tenemos los problemas de filoxera y caliza a los cuales se orientaron los procesos de selección europeos (cuadro 3).
En uva de mesa prácticamente no se registra incompatibilidad o rechazo genético entre portainjerto y variedad, con la excepción de que esta sea provocada por virosis o micoplasmas. Solo se ha reportado en Australia una probable incompatibilidad genética de Kober 5BB con Thompson y de Schwarzmann con Moss Sultana. En Chile se ha determinado incompatibilidad por virosis en Red Globe (por la presencia de Grapevine Fanleaf Virus, GFLV 2) con Teleki 5A, con 3309 Couderc, con Paulsen 1103 y con Kober 5BB.
Sí existen problemas de afinidad, en que la variedad y el portainjerto no logran formar una unión satisfactoria en el tiempo.
¿CUÁL ES EL MOTIVO DE USAR PORTAINJERTOS?
Primero, explica Ljubetic, cuando existen limitantes para el uso de franco en un determinado suelo, los portainjertos se adaptan mejor al medio, porque tienen mejor respuesta a ese suelo en particular, mejor respuesta al replante, y mejor respuesta frente a bioantagonistas, como los nematodos.
Luego, porque dan mayor vigor a las plantas injertadas, por lo tanto en suelos pobres se puede postular a plantas de mayor calidad.
También porque en algunas condiciones dan mayores rendimientos y calidad de fruta. Cuando se elige un portainjerto, siempre se debe tener claro que se trata de una planta más vigorosa de lo que estamos acostumbrados y se deberá lidiar con ello.
Así, los patrones presentan un comportamiento más adecuado a condiciones como la escasez o exceso de agua y la salinidad o acidez del suelo. Algunos destacan particularmente, como es el caso de Paulsen en tolerancia a sequía, o Ramsey por su capacidad de soportar salinidad. Además, suelen lograr una mayor eficiencia en la absorción de nutrientes, un mayor crecimiento de la raíz y un mejor comportamiento frente a complejos bioantagonistas en el caso del replante (cuadro 4).
Por ejemplo, una evaluación de Thompson seedless cultivada a una concentración salina de NaCl de 100150 meq/L sin patrón y sobre Ramsey, luego de dos campañas mostraba en el primer caso concentraciones de 0,51% de Na y de 1,32% de Cl en el pecíolo (niveles de toxicidad o cercanos a toxicidad) en tanto que sobre el portainjerto llegó a 0,03% de Na y 0,21% de Cl, lejos de los niveles perniciosos. Cuando la concentración se aumentó a 250 meq/L, los niveles de Na y Cl en el pecíolo superaron los rangos de toxicidad. “Los patrones otorgan tolerancia, pero no inmunidad”, sentenció el ingeniero agrónomo.
Existen diferencias en la literatura científica sobre la profundidad que alcanzan los sistemas radiculares de los distintos portainjertos. De acuerdo a los antecedentes bibliográficos y a su experiencia de terreno, Dragomir Ljubetic afirma que prácticamente existe consenso en que Freedom, Harmony y Paulsen 1103 tienen un sistema radicular profundo. Hay un número importante de autores que también clasifican en esta categoría a Ramsey y a Richter 99, pero se da un menor acuerdo al respecto. Otros, en cambio, como Richter 110, reciben evaluaciones muy diversas, y mientras los investigadores italianos dicen que tienen raíces profundas, la mayoría se inclina por considerarlas semiprofundas, e incluso hay quienes las consideran casi superficiales. 101-14 MGt se caracteriza por sus raíces poco profundas, por lo cual debe tenerse cuidado de no aplicarle riegos distanciados si se ubica en suelos profundos. “Requiere la misma cantidad de agua, pero en forma más seguida” advierte el asesor.
COMPORTAMIENTO NUTRICIONAL DE LOS PORTAINJERTOS
Los patrones también difieren en su respuesta a los nutrientes (cuadro 5). Ljubetic ejemplifica: Paulsen tiene una absorción media de nitrógeno (N), en tanto la de Freedom es muy alta, pero ambas tienen una alta absorción de fósforo (P). La resistencia baja a la carencia de potasio (K) de Paulsen 1103 implicará una alta probabilidad de tener que fertilizar con dicho elemento al usar este portainjerto, mientras que por su destacada resistencia a carencia demagnesio (Mg) seguramente no lo requerirá. Muy diferente será el caso de Freedom, en el cual posiblemente no habrá que invertir en K, pero sí en Mg.
Un estudio realizado en México (H. Núñez M., A. Márquez C. y G. Martínez D., INIFAP-Hermosillo, México, citados por Mendoza, 2006) comparó los cultivares Perlette, Flame seedless y Superior sobre distintos portainjertos, en lo que se refiere a su absorción de N, P, K, calcio (Ca) y Mg al momento de floración, después de 3 años de cultivo. Contra lo que podría haberse supuesto, Ramsey absorbió menor cantidad de nitrógeno. Su respuesta fue muy similar a la de una planta franca, sin portainjerto. Harmony mostró resultados similares e incluso más bajos. Freedom, en cambio, presentó la mayor absorción de N. Al momento de aplicar N, por lo tanto, la dosis en las plantas sobre Freedom debiera ser menor que sobre Ramsey o Harmony. Si vemos que sobre Freedom la fruta no termina, no tiene materia seca o sobrerralea más que en otro portainjerto, probablemente la causa esté asociada a su respuesta a N, plantea Ljubetic.
Freedom igualmente tiene una gran toma de K; Harmony también lo toma en forma considerable. “La industria del vino no usa Freedom porque absorbe tanto potasio que oxida los caldos, estimula la polifenoloxidasa y produce un caldo agriado” relata el experto.
Estudios norteamericanos de J. Hashim-Buckey y P. Schrader, UC Davis (2004), hallaron diferentes niveles de N en tejidos (flor) del cv. Princess según el patrón; en orden creciente: pie franco, Scwarzmann, Paulsen 1103, RS-3, RS-2, y Freedom el más alto. En cuanto a P, el orden de menor a mayor fue pie franco, Freedom, Schwarzmann, Paulsen 1103, RS-3 y RS-2. Los RS absorben más P porque tienen una raíz más grande, indica el asesor. En K, nuevamente pie franco da el menor valor, luego Paulsen 1103, Swarzmann, RS-3, RS-2 y Freedom. Fertilizar Freedom con K, insistió Ljubetic, seguramente será “perder plata”. Cuando se ve el nivel de cloro (Cl), en pie franco el nivel es casi tóxico (0,59%) en tanto que en Freedom y Paulsen no superan el 0,2%, y en Schwarzmann, RS-2 y RS-3 ni siquiera sobrepasaron el 0,05%. “Hay que ver dónde me aprieta el zapato para elegir el portainjerto”, concluyó el ingeniero agrónomo. La acción selectiva del portainjerto respecto de determinados elementos nutritivos, puede no corresponder a las necesidades de una variedad determinada.
En comportamiento frente a nematodos (cuadro 6), de acuerdo a los reportes de la investigación internacional, Freedom y Ramsey son altamente resistentes a Meloidogyne sp., Harmony es altamente resistente a Xiphinema index, de acuerdo a lo señalado por la gran mayoría de los autores. Hay poca información acerca del comportamiento frente a otros nematodos, pero se tiene antecedentes de la resistencia de Ramsey a Tylenchulus semipenetrans y Pratylenchus vulnus. De hecho, como se aprecia en el cuadro, no se conoce resistencia de un portainjerto a Criconemella xenoplax, “un nematodo que, por exclusión, está poblando la mayoría de los suelos de Sudamérica”, afirmó Dragomir Ljubetic. “Para quienes piensan que por el hecho de poner vides sobre portainjertos pueden olvidarse del tema de nematodos, hay que señalarles que en muchos casos no es así y en otros sencillamente la información no existe”, remarcó el asesor.
Ramsey es altamente resistente a Phytophthora. Richter también resulta señalado como tal, aunque en menor medida; lo mismo para 101-14 MGt, aunque hay autores que lo consideran sensible. Catalogados como sensibles a estos hongos se encuentran Paulsen 1103, SO4 y, muy marcadamente, Richter 99. “Si plantamos uva después de nogales o paltos y tengo presencia de Phytophthora, ojo con el portainjerto que vayamos a elegir”, acotó el expositor.
Frente a agallas del cuello (Rizobium vitis) son resistentes 101-14 MGt, Freedom, Harmony; medianamente resistentes Paulsen 1103, SO4; y susceptibles Richter 110, Ramsey (Galet y Morton, 1979).
VIGOR DE LAS PLANTAS INJERTADAS
El injerto supone un obstáculo mecánico y fisiológico, que ralentiza el transporte xilemático y floemático a través del mismo, dando lugar a una mayor acumulación de fotoasimilados y hormonas en el cultivar injertado (Hidalgo, 1994). En otras palabras, al injertar, la planta queda levemente estrangulada, de manera que la variedad concentra componentes en su parte aérea, lo cual, sumado al gran desarrollo del sistema radical hace que se exprese un mayor vigor.
En ocasiones se presentan problemas de afinidad, en que la variedad y el portainjerto no logran formar una unión satisfactoria.
Sin embargo, no todos alcanzan el mismo nivel. 101-14 MGt tiene vigor bajo a moderado, 1613 Couderc, Paulsen 1103 y Freedom de moderado a alto, Harmony alto, Ramsey muy alto. Richter 110 es clasificado en todas las categorías, desde bajo a muy alto, dependiendo de los autores, con una leve predominancia a ubicarlo en moderado vigor. En cualquier caso, todos son más vigorosos que una planta sobre pie franco.
La tendencia del tamaño de los racimos es a ser más grandes, porque los portainjertos al tener una estructura radical poderosa entregan mayor cantidad de citoquininas a la planta.
EFECTOS EN LA FECHA DE COSECHA Y COLOR
Algunos portainjertos adelantan la producción de fruta (101-14 MGt, Freedom), en tanto otros la retrasan (Paulsen 1103, Ramsay, Richter 114). Ello se ve reflejado en un estudio en que se midió los sólidos solubles de variedades sobre distintos portainjertos a una misma fecha (cuadro 7). Aquellos portainjertos que retrasan la cosecha tienen rendimientos más altos.
Resulta llamativo que Paulsen, aun cuando entrega colorido, retrasa la toma de sólidos solubles en variedades tempranas. Las fotografías muestran el efecto en color sobre Red Globe de distintos portainjertos, donde se nota, por ejemplo, el retraso de toma de color de Harmony y Thompson, y su color light; el adelanto que generan Freedom, Ramsey, SO4; el muy buen color de Richter 110.
Las figuras 3 y 4 corresponden a un estudio en las condiciones de la región de Atacama donde se comparó la evolución de sólidos solubles y color de Red Globe franca, versus injertada con Freedom y Harmony. Mientras el primero de los dos portainjertos adelantó los sólidos solubles en comparación a la planta sobre su propio pie, el segundo retrasó la toma de dulzor. Sin embargo, Freedom ofreció un terminado de fruta inferior debido a la alta cantidad de nitrógeno que absorbe. Por otra parte, ambos patrones generaron un marcado impacto en el color, con mayor efecto de Freedom. Un claro resultado sobre el color se ha medido asimismo en Crimson seedless sobre Paulsen en la Región Metropolitana, teniendo también un mayor contenido final de sólidos solubles. En todos los casos las variables de manejo se mantuvieron iguales.